Un blog donde la tristeza y el buen humor caminan de la mano. Donde los límites entre fantasía y realidad se entremezclan hasta conformar un solo presente.
domingo, 31 de julio de 2011
Una impresión
jueves, 28 de julio de 2011
Clásicos y modernos
miércoles, 27 de julio de 2011
Seguir cumpliendo años
domingo, 24 de julio de 2011
Una vez más
viernes, 22 de julio de 2011
Cuarenta años de anticipo
jueves, 21 de julio de 2011
Los informes dudosos
lunes, 18 de julio de 2011
La cosa está pero que muy mal
Retazos...
viernes, 15 de julio de 2011
¿Qué es publicar un libro?
miércoles, 13 de julio de 2011
Consejos para el escritor
Lecciones que aprender
martes, 12 de julio de 2011
Cartas desde el infierno
lunes, 11 de julio de 2011
¿Qué somos?
domingo, 10 de julio de 2011
Amor verdadero
sábado, 9 de julio de 2011
Tan solo una palabra
miércoles, 6 de julio de 2011
Publicar en el blog
Es rápido, apasionante, da sentido a los textos que dejamos escondidos en un rincón, porque al ser leídos dejan de estar dormidos para pasar a ser vivos, dentro de otras cabezas son. Conviven, dan vueltas, estremecen, irritan, provocan algo, y en ese provocar algo pasan a estar, y quizá estar llegue a ser quedarse. Algo que ni era ni estaba de pronto es y está. Así lo siento mientras leo blogs, que cada uno de los que leo a su manera me aportan algo que será aplicado, como cualquier texto proveniente de donde sea, me da igual que provenga de un premio Nóbel que de un indigente que se conecta desde la biblioteca del lugar donde por azar se encuentra. Todo lo que sea escritura aporta, en eso no tengo duda, y leer es un vicio que incita a pensar. Escribir es otra cosa, es explorar un territorio hasta ese instante desconocido, es iluminar con un gran faro la oscuridad.
Ahora bien, en este punto soy consciente de que si todo lo que he venido publicando estuviese confinado en un archivo de Word de mi ordenador, a estas horas habría sido devastado por una visión muy crítica, y de todo ello, quizá sólo una tercera parte se habría salvado. Escribo para verter todo aquello que la vida diaria pone ante mí, todas mis preguntas, todos los sentimientos arrojados a mí desde cualquier lugar, un telediario, o comentario casual, un suceso inesperado; todo aquello que se acumula en mi cabeza y estorba el sitio pasa a ser escrito, sólo al escribirlo de la forma en que sea va creciendo con los días y hallando su solución. A veces no la halla y puede pasarse años dando mil vueltas, pero ya no es lo que era, es un resumen del resumen, una porción pequeña, y no el lastre que al arrastrarlo me iba dejando sin fuerzas porque todo lo que me cruje me afecta. Escribir es un compendio de muchas cosas quizá sin sentido, pero quien escribe no puede no escribir del modo en que quien respira no puede dejar de hacerlo sin morir. Este morir tildado de mil matices.
Ahora bien, publicar en Internet algo que pertenece a la vida privada real es algo que yo no haría. (No conscientemente). Está claro que en Internet hay gente sin escrúpulos que roba textos, y no sólo eso, que además los envía a concursos literarios con su nombre puesto. Y aquí si no los tienes registrados en el registro de la propiedad intelectual a saber si te las verás intentando defender algo que es tuyo, ¿qué habría más tuyo que tu propia vida, aunque sea escrita?,esa que alguien sin escrúpulo alguno pueda plagiar. Cualquier posibilidad posible aunque por no ser ni sea posible halla hueco en mi cabeza, es cierto, pero esto solo de imaginarlo me da mucho miedo. Y no tiene límites mi imaginación tal y como se está leyendo. Por eso después de estar pensando durante horas sobre lo que en este enlace se plantea yo daría un consejo: Escribirlo en soledad, registrarlo en el registro de la propiedad intelectual a nombre de su autora y después publicarlo en entradas diarias. Cuando tenga la absoluta seguridad de que podrá defenderlo como suyo en este mundo incierto, al menos esa garantía vital. Desde aquí esa sería mi respuesta.
http://misangrederramada.blogspot.com/2011/07/encuesta.html