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lunes, 13 de mayo de 2013

Caminemos en la misma dirección

Os cuento algo estupendo que me pasó anteayer, mi hijo me dijo una frase simple: Te pasé un vídeo a tu tableta - lector electrónico que pensaba usar sólo para leer-, que quiero que veas cuando tengas tiempo, te gustará. Suelen gustarme mucho sus recomendaciones, de modo que busqué un hueco para verlo...y me encantó.

Ese vídeo pertenecía a un programa que nunca se pierde porque le encanta, y que a mí me gusta, pero que a esas horas ando tan atareada por la casa que casi nunca veo, craso error que a partir de ahora ya sé solucionar; pasándolo a la tableta como él me enseñó a hacer. Y es que los hijos terminan siendo nuestros mejores maestros porque nos conocen como si hubiéramos compartido un mismo cuerpo alguna vez. En ese vídeo, se conjugaban juventud y ancianidad, deseo de aprender y deseo de enseñar, y quizá algo más, quizá se recogía en cierta forma el testigo en valores para generaciones futuras, me gustaría que sí. Ese vídeo reunía a una persona que mi hijo admira muchísimo y otra que admiro yo, a mí la muerte no me aleja de aquello admiré alguna vez; lo que admiro se hace eterno.

En una parte de la grabación el hombre de mayor edad hace una referencia a Internet muy positiva, viene a decir que es un lugar que aún está por construir y que desde aquí se puede dar un salto importante para defender los valores sociales que hoy faltan en las capas del poder. También casi a lo último de esta maravillosa entrevista que todos debiéramos ver se establece el compromiso de volver a charlar dentro de cincuenta años. Los dos están de acuerdo en hacerlo, de modo que yo les propongo que mantengamos viva esta entrevista durante al menos cincuenta años, viéndola de vez en cuando. Es una petición saludable cuando a diario estamos sometidos a tanta manipulación.

Os dejo ese vídeo aquí, disfrutadlo AQUÍ

sábado, 11 de mayo de 2013

Unos mueren, otros se enriquecen

Aprendí a coser y fue algo de lo más apasionante que aprendí nunca, mirar una revista, ver un vestido bonito y confeccionar los patrones, salir a comprar la tela y coser durante noches enteras mientras mi casa dormía, porque eran las horas en que había tranquilidad y el trabajo que aún tenía pendiente no me dejaba dormir.

Hasta que sin saber cómo, un día de pronto la tela comenzó a ser mucho más cara que la ropa ya hecha. Y dejé que coser mi propia ropa como un método de ahorro eficaz.

Ahora sé que hubo millones de muertos de por medio. Os dejo la explicación AQUÍ

viernes, 10 de mayo de 2013

Cifras escandalosas

Se cifra en 33.490 las viviendas que han sido embargadas durante el año pasado en España. Si he anotado bien el número que acaban de dar en la emisora de radio que hay de fondo mientras me ocupo en montones de cosas a la vez es ese, 33.490 personas que han tenido que dejar el sueño de tener su propia vivienda, que es algo así como intentar mantenerse  a salvo de cualquier inclemencia.

Quiero dejar por escrito mi enorme dolor ante este duro golpe que les ha dado la vida, la crisis, la economía y las decisiones tomadas por un gobierno al que a veces no entiendo,           - nada raro, tampoco vamos a engañarnos, a veces no entiendo nada-. También quiero dejar la esperanza en que algo comience a cambiar para que después de todo lo malo que esto les ha supuesto, puedan comenzar de nuevo con mucha suerte y mucha ilusión. Que nadie les quite el sueño de un mundo mejor.

Dejo las cifras para la reflexión de quienes toman las decisiones que afectan a todos.


jueves, 9 de mayo de 2013

Me dejé secuestrar

Sí, fue eso, me dejé secuestrar una y mil veces, he ahí la razón del comienzo de este blog, fue un secuestro ya desde el principio. Eso me disculpará en el momento final en que me recriminen por abrirlo alguna vez. Fui secuestrada por la rabia de que ciertas cosas no se puedan decir, ni siquiera pensar, sin que alguien te digan que estás loca, que has llegado desde marte o que acabarás viviendo en el manicomio. Me rebelé contra eso y estoy aquí, capitana de un barco a la deriva que flota para existir. Fui secuestrada, sí.

También lo fui como madre a la hora inesperada de un primer amor, que sé que frustré, siendo un muerto que llevaré siempre sobre mi conciencia a la espera de haber tenido la razón. De momento me lo niegan todo el tiempo, me dicen que me creo tan importante que me echo la culpa de ese adiós, que en parte sólo aplacé. Me da igual, es un muerto que le sigue pesando mucho a mi conciencia, y una vacuna para aprender a quedarme a un lado y dejar a mis hijos crecer, lejos de mis manías y de mi forma de verlo todo, esa que a veces me me complica la existencia incluso a mí. Es muy sano aprender de los errores para no repetir, para aprender a decir aquello tan repetido de: "es tu vida y dependiendo de lo que consigas hacer con ella serás feliz o infeliz, allá tú". Que es un modo de hacerles saber que en realidad no sabes tanto como creen, y que por eso deben estar siempre ojo avizor, para superarte en todo y hacerlo mejor que tú, que a su lado a veces llegas a sentirte tan pequeña.

Ya lo dije, fui secuestrada una y mil veces, quizá por eso ahora me siento tan libre. Quizá por eso voy aprendiendo a disfrutar tanto esta libertad que es escribir, otra forma y quizá más fuerte de esclavitud.

El secuestro al que me refiero os lo dejo AQUÍ

martes, 7 de mayo de 2013

La potra con su potranco



El día de la madre iba recorriendo una senda con la persona que ha supuesto mi otra mitad entera en un cuarto de siglo largo, contenta de que últimamente asuma caminar durante ocho kilómetros a mi lado por lugares remotos donde sólo el bosque o los acantilados nos salgan al paso. Él es más de barullo y ruido de gente, yo de silencios y espacios anchos. En una parte del camino decidimos torcer por un nuevo atajo. Al pasar junto a una capilla, en el prado contiguo a ella, una yegua menuda pastaba junto a su potranco. Era menudo y sigiloso, de pelaje oscuro y ojos inquietos, entonces reaccioné de la forma en que siempre reacciono frente a todos los mamíferos recién nacidos, con esa sarta de cursiladas que enferman a mis hijos, que en ese momento no estaban; por eso me crecí. Acto seguido saqué el teléfono móvil y les fotografié.

