Llega un nuevo cliente a su bar, Antonio se acerca sigilosamente a Sergio para contarle que ha pensado en su mujer últimamente, porque está a punto de abrir una casa rural, y Ana le parece la persona adecuada para llevarlo. Sergio, diplomático él, le dice que para eso tiene que hablar con Ana, porque es algo que sólo ella puede decidir.
Sergio llega a casa y le cuenta a su mujer lo que Antonio le dijo. Ana pone cara de bayeta escurrida y sonríe con una sonrisa agria al escuchar la última parte: "No quiere contratar gente de afuera". Con ello intentan decir que no quieren para ese trabajo a mujeres de otros países porque no se fían de ellas, y en cambio sí buscan gente que les conozca y que se fíe de ellos. Ana sabe que su marido confía en el mundo mucho más que ella, y que a su manera es un ser sensible al que no hay que causar disgustos innecesarios. Y que sin embargo es necesario hacerle comprender, es por eso que le responde: Mira, prefiero ser eficiente en la distribución del dinero, y seguir sin trabajar, que ganar más, y venir a casa con mis arranques de mal genio porque alguien me explota y me encuentro atada de pies y manos al firmar algo que nunca debí firmar. Si eres listo sabrás que Antonio no tiene tres cafeterías y un hotel en funcionamiento en los tiempos que corren por lo bien que les paga a sus empleados: les paga una mierda. Y yo por una mierda no estoy dispuesta a trabajar, lo tengo bien claro.
Sergio mira a su mujer y se resiente de su crudeza. Le dice que él solo le cuenta lo que Antonio le contó. Y que ya le advirtió de que la respuesta dependía de ella. Añade que un día de estos se pasará a verla.
Ana tiene a la joven perfecta para ese puesto de trabajo: Soledad. Tiene diecinueve años y está separada, es madre de un niño de cuatro, y su familia lo está pasando realmente mal. Su gran sueño es traerse a su hijo a vivir con ella, pero para eso necesita que su jefe le pague el sueldo que por ley le correspondería cobrar. Lleva trabajando cuatro años de camarera, y trabaja quince horas diarias por un sueldo de cuatro. Firmando nóminas falsas un mes tras otro, y aguantando todas las injusticias que tanto sus jefes como los clientes tienen a bien echarle encima. Es algo que Soledad se vio en la obligación de contarle a Ana, un día que la encontró llorando en el lavabo con el mismo dramatismo que si se hubiese muerto su pariente más cercano. Ana le dijo palabras bonitas acerca de la vida mientras la escuchaba llorar con desespero, se las dijo no por consolarla, sino porque creía en ella, y a esas palabras añadió todos los buenos deseos que Soledad misma con su mirar sereno le despertaba. Era trabajadora y limpia hasta el desmayo, sonriente y buena gente hasta la médula, tan hermosa por dentro como se resplandecía por fuera, y alguien con tan pésima suerte en el pasado que desgarraba el alma solo de pensarlo.
Cuando por fin Antonio llegó a casa de Ana para hablarle del trabajo, Ana le recomendó contratar a Soledad, y le explicó a qué Soledad se refería. Antonio supo de quien le hablaba y arrugó el entrecejo, estuvo de acuerdo en todas las cualidades de la joven, pero puso mucho énfasis en recalcar su gran defecto: era de afuera y él nunca se fiaba de la gente de afuera. Ana no pudo contenerse ante tanta educación postiza, ante tanta manipulación subrepticia, ni ante tanta avaricia solapada, fue por eso que le hizo saber que se encontraba ante un gran problema, porque lo mismo que él no se fiaba de los desconocidos, no había un sólo conocido que se fiara de él. De modo que estaba en lo mismo de siempre, buscar a sus empleados entre aquellos que estuviesen lo bastante apurados para no tener ni la mínima oportunidad de escoger. Antonio se fue espoleado, arrancó su gran mercedes de color negro y se perdió en la lejanía, Ana volvió a su casa concentrada como tantas veces en cómo podría cambiar el mundo. Le pareció tan sencillo cambiarlo, que no se lo creyó.
Un blog donde la tristeza y el buen humor caminan de la mano. Donde los límites entre fantasía y realidad se entremezclan hasta conformar un solo presente.
jueves, 29 de diciembre de 2011
martes, 27 de diciembre de 2011
Retazos...
Cuando vuelvo a los lugares en los que viví siento que sigo siendo la misma. Que el tiempo no ha pasado. Que voy consiguiendo todo lo que he soñado. Y me gusta ver que esos lugares tampoco han cambiado demasiado y que me gusta que todo sea como es ( si apartamos por un momento a la muerte, que se llevó tanto en ese intervalo de tiempo), porque soy consciente de que mi vida tiene sentido. Y también yo.
Más consejos para la posible publicación
Sigo en mi recopilación de artículos acerca de la publicación. Personalmente es un mundo que cada vez se me antoja más imposible. Vamos, que cuanta más información reúno más incapaz de me veo de escribir algo publicable alguna vez, si bien confío en que a quienes os pasáis a leer alguna vez pueda serviros, es por eso que lo dejo aquí. Creo que es algo que vale la pena leer.
http://lamaniadeleer.com/2011/12/24/como-y-donde-presentar-un-original-para-su-edicion/
http://lamaniadeleer.com/2011/12/24/como-y-donde-presentar-un-original-para-su-edicion/
lunes, 26 de diciembre de 2011
Clase breve sobre escritura
A veces las clases más breves sobre escritura son las que más enseñan. Si algo puede gustarme de veras es la síntesis de algo que encuentro explicado con claridad.
http://dreamers.com/manuscritos/docs/manuales/manual039.htm
http://dreamers.com/manuscritos/docs/manuales/manual039.htm
Toma nota:
Si la escuela no educa a tu hijo en la creatividad y en el espíritu crítico, hazlo tú como padre o madre, pero procura estar preparado para cuando él sea crítico contigo y no te incomodes por ello.
viernes, 23 de diciembre de 2011
La vida responde
Desde que me dio por escribir la escritura me actúa como una especie de magia. Es como un buscar y encontrar. O un escribir lo que sin saberlo en ese instante, después me va a pasar en la vida real. Hay grandes historias guardadas en mi cabeza que no quiero poner en papel, justamente por eso, porque la escritura es una especie de magia que no puedo controlar, y a veces parte de lo que escribo de una u otra forma se hace realidad, y no siempre es bueno, porque tiendo al dramatismo de una forma total.
Pues bien, de esa forma casual en que la vida responde a mis escritos, me encontré a una de las personas para quienes había escrito la entrada anterior. Y no digo con esto que crea que le ha tocado la lotería y que le ha cambiado la vida, porque esta magia extraña no llega hasta ahí. Ojalá pudiese. Solo digo que la vida ha vuelto a responder a uno de mis escritos, y que he llegado hasta el por pura casualidad. Esa casualidad que hace que ame y tema al mismo tiempo a mi propia escritura, como un ser dual.
http://bitacoraruinafamiliar.blogspot.com/2011/11/tengo-trabajo.html
Pues bien, de esa forma casual en que la vida responde a mis escritos, me encontré a una de las personas para quienes había escrito la entrada anterior. Y no digo con esto que crea que le ha tocado la lotería y que le ha cambiado la vida, porque esta magia extraña no llega hasta ahí. Ojalá pudiese. Solo digo que la vida ha vuelto a responder a uno de mis escritos, y que he llegado hasta el por pura casualidad. Esa casualidad que hace que ame y tema al mismo tiempo a mi propia escritura, como un ser dual.
http://bitacoraruinafamiliar.blogspot.com/2011/11/tengo-trabajo.html
jueves, 22 de diciembre de 2011
Sorteo de navidad
El dinero no compra la felicidad, pero sirve para vivir dignamente. Para tener un techo bajo el que refugiarse de todas las inclemencias del tiempo en el frío invierno. Para prepararse una comida caliente que nutra el cuerpo. Para poder costearse los gastos de toda enfermedad que pueda presentarse. Para hacer frente con tranquilidad a todas las facturas que llegan inesperadamente. Para dar un hogar conveniente a todos los niños que vienen al mundo. Y a todos los ancianos que ayudaron a conformarlo tal cual está con el sudor de su frente.
El dinero no da la felicidad, pero ayuda a sentirse feliz. Que nadie lo dude. Siempre es más feliz quien lleva una vida digna, y no nos llevemos a engaño, tal y como está planteada la vida dentro del planeta tierra necesitamos un cupo -al menos mínimo- de vil metal y si no, vamos directos a la indigencia, con el beneplácito del poder, aunque el miedo nos dilate las pupilas y el estómago se contraiga de puro miedo. Pese a todo al papá poder no se le movería ni una pestaña, ni al alto clero, ni a rey alguno sobre la tierra.
Hoy es el día del sorteo de navidad, lo sé porque los telediarios matinales ya están a vueltas de castañuela con el sorteo dichoso. Pues bien, me gustaría que ese dinero se lo lleven quienes más lo necesiten para alcanzar a una vida digna. O aquellos que estén dispuestos a luchar hasta el final por la dignidad de los demás. O quienes repartan salud entre quienes están en peligro de perecer por hambre o enfermedades insignificantes. Por una vez, aunque sea por una sola vez, me gustaría que todo el dinero extraído del sorteo de navidad sirva para mover la gran balanza del mundo, y que quienes más tienen se queden en la pesa de abajo, sin oler un céntimo. Quizá de este modo las cosas comenzasen a cambiar, y a cambiar para mejor; al menos por una vez.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Aquello que jamás debiera prescribir
Hace unos días leía una noticia en un periódico regional: tres hermanas que acudieron a denunciar un delito ante la autoridad competente -en toda la noticia no se especificaba el delito-, terminaron denunciando a su padre por haber abusado sexualmente de ellas cuando eran menores de edad. En la noticia se cuenta que el denunciado ronda los 80, y sus tres hijas los 40 años de edad. Durante la investigación llevada a cabo por los agentes quedó demostrado que alguna de ellas sufre varias "secuelas" (sin especificar), hasta el punto de no haber podido llevar una vida normal.
