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miércoles, 30 de septiembre de 2015

Ayudas que tardan mucho en llegar

Huyen de la guerra, buscan un país que les acoja con amabilidad mientras quienes destruyen su país desaparecen de su faz, para poderlo habitar de nuevo en paz. Las imágenes se repiten a diario y causan escalofríos de solo imaginar que tú y yo también podríamos correr la misma suerte mientras las manos indecisas se frotan sin ayudar.

No sabemos si acaso podemos elegir nuestro destino o si acaso estamos atados a lo ya previsto.

Pero en todo caso hay algo cierto, estamos terminando el mes de Septiembre de 2015 y nuestra obligación es la de ser tan solidarios como podamos. Nuestra obligación es dejar de mirarnos el ombligo y ser capaces de ayudar a quienes nos necesitan de la forma en que podamos. Hay que buscar nuevas fórmulas de seguir soñando un mundo más justo y ponernos en marcha. Hay tantos niños sufriendo y tantos padres cargándolos en sus espaldas con tanta incertidumbre que hasta el corazón más fuerte está a punto de reventar. Hay sufrimientos tan inconmensurables que solo cabe confiar en que sabremos resolverlo todo antes de que sea muy tarde.

Quienes no somos inteligentes esperaremos que quienes presumen de ello se pongan a inventar esa fórmula que de cabida a eso de lo que presumimos: Somos humanos. Todos venimos del mismo sitio e iremos al mismo lugar cuando terminemos la cuenta atrás. Solo podemos ayudarnos los unos a otros porque todos venimos dotados de esa capacidad.

Demostremos que todo aquello de lo que presumimos es real. No esperemos más.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Quienes se cruzan de brazos nos pisan

Mientras todos los trabajadores de la empresa buscan apoyos, algunos ya han dictado su sentencia: "Hagamos lo que hagamos queda claro que el grupo Alcoa quiere cerrar en Avilés".  Una posición muy cómoda, como siempre, no vayamos a despeinarnos intentando detener su marcha, ni cabrearnos, ni armar revuelo... casi podríamos añadir que tanto nos da. Esta es la posición del PP respecto a esto.

Los demás partidos políticos se reúnen para intentar pactar acuerdos y soluciones que consigan mantener abierta la fábrica, a falta de lo que diga Podemos, al menos esta era la información que daban ayer en la Televisión del Principado de Asturias; la TPA. Para mí, con diferencia, el mejor informativo a nivel nacional que comienza a las 8 de la mañana a desgranar las noticias del día, para que te vayas enterando de lo que va trayendo fresco la actualidad.

Pues bien, de puertas para afuera cada quien extrae sus conclusiones, de puertas para adentro los primeros afectados por estas decisiones se quedan de patitas en la calle este viernes. Las primeras listas de despedidos, que hasta ahora eran trabajadores con un puesto fijo (todo lo fijo que de años a esta parte se puede estar), recorren las oficinas. Detrás de cada despido hay una triste historia. Cada uno con sus hijos, sus hipotecas, sus circunstancias, sus propios gastos a cuestas y su decepción. Sus recuerdos, anclados durante tantos años a su trabajo a una fábrica que marchaba viento en popa y que ahora comienza a escorar.

Yo sigo sin resignarme a que más padres de familia vivan en la más absoluta incertidumbre. A que más empresas echen el cierre porque se les exige tanto que ya ni quieren molestarse en seguir. Sigo sin querer acostumbrarme a que para un trabajador su trabajo sea tan tambaleante como mantenerse en pie dentro de un bote pequeño sobre un mar encrespado.

No quiero acostumbrarme a que los desahucios o las comidas en los comedores sociales sean la norma y no excepción en un país gobernado por quienes se conforman con que las cosas sucedan sin intentar luchar porque se detengan a tiempo. Y se mantengan firmes sobre todo aquello que prometieron una vez. 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Vive tu vida, no la de los demás

Todos construimos en cierta medida nuestra dicha o nuestra infelicidad. Es lo que se me ocurriría después de leer esta entrada de blog que tal vez no nos cuente nada nuevo, pero si nos cuenta algo que vale la pena recordar. Y tener presente cada segundo del día.

Hay circunstancias que jamás podremos controlar porque vienen del exterior, así como pensamientos que de tanto repetirlos son propios.