El potro con tanta fiesta vino hacia mí y se me quedó mirando como si fuese consciente de lo que le decía. Después se volvió junto a su madre y siguió probando la hierba, en ese instante su dueño apareció de la nada y vino a informarnos de que era hijo de un caballo de salto y llevaba once días nacido. Fue entonces cuando supimos que acababa de llevarlos desde el pueblo gitano a ese solar y que siempre los tiene custodiados por perros.

Fue una advertencia exacta, de quien sabe que en estos tiempos se roban muchos caballos para venderles la carne. De alguien que desde lejos nos vino a observar, para decirnos sin agraviar que él era dueño de madre e hijo, que no estaban abandonados a su suerte y que los sabía cuidar. Yo volví a repetirle que era un potro precioso y que a lo sumo le eché dos días, él sonrió, con la sonrisa de quien sabe que se encuentra ante una ignorante sobre animales. En los prados siguientes había tres caballos más y un camino que iba directo hacia aquel poblado gitano desde el que vino el chico. Se me hizo raro que pasaran la crudeza del invierno en aquellas casitas destartaladas, a cobijo de eucaliptos altos y espesos pinos, pero en derredor estaba tan cuidada la vegetación que también tendría su encanto vivir allí, ajenos al consumismo demoledor, que en la actualidad hace tanto daño. 

lunes, 6 de mayo de 2013

Sobre editoriales diversas

Con su permiso voy a fantasear un ratito. Imaginemos que yo escribo porque me gusta escribir, hilar historias aunque no sepa hacerlo, componer novelas aunque nadie me haya enseñado y lo tenga todo en contra, a veces incluso hasta mí.

Supongamos que no quiero pasar por los pormenores de una editorial de toda la vida, porque me gusta más la opción de ir por libre, porque busco otro perfil de lectores distintos a los que gustan de leer libros serios de escritores de alta talla intelectual. Pongamos que yo no soy nada de eso y sólo busco lectores tan comunes y corrientes como yo; ni yo sería una escritora promedio ni lo sería mi lector, que ya en la primera página podría imaginar quién soy. Si la compra es en Amazon, puede devolver ya mismo ese libro. Quizá sea esa la diferencia, que si sigue leyendo y le engaño es menos engañado que si compra un libro en librería tradicional, que si al final no le gusta sólo podrá regalárselo a un mal amigo, si tiene, mejor que no.

Bien, sigamos suponiendo. Al final, yo, que voy por libre, publico mi libro en Amazon porque es la opción que yo elijo. Cada mes recibiré en mi buzón una carta con lo que he vendido. Ya no se trata de presentarse ante gente a la que no le importas nada y opinan que el libro que te compraron es una plasta, se trata de que tu familia, osease, la gente que más te importa en el mundo abrirá esa carta, solo por mortificarte y después se mofará de ti, de tu libro y de tu sueño de ser escritor. Aunque sea escritor de gente tan normal y corriente, tan poco exigente si se quiere, como tú. Para mí y ya no sería fantasía, supondría el momento peor. Ese que hace que escriba y reescriba, ordene y desordene, deshaga y comience, hasta el punto de no terminarme de decidir. Sobre todo algo que ya he dejado dicho: compongo novelas sin que nadie me haya enseñado y lo tengo todo en contra, a veces incluso hasta mí.

Pero estoy segura de algún día hacerlo por ver cómo sale la cosa, cuando ya no me importe tanto estrellarme en mis propios sueños y quedarme para siempre ahí.

Todo esto viene a cuento porque me leí esta entrada que dejo AQUÍ, llena de reflexiones interesantes que me harían desistir. Algo que de momento no quiero.

¿Alguien quiere un trozo de luna?

Acabo de leer esta entrada y creo que estamos perdiendo el norte en muchos campos de la vida. Para quien aún no lo sepa, la luna es mía - es broma-, lo sería si tuviésemos en cuenta la cantidad de veces que me quedo a mirarla desde alguna ventana, o todo lo que sólo a ella le conté alguna vez. La luna guarda conmigo silenciosa muchos sinsabores, muchas muertes que no esperaba, muchas dudas y muchos escritos, que escribo bajo su rutilante luz. A veces a esa hora sólo ella me contempla mientras el resto del mundo duerme, ahora mismo incluso.

De modo que no me vengan con cuentos. La luna no puede comprarse, porque la luna es de todos. En este preciso momento tengo la luna aquí, ¿acaso por eso es mía?

Os dejo la entrada aquí.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Día del trabajador

Son tiempos de despidos, de cierres de negocios, de quiebras de pequeñas empresas, de pérdidas de derechos esenciales, tiempos de cristaleras de tiendas, antes funcionando, y ahora cubiertas con papel de periódico para dar cuenta de su propia guerra, la que han terminado perdiendo en el desequilibrado balance entre ganancia y pérdida.

Son tiempos de recortes en los derechos, en la sanidad, en la ayuda a las ONG, en las ayudas del paro, en las ayudas a dependientes y en definitiva, tiempos de dejar a la intemperie a los más necesitados de toda una sociedad. Quizá sea hora de hacer un alto en el camino y planificar mejor para obtener diferentes resultados. Quizá haya que defender mejor al trabajador, para que el empresario lo tenga más fácil a la hora de contratarlo y conservarlo.

Son tiempos complicados para los jóvenes que comienzan a independizarse y buscan mantenerse con su trabajo. Y en todas las ofertas de trabajo se les exigen al menos tres años de experiencia en un sector para el que nunca han trabajado y que curiosamente ya de entrada les cierra el paso. A cero trabajo cero experiencia.

Vivo en la región más azotada por el paro de todo un país que ya cuenta con seis millones de parados y sólo dejo una pregunta...¿hasta donde tenemos que seguir? Sé que suena triste y desamparado, pero es que hasta los que aún trabajamos vemos reducidos esos derechos por los que durante tantos años generaciones enteras han luchado y lo cierto es que esto no puede seguir así. No podemos aceptar malos trabajos poco remunerados sólo porque alguien crea que esto debe ser así. 

No, no lo aceptamos.

lunes, 29 de abril de 2013

Cuando giran el mundo hacia el lado que no es...