Y bla, bla, bla...después de mucho artículo y muchas palabras, la denuncia de las tres mujeres, violadas por su propio padre cuando eran menores de edad, se encuentra con infinidad de trabas porque este delito tiene fecha de caducidad: ha de ser denunciado antes de 20 años. El caso terminó archivado, al menos por el momento en apoyo del artículo bla, bla, bla...En medio de la información un consejo de la Benemérita: "Todas las personas que sufran un abuso de cualquier tipo deben denunciarlo cuanto antes para poder obtener pruebas más precisas y que el delito no prescriba con el paso de los años".
Tuve que leer esta noticia varias veces porque no daba crédito a la palabra prescribir. Parece que según un abogado de la comarca "La única salida para que la denuncia siga adelante es que el delito tuviese una pena mayor ( que en principio según este artículo se estipula en una pena de prisión de 24 a 30 años por cada delito), lo que supone que aumenten los años en los que el caso podría seguir investigándose y el acusado pagaría por lo que ha hecho".
A veces no entiendo el mundo, lo digo muchas veces, pero al mundo sí que lo entiendo, lo que no entiendo son las leyes que han dictado los hombres. Hay leyes que debieran revisarse desde ya, y entendería el mundo a la perfección. Como que esta clase de delitos no prescriba nunca. Esa es mi modesta petición desde aquí.
Y bla, bla, bla...después de mucho artículo y muchas palabras, la denuncia de las tres mujeres, violadas por su propio padre cuando eran menores de edad, se encuentra con infinidad de trabas porque este delito tiene fecha de caducidad: ha de ser denunciado antes de 20 años. El caso terminó archivado, al menos por el momento en apoyo del artículo bla, bla, bla...En medio de la información un consejo de la Benemérita: "Todas las personas que sufran un abuso de cualquier tipo deben denunciarlo cuanto antes para poder obtener pruebas más precisas y que el delito no prescriba con el paso de los años".
Tuve que leer esta noticia varias veces porque no daba crédito a la palabra prescribir. Parece que según un abogado de la comarca "La única salida para que la denuncia siga adelante es que el delito tuviese una pena mayor ( que en principio según este artículo se estipula en una pena de prisión de 24 a 30 años por cada delito), lo que supone que aumenten los años en los que el caso podría seguir investigándose y el acusado pagaría por lo que ha hecho".
A veces no entiendo el mundo, lo digo muchas veces, pero al mundo sí que lo entiendo, lo que no entiendo son las leyes que han dictado los hombres. Hay leyes que debieran revisarse desde ya, y entendería el mundo a la perfección. Como que esta clase de delitos no prescriba nunca. Esa es mi modesta petición desde aquí.
martes, 20 de diciembre de 2011
La canción de siempre
Ayer escuchaba las palabras del nuevo presidente español. Me sonaron a antiguas. No tengo mucha paciencia con los políticos, de modo que quizá no le presté la debida atención. Y me sonó a que estaba dándome las excusas que le servirán para no dejarme el respiro económico que equivaldría a devolverme la fe en todo el conglomerado establecido en el parlamento. Parlamento viene de parlar, y estos nos tienen acostumbrados a que en cuanto se encuentran a gusto en su nuevo papel, parlan más bien poco, porque en el fondo les gusta imponer. Comienzan con las excusas, y en cuanto creen tenernos convencidos de su argumento nos tienen pillados.
Por lo poco que escuché, creo que si bajan los sueldos no serán los suyos. Si hay que recortar puestos de trabajo, no serán los suyos. Si hay que hacer algunos cambios, no les afectarán de forma directa. Como siempre, se dedicarán a limpiar de puertas para afuera. Y seguirán buscando la solución en los lugares acostumbrados, y volverán a pulir lo pulido, abrillantar lo abrillantado, rayar lo rayado, quemar lo quemado, y el trabajo que tienen pendiente, de no espabilarse ahora, se quedará sin hacer hasta la legislación siguiente, que váyase a saber. Cierto que no entiendo de política y si algo tengo claro es que nunca entenderé.
Por lo poco que escuché, creo que si bajan los sueldos no serán los suyos. Si hay que recortar puestos de trabajo, no serán los suyos. Si hay que hacer algunos cambios, no les afectarán de forma directa. Como siempre, se dedicarán a limpiar de puertas para afuera. Y seguirán buscando la solución en los lugares acostumbrados, y volverán a pulir lo pulido, abrillantar lo abrillantado, rayar lo rayado, quemar lo quemado, y el trabajo que tienen pendiente, de no espabilarse ahora, se quedará sin hacer hasta la legislación siguiente, que váyase a saber. Cierto que no entiendo de política y si algo tengo claro es que nunca entenderé.
lunes, 19 de diciembre de 2011
La voz de la sabiduría
Este libro de Priscilla Cogan, cuenta la historia de Winona, una anciana india que ha decidido morir. Su hija Lucy acude alarmada a la consulta de una psicóloga para que le saque de la cabeza la idea de morir. Una tarea nada sencilla porque Winona ha convocado a los espíritus y les ha pedido que vengan a buscarla cuando quieran -porque ya está preparada para iniciar el viaje- y ellos le han prometido que así lo harán. Ellos jamás faltan a sus promesas y es un proceso que no tiene marcha atrás.
Es todo lo que Winona le repite una y otra vez a la psicóloga en sus horas de consulta. Pero Meggie como buena profesional, intenta por todos los medios a su alcance desterrar esa idea de su cabeza. La anciana no quiere que la salven de la muerte, está decidida a irse, pero quiere que su hija sufra lo menos posible, y que la psicóloga lo acepte.
Es Maggie quien relata la historia de principio a fin, entrelazando tantos detalles con una voz tan sutil y unos ambientes tan reales que te hace quedarte entre sus páginas de principio a fin pidiendo que no se acabe. Es un libro que leí hace mucho tiempo, por eso podría resumirlo de principio a fin en tan solo unas líneas. Y sin embargo todo lo importante quedaría sin contar, porque es imposible contarlo. Es un libro especial.
Uno de tantos, que uno encuentra por casualidad en una librería de viejo, marcado con 2 míseros euros; y que se trae a casa para releerlo un día. Tal que así ha sido posible que ahora mismo lo tenga delante de mí, por esas casualidades maravillosas que tiene la vida. Para resumir diré algo, La voz de la sabiduría es justamente eso: La voz de la sabiduría. Al menos para mí, que a partir de su lectura me cambió la vida.
Es todo lo que Winona le repite una y otra vez a la psicóloga en sus horas de consulta. Pero Meggie como buena profesional, intenta por todos los medios a su alcance desterrar esa idea de su cabeza. La anciana no quiere que la salven de la muerte, está decidida a irse, pero quiere que su hija sufra lo menos posible, y que la psicóloga lo acepte.
Es Maggie quien relata la historia de principio a fin, entrelazando tantos detalles con una voz tan sutil y unos ambientes tan reales que te hace quedarte entre sus páginas de principio a fin pidiendo que no se acabe. Es un libro que leí hace mucho tiempo, por eso podría resumirlo de principio a fin en tan solo unas líneas. Y sin embargo todo lo importante quedaría sin contar, porque es imposible contarlo. Es un libro especial.
Uno de tantos, que uno encuentra por casualidad en una librería de viejo, marcado con 2 míseros euros; y que se trae a casa para releerlo un día. Tal que así ha sido posible que ahora mismo lo tenga delante de mí, por esas casualidades maravillosas que tiene la vida. Para resumir diré algo, La voz de la sabiduría es justamente eso: La voz de la sabiduría. Al menos para mí, que a partir de su lectura me cambió la vida.
sábado, 17 de diciembre de 2011
Papá en fase de prueba
Después de leer esta entrada me dije que estamos en una época envidiable. Hace algunos años, quizá no muchos, a ningún padre se le ocurriría plantearse la cuestión que se plantea JAB. Y si se la hubiese planteado se encontraría con agoreros por todas partes, y quizá hubiese vuelto a reincorporarse al trabajo bastante frustrado. En otras épocas demasiadas personas renunciaron a sus grandes sueños por estrellarse contra las trabas de los demás. Porque no hay nada tan difícil de explicar a quienes nada entienden, que los grandes sueños son siempre los más pequeños; y aquellos que nos aportan la mayor felicidad.
Desde tiempos inmemoriales las mujeres hemos tenido el privilegio de cuidar de nuestros niños con todos nuestros miedos, que una vez se han ido superando un día tras otro, nos dejaron en la memoria nuestros mejores recuerdos, de esos días que ya nunca volverán.
JAB, te felicito, es una decisión de la que jamás te arrepentirás. Y que muchos padres debieran tomar como ejemplo, porque los niños sienten todo el amor que les brinda desde los primeros días. Y desde que llegan al mundo necesitan equilibrar las dos pesas de la balanza en aporte de mimos: papá y mamá.
http://thekankel.blogspot.com/2011/12/nota-importante.html
Desde tiempos inmemoriales las mujeres hemos tenido el privilegio de cuidar de nuestros niños con todos nuestros miedos, que una vez se han ido superando un día tras otro, nos dejaron en la memoria nuestros mejores recuerdos, de esos días que ya nunca volverán.