Cuidemos que dentro de nosotros mismos todo lo que ocurra sea positivo y nos llene de fuerzas. Porque nuestra propia fuerza bien alimentada siempre nos sostendrá. 

viernes, 4 de septiembre de 2015

Sin un pan bajo el brazo, el hambre

De un tiempo a esta parte han ido cambiando las reglas del juego bajo el lema "todo por el recorte". Se dice y se repite que hay que hacer un gran esfuerzo para volver a poner al país en su lugar, a lo que cabría examinar que circunstancias lo dejaron como está y se me ocurre que quizás solo una lo bastante grande para dejarlo a la deriva: la corrupción. Claro que también hay otras causas que sumadas a esta misma fueron de mal en peor.

Lo que ocurre es que un gobierno anterior utilizó otro lema que podría calificarse como "Viva la privatización" y comenzó a vender a países extranjeros nuestras mayores empresas. Mientras muchos aseguraban que eso las haría más rentables y abrirían más puestos de trabajo yo me deprimía pensando que la empresa que me había criado desde que vine al mundo cambiaría de dueños y qué sucedería si un día dejaba de interesarle por los motivos que fuese. 

Sucedería que desmontarían las plantas, dejarían el solar vacío y llegarían la penuria y el desastre.

Que ahora se ve venir leyendo en este enlace

Lo grave es que se trata solo de una de tantas empresas que antes eran nuestras y ahora están en manos extranjeras. Lo peor es que si se trata de obtener beneficios a cualquier precio, hay gangas que ni siquiera interesan. Lo que viene a significar que si quieres recortes y juego a tu mismo juego puede que lo primero que recorte sea a ti.

PD: Ya nos dirán que no es el tema político el que no funciona, pero ya sabemos que a mí no me cuesta disentir.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Un verano que se acaba

En estos meses de verano se ha escrito una historia por sí sola: la de los devenires diarios en que la mente ha ido tomando sus conclusiones. El resumen sería sencillo, es decir, la historia está escrita, Del mal humor que en este mismo instante me apodera saldría una historia muy buena, pero mi mal humor suele durar muy poco porque soy consciente de que mi vida, como la de todos, ha de ser muy corta; y no quiero pasarme los días con cara de vinagre por decisiones que no partieron de mí.

No me compensa sentirme mal por dentro, ni ser vengativa, ni ser mala gente por la sencilla razón de que no quiero serlo -al menos no quiero serlo de un modo consciente-, siempre me queda la opción de intentar que mi próximo verano sea mejor a este. Al menos el intentarlo está a mi alcance.

Podría escribir una excelente historia si lograse que permaneciese en el tiempo todo lo que se me ha ocurrido hace un instante, si además tuviese la capacidad de crear buenas historias, que eso es otra cosa. Pero voy a dejarlo a un lado y seguir mirando hacia adelante, sé que puse lo mejor de mí y sé que aunque quisiera no lo podría haber hecho mejor; con eso me vale.

Hay pocas cosas que odio en esta vida, la que más es que un rico se quede con dinero que un pobre se ha ganado un día tras otro con un esfuerzo que no ha escatimado.

Sé que estoy en la capacidad de escribir esa historia, pero bien pensado, historias como esa se escriben cientos de miles de millones por segundo a tiempo real. Más diré, por eso pasa todo lo que pasa en este mundo.

No hay mayor riqueza que ser honrado, y para ser honrado lo único necesario es no robar. Quien roba se queda con el pan que otro se ha ganado. Nada tan vil.

martes, 1 de septiembre de 2015

La realidad, ese muro infranqueable

Quizá siguiendo la tónica general de los últimos años debamos acostumbrarnos a que pasados unos meses nos vuelvan a poner en la encrucijada de si podremos conservar nuestros trabajos.

O nuestras viviendas, o nuestra salud, o nuestra tranquilidad, al menos la necesaria para conservar una cordura aceptable dentro de un mundo tan tendente a cambiar.

Alguien dijo que con perseverancia y trabajo duro todo se puede lograr. Creo que es cierto, pero claro, si te dejan. Entre los nuevos avisos de la empresa que se queja de que si el precio de la luz sigue siendo ese, cierra; y la llegada masiva de emigrantes que huyen desde otras fronteras, intentando escapar de una vida que no quieren, nos hayamos ante la cruel certeza de que no basta con querer que algo suceda. El factor suerte también cuenta. Y la suerte no es tan fácil de encontrar.

Mientras medio mundo se lleva las manos a la espalda y mira al frente, otro medio lucha por todos los medios de cambiar aquello que es cambiable. Aunque que nunca podrá conseguirlo si no se colabora desde la otra mitad.

Hay mitades dispuestas a repartir con los otros sus riquezas y mitades que no cederán ni una migaja de aquello que les sobra.
Así nos va.