Desde el momento en que leí que había un autobús lleno de libros recorriendo el desierto buscando a los niños sedientos de historias, me emocioné con este proyecto del Bubisher porque no hay nada que le gustase más a la niña que fui, que aquello de que le contaran historias. Aún hoy vivo las veinticuatro horas del día a la caza de historias, tristes y alegres, sin las cuales ya no sé vivir, vivo para leer y para escribir historias; escribirlas a veces en mi cabeza por la excusa cobarde de que no sabré escribirlas adecuadamente, con ello lucho a diario, en eso se ha convertido mi más fiera lucha, tener el valor de escribirlas aunque sea mal, porque mal es mejor que nada.

Pues bien, el autobús del Bubisher atraviesa la arena del desierto lleno de libros y de gente que quiere leer a los niños, porque un niño es un hombre-mujer del mañana y hay que alimentar su mente para que aprendan a pensar por sí mismos, y no les guíen como a corderos que han de ir directos al matadero que ya han elegido para ellos. Hay casos flagrantes en la historia para entender que el mundo es mucho más rico y más amplio que lo que delimitan las fronteras que alguien le haya dibujado a un país, separándole del resto. Decir que la selección de libros dentro del Bubisher se elige bien, puesto que no todos los libros caben ni todos son convenientes para esos niños y lo que se les desea mostrar, supongo que además de muchas otras cualidades una muy importante, la capacidad de soñar, aquella que nadie aprisiona cuando uno la aprendió a cultivar. Yo visualizo siempre ese autobús como un sembrador de sueños y me recreo imaginando a esos niños un día convertidos en abuelos contando a sus nietos como una vez subieron al bibliobús y su vida cambió a mejor, porque a partir de entonces pudieron comenzar a modelar su sueño, ese que les gustó más de entre todas aquellas historias que les leyeron. 

Recuerdo lo pesada que yo era cuando no sabía leer y perseguía por toda la casa a un lector, uno que quisiera leerme la historia enlatada que se intercalaba entre los muchos dibujos de esos cuentos que en principio solo tienen una línea o dos. Y recuerdo un día en que mi abuelo me leyó uno como leen los abuelos, que comienzan leyendo la historia enlatada y te acaban relatando algún momento de su vida; supongo que por eso querría que me leyesen el cuento de Pinocho una y otra vez, porque entre la historia de sus páginas había muchas más, infinitas historias diferentes que nunca me cansaba de escuchar. Quizá por eso me haga tanta ilusión ese autobús que recorre los desiertos de los niños y llenan su cabeza de historias que un día estarán felices de saber, aunque sólo recuerden hilos sueltos; sin saber que esos hilos les ataron fuertísimo a la vida.

Pues bien, ayer en la mañana leía esta entrada de Gonzalo Moure y pude sentir la misma tristeza que él, su misma indignación, su misma rabia de que el mundo se empeñe en girar al revés una y otra vez, cuando sería tan sencillo hacerlo avanzar siempre a favor.

Os dejo su entrada

Y enlace al blog del Bubisher


jueves, 25 de abril de 2013

Se anuncian nuevos recortes

Está bien, pero por favor, esta vez recorten la corrupción. Gracias.

miércoles, 24 de abril de 2013

Ni brujería ni enfermedad

Después de ver los cuatro vídeos que aporta la entrada, cuyo enlace dejaré al final, me sorprende que en pleno 2013 este tipo de historias puedan suceder en algún lugar. Que se atribuya a un tipo de brujería o enfermedad la homosexualidad, que la gente sea castigada por amar de forma diferente a los demás. Quizá porque nací en una época o en un lugar donde siempre se vio con normalidad. Porque los embrujados o los enfermos en nuestro entorno son quienes no saben amar e intentan coartar la libertad de los demás.

Los cuatro casos reflejan la necesidad de poder ser quienes son sin que eso conlleve un plus de persecución. Son un grito al unísono de que la homosexualidad no es una enfermedad sino una disposición con la que se nace, como el color de la piel o los ojos. Algo tan natural y por ello tan imposible de cambiar aunque te encarcelen de por vida en una celda, que sería la mayor expresión de la crueldad ejercida sobre quienes no han hecho otra cosa que amar. Cuando el amor es lo único que puede salvar al mundo, que contrasentido y que horror, saber que en el año 2013 en alguna parte del mundo existe este tipo de persecución.

A veces las historias cambian porque se dan a conocer, porque de pronto cobran voz y terminan hallando la solución. Porque encuentran el amparo de los demás. Su apoyo, su bendición. 

Os dejo la entrada y los vídeos

martes, 23 de abril de 2013

Hoy, día del libro

Me abruman todos los libros que aunque quiera no podré leer. ¿Alguien se fijó en la cantidad de libros que hay en una biblioteca, o en una librería...o en el catálogo de compra de Amazon?

Lo dicho, me abruman todos los libros que hay a mi alcance disponibles ya para leer.

Y me abruman los archivos de mi ordenador...esos libros que nunca escribiré...y que sin embargo nunca, jamás dejaré de intentar escribir. Me da vértigo pensar que para salir al mundo solo me tienen a mí. Y que si yo no los escribo, esos en concreto, nunca saldrán de su oscuridad reducida a la nada absoluta. Pobrecitos, me digo entonces, y sí, también me digo que pobre de mí, esa incapaz persona que de nuevo ante ellos ha de luchar consigo misma para extraerlos de ahí. Siempre me pregunto quien ganará al final, si la oscuridad o yo.

Pero siempre, día tras día los sigo escribiendo, a veces todos a la vez...

sábado, 20 de abril de 2013

Prefiero seguir presente

Si tuviese que decir la cantidad de veces que escucho esta canción, no podría contarlas. Me gusta el mensaje que transmite, la sensibilidad de Manuel Carrasco y su voz tan característica y tan luminosamente nítida. Sucede algo que me retrotrae a este lugar cuando la oigo por casualidad, me suena a cuando alguien intenta hacer algo que ni sabe qué, que ponga una miguita de felicidad en la vida de las personas. O que les enseñe a mirar lo positivo que hay en sus vidas a fuerza de arrinconar lo negativo, que es a lo que a veces se le concede una mayor importancia.

Me parece la canción ideal para el día de hoy.

Prefiero seguir presente, Uau

viernes, 19 de abril de 2013

Nueva librería de viejo

Hacía una eternidad que no entraba en esa zona de la ciudad, pero algo no había cambiado, estaban de nuevo en obras, es decir estaban levantando la misma acera por cuarta vez desde que recuerdo. Por eso me tocó caminar por un sitio atestado de gente y de coches, que casi detesto y es que cada vez soy más pueblerina y no lo puedo evitar. Vivo en un lugar rodeado de naturaleza y casi desierto, veo a muy poca gente cada día y para pasear me gusta el mar, por eso fue un contraste tan enorme que casi tuve que pelear con la ansiedad de pasar entre martillos picadores y andamios, camiones apurados y furgonetas de reparto crispadas, pero fui y volví desde la tienda de recambios de automóvil hasta el lugar lejano donde aparqué. Y de repente allí estaba, una librería de viejo que antes no estaba.