JAB, te felicito, es una decisión de la que jamás te arrepentirás. Y que muchos padres debieran tomar como ejemplo, porque los niños sienten todo el amor que les brinda desde los primeros días. Y desde que llegan al mundo necesitan equilibrar las dos pesas de la balanza en aporte de mimos: papá y mamá.
http://thekankel.blogspot.com/2011/12/nota-importante.html
jueves, 15 de diciembre de 2011
Los personajes de ficción no existen
Esto no lo digo yo, lo dice Blumm. Y después de leer la entrada me digo que los personajes de ficción se parecen siempre demasiado a la gente real. Más aún, los personajes de un libro que no se articulan en su trama delante de mí como si fuesen seres reales, me hacen cerrar el libro y no seguir investigando nada más. Hace años me interesaba saber cómo terminaba la cosa y leía el capítulo final, pero a día de hoy no leo ni el último párrafo si no han sabido hacerse personas de carne y hueso frente a mí. Lo siento, pero me aburre mortalmente seguir a seres acartonados, que se quedan planchados de vez en vez. Las prácticas de reanimación necesarias para insuflarles vida me agotan de tal manera, que me veo obligada a dejar el libro que no se sostiene por sí mismo: consejo de mi doctor.
Sin embargo hay personajes que siento tan vivos que me hacen quedarme entre sus páginas para siempre. De hecho a estas horas estoy atrapada en tantos libros, que ni me consigo encontrar.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Sobre el lector electrónico
Hasta hace unos días no eché de menos ese aparatejo del que poco sé. Y sinceramente no le veía la necesidad, pero he ahí que según avanzamos en la vida -y justo por eso es bueno cumplir días y años- le entendí la utilidad. Fue después de lo tortuoso que me está resultando leer cierto libro que me descargué de la red, y que quiero leer como se merece, con calma y todos los sentidos puestos en él. De momento lo tengo en el ordenador que aquí nos disputamos todos cada cinco minutos, y todos con igual urgencia. Es por eso que no consigo tener la tranquilidad de leerlo con calma. Podría imprimirlo y llevarlo y traerlo sin mucho caos, pero tengo cajas de escritos impresos que reclaman su atención en cuanto me oyen pensar en imprimir otros textos. Son como fantasmas arrinconados que esperan una palmada en la espalda para vestirse la ilusión que antaño tuvieron ante mis ojos, y que ante lo complicado que veo sacarlos a la luz con cierto nivel, van perdiendo inmediatez y se desangran en tinta.
Es aquí donde logré encontrar la pieza que faltaba: un lector electrónico, pensé. Para leer debidamente los libros de otros, y dar un último vistazo seguido de muchos más a todo aquello que me sigue esperando en una caja de cartón de tamaño cuerpo entero. Casi como un ataúd de muertos de aburrimiento que esperan un juicio final falto por completo de juicio. Leer y repasar donde quiera que sea, en cualquier lugar. En tiempos muertos de espera, en letargos de aburrimiento, en los lugares que sea.
martes, 13 de diciembre de 2011
La vida no es un concurso
Rosa estrenó los diez años con una extraña petición: quería dar un paseo a caballo. En su casa todos se miraron como si no se lo terminaran de creer, jamás en sus diez años de vida había dicho algo parecido. Luego hicieron memoria y recordaron las veces que había ido a caballo con su abuelo a buscar hierba para las vacas, allá en el pueblo. Hacía tanto tiempo de eso que el caballo ya ni estaba en casa de la abuela, lo habían vendido cuando murió el abuelo.
Rosa tuvo su regalo de cumpleaños, fue a un lugar donde rezaba: paseos a caballo, y paseó a caballo durante una hora. Volvió con las mejillas arreboladas y los ojos brillantes, y también con una invitación para repetir ese día completamente gratis, tal fue el entusiasmo de su profesor de equitación, que meses más tarde la envió a una escuela de salto.
Fue así como Rosa en unos meses más, ganó su primera escarapela en un concurso de salto. Sus padres hacían números y no les salían, pero Rosa tenía tal aptitud para saltar a caballo que la fueron apoyando mientras les fue posible. En tan solo un año había adelantado a niños que llevaban montando nueve años, que habían nacido entre caballos, y cuyos padres se dedicaban al salto. El orgullo de Rosa tan solo era proporcional a la calamidad de sus padres, que de buenas a primeras se vieron envueltos en un mundo demasiado caro para sus secos bolsillos. Junto a Rosa había varios alumnos a quienes les pasaba lo mismo, les sobraba aptitud para ganar, pero les faltaba posibles. Y la crisis les venció, y fueron desapareciendo poco a poco de las cuadras. En ellas solo quedaron los niños con caballos estabulados. Solo ellos siguieron entrenando a diario y participando en concursos, que por primera vez sí ganaron.
Rosa terminó teniendo suerte, porque sus padres después de varios años pensando en los pros y los contras, le compraron un caballo. No un caballo de salto, o un caballo para concursar, porque jamás tendrían dinero con que sortear tantos costes, sino para pasear. Y cedieron a su única petición, la elección de su caballo. Está muy feliz con él, pero cuando asiste a un concurso como espectadora se le cae el alma a los pies, y comenta que ella lo haría mejor. Todos saben que es verdad, pero la verdad no siempre lleva las de ganar: la vida no es un concurso.
domingo, 11 de diciembre de 2011
Ángeles de cartón
Bien, esta iniciativa de MiánRos es algo que me puede, leer gratis un libro. Decir que MiánRos además de escritor es pintor, lo supe desde el blog de Blanca Miosi, que nos presentó las portadas de varios libros suyos que le encargó a él, y que son según ella, parte de su éxito en Amazon: la gente ve la portada del libro y le apetece acceder a su interior. Yo también lo creo, una buena portada es una prometedora puerta de entrada a un mundo desconocido, y si luego interior y exterior se complementan la sensación de triunfo es mayor.
Soy una internáutica patosa, eso no es novedad porque ya lo dije muchas veces, pero intentaré leerlo. Hay en este momento varios libros disputándose mi interés, ahí va otro más, veremos quien gana. Os dejo el enlace de Ángeles de cartón, que es un regalo de una mañana de domingo cualquiera, que quizá pueda convertirse en especial.
sábado, 10 de diciembre de 2011
Consejos para siempre
Es muy difícil aconsejar, pero lo es más difícil si se trata de los hijos, porque a veces no dejarles hacer lo que quieren es estropearles la vida, y a veces dejarles hacer lo que quieren es estropearles la vida aún más. Al final uno ya no sabe si aconsejarlos o dejarles a su libre albedrío, es por eso que me apunto todos los consejos y los leo, como quien lee algo vital.
viernes, 9 de diciembre de 2011
La isla de Nam
Hace tiempo que se viene recomendando la lectura de este libro de Pilar Alberdi, cuando esto sucede por algo será. Desde hace tiempo sigo varios blog de Pilar, que tiene unos cuantos, y es siempre interesante leerla, además de escritora es psicóloga, lo cual aparte de muchas otras cualidades le otorga profundidad.
Hay tantos libros que quiero leer, y que estoy leyendo continuamente, que al final dejo unos por otros formando un caos. Los bibliotecarios me ven ir y venir de la biblioteca con cierto rictus de fastidio, algunos deben de pensar que yo solita estoy subiendo los índices de lectura en mi comunidad con ese infatigable ir y venir en busca de algo de lo que oí hablar y quiero comprobar por mí misma: este libro o este autor. Lo cierto es que no me aburro, a mis días les faltan horas.
Como ya dije, leí reseñas apasionantes sobre la Isla de Nam, y es un libro que tengo pendiente de leer, de modo que aún no puedo opinar. Pero esta reseña me ha cautivado, la dejo aquí:
jueves, 8 de diciembre de 2011
La verdadera amistad
Es aquella que soporta los baches
de cualquier camino,
las inclemencias
de cualquier tiempo,
es aquella que sale a recibirte
cuando todo ha ido mal,
aquella que no reprocha
como sabe hacerlo un mal amor,
aquella que no pide nada,
que todo lo da,
aquella que disfruta tu presencia
como no ha sabido hacerlo nadie más.
Todo cuanto es verdadero
es verdadera amistad,
cierra viejas cicatrices
e invita a soñar.
martes, 6 de diciembre de 2011
Hay un lugar
Donde todos los sueños se desmoronan.
Donde todos los besos saben a sal.
Donde todos los sueños se pisotean.
Donde en vez de ir adelante se marcha hacia atrás.
Donde no cabe la lucha.
Donde solo hay puerta de salida
Y nunca jamás.
Donde todos los días salen torcidos.
Donde lo peor de todo es que no hay libertad.
lunes, 5 de diciembre de 2011
Sin trabajo a la vista
Hace años cuando estaba de compras con sus hijos, Elena les pidió que llevasen unos productos para un gran cajón metálico que había situado junto a las cajas. Los niños quisieron saber porqué en vez de meter esos productos en su carro deberían abandonarlos en aquel cajón. Ella les explicó paciente que en aquel cajón se recogían alimentos para personas que no tenían nada que comer en sus casas. Y fue bombardeada con preguntas y más preguntas como si papá Noel o los Reyes Magos de oriente no podían llevarles en navidad toda la comida que necesitasen para pasar el año. Elena salió de aquel atolladero tal como pudo, explicándoles que ni el trineo ni los camellos podrían hacerlo por esto y por aquello, y cuando creyó estar a cubierto, le preguntaron por Dios, ¿acaso de eso no se encargaba Dios?
