Con la llegada de la cámara digital ya no tengo rollo pero me enrollo más aún que nunca, saco fotografías de árboles solos o acompañados, farolas, flores, casas, rocas, barcos, coches, adornos de todo tipo, nubes, soles, lunas, estrellas, dunas, paseos, sombras y todo cuanto pueda habitar el mundo, y soy insufrible porque la medida del tiempo cuando algo me llena brilla por su ausencia y a todas horas me andan espabilando, venga, vamos, ya está bien, déjalo ya, te quedas sola ¿eh?. A eso sólo tengo una respuesta, ya voy, voy ahora, espera que saco la última, en realidad la penúltima; bueno ahora la última de verdad.
Al ver mis fotos, yo misma entendía que no hubiese necesidad de fotografiar todo eso, porque no vas a poner marcos de fotos en tu casa con un árbol solo, o regalar a la gente fotos de árboles solos, o de nubes solitarias, o de rocas solitarias, o de flores amarillas. A veces es complicado darse explicaciones, pero siempre concluía que algún día lo entendería. Podría decirse que hace cuatro años o más que presentía este blog, o podría decirse que tener este blog les ha dado utilidad. De modo que ahora al menos puedo compartirlas, o personalizar este lugar con algo propio, algo que me ha gustado, sorprendido, encandilado, ensimismado, ilusionado, y todos los hados posibles.
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