Al verla me alegré porque tiene un escaparate grande y muchas estanterías con diferentes libros, el sol relucía sin dejar ver y entonces acerqué la nariz para mirar, y un señor mayor, sentado en un sillón anticuado me enfocó desde sus gafas y casi quiso invitarme a saciar mi curiosidad. Sin embargo llevaba prisa y la cartera vacía, la pieza que había ido a buscar me había dejado pocas monedas y mi hijo lleno de grasa, me había apremiado al marchar: quiero que vuelvas pronto, porque además de esta pieza no sé si habrá otras que cambiar. Fue eso lo que más me privó de entrar, que no estamos en buena época ni para comprar libros viejos casi tirados de precio. ¿Qué me gustaría encontrar?, la verdad, no lo sé, quizá un libro que reúna todas las claves de la vida, como ese que encontré aquella vez cuando todo mi mundo se derrumbaba y hubo uno, que ya ni recuerdo que me sirvió de pilar y apuntaló mi futuro con mano de hierro y desde entonces en adelante ya no se derrumbó más, porque supe que era yo quien me derrumbaba bajo un peso que no había que soportar, solo dejarlo a un lado. Fue así como los libros entraron de lleno en mi vida para nunca más marchar, nunca leo lo suficiente ni aquello que leo me alcanza, siempre voy buscando más.

Sé que un día con mucha más suerte entraré en aquella librería y me llevaré algo de allí, tal vez para mí, quizá para regalar. Porque será mi forma de colaborar en que un oficio tan bonito como el de ese hombre, que apila libros y más libros, cajas y más cajas llenas que aún no tiene donde colocar, no se arruine por mucha crisis que haya ni en mi casa ni en otras casas, porque a veces, incluso en los tiempos complicados se trata de saber que cosa tiene más prioridad. Para mí los libros.

Sé que entre todas sus estanterías guarda un secreto para mí, uno que una vez descubierto iluminará mi mundo, siempre sucede así. Los libros y su magia secreta me guían, me acompañan, me consuelan, me llenan, me hacen feliz, me gritan que la vida sigue valiendo la pena ocurra lo que ocurra en ella. Por eso los celebro todos, incluso los que no leeré.

miércoles, 17 de abril de 2013

Ya hay sentencia, pero siguen faltando datos

Ayer, a la hora de la comida estaba puesto un telediario, de modo que M. pudo escuchar con atención esa sentencia que le tenía tan preocupado -tiene que trabajar muy duro para ganar lo que gana y odia a quienes chulean el dinero de los demás, comprensible, claro-, hablo de la sentencia de Maite, Julián e Isabel, póngase el orden que se le antoje; tanto monta monta tanto. El caso es que al escuchar esas sentencias y esos euros de multa se quedó callado un rato, creí que se le había atragantado algo, y en efecto, se le atragantó un dato que creyó que a continuación oiría y no oyó. 

Sí, todo eso está muy bien -le dijo a la televisión- pero al final, qué...¿Cuánto dinero robaron? Eso es algo que también queremos saber.

A veces me pregunto si yo era así de inconformista de antes o si es una consecuencia de haberme casado con él. En cualquier caso yo escribo un blog y desde aquí dejo sellada esa queja.

martes, 16 de abril de 2013

Hombres asustados

Sí, es cierto lo que reza en el título, hay hombres asustados porque las mujeres han salido de su encierro ancestral y saben el tipo de vida que quieren. Ese tipo de mujer les parece muy peligrosa porque no son ellos los que condicionan su vida a voluntad. Hay hombres asustados, es cierto, pero también hay hombres encantados con ese cambio y ese tipo de hombre es mucho más inteligente y especial, porque es el que deja que la mujer crezca a su lado y se expanda, dé lo mejor de sí misma, que es mucho, y no solo a un hombre; sino a la humanidad.

Afortunadamente hay mujeres seguras de lo que quieren; y hombres que no se asustan.

Os dejo un ejemplo.

lunes, 15 de abril de 2013

No quiero que gobiernen mi país, sino que lo escuchen

Creo que cualquier gobierno que se precie de serlo debe saber escuchar. Y que es preciso que esté dispuesto a negociar. A ayudar a los ciudadanos de componen su país, le hayan votado o no. Y debería además elegir bien las palabras cuando habla, sobre todo para no sembrar el terror o en su caso la indignación. Creo que cualquier gobierno debería esforzarse sobre todo en lo contrario a lo que su nombre indica, que no debiera gobernar, sino encabezar un país y buscar solución a sus problemas intentando no acentuarlos. Claro que quizá eso ya no fuese política, no sé, porque yo no entiendo de políticas, a mí lo que me gustan son los consensos.

Pues bien, ante mí un titular desde el periódico de papel ahora desplegado junto al teclado: Cospedal califica de "nazismo puro" los escraches a populares. Sé, por lo que el tema me ha interesado que el nazismo es algo muy diferente a lo que vienen siendo los escraches hasta ahora y espero que nuestro país - que ningún país de esta fecha en adelante- vea repetido ningún tipo de nazismo, porque eso sería no haber aprendido nada de la historia, entre otras cosas.

Quizá para que estos escraches que son ante todo una queja social por la falta de dialogo entre quienes gobiernan y el pueblo llano -el de a pie, el que vive de su trabajo, el que sufre las consecuencias de muchas decisiones que a fin de cuentas no tienen en cuenta su situación personal-, dejen de producirse o pasen a ser una protesta menos molesta, habría que dialogar. Sin diálogo hay siempre una parte que se hace escuchar y otra que ha de permanecer silenciada, eso claro, si es que lo puede soportar.

Os dejo una muy buena reflexión que hace Miguel de Esponera en esta entrada de blog sobre los escraches. 

domingo, 14 de abril de 2013

Tercer Cumpleblog

Parece mentira que el tiempo corra a tal velocidad y que siga a este lado de la pantalla, yo que suelo aburrirme tanto de lo que escribo que siempre estoy deshaciéndome de escritos, quizá en un deseo absurdo de escribir algo nuevo, otra vez, como si los escritores la mayor parte del tiempo no estuviésemos escribiendo sobre aquellos temas que nos elevan hacia lo alto o nos echan por tierra y que quizá vengan a ser siempre los mismos; aunque no todos nos obsesionamos con los mismos temas...esto solo lo imagino...