No tuvo nada fácil librarse de aquel trauma que de pronto se abrió en la cabeza de sus hijos. Ni tuvo muy sencillo que dejasen de poner artículos y más artículos en el cajón metálico. Para lograrlo se tuvo que enfadar, dando un pequeño espectáculo en medio de la gente, al gritarles en voz alta si acaso eran ellos quienes querrían quedarse sin comida a final de mes. Esa pregunta provocó que quisieran devolver todos los productos al carro de nuevo, y estalló en una pequeña crisis en el momento en que Elena no les dejó, la crisis de aquella tarde se prolongó a lo largo de varias semanas. Había abierto una brecha importante, la de tomar conciencia de que tal vez algún día fuesen ellos quienes no tuviesen en casa nada que comer. Quienes tuviesen que depender de pronto de la solidaridad humana.
Pues bien, en estos tiempos de crisis, el temor de Daniela y Alberto se hizo real, ahora son ellos quienes tienen que comer gracias a lo que otros dejan en el cajón metálico, como antaño hicieron ellos. Ahora están en el lado de la balanza más desfavorable, y nadie diría que la pérdida de un trabajo, y la imposibilidad de sustituirlo por otro, hubiese desencadenado con tal rapidez la pobreza extrema en que se hallaban sumidos. Ellos como tantos más.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Sin ánimo de criticar
Existe ese peligroso momento en que uno deja de ser lo que es, para adaptarse a las condiciones "que pide el mercado". Ese peligroso momento en que uno deja de ser alguien diferente para ser como los demás. Ese peligroso momento en que uno se contradice con toda su carrera, del tipo que sea. Y en que traspasa las fronteras en que tal vez sin saberlo, se pierde la admiración de quienes le admiraban porque veían en él alguien diferente. Y no alguien del montón.
Es como morirse sin haber muerto. Y es una pena. Porque ser como los demás es muy sencillo, sólo hay que imitarles. Ser como uno es, es una condición que nace de adentro, y aquello que está forzado se ve. A veces querer llegar más lejos es perderse parte del recorrido. Perder la esencia de lo que uno fue.
Aquí Carlota me diría con suspicacia que quizá lo que admiraba en él formaba parte de otra imitación que dada su juventud favoreció el despiste. Todo esto sin ánimo de criticar.
sábado, 3 de diciembre de 2011
Vivir adrede
En este libro de Mario Benedetti, que es el primero que leo de este autor, me encuentro algo que estuve buscando durante media vida. Algo común con mi forma de escribir y de entender la vida, y un bálsamo a esta locura que es para mí escribir, un algo contra lo que me rebelo en cierta medida, y donde siempre pierdo. Leo también la urgencia de su escritura, y su sencillez de miras, junto a la valentía de no esconderse tras parapetos para nombrar cada cosa tal cual es a su parecer.
Encuentro una voz, más que un escrito, y desde hace tiempo yo sé que en los libros que leo busco justo eso: una voz. Y ya no me sirve una voz cualquiera, sino que mis oídos buscan algo muy particular, que ni aún sabiéndolo explicar, sé exactamente lo que es. Y solo puedo disfrutar cuando lo encuentro.
Este libro tiene el formato que podría tener este mismo blog, un título y una parrafada no muy extensa sobre pensamientos, sentimientos, imágenes, convicciones y concreciones desde el punto de vista de su autor. Un punto de vista que a mí me reconcilia con el mundo, tantas veces puesto del revés a lo largo de la historia.
Vivir adrede traspasa de lado a lado la vida tal cual es, y la nombra justo así, con el arrojo de quien sabe cómo es, y que tras escribirla la regala al mundo, para que todos la podamos leer; o sentir que la susurra en nuestro oído.
viernes, 2 de diciembre de 2011
Retazos...
El éxito es un cóctel cuya composición exacta nunca tendremos. Lo mismo que la experiencia personal, que uno puede aplicar a su vida literaria como exorcismo, para extraer algunas enseñanzas más en beneficio propio que de un todo común.
En ocasiones el escritor pone una mecha que el público enciende y de pronto explosiona. La reverberación de este hecho también escapa a todo control. Esa es la magia de la escritura.
jueves, 1 de diciembre de 2011
Dejo una certeza:
El amor verdadero ni se quema ni desaparece, tan sólo crece. Y si no es capaz de crecer no es amor.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Bajo el mismo sol
Essien vive en un pueblo donde habita el hambre, su cabeza es exageradamente grande en comparación al resto de su cuerpo, tiene los brazos y las piernas en el mismo hueso, su madre intenta amamantarle, sostenerle a la vida con lo poco que tiene; seca incluso de ella misma. Si estuviese debidamente alimentada, piensa para sí, tal vez lo lograría. Pero sus otros hijos también reclaman un poco de leche para pasar el día. El paisaje es árido y el clima abrasador, las moscas se los están comiendo a todos, tal parece que estuviesen contando los días para hacerse con ellos a su antojo. El tiempo que marca el reloj de sol avanza imparable, mientras el aliento de vida disminuye fieramente, la última esperanza se acaba de esfumar. El niño mira a su madre fijamente, no dice nada, ella le mira fijamente a su vez intentando transmitir tranquilidad, esa que ya no le queda, pero que una madre tiene que aparentar aún en caso que no tenga. Una madre tiene que aparentar que no teme a nada para que su hijo no tema a nada, ni al hambre, ni a la enfermedad, ni a la desnutrición, ni a muerte misma cuando la ve llegar. Aunque de tan cerca que esté le sople a la misma nuca y le hiele la sangre, le detenga el corazón y le entumezca las manos.
Diara canturrea una canción alegre que es como una oración, y Essien le mira con cierto alivio porque al escucharla canturrear, la agónica e insostenible respiración que le mantiene a duras penas con vida se hace más grácil. Mira el reloj de arena y decide que escuchará su canturreo hasta que la línea trazada alcance una vuelta más. Diara canturrea con todos sus dolores y con toda su soledad, pero aunque lo quisiera no podría dejar de canturrear. Espera un milagro, sigue esperando un milagro, y lo mismo que llegue o que no llegue siempre lo esperará.
A miles de kilómetros una ama de casa entra en un banco para pagar el recibo de la luz. La luz que ilumina su casa cada día llenándola de vida, esa luz sin la que las noches serían fantasmagóricas y frías como la misma Laponia. Eugenia abre su monedero y extiende los billetes grandes, que el hombre guarda en la caja, acto seguido le devuelve el recibo acuñado, y siete euros en siete monedas. Entonces la mujer mira a su izquierda y vuelve a contemplar esas tarjetas de navidad que le han cautivado desde el primer momento junto a una duda: "¿De verdad ese dinero les llegará?". Vacila un instante: "¿Y si les llegara y pudiera en este momento salvar una vida?". Empuja las siete monedas hacia dentro y toma uno de aquellos sobres transparentes con los que felicitará a sus seres queridos en navidad. Celebrará junto a ellos que aún estén vivos y puedan felicitarse mediante esas tarjetas la navidad.
No conoce a Essien pero sabiéndole enfermo de muerte quiere salvarle. Hace algo por salvarle. Y decide que si alguien se queda con esos siete euros que le salvarían la vida allá él y su conciencia. No le conoce personalmente, pero sabe que su urgencia de vida es la que comparte con millones de niños dentro de su planeta. No conoce a Diara, pero sabe que su necesidad de ayuda es la misma que la de millones de madres en su apurada situación. Y si ese dinero llega desde su mano hasta la mano que en ese momento sostiene a un niño moribundo y consigue salvarlo, no hubiese podido ser mejor empleado. Lo dará tantas veces como estime oportuno, porque el hambre y la penuria del mundo han de ser combatidos desde esos países donde siete euros arriba o abajo no suponen mucho. Desde esos países en que sus dirigentes miran hacia quienes tienen más y viven mejor. Esos países donde los cambios han de comenzar desde abajo, y no desde arriba, por mucho que se equivoquen en mirar donde no es.
Los límites en los niños
Desde que vi ayer este vídeo, se ha quedado dando vueltas en mi cabeza, que supongo que era lo que la psicóloga Pilar Sordo perseguía al conceder esta entrevista. Pienso que los extremos son siempre peligrosos, tanto en la educación de los hijos como en todo. Y que como decía Kalil Gibrán en su poema Tus hijos, "la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer".
Y en los tiempos de hoy la mayor desgracia de algunos padres es la falta de tiempo para compartir con sus hijos. No tanto porque, como desde algún sitio se repite, cada vez queremos vivir mejor, si no porque cada vez lo mismo nos cuesta más. Y los precios de todo se disparan un día tras otro, y a los sueldos les cuesta mucho subir. Estamos en un momento - lo vemos por la gente joven que acaba de comprarse una vivienda- en el que para pagarse una casa, tanto el hombre como la mujer que forman una familia deben trabajar: o sí, o sí; y sin más opciones que apuntar a sus hijos a infinidad de clases y ocupaciones que cubran en lo posible su jornada laboral. Y se suman las obligaciones, se suman los cansancios, y la inercia de los días y por resultado se tiene siempre el mismo, que en este duro reparto siempre pierden los niños, que al final terminan perdiendo lo más importante, que es siempre gratuito. Esta es la gran incongruencia de nuestro mundo de hoy, que debemos equilibrar la balanza y sin descuidar nuestras obligaciones, volver a retomar viejas costumbres de ayer.
martes, 29 de noviembre de 2011
Endedados
Como un ovillo
que el gato extendió
por toda la casa,
dejando hilos e hilos
tras el sofá,
hilos y más hilos
tras la cortina,
hilos y más hilos
bajo la alfombra
hilos y más hilos
imposibles de desenredar.
