Sin embargo hay personajes que siento tan vivos que me hacen quedarme entre sus páginas para siempre. De hecho a estas horas estoy atrapada en tantos libros, que ni me consigo encontrar.
jueves, 15 de diciembre de 2011
Los personajes de ficción no existen
Esto no lo digo yo, lo dice Blumm. Y después de leer la entrada me digo que los personajes de ficción se parecen siempre demasiado a la gente real. Más aún, los personajes de un libro que no se articulan en su trama delante de mí como si fuesen seres reales, me hacen cerrar el libro y no seguir investigando nada más. Hace años me interesaba saber cómo terminaba la cosa y leía el capítulo final, pero a día de hoy no leo ni el último párrafo si no han sabido hacerse personas de carne y hueso frente a mí. Lo siento, pero me aburre mortalmente seguir a seres acartonados, que se quedan planchados de vez en vez. Las prácticas de reanimación necesarias para insuflarles vida me agotan de tal manera, que me veo obligada a dejar el libro que no se sostiene por sí mismo: consejo de mi doctor.
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Todos los personajes tienen algo de real, es una condición indispensable para sentir las historias, tanto las que leemos como las que escribimos o intentamos escribir.
ResponderEliminarUn beso y muchas gracias por tus palabras.
Creo, como bien dices, que es en la literatura en donde los personajes tienen que ser-parecer-recordarnos a las personas. No importa si se trata de dos hojas de periódico, dos nubes, o dos flores. Y como bien dices, si no se consigue eso, la obra no existe. Un ejemplo maravilloso, Pinocho. Otros los personajes del Mago de Oz. Y tantísimos más. Pero es muy difícil.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rebeka, estoy deseando leer el relato que has publicado dentro del Libro de las posibilidades de Albert Liebermann. A veces los personajes son gente muy real que ha dejado de ser real.
ResponderEliminarCreo que es un modo de dejar constancia de quienes han sido. De quienes son. De no dejarles en el olvido. Y es hermoso.
Un beso grande
Pilar, has citado a mi personaje preferido por excelencia: Pinocho.
ResponderEliminarCelebro todos los libros que leído, pero que el amor de un padre sea capaz de convertir a un niño tallado en madera, en un niño de verdad, creo que es el triunfo total de un escritor. Capaz de en sólo unas páginas darle a un niño la visión de todos los peligros que pueden acecharle en la vida.
No podría describir todo lo que este cuento me transmitió de niña, y ahora de mayor.
Creo que la película de Disney sobre Pinocho estuvo a la altura del libro, me encantó. (Hace años la traje a casa desde la biblioteca, y mis hijos no daban crédito a ese entusiasmo. Fue la primera vez que mis personajes favoritos cobraron vida ante mis ojos y me contaron su propia historia; maravillosa sensación la de encontrarme con ellos después de tantos años y saber que eran igual de importantes en el presente que en el pasado. ¿Cómo hacer entender lo que significa sin pasar por idiota?:)
Pilar, siempre es un placer encontrarte por aquí.