Pues bien, ya van tres años de asomarme a esta pantalla y de tratar de iluminar todos los días de lluvia, aunque a veces sé que no lo consigo, intento no apartarme de ese objetivo. 

Durante todo este tiempo hice descubrimientos que tal vez no hubiese podido hacer lejos de aquí y me he afirmado en la idea de que lo que quiero es escribir. Cierto que mi trabajo lejos de esta pantalla permanece bastante estancado porque no termino de dar nada por válido, pero aquí no me bloqueo en absoluto, sin saber si eso es bueno y solo lamento lo mucho que termino hablando de mí. Y de aquellos que me rodean. Eso es lo que me recrimino, que sé que detrás de tantas letras me reconozco en cada entrada, y eso sí, soy la misma desde ese lado que desde éste de la pantalla, para bien o para mal. Si tuviese que hablar de cambios en estos tres años, hay uno muy significativo; yo comenzaba el 14 de abril de 2010 este blog con la infinita paz de un mundo que se me antojaba ideal. Me sentía en un lugar privilegiado del globo terráqueo donde todo me parecía perfecto alrededor, menos aquellas muertes inevitables que nunca superaremos y que todos tenemos. Contra la muerte nada hay que podamos hacer, salvo intentar seguir queriendo a quienes perdimos y pensar que allá donde estén nos cuidarán. Esa, lo confieso, es la única fórmula que me funciona un poquíto y me siento protegida por quienes perdí; aunque no sepa si desde el pasado o desde el presente me llega  esa sensación de ayuda, el caso es que está. Volviendo a lo que decía, ahora el mundo en el que vivo no me parece nada seguro, a título general. Cuando ves por todas partes a gente perdiendo su empleo hay una especie de ahogo que no te deja inspirar con toda la capacidad; esa es una enorme diferencia que creo que se nota en lo que escribo, antes me costaba menos soñar y mantenerme flotando sobre la nube de ensueño, aunque ahora no lo deje de intentar. Sé que sin soñar pierdo mucho.

Sé que un blog pierde seguidores con mucha mayor rapidez que los gana. Pero desde este tercer cumpleblog quiero dar las gracias a todos los que se asomaron a comentar, porque cada uno de ellos me hizo sentir que no estaba sola tras esta pantalla y supongo que eso me animó a continuar. Eso aún cuando no sé si estar aquí me beneficiará o no a larga, todo lo que sé es que quiero estar para poder dejar por escrito mi sueño: el sueño de un mundo mejor. O al menos uno donde el dinero no haga ninguna distinción entre los seres que lo habitamos, porque todos partimos de la misma sangre y la misma carne, venimos del mismo lugar y al mismo lugar nos iremos cualquier día sin avisar. Tenemos que intentar que el recorrido de la vida valga la pena.

Con eso me quedo.

...aún me sigue sorprendiendo que haya gente que me quiera leer. Gracias por estar.


viernes, 12 de abril de 2013

Por tantos retratos como cabe hacer

Se intenta mirar a la vida con alegría, pero esta misma mañana me sorprendía una noticia: en España se produce un desahucio cada quince minutos. Es decir, cada cuarto de hora.

Me parece una cifra alarmante, porque eso significa que cada quince minutos alguien se ve forzado a abandonar su hogar, la mayor parte de las veces porque ese alguien antes perdió su empleo y no encuentra respaldo económico para seguir pagando su hipoteca. Y se ve abocado a abandonar lo que antes era su mejor sueño, junto a su mejor ilusión: el deseo de prosperar.

No son buenos tiempos para la prosperidad aunque abunde el maquillaje. Aunque se sigan disfrazando datos. Aunque las fotografías a primera página sigan haciendo distinción entre unos y otros. ¿Cuando comenzaremos a darnos cuenta de que todos somos todos y que entre nosotros, y quizá más que nunca nos necesitamos?

Os dejo el enlace a una entrada que acabo de leer y que sin saberlo me rescató del mundo desanimado en que me encontraba hoy.

miércoles, 10 de abril de 2013

Muere José Luis Sampedro; sus letras permanecen vivas

Ayer se conocía la noticia de la muerte de José Luis Sampedro, que había sido incinerado y enterrado en la más estricta intimidad, tal y como quería, de modo que cuando nos enteramos ya descansaba en el lugar desde donde dormirá el sueño de la eternidad. No es raro que muera tal y como vivió, con la coherencia de quien dicta sus propias normas y no se vende a la fama, ni al dinero, ni al ruido mediático del exterior. Es curioso como a través de un libro un autor puede ganarnos para siempre, por haber extendido a lo largo y ancho de sus páginas esa escritura que suena a verdad porque parte del convencimiento propio. También curioso, cómo cuando un escritor escribe desde la honestidad, toda su andadura se despliega desde los mismos convencimientos. El libro del que hablo es Escribir es vivir, del que recuerdo la comparación que él hacía entre el escritor y una vaca; que sólo recibe en pago un diez por ciento de lo que crea, lo justo para que subsista y vuelva a escribir. Si bien todo el libro es un canto a la escritura y un análisis amplio de su engranaje. Recomendable sin duda.

 Después de leer Escribir es vivir, me leí todas las entrevistas de José Luis Sampedro que encontré y en todas hallé la misma coherencia y sencillez, el mismo sentimiento humilde de quien entiende que lo importante en la vida no lo compran ni el dinero ni el poder; aunque estos aten la libertad de la persona con un yugo fuerte y aunque limiten en cierta forma lo que pudiera ser.

 Desde ahora ya no tendremos para leer nada nuevo de José Luis Sampedro, que salió a la calle entre los indignados para protestar por un sistema que sólo favorece a unos cuantos en detrimento del resto, algo que estamos viendo; un hombre que quizá por eso, por lo poco que le quisieron escuchar, decidió partir en silencio, para que nadie fuese a sacarse la foto junto a su féretro, intentando silenciarle a título póstumo. Nadie podrá conseguirlo, porque todo cuanto aportó al mundo desde su convicción permanece ahí y todo lo que debemos hacer es buscar, para intentar seguir siendo libres de pensamiento; que hoy por hoy quizá represente la única libertad.