Enredados como un ovillo
nos vemos los padres,
se vieron nuestros padres,
se verán nuestros hijos.
Al final esto nos unirá,
aún cuando ya ni estemos.
lunes, 28 de noviembre de 2011
Enfermedades raras
Casi cada día oímos hablar de alguna enfermedad de la que no sabíamos nada. De la que sólo los familiares cercanos tienen constancia, sobre todo las madres, que darían lo que fuese por ver a sus hijos sanos. Y que hacen todo lo posible por encontrar ayuda desde donde sea. En este caso la madre de Nacho creó una web, para luchar contra la enfermedad de Dent. Y yo lo supe porque desde hace tiempo sigo el blog de Care Santos, y ella escribió un artículo precioso en Supermami que subió a su blog. Fue así que pude indagar sobre ello y dejar aquí el enlace para que lo leáis. La expresión de Nacho lo dice todo: luchará con todas sus fuerzas para ponerse bien.
domingo, 27 de noviembre de 2011
Respuesta a algunas preguntas
Últimamente había caído en un error: creer que todos los tipos de amores son iguales. Que mi amor por mis hijos era proporcional al amor que sus parejas sienten por ellos. Que si sus parejas les perdían - porque llegaba el no anunciado desamor- sufrirían tanto como sufriría yo misma si los perdiese. Y no, definitivamente no era eso. Está claro que si una madre pierde a un hijo en un para siempre, para ella no hay posible sustitución en el ancho y profundo universo de la vida; porque sencillamente a un hijo no puedes sustituirle, es único e irrepetible, como cualquier trozo de ti.
Y es que tiendo a confundirlo todo continuamente. Pero tarde o temprano, porque sigo viva, encuentro la respuesta a todas las preguntas. Y de entre todas ellas escojo la que entiendo mejor. Una que pueda durarme el resto de la vida por un por si acaso. O la que más gracia me hace, qué se yo.
viernes, 25 de noviembre de 2011
Día de la mujer maltratada
Si te sientes maltratada mírate
En el reflejo de un espejo
Y aprende a reconocerte
A valorarte
A escucharte
A saber que vales mucho
Que importas mucho
Que perteneces al mundo
Y que nadie que tiene los pies
Sobre el mundo merece sufrir.
Indaga en tu belleza
Reconócete
Valórate
Escúchate.
Siente lo mucho que vales
Lo mucho que importas
Después mira al mundo
Y ve a por él,
Tus pies te llevarán
Donde se te valore
Se te escuche
Se te reconozca,
Pero el primer paso
Siempre dependerá de ti.
Si te atreves a darlo
El mundo será un lugar feliz,
Y no esa lenta muerte
A la que llamas vivir.
Retazos...
Lo importante de tener un sueño es que te impulsa a seguir, si lo consigues porque hay que darle sentido, si no lo consigues porque lo quieres conseguir. Tener un sueño es la excusa perfecta para no rendirse. Y no rendirse la excusa perfecta para vivir.
jueves, 24 de noviembre de 2011
El futuro del escritor
A más que sigas el blog de algún escritor, de los que ahora mismo están publicando en editoriales serias, te encontrarás con muchas dudas acerca de su futuro. El tema central de su preocupación es si la editorial que hasta ahora le ha ido apoyando lo seguirá haciendo en adelante, con los cambios de mercado y el gran boom del libro digital, que crece imparable de un momento a otro.
Vaya por delante que yo no tengo el aparatito lector de libros electrónicos, y no sé cómo funciona eso de comprar un libro en Internet para leerlo por el susodicho cacharro, pero si quisiera comprar libros sé que existen portales donde comprarlos con autores noveles que exponen sus obras por primera vez. Alguien me dijo hace tiempo que se roba la idea, no el libro tal cual fue escrito. Y sobre el futuro del libro y las ventas siempre pienso lo mismo, que hay autores actuales, que escriban lo que escriban venderán más que los demás, no tanto por su contenido como por su nombre. Y que cuenten lo que cuenten, no importa el formato, importa la campaña de marketing de principio a fin, y que la diferencia es que los compradores de ahora pueden elegir leer a autores nuevos, que recién empiezan, autores que de otra forma quizá nunca habrían alcanzado el mercado. Autores que pueden difundir sus obras y ganarse algo de dinero con ellas, lo que sin duda les impulsará a escribir por un nuevo motivo, y a esforzarse por mejorar.
Pero las grandes editoriales serán siempre las grandes editoriales en el mundo real o el virtual, y los autores mimados por ellas, serán hoy y siempre autores escudados por una buena editorial. Y quizá venderán menos de lo que venden ahora - porque es mayor el reparto-, pero de todas formas venderán más. Por otro lado desde casa y con un sólo click puedo escoger entre la obra de un autor avalado por una gran editorial, o un autor nuevo, que comienza impulsado por su fuerza vital; en mi caso, quizá me pueda más esto último, lo reconozco. Harta de traerme libros publicados por grandes editoriales desde la biblioteca y devolverlos a media lectura por encontrarme el mismo precocinado, recalentado y servido, una y otra vez, que son los libros estructurados de manera idéntica y que más o menos cuentan lo mismo, aunque partan de muy distinto autor o editorial enfocada a las ventas.
Alguien me dijo que se copia la idea, no el libro entero, y en su momento no lo entendí, lo entiendo ahora, que como lectora busco algo nuevo, y no me importa el soporte. Tampoco soy muy erudita en la materia de modo que cualquier cosa que concentre mi atención de principio a fin me sirve de veras. Y quizá sí, quizá los autores frescos que escriben y se editan a sí mismos tengan futuro, quizá alguno sea editado después en una buena editorial, pero aquí como en el mar el pez grande se come siempre al chiquito.
Punto y final.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
Días para el recuerdo
Me aventuro a decir que todos sin excepción atesoramos días de nuestra niñez que no cambiaríamos por la mayor de las riquezas. Días que sin saberlo, nos han apuntalado por dentro, y que al rescatarlos, desde el fondo del baúl de nuestros recuerdos, nos han hecho sonreír en nuestro peor momento. Y todos guardan algo en común, que siguen vivos, afrontando los años sin miramientos, encerrados en algún compartimento estanco que sobrevive al tiempo. Y que bien mirados no son gran cosa, pero son nuestros.
martes, 22 de noviembre de 2011
Subtitulado para entenderlo
Ella siempre se preguntó porque hay canciones cantadas en inglés que siempre conseguían transmitirle un significado que no podía entender, si tenemos en cuenta que apenas consigue entender una gota de inglés.
Pero recuerda aquella primera verbena de verano a la que asistió tras la inesperada muerte de su padre. Y recuerda el burbujeo de todo su cuerpo cuando sonaron los primeros compases de esta canción. Y la sangre que se terminó agolpando en su cabeza. Y el gesto de preocupación en su marido cuando se apoyó en él para equilibrar la tormenta de sentimientos que la embargaban por dentro. Y todas las lágrimas que lloró porque desde algún lugar lejano parecía entender a la perfección esa letra, ese sentimiento, y ese desgarro en la voz.
A Ella hay algo que no le gusta: que se preocupen por ella. No le gusta contagiar tristeza o desesperación porque sabe que no sirven de nada. Es por eso que en cuanto esa canción dejó de sonar volvió a recuperarse y pudo sonreír incluso unas canciones más tarde. Ella sabe lo importante que es no desesperar ni desesperarse. Que en ello está el verdadero sentido de una vida vivida con eficiencia. Pero quedó pendiente que un día descubriese el mensaje inscrito en esa canción. Y en ese momento lloró de nuevo al escucharla, porque encerraba una gran verdad.
lunes, 21 de noviembre de 2011
Algo no funciona
Cristina no daba crédito a lo que estaba oyendo: presidenta en la mesa electoral. Precisamente ella que estaba agotada por la vorágine de las últimas semanas. Entre el trabajo - ese en el que estaban despidiendo a quienes empezaron cuando ella, doce años atrás, bajo el cartel de la crisis- la operación de su marido, que se estaba reponiendo en el hospital, las niñas, la casa y todo cuanto estaba a su cargo, no podía más.
-¿De verdad no hay alguien que pueda sustituirme en esto? Mire, yo no sirvo para ser presidenta de mesa, se lo aseguro, y en este momento no tengo la cabeza centrada, se lo juro.
Alegó causas de sentido común y recibió una mueca de desprecio. Se reveló todo cuanto pudo y al final tuvo que asistir a la dichosa instrucción de horas y horas para saber manejar su cargo. Mientras cargaba a los abuelos, con gripe los dos, la tarea de cuidar de sus nietas, ellos que estaban más bien para que los cuidaran. Y Jaime en el hospital, quejándose porque no podría verla, como si ella se hubiese pedido tal privilegio de aguantar el tipo con gesto adorable, mientras la comunidad, sin orden ni concierto se acercaba a votar.
- Le pagarán sesenta y tres euros- le dijeron con apremio, como si tal cosa la debiese celebrar.
- Con la cantidad de gente que este momento está en paro, y que estaría feliz de cobrar ese dinero, no entiendo porqué me llaman a mí. Cuánta gente necesitará ese dinero de verdad en este momento, y tendrá tiempo libre para formarse, y se está negando la oportunidad.
- Mire señora, las cosas son así- le respondieron con un gesto de fastidio- y le ha tocado a usted, deje de darle vueltas.
domingo, 20 de noviembre de 2011
Hoy voy a votar
Por el partido que apoye a los pobres,
a los desfavorecidos
a los minusvalorados
a los oprimidos
a los faltos de esperanza
a los que pasan hambre
a los que sufren
a los que esperan.
Votaré al partido que avale
el sentido común
la sensibilidad
la lealtad
la nobleza
la honradez
la valentía
el buen hacer.
