Powered By Blogger

martes, 29 de diciembre de 2015

El descanso virtual

A veces uno se pregunta qué será de aquellos lugares a los que no volvió desde hace tiempo. A los que cada vez necesita menos volver. Que quizá en un momento dado solo cumplieron su misión.

Ha quedado atrás la fascinación primera de todo espacio virtual. Se han desinflado algunos sueños vencidos por la magia infinita de la realidad. Subyace la sensación de que no hay imaginación capaz de competir con todo lo que siente un corazón que se rodea a diario de lo que la vida le ofrece. Muy superior a lo que alguna vez creyó alcanzar.

Cabe preguntarse si acaso la vida es capaz de darnos aquello que nunca nos atrevimos a soñar; puede que no. Tal vez cuando uno entierra al fondo de la mente la semilla de algo ansiado, ese fruto tarde o temprano germina.

En un momento en que tengo congelados tantos brotes para que no ocupen espacio inexistente, me queda tanto margen de maniobra que los días pasan lentos, dejando que los pueda disfrutar. Los segundos que van marchando nunca regresan, he ahí el imperioso motivo por el que se deben vivir con la conciencia de que son únicos.

Nada tan exquisito como ese momento en que se apagan los ruidos y todo lo que que queda en el silencio es algo parecido a la felicidad. Algo tangible. 0% digital.     

domingo, 20 de diciembre de 2015

Votar por la posibilidad de un mañana mejor

Hoy son ellos quienes nos necesitan porque somos nosotros quienes decidimos. Durante una legislatura entera vimos cosas que quisimos cambiar. Y hoy -en la medida que nos es posible- vamos a ir decididos a cambiarlas.
Vamos a ir a votar por aquello que decidimos que traerá hasta nosotros un futuro mejor comenzando desde abajo. Nunca creímos posible comenzar las casas desde los tejados.

Hay que intentar sostener a los débiles hasta que logren afianzarse sobre sus propios pies y valiéndose de ellos comiencen a caminar más lejos cada vez al compás de su determinación.

Con esa sola idea fija en la cabeza voy. Quiero que al intentarlo sea posible.

martes, 15 de diciembre de 2015

El infinito cansancio

Cuando se necesitan las explicaciones no aparecen por ningún lado.
Cuando todo está bien claro asoman para confundir.


martes, 1 de diciembre de 2015

La vida es un vals, un paso adelante y otro paso atrás

Al teclado del ordenador se le estropearon los acentos. Tal vez sea casualidad, o un grito mudo. Poco a poco me voy envolviendo en el silencio. No me gusta nada la realidad global, no me gusta la brecha que crece entre los poderosos y los carentes de poder. Voy enmudeciendo en un recoger las fuerzas que me quedan para los trajines diarios. Los sueños subyacen aparcados a la espera de que vuelvan a tener sentido alguna vez o a que se acomoden para dejar paso a la cotidianidad. Es cierto que antes escribía para rellenar algunos huecos y que ahora las palabras escritas se han quedado al margen para dejar paso a las palabras dichas. Y que lo dicho con delicadeza extrema ha surtido efecto. Dicho efecto ha movido montañas de nubarrones negros que no dejaban apenas asomar la luz. Y ahora la luz es tan diáfana que escribir es casi innecesario. También es cierto que en el fondo nunca deje de luchar contra esta necesidad de escribir en la que lo escrito necesitaba de otra corrección y luego otra, y otra mas. Había mucho desgaste en ello que acabo matando la ilusión.

El presente necesita tanto esfuerzo que siempre me pareció que iba perdiendo fuerzas que necesitaría después para algo importante de verdad. ¿Que es importante se dirá? La casa y su mantenimiento, la familia, los amigos, los animales que tenemos, el confort. Ver atardecer desde la terraza sabiendo que cada día nace y muere, que cada instante es irrepetible y que es sano no desear nada mas que ser y estar sin que nos falten aquellos que tenemos y consideramos nuestros. Es prodigioso rodearnos de ellos y saberlos nuestros, mientras ellos viven su vida intentando dejarnos atrás.

Estoy -estamos- en ese momento en que nuestros hijos miran hacia otros horizontes y quiero acaparar cada momento. No quiero perderme ese momento en el que me miren a los ojos y me noten ausente mientras pienso en un comienzo de relato o un final. Ya hubo mucho de eso. Quiero estar en el presente de sus vidas, de mi vida, sabiendo que no preciso nada mas que verlos felices con sus sueños mientras velo que les lleven a buen puerto. A días felices donde salgan fortalecidos de cada dificultad.

Son días sin sobresaltos, sin prisas, sin pausas, días de planes por proyectar. De noches con sus estrellas, de grandes heladas que preceden mañanas bien soleadas. Días que se viven sin presenciar las horas del minutero. Sabiendo que el pasado ya no retorna y que este presente privilegiado, sin que nos demos cuenta se queda atrás.

Eso, que como canta Diego Torres, La vida es un vals

Una canción llena de alegría y mucha verdad. Que nos recuerda que llegan las votaciones y hay que salir a votar, para intentar cambiar todo aquello que nos gusta de esta sociedad. Por ejemplo que unos tengan tantos privilegios y otros tan pocos. Nos hace falta un poquito de equidad. Y dejar atrás pasados turbios de personas que usaron su poder para enriquecerse a costa de la pobreza de los demás. Unos pocos que dañaron a tantos y con tan poco escrúpulo.
Con ellos tolerancia 0