 Una vez dijo: 
“Solo los ingenuos y algún premio Nobel de economía llegan a creer que nuestro mercado encarna la libertad de elegir, olvidando algo tan obvio como que sin dinero no es posible elegir nada”.

Puede que se haya muerto, pero sus palabras para siempre estarán vivas, con esa vigencia exacta que nace de una inteligencia imperecedera, que como cualquier clásico, sirve para tiempos presentes y futuros porque resume las claves de la convivencia en la humanidad. Os dejo el enlace a una de sus entrevistas, porque sólo vivirá si se le sigue leyendo, si se le sigue recordando vivo; tal como para mí siempre lo estará. Para mí sólo se mueren quienes escriben letras muertas y las suyas, no exagero, laten a voluntad.

Entrevista de la que extraje sus palabras.

martes, 9 de abril de 2013

De momento es lo que hay



Quizá algún día logre entender por qué tipo de proceso una fotografía tal que así, en la cabecera del blog sale de un tamaño tan exagerado. Solo quizá.



lunes, 8 de abril de 2013

La loca de la casa



Este libro de Rosa Montero es el primero que leo de esta autora, lo encontré en la misma estantería en la que estaban Las pequeñas memorias de Saramago y donde buscaré más libros similares para leer. Decir que la foto de la portada la saqué yo esta misma mañana bajo luz artificial y que supongo que puede hacerse, si bien es algo que no puedo asegurar con seguridad y que por supuesto, si fuese una ilegalidad, el hecho de no saberlo no exime de responsabilidad; por eso si alguien pudiese aclararlo, lo agradecería.

Está editado por Alfaguara, tiene 271 páginas llenas de inteligencia, de buen humor, buena escritura y reflexiones que hacen pensar. Habla de muchos temas, la vida, los sueños, el amor,  las oportunidades que se presentan solo una vez, del triunfo y el fracaso; y además, de escritura. Es a su modo una agenda de lecturas que han marcado a la escritora o le han aportado un foco de luz. Y si tengo que confesar algo, hay solo un "personaje" que de veras me preocupó y se llama Martina. Al final del libro Rosa Montero dice algo que un escritor jamás debe de hacer y es reflejar en sus libros su vida, cree primordial para alguien que relate, mantenerse bien alejado de su vida cotidiana mientras escribe, cuanto más lejos mejor. Creo que como todos los consejos de escritora que desde su amplia experiencia ofrece, es sumamente acertado; y es que no por mirar desde más cerca se ve mejor. Y no por contar desde más lejos se pierde distancia, sino que a veces se gana. Para escribir siendo efectivo a veces hay que alzarse sobre los cielos, como a bordo de un aeroplano. Subir más alto para tener una mejor perspectiva y enfocar mejor. 

Del libro podría anotar, como de hecho voy a hacer en una libreta, frases que iluminan de un modo sublime lo que es la creación literaria, pero no voy a hacerlo porque éste al igual que todos los libros escritos necesita un lector y dentro de un mismo texto no todos subrayamos lo mismo. Creo que con el gobierno que nos gobierna y los tiempos que corren se necesita leer y mucho, necesitamos más que nunca mentes despiertas y escritores que nos sacudan los ánimos y no nos dejen dormirnos en los laureles. Afirmaría que este libro es de esos y si no te explico más es porque creo que tú podrías exprimirle aún más jugo y mejor que yo. Esta entrada no es más ni menos que las otras, una invitación a descubrirlo todo con tus propios ojos ;)

viernes, 5 de abril de 2013

De nuevo frente al timón





Hace unos días cambié la contraseña de acceso al blog por unas incidencias que se estaban produciendo. En ese momento se fue la conexión y me quedé en un ay, el resultado de eso fue que no tenía forma posible de acceder al escritorio. El blog se quedó abierto, eso sí, y solo podía comentar desde fuera y desde anónimo.

Fue una sensación extraña que en principio tampoco me preocupó -supongo que mi optimismo a veces conserva una línea rayana en la ignorancia, a saber-, pero lo cierto es que la idea de que este blog, que yo creé, anduviese a la deriva sin capitán, fue algo que terminó por no gustarme.

El modo de recuperación de contraseñas en blogger me daba opción de crear una nueva, pero después de creada tampoco servía. Y otras opciones que me ofrecía, al final no las entendía. Lo cierto es que incomoda, y mucho, tener un espacio virtual sobre el que no tienes el timón. Necesitas saber al menos que en cualquier momento puedes entrar y gobernar. Pues bueno, siendo así lo celebro. 

No voy a negar la de veces que me recriminé por andar por aquí. Por esta necesidad de contar. Pero estoy leyendo La loca de la casa, de Rosa Montero y me estoy riendo mucho por la de puntos en común que encuentro. Entre nos, dudo mucho que este vicio de contar tenga remedio.

martes, 2 de abril de 2013

Las pequeñas memorias

Este es el primer libro de José Saramago que leo y creo que explica muy bien por qué llegó a ser Premio Nobel de Literatura, no por su nacimiento en la abundancia, eso queda claro, si no porque lo bien que sabe transmitir sus experiencias y su mirada de la vida, eso sin tener en cuenta el placer que produce leer las palabras que elige, que mientras se leen resuenan como la música.

El libro lo tituló Las pequeñas memorias porque relatan su infancia, una infancia llena de privaciones de toda clase, que no obstante forjarán al futuro escritor. Es un libro que recomiendo leer a todo el mundo porque contiene entre sus páginas la convivencia con la escasez de recursos, que no obstante pudo entre sus recovecos formar a un excelente escritor. Uno lee estas pequeñas grandes memorias y se alegra de que la vida le haya dado la oportunidad de cosechar todos los logros que cosechó. Recién terminadas de leer, aún resuenan en mi cabeza, con un eco que llega para quedarse a lo largo del tiempo, así es y tanto lo que me impactó.

De todo el libro subrayo una frase dicha por su abuela, sentada a la puerta de su casa cuando ya estaba muy mayor: "El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir". Él que solo es un adolescente en ese momento, la escucha decirlo, pero ese es un instante que ya no olvidará, uno de tantos que quiso reunir en su recorrido.

También a lo largo y ancho de sus páginas nos habla de su hermano mayor, muerto con solo cuatro años de edad, al que recuerda trepando sobre los cajones abiertos de una cómoda dispuesta a modo de escalera, para trepar a la ventana de la calle, desde donde se queda a observar ver a la gente pasar, con unos ojos que se cerrarán para siempre a tan corta edad.