Votaré por quienes consigan
la paz y la justicia
en todas sus formas
el amor y la salud
de todos los colores
la armonía y el buen gusto
en todos sus sabores;
o en su defecto
votaré a quién voy a votar:
con la sensación agridulce
de equivocarme otra vez.
sábado, 19 de noviembre de 2011
Absolutamente desolador
Lo leía el otro día, y desde entonces pensaba en cómo dar paso a esta entrada. No sé me ocurrió forma alguna, de modo que lo que lo dejo aquí. Por si alguien quiere saberlo es desolador. Tan desolador como pueda serlo tan terrible noticia. Cruje el corazón.
jueves, 17 de noviembre de 2011
Los libros, siempre los libros
El otro día Josefina, una profesora de clase particular, me aseguró que los jóvenes de hoy en día son todos maravillosos. Que son una generación de niños expresivos y cariñosos como no ha habido otra. Que están más preparados que generación alguna antes que ellos, y que no soporta que alguien haga predicciones catastrofistas delante de ella sobre la juventud de hoy en día, porque la juventud de ahora es la mejor. Sobra decir que ella es tan buena gente que su forma de mirar influye en todo lo que ve.
Estas afirmaciones no se corresponden a veces con las que se oyen por parte del profesorado del instituto, situado a cien metros de la clase de Josefina, aunque sin embargo, referente a algún alumno en concreto se corrobora. Pero hay algo en lo que todos coinciden: esta juventud de ahora tiene un peligro tremendo, que es la expansión de las drogas, que ya están en todas partes. Resultaría irónico escuchar que sólo la educación les salvará de ellas: cuando justo frente al instituto, y frente a la clase de Josefina hay un punto de venta por todos conocido. Eso es bueno, señalan algunos, es bueno que lo vean, tienen que aprender a saber qué les conviene y qué no.
Pues bien, por las mismas razones que apuntan buscaré este libro para leerlo, pues ya lo dijo un personaje conocido: "Las drogas son algo que siempre te ofrece un amigo, te dice que es lo mejor que ha probado nunca y te insiste para que las pruebes. Si hubiese sido un camello desconfiaría, pero era mi mejor amigo; y de tu mejor amigo no desconfías: fue mi mejor amigo sin haberlo sospechado quien me arruinó la vida, porque entonces no sabía que por una dosis, años más tarde sería capaz de matar".
A veces la mejor forma de evitar un desastre es conocerlo desde adentro. Y a veces un libro te da la oportunidad de pasar por todas sus fases sin poner tu cuerpo, sólo tu mente, que sale escarmentada ya para siempre de ese laberinto que no pisarás.
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Escribe la urgencia
No quiero escribir
no voy a escribir
no volveré a escribir.
Es lo que se repite
al fondo de mi cabeza
como una composición
que yo misma creo.
Después se desdice todo
y corro al teclado
a escribir lo que urge,
lo que quiere escribirse
y se escribe por sí solo.
Es una liberación
del alma misma
si la tuviera
y una derrota del sentido
sin sentido que soy
desde el fondo de mí misma
ayer, hoy y siempre.
Retazos...
Que tus paisajes inventados planten semillas en el corazón de quienes detestan la poesía, y la lluvia haga nacer nuevos poetas.
martes, 15 de noviembre de 2011
Cuestión de tiempo
Es curioso que justo al final de una relación es cuando se comprende el principio.
viernes, 11 de noviembre de 2011
Heredarás mis días
En eso pensaba Ella mientras fraguaba su propósito salido de la nada. El amanecer trae consigo ideas que las más de las veces no se llevan a cabo. Surgen como un relámpago cegador, que si no se recogen no van a parte alguna lejos de donde han venido. Pero Ella acumula relámpagos cegadores que a veces, todo hay que decirlo, no recoge, y se quedan perdidos para siempre, o con una insistencia inexpugnable vuelven a salir de cuando en cuando, hasta que se hacen cumplir.
Ella evalúa los pros y los contras de todo, es casi una obsesión enfermiza junto a su manía de la observación. El tiempo y el espacio se comprimen mientras los pros y los contras están siendo evaluados y cambian, giran y vuelven a girar, mostrando por un instante lo más destacado de sus dos caras. Porque todo en la vida tiene su lado bueno y su lado malo, y todo es susceptible de ser valorado por bueno o malo dependiendo de quien lo mire. Incluso de su ánimo al momento de mirarlo, las más de las veces. Pero siempre prevalece esa obsesión, como sacada de una película antiquísima:
Una casa sobre un acantilado. Las ventanas abiertas de par en par. Los visillos movidos por el viento. El mar encabritado y espumoso. Un día gris y lluvioso. Unos muebles rústicos aquí y allá. Estampados florales en las paredes casi a juego con edredones y cortinajes. Pobreza. Una sobria pobreza a juego con la esmerada limpieza, y una estantería con algún libro. En esa estantería unas libretas ajadas por el tiempo, y una promesa que perdura por tradición a lo largo de muchas generaciones. Las mujeres de la familia se han ido transmitiendo desde tiempos inmemoriales la historia cotidiana de sus vidas. Nada en particular. Nada destacable. Nada que subrayar. Y sin embargo tanto. En esas libretas ajadas por el tiempo permanece impertérrito cada sentimiento tal y cual brotó. Y palpitará muchas generaciones aún más. Serán copiadas a limpio una y otra vez para sobrevivir a lo largo de los siglos si es necesario. Pero nada de lo que permanezca escrito se perderá. No se heredan monedas o cosas sin valor: se heredarán las vidas.
jueves, 10 de noviembre de 2011
Decir o no decir
Decir algo es arriesgado
pero las más de las veces
no decirlo es más arriesgado aún.
Es dar la oportunidad
al malentendido,
que aún después de aclarado
puede ser malentendido aún,
pues no hay cosa más tozuda
que quien quiere sospechar
y hace de la sospecha su vida.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Beneficios de andar en bicicleta
La claridad del día la interrogó desde la ventana, los claroscuros parecieron llamarla a despejarse la modorra y ponerse en marcha. Hacía tanto tiempo que estaba inactiva que se resistió, además quería hacer tantas cosas en la casa que si salía a dar una vuelta en bici se le terminarían quedando cosas sin hacer, la misma cantinela de todos los días. Entonces Estrella, que a esas horas tecleaba su nuevo proyecto de trabajo en el ordenador, entró en internet y escribió unas palabras mágicas: Beneficios de andar en bicicleta. Al instante San Google respondió -tal como siempre lo hacía- escogió una de tantas opciones y leyó.
Quizá Estrella sólo necesitase una excusa para salir de esa casa llena de desastres y respirar aire fresco. Quizá necesitase apearse un momento de todas sus preocupaciones ya sin arreglo a la vista. Quizá necesitase saludar a todos los perros del vecindario no exenta de miedo, porque todos salían a su paso en cuanto olfateaban su rastro. O quizá era trepar por las cuestas, zambullirse en las bajadas y deslizarse en los llanos. O contemplar el verde de los prados y los amarillos de las hojas, en contraste con el azul en lo alto. O era una charla de tú a tú con el mismo Dios lo que necesitaba de veras.
Mientras se calzaba los playeros y se ponía el chubasquero intentó descifrarlo, guardó el móvil en el bolsillo y se subió la cremallera. Abrió el garaje y rescató la bicicleta. Al escuchar el ruido del portón su caballo emprendió un raudo galope y se asomó a la vera del camino agitando sus crines. Estrella nunca pensó que pudiera llegar a querer tanto a ese animal, y corrió a buscar un trozo de pan duro para compensar el brillo de sus ojos, y su innegable nobleza. Hidalgo se le antojaba una mezcla imposible de bebé humano y bestia musculada. Le acarició el morro y sonrió porque ya no protestaba por ello, pese a lo mucho que le molestaba, luego observó sus manchas perfectas en blanco y marrón, lo mismo que sus crines. Tal como si pudiese entenderla le pidió que cuidase la casa mientras ella se iba a dar un paseo. Hidalgo echó las orejas adelante, formulando un sí con la cabeza, Estrella se rió en voz alta por la casualidad del gesto; y se fue pedaleando rumbo a una hora desierta.
martes, 8 de noviembre de 2011
Más fuego, más viento
Este libro de Susanna Tamaro es el último que conseguí leer desde el principio hasta el final después de muchos abandonos -de libros en los que esperaba mucho de su autor y no pude seguirlo hasta la última página-. Está lleno de reflexiones en voz alta, de enfoques distintos a lo acostumbrado casi en cualquier libro, de sencillez y calidez en su línea argumental.
En él habla de naturaleza, y del hombre en relación a la naturaleza, lo que aporta, lo que oprime, lo que a su juicio debería ser diferente desde ya. Y habla también del mundo interior, de lo dificultoso que resulta en la sociedad de hoy la espiritualidad, de lo mal vistos que están los sentimientos y todo lo sentimental, siendo tan prioritario.
En un párrafo cuenta una anécdota que le sucedió al terminar una entrevista, cuando la periodista le espetó: "Ahora entiendo porqué tantos la detestan. Usted habla de arte, de belleza, de poesía como si fueran cosas verdaderas, cosas en las que creer". A lo cual Susanna Tamaro contestó que porqué no debería hacerlo. "Porque son convencionalismos" le contestó tan tranquila.
En la contraportada del libro se cuenta que Susanna Tamaro es una de las voces europeas más relevantes de hoy. Si es cierto me alegro. Encuentro mucha sensatez en sus letras.
Retazos...