A mí que me gusta escribir, a veces sin saber bien lo que digo, me gusta mucho más leer, con bastante diferencia cuando me encuentro con este tipo de libros, que me hacen crecer tanto como lectora, y que me gratifican tanto como persona. Lo único que lamento es que él ya no esté aquí para poder decírselo, aunque creo que a él le da igual, él escribió este libro para que le sobreviviese y en ello está. 

Es un libro inolvidable por completo.


lunes, 1 de abril de 2013

Lo que une al mar y al cielo




Allá donde quiera que te encuentres siempre serás el faro que me de luz.

domingo, 31 de marzo de 2013

Noveno aniversario

La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan. Si puedes recordarme siempre estaré contigo.



(Extraído del twitter de Mi abuela sabia)

Por eso estás

sábado, 30 de marzo de 2013

Gente Tóxica

Os hablaré del último libro que compré: Gente tóxica, de Bernardo Stamateas. Lo miré, lo remiré y lo entreleí, ya sabía el motivo por el que me parecía un libro importante de tener a mano a lo largo del trayecto de toda una vida, aunque admito sin embargo que no es tan sencillo como creía el hecho de saber utilizarlo bien.

Creo que la despolítica - palabro que acabo de inventarme para definir la mala política, que puede ser esa en la que los más desfavorecidos socialmente deben mantener los lujos de los más poderosos- hizo en parte que considerase necesario tener en casa, y a mano, el libro Gente tóxica. También fueron un motivo de peso esas conexiones, que parten de ese tipo de relaciones, que aunque uno lo quisiera no puede evadir. Y aunque lleva en casa cierto tiempo y lo leo y lo releo, aún no me lo sé de memoria, de modo que esta mañana tengo una clase intensiva con Bernardo Satamateas, a título póstumo podría decirse, porque el ciclón me ha superado, en cierta parte; porque si algo he aprendido es a distanciarme de estos desastres climáticos que todo lo arrasan y que no provoco yo. Líbreme Dios de las lluvias torrenciales, vientos huracanados, tormentas espeluznantes, truenos ensordecedores y demás climas enfurecidos que de pronto se inventan otros. Allá ellos con sus preferencias, que los disfruten y los doblen de intensidad si tanto los precisan, a mí que me den un sol tibio y nubes en paz. Por eso en cuanto me vi libre de las personas tóxicas que hoy me hacen recomendaros fervientemente este libro, recuperé al cien por cien la tranquilidad, que es un bien que cultivo como el bien más preciado, como el lujo mismo o como el verdadero arte del buen vivir.

Gente tóxica es un libro de amena y fácil lectura, que contiene quince capítulos dedicados a esos levantadores de vientos de distinta estrategia: El meteculpas, el envidioso, el descalificador, el agresivo verbal, el falso, el psicópata, el mediocre, el chismoso, el jefe autoritario, el neurótico, el manipulador, el orgulloso y el quejoso. Para finalizar haciendo hincapié en el poder de las palabras y la necesidad de que en nuestra vida diaria tengamos vínculos sanos. Si os sirve de algo desde este espacio virtual, en el que leo vuestros blogs, porque yo elijo leerlos por todo lo que me aportan; y desde el que leo las noticias, entrevistas...en definitiva todo lo que quiero indagar, de temáticas tan variadas como apasionantes, me encuentro libre de todo ese maremagnun de personas tóxicas. Eso anula por completo todo el efecto caótico que algunos personajes me puedan causar. 

Hace tiempo le contaba a una amiga de cuore a cuore lo más terrible que a alguien le pude contar en la vida, aún recuerdo las palabras y me estremezco. Supongo que el nivel de toxicidad me hacía insoportable hasta permanecer dentro de mí misma. Fueron palabras quizá terribles pero sanadoras, porque no se bajo qué clase de poder inconmensurable todo a mí alrededor y a Dios gracias comenzó a mejorar. A veces, se diría, necesitamos hablar con alguien a quien apreciamos de veras, para largarnos muy lejos toda esa toxicidad que alguien nos ha instaurado dentro.

El libro tiene muchas citas a modo de resumen de lo que abordará a continuación, os dejo una de las muchas que contiene, que esta mañana en mi propia cabeza cobra gran significación:

"Los seres más mediocres pueden ser grandes sólo por lo que destruyen".
                                                                                                             André Maurois








lunes, 25 de marzo de 2013

Sobre enmarañes mentales y otros desastres

Quienes me sigan leyendo, se habrán dado cuenta de que estoy como el protagonista de El túnel, de Ernesto Sabato, pero que mis patinazos mentales se encuentran de un tiempo a esta parte centradas en la rentabilidad de escribir. Todos sabemos que es justo que yo me pregunte a mí misma a todas horas si debo ponerme a escribir, para quien no lo imagine, mi vida es un caos porque mis obras no salen como yo quiero, es por eso que me lleva tanto tiempo escribir aquello que no presento. Sé que es injusto porque lo que estoy presentando hasta ahora es esto, precisamente lo que no me cuesta escribir, aunque supongo que a la larga tendrá un precio; el precio que pagaré por haber publicado aquello que en el fondo nunca me propuse escribir. Ya dije que estoy como el protagonista de El túnel, que es como decir que tengo un enmarañe mental.

Pues bien, nunca me gustó estudiar y me faltan estudios, pero de cuando en cuando encuentro a gente que sí los tiene y que además tiene blog y crea entradas con temas que me interesan y me dan respuestas, o en su defecto, me enmarañan más la madeja.

Os dejo una muestra, porque a lo largo y ancho de sus entradas me ha dado respuestas muy buenas.

sábado, 23 de marzo de 2013

El mar, hoy y siempre





A veces para crear una historia lo único que se necesita es silencio y el lugar adecuado. Retener en la memoria todo lo que un lugar evoca y así, un día en que se precise poder rescatarlo. 

A veces paseas por un lugar tan impresionante que aunque quieras, lo menos que necesitas es escribir, solo retener en tus sentidos que esta vida, por más que algunos se empeñen en organizarla de una forma equivocada, es algo que vale la pena vivir, todo en mayúsculas, como deberíamos escribir los verbos importantes.