Quienes se han dado mil veces se quedan para siempre, porque quizá sin saberlo nos han dado las claves para vivir.
lunes, 7 de noviembre de 2011
Papás blandiblup
Según este libro, hay una generación nacida en torno a los años setenta que se enfrenta a la paternidad desde un escenario a estrenar: el de la comodidad, el miedo al compromiso, el impulso y la huida del sacrificio. Padres blanditos y pegajosos, que se sienten a veces incapaces de asumir la tarea por sí solos, o viven desbordados o atormentados por la culpa. Padres que parecen hechos de aquel famoso moco verde llamado blandiblup con el que jugaban de niños.
Mª Ángeles López Romero viene a resumir en este libro todas las preocupaciones que tienen los padres. Y si pudiese hacerle una pregunta le haría la que considero más importante, si cree que todas las madres del mundo deberían ser como la Supernanny de algún programa de televisión. (Espero que su respuesta fuese que no).
De todo el libro me quedo con una frase: Los padres jamás deben intervenir en los problemas que sus hijos tengan con sus amigos o novi@. El motivo que da es que esos problemas que ellos tienen que resolver por sí mismos les otorga madurez.
También me pregunto si les habría otorgado madurez dejarles meter los dedos en el enchufe, asomarse hasta el límite de todos los barrancos que han visitado desde niños, o salir por el tragaluz a sentarse en el tejado como ha sido siempre su deseo más primario.
Agradezco lo mucho que me divertí leyendo el libro sin orden ni concierto. Pero creo que cada niño, lo mismo que cada padre sabe cual es su lugar y su objetivo, y que el mejor manual para ser padres es educar desde el más profundo cariño, que va siempre unido al más profundo respeto. Porque como me dijo una vez mi amiga Montse: hagamos lo que hagamos nos equivocaremos. Quizá suene bastante pesimista, pero los humanos somos muy perfeccionistas y al mirar atrás -siempre al mirar atrás- veremos que pudimos hacerlo mejor: ser más comprensivos, menos exigentes, más pacientes, más...más...más...Ser padres nos obliga a ponernos el listón cada vez más alto y competir sin descanso en nuestra mejor competición.
domingo, 6 de noviembre de 2011
A través de tuenti
Hace casi un año que se dejaron,
María está sola
Abel actualiza a diario
sus aventuras y desventuras
con su nueva novia,
Iratxe, que hace tiempo
fue amiga de María.
Con Abel no se habla,
ni lo mira, ni quiere saber de él,
pero no lo ha quitado de su tuenti.
Iratxe novela también
a través de la red
sus aventuras almibaradas
con Abel, su príncipe azul.
El entorno de chic@s
no deja de hablar de ellos
mientras María frunce el ceño
y cambia de tema.
Y piensa en desagregarles
de una vez;
pero nunca lo hace.
jueves, 3 de noviembre de 2011
Bajo el cartel de la crisis
Día tras día
los trabajadores
son echados a la calle,
sin miramientos
bajo el lema:
despido improcedente.
Y de esta forma
vuelven a ser un número
a todos los efectos
sin que nadie lo remedie.
Cada vez hay más números
y menos personas
que son tratadas como personas
bajo el cartel de crisis
que las más de las veces
es sólo un cartel
de oportunidades
para llenar bolsillos
de oportunistas
sin escrúpulos.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Creo en el poder de la sonrisa de un niño
Al leer esta frase supe que yo también, y ya desde que era niña, siempre creí en el poder de la sonrisa de un niño; y también en la sonrisa de un mayor. El poder de la sonrisa -incluso cuando no se tienen muchas ganas de sonreír- es algo contagioso.
Estoy segura de que si todos pudiésemos comenzar la mañana con una sonrisa, que no perdiésemos hasta el segundo antes de quedarnos dormidos como troncos, la vida sería un lugar maravilloso para cada uno de nosotros.
Una sonrisa es el mejor regalo que puedes ofrecer y recibir. Y además es gratuita.
Es necesario seguir
Porque cada mañana que comienza es una nueva oportunidad que no se puede desaprovechar. Es un nuevo comienzo en el que comenzar de nuevo; es volver a empezar.
Toma nota:
Una buena negociación es cuando ambos pierden, en beneficio de algo superior.
Pilar Sordo
Me sorprendieron muchas frases a lo largo de esta entrevista, pero me apunto esta. Creo que en la vida es verdaderamente valiosa. Creo que todo éxito se resumiría así.
martes, 1 de noviembre de 2011
Siempre a tu lado
Es complicado aceptar que alguien que siempre estuvo a tu lado ya nunca lo estará. Es complicado hallar a toda la familia, que antaño se reunía para celebrar, frente a una lápida fría. Y es hermoso al tiempo, porque la memoria se niega a olvidar. Porque sigues siendo y sigues estando. Tú que te diste mil veces y que por eso logras que un año tras otro acudamos a la misa del cementerio para estar junto a ti en un por si acaso. Por si acaso aún nos puedes sentir y saber que siempre estaremos a tu lado. De la forma en que la vida nos deja acercarnos a ti, tras una fría lápida con tu nombre labrado.
lunes, 31 de octubre de 2011
Amor con todas las palabras
Hay mil clases de amor, y mil clases de amores distintos, pero entre sí, el amor cuando es amor verdadero tiene la virtud de vivir para siempre.
Llena, da sentido, lo significa todo y lo fue todo. El amor perfecto siempre es así y quien lo tuvo lo conserva y lo sigue cuidando cada día, porque el amor verdadero no se deja morir.
domingo, 30 de octubre de 2011
Vértigo
Uno piensa en sus sueños
y a veces tiene la sensación
de que no tuviese pies
con que correr hacia ellos.
A uno le gustaría tener pies,
firmeza y dedicación
para dedicarles los segundos
que tuviese a disposición.
Y alcanzarlos, y disfrutarlos
y hacerlos realidad,
pesen lo que pesen,
cuesten lo que cuesten
y compartirlos.
Para que todos entiendan
que si algo se intenta
pudiera ser.
viernes, 28 de octubre de 2011
Tengo que escribir
A veces sientes que es mejor sentir que escribir
Pasear que escribir
Reír que escribir
Ver una buena película que escribir
Hablar con la gente que escribir
Ver los cambios en el cielo que escribir
Ver los cambios en el mar que escribir
Disfrutar de los tuyos que escribir
Vivir con todas las letras que escribir
Pensar que escribir
Hilar historias en tu mente que escribir
Y haces todo eso todo el tiempo
Y de todo lo reído, hablado, observado,
disfrutado, paseado, hilado y visto
no queda nada, ni rastro,
es por eso que te dices llanamente:
Tengo que escribir.
jueves, 27 de octubre de 2011
Formas de hacer las cosas
En la vida siempre hay distintas opciones de hacer aquello que uno piensa que debe hacerse. A mayor cargo de responsabilidad mayor debería ser el compromiso de hacer las cosas como deben hacerse. Hacerlas mal además de innecesario resulta demoledor, y si además de mal hechas ruedan por todas las televisiones del mundo como la gran hazaña, peor que peor.
No hay duda alguna de que avanzamos hacia adelante, al menos la fecha del calendario lo dice cada mañana; y sin embargo, si me preguntases ahora mismo no estaría tan segura de ello, ya no.
A veces me cuesta creer en todas las razones que se me apuntan desde la fría política. A veces hacer las cosas de cualquier forma no me sirve de razón.
martes, 25 de octubre de 2011
La eternidad más eterna
En estos días, yo que soy lo más raro que ha parido madre tengo una impresión: que a veces la justicia se asemeja a un colador lleno de agujeros por donde se cuelan las pistas buenas y se quedan las malas.
Y que al quedarse las pistas malas, el cañón dispara sobre los buenos. Y que el reloj suspendido sobre la pared vuelve a contar todos los minutos hacia atrás, y estamos en ese mismo momento en que nace la primera sospecha de que a ese alguien que no volvió a casa a la hora prevista le ha pasado algo malo. Un instante que si no se resuelve adecuadamente se hará eterno. Tan eterno como esa eternidad de que hablaban los profesores de clase de religión.
Esa eternidad tan eterna que comparten quienes no obtuvieron justicia por parte de la justicia.
lunes, 17 de octubre de 2011
La voz del recuerdo
Si la misma voz del recuerdo hablase con su mejor voz, apuesto a que hablaría tal que así. Sin embargo mientras leo no puedo dejar de sorprenderme. Es curioso leer aquello que nunca hemos sabido explicar. Gracias Sneyder
Cuando el viento amaine
Esperanza llegó a obsesionarse con lo que sucedió, y llegó a obsesionarse por dos motivos, ella misma había aconsejado aquel final después que el muchacho tuvo un día tonto, pero tonto de veras. A fin de cuentas todos tenemos días tontos pensó después y quizá debió haber sabido callarse a tiempo, como hacen tantas madres que no se dedican a aconsejar. Pero había ya varios signos de cansancio, de hartazgo, además de varias señales inequívocas de que todo se lanzaba directo hasta el desastre, y además pensaba ¿qué necesidad de seguir cuesta abajo con tanta desgana?, le parecía desgana al fin y al cabo, sonaba el teléfono al que seguían los síes y los noes, los noes cada vez pronunciados con más desgarro y aversión, por lo tanto ¿qué necesidad de seguir atada por un hilo presto a romperse en cualquier momento y quedarse suspendido por temor a poner un punto y final?
A veces un punto y final a tiempo es una posibilidad de hacer una pausa para después volver a retornar, eso pensaba, pero al pensarlo como siempre sólo podía intuirlo, su falta de experiencia en esto le mostraba la pantalla abierta de otra realidad. Después del punto y final las cosas se complican, se enredan y los odios hacen acto de aparición. El tiempo pasa y rellena, y cada quien vuelve a la vida que hacía, todas las sombras, las dudas y carencias curiosamente vuelven al lugar que ocupaban, y el punto y final seguirá siendo un punto y final hasta el fin de los días.
Esperanza le da vueltas sin parar al ayer y al ahora, se divide ante el deseo idiota de haber sabido callarse y la alegría de haber hablado, porque a fin de cuentas aún faltan muchos años para que encaje al cien por cien en sus vidas alguien más. Antes de caerse el árbol del fruto, quiera o no quiera debe madurar, la naturaleza es sabia y cuando intentas arrancar una pieza, si aún está muy verde, no se deja arrancar. Faltan muchos soles y lluvias, muchas primaveras e inviernos, de ahí que todo esté calmo, de ahí que todo sea yermo, de ahí que todo siga su curso con tanta parsimonia y con tanta paz. Si al otro lado aún soplan los vientos nada puede hacerse, ya se amainarán.
martes, 11 de octubre de 2011
Lecciones de escritura
Tengo por experiencia que el mejor lugar para aprender a escribir como se debe, es el blog de un escritor. Hable de lo que hable o cuente lo que cuente desde el, día tras día te va quedando más clara la forma en que se deben colocar las palabras para que causen un efecto u otro. Está claro que cada escritor tiene su propia personalidad y que aún hablando de lo mismo, cada uno lo hace de un modo diferente, o cada uno le da un matiz diferente o señala puntos de importancia diferentes.
Pero el placer por excelencia se da cuando te cuentan lo que es escribir.
lunes, 10 de octubre de 2011
¿Qué es la fe?
La fe es confiar en que cada día será mejor por una ley no escrita en el universo particular. Una ley sujeta a muchos altibajos que aún así se hace tan persistente que late por sí misma. Si tuviese que resumir lo que es para mí la fe sería tal que así. Algo tan inasible como el tiempo.
viernes, 7 de octubre de 2011
Tienen que encontrar eso que aman
Así se titula el discurso que Steve Jobs pronunció en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford el 12 de Junio de 2005. Y es en sí mismo una lección de vida que vale la pena leer, una que ha sido escrita sin fecha de caducidad, que emociona y hace pensar, porque las palabras que uno consigue entender tienen esa virtud, a uno le sirven. Y le sirven de por vida.
El hombre muere, pero aquello que aporta al mundo vive para siempre.
jueves, 6 de octubre de 2011
Yukio Mishima
He aquí mi candidato a premio Nobel. Un hombre que durante años ha sido amenazado por su propio padre para que no escriba, y que aún así no deja de escribir se merece todos mis respetos. Si además escribe bien, -me gusta mucho su forma de escribir; es prístina como la luz de cada día, aunque hasta ahora he leído muy poco, porque poco hay en las bibliotecas que visito y he de buscar en otras- y cuenta cosas que hasta ahora nadie ha contado en la forma en que él las cuenta, mejor que mejor.
De su obra conozco muy poco, pero su vida me parece tan interesante, que sólo por conseguir publicar tanto como ha publicado en las precarias condiciones en que podía escribir, ya se merece el premio, se lee mucha verdad entre sus frases. Quien quiera conocer algo de su vida y de su obra tiene lo que yo encontré, y lo que después de leído me parece impresionante. A veces las circunstancias más adversas logran lo que no logra el mayor de los acomodos, y no es casualidad.
miércoles, 5 de octubre de 2011
Por si alguien no lo sabe:
Cuando intentes escribir sobre la verdad lo sabrás: la verdad es demasiado dolorosa para ser escrita.
lunes, 3 de octubre de 2011
Lejos de derrumbarse
Extendió su mano
cuando le necesitaron
abrió su corazón
cuando le necesitaron
estuvo siempre ahí
cuando le necesitaron
dio todo lo que tenía
cuando le necesitaron
Y nunca estuvieron
cuando les necesitó
cerraron su corazón
cuando les necesitó
nunca estuvieron
cuando les necesitó
no dieron lo que tenían
cuando les necesitó
y lejos de derrumbarse
se hizo más fuerte.
domingo, 2 de octubre de 2011
Voz libre
Creo que a diario nos seguimos sorprendiendo de esos lugares que están llenos de originalidad y de sentimiento. Lugares a los que llegas por casualidad y te da la sensación de que los llevas buscando durante tiempo. Eso fue lo que ocurrió cuando entré en este blog por casualidad y leí esta entrada. Me ganó con la estampa de verdor que desprende, y con esa voz llena de exquisita sensibilidad. Fue entonces que un eco de voces reverberaron en alguna cavidad desconocida, y en ese instante supe que era algo que quería compartir. Aquí lo dejo.
viernes, 30 de septiembre de 2011
Mi rechazo
Vas a sentir mi rechazodesde arriba y hasta abajo
de tu cuerpo traicionero
aunque esquives mi mirada
no te servirá de nada
no lo podrás evitar.
Vas a saber que se siente
tener la sangre caliente
y frío el corazón
vas a saber cuanto pesa
quince noches de tristeza
y quince de desilusión.
Y más de lo que te di
le daré a quien lo merece
porque exactamente a ti
es a quien no se parece
vas a sentir mi rechazo
no lo podrás evitar
desde arriba y hasta abajo
luego en el mismo lugar.
Vas a encontrarme en los labios
de quien le niegue a los tuyos
la sinceridad de un beso
y en la sonrisa forzada
de quien comparte tu almohada
también me vas a encontrar
vas a saber qué se siente
tener la sangre caliente
y frío el corazón
vas a saber cuanto pesa
quince noches de tristeza
y quince de desilusión...
Alejandro Fernández (Dos mundos)
Lo mismo cantado suena tal que así:
Personalmente no entiendo cómo las grandes amistades que son los grandes amores pueden terminar así. Supongo que hay cosas que si no has pasado por ellas no puedes entenderlas. Ni aunque te las expliquen mil veces...siempre vuelves a insistir. Insistir en ello siembra mucho dolor a su paso, porque hay cosas que no saben explicarte sin dejarse un trozo de corazón en el intento: un corazón curado que vuelve a abrir. El verbo rechazar existe, y aunque no sepan contarlo, se cuenta así.
jueves, 29 de septiembre de 2011
La ladrona de libros
Este libro de Markus Zusak me ha sorprendido. Está ambientado en la Alemania Nazi y escrito con un estilo fresco y desenfadado, casi amoroso. La protagonista es Liesel, una niña de diez años que acaba de perder a su hermano pequeño y que antes que pueda hacerse a la idea de ello es "abandonada" por su madre, que la deja al cuidado de unos padres adoptivos por razones que ella no acierta a entender. Liesel es una niña huesuda, casi cadavérica, que a veces no entiende nada, y que intenta acostumbrarse a una nueva ciudad y una nueva vida.
Hasta aquí tal vez nada de especial, lo especial es el modo en que está escrito. Se dice que un escritor ha de leer todo lo posible de todos los estilos, sobre todo historias que tengan que ver con su forma de escribir y lo que quiere contarle al mundo, además de clásicos de la literatura y toda la variedad de libros que pueda encajar entre ceja y ceja. A veces es muy difícil encontrar libros al estilo de uno. Pues bien, para bien o para mal en este libro me encuentro con mi estilo de escribir y de hilar, o si no es eso, me encuentro con la clase de libros que me gratifican y que me hacen amena su lectura desde el principio hasta el final. ( Aún lo estoy leyendo, aunque apunto que con este libro conseguiré llegar hasta el final porque está lleno de frases, pensamientos, planteamientos y pistas, que además de sorprenderme me pueden).
La ladrona de libros de Markus Zusak relata una historia infinidad de veces contada: el holocausto nazi, y lo hace con buen gusto, originalidad, sencillez, profundidad y amor, un inmenso amor por la naturaleza de lo cotidiano. Todo el libro es un juego de palabras, un juego de contenidos, un juego de desafíos narrativos; y de sus letras emana la sensación de que escribirlo ha sido un juego también, un juego que Markus Zusak ha disfrutado enormemente, y que por eso al leerlo queda esa sensación de saborearlo como uno de esos platos que nuestras abuelas preparaban con tesón y que nos dejaban tan buen sabor de boca, y tan gratos recuerdos imborrables al tiempo.
Anoto lo que viene en la contraportada de un libro que me quiero comprar, que me compraré ya, un libro que sin duda hará menos dramático que nunca llegue a publicar, porque al tomarlo entre las manos sentiré que el tipo de literatura que me gustaría escribir ya está en el mercado, y que puede leerse y disfrutarse sin necesidad de que llegue a ninguna parte. Cuando leo libros como éste tengo esa sensación, de que al fin como lectora ya puedo disfrutar; son muchos libros los que comienzo y abandono en unas semanas porque aún siendo muy recomendados me aburren de muerte porque cuentan lo mismo página tras página hasta completar 500.
La narradora de esta historia es la muerte, quizá la mejor narradora para poner ante los ojos del lector una etapa cruenta. Este libro me deja una sensación que mil veces antes he tenido: para hablar de una etapa de muerte y destrucción no hace falta acuchillar al lector, salpicarle de sangre en cada párrafo, o desangrar su ánimo línea tras línea. Para hablar de una etapa cruda en la historia también puede usarse la imaginación de recrear escenarios y personajes desde el infinito amor. Esto es lo que logra Markus Zusak, engarzar hermosas sensaciones al ritmo de un teclado poseído de armonía y buen gusto. La originalidad es algo que valoro por encima de todo, y es lo que destacaría de este libro, una palpitante destreza e imaginación.
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