Desde la cámara de mi teléfono móvil hasta aquí, nuevas tecnologías que hacen posible atrapar el instante en un infinito que es presente para siempre.

viernes, 22 de marzo de 2013

No saber, pero intentarlo de nuevo otra vez

Creo que algo distinto es querer hacer algo y saber hacerlo. Que existen muchas limitaciones entre lo que pretendes escribir y el resultado obtenido una vez que pasados meses vuelves a revisarlo. Pero que en cualquier caso se debe tener la paciencia de intentarlo. Que cuando no le estás dedicando el tiempo que sabes que necesita una vocecita interior no para de recriminarlo, que quizá, y solo quizá, por eso vuelves a la carga una vez más, que en definitiva es lo que hace que no dejes de intentarlo.

No es un oficio sencillo ese de escribir lo que aún no sabes que quieres escribir. Ese de hacer encajar con paciencia todas las piezas sin que sobren ni falten. Pero quizá lo más complicado es volver a revisar lo que ya sabes que sucede y admitir que ya no te puede sorprender como cuando lo dilucidaste por primera vez y se te antojó algo tan hermoso. Sabes que quizá tu problema es insistir de nuevo en lo mismo una vez más, pero cómo saber parar, cuando hay algo que crees saber mejorar si no tienes con quien discutirlo. O cuando sabes que no quieres compartirlo, esto es lo peor, la soledad absoluta del creador encerrado en su claustro, en lucha consigo mismo meses y años sin solución. Y quizá una parte del aprendizaje necesario, quién sabe.

Esta mañana leí esta entrada con atención y me dije nuevamente que esta vez sabré hacerlo. Sabré hacer aquello que aún ni sé. Entre sus palabras se desvela ese porqué.

jueves, 21 de marzo de 2013

Recordar qué es una buena historia

En estos días me dediqué a leer El túnel, de Ernesto Sabato y me sorprendió porque me esperaba una lectura más elaborada. Hacía tiempo que no leía un libro tan directo y tan poco complejo a la hora de leer, quizá porque solo trata un tema a un mismo tiempo. El libro comienza en las primeras líneas diciendo que es Pablo Castel y avisando de que mató a una mujer, María Iribarne, de ahí en adelante se dedica a exponer las razones que lo llevaron a ese asesinato, cuyas razones se parecen tanto a las que se dan en los crímenes pasionales, hay una sinrazón constante y una obsesión por el objeto perseguido que lleva a conjeturar más que a saber a ciencia cierta.

Es curioso que este libro, tan ameno de leer, que incluso yo leí en tiempo record, nos recuerde de golpe qué es escribir una historia. Es poner un principio, un medio y un final, tal que así, eso y nada más, pero entre medias elegir las palabras adecuadas y lograr el efecto perseguido. 

Mientras leía estas páginas leía una advertencia hecha en algunas páginas no sé si de Walter Riso: ese amor que parece más perfecto, es de todos los posibles el peor. Ese amor obsesivo que se afana en saber qué está haciendo en cada segundo la persona amada.

Pues bien, El túnel, ese amor obsesivo de Pablo Castel hacia María Iribarne trata. Y es ella quien lleva las de perder. Un libro recomendable sin duda.


miércoles, 20 de marzo de 2013

Verbo cobrar

Leo un titular en la prensa: Recoger setas en los montes públicos estará regulado con cotos y tasas.

Parece ser que los micólogos critican que "se cobre por recoger algo que silvestre que no sembró nadie".

Si nuestras generaciones pasadas levantasen la cabeza no se lo creerían.

Sobre escritores y escritos

Entro en la biblioteca para agotar el intervalo de una hora, elijo la biblioteca porque es el único lugar de la villa marinera en que una hora vuela. No puedo llevarme ningún libro, ni me apetece ampliar la documentación de mi novela, de modo que miro en la estantería de escritores españoles y me dedico a hojear libros. Visto así se diría que hay muchas editoriales dispuestas a publicarles, sin embargo sabes que no es así, que están ahí por distintas circunstancias y que en ocasiones, incluso alguno de aquellos libros en tu opinión no se merecen estar ahí; sabes que haberlos hailos.

Sin embargo escuchas la conversación de dos chiquillas, una tiene un mp5 y le cuenta a la otra que aunque jamás había tenido interés en leer libros, ahora lee mucho, pero ninguno de los 400 que el cacharro ese tenía metidos en sus tripas, sino que se los baja de Internet. La chica le hace preguntas sobre aquello y ella cita a muchos escritores clásicos que no le apetece leer, Edgar Allan Poe entre ellos. Mientras elijo un próximo libro de aquellos que quiero leer, la chica le dice el libro que la tiene enganchada de veras, uno que se bajó de la red. Cita título y autor, es una autora española, por cierto, la novela que la tiene tan enganchada va de piratas, doy vuelta a la estantería y pruebo suerte, a ver si esa autora está por allí, pues está y tiene varios libros, pero falta ese, de modo que no puedo investigar. Pero sí concluir que quizá hoy se lee más que antes, pero que quizá no son buenos tiempos para un autor. Escribir un libro aceptable lleva tiempo, ya no digamos publicable. Me duele infinitamente que se haga trampas en ello y me digo que las cosas no debieran ser así. No creo que sea tan complicado terminar con la piratería, así de primeras me parece muy sencillo. Mucho más sencillo que escribir un libro que resulte inolvidable para quien lee.

A un autor novel no le publica una editorial, ninguna. Algunos premios de literatura ya tienen ganador antes de publicar las bases de concurso. Y en Amazon, si bien lo he entendido, te pagan cada cien libros vendidos, y cada país cuenta a parte. Debes juntar cien ventas en Francia para cobrar lo de ahí, otras cien en Alemania, otras cien en España, otras cien en Rumanía...o cualquiera que sea el país, pero copiarte y leerte gratis, no cuenta con tantas trabas. Triste que esto sea así.





lunes, 18 de marzo de 2013

Habitaciones cerradas

Este libro de Care Santos es un libro que ha conseguido lo que pocos logran: tener 493 páginas y mantenerme todo el tiempo en vilo. La historia es apasionante porque va desde la Barcelona de 1900 a la de 2010 como si cualquier cosa, el hilo conductor del ayer es un pintor famoso, Amadeo Lax y el del ahora, su nieta Violeta, que a través de los cuadros de su abuelo intenta reconstruir su pasado familiar. La parte central de la historia pertenece a un hecho real, el incendio que destruye los Grandes Almacenes El Siglo. Dentro del libro y según confiesa la autora está la crónica tal cual, que un periodista narraba en un periódico local, con la única salvedad de dos golpes de efecto que ella aclara en las notas que escribe al final. Esta crónica encaja a la perfección con la forma en la que es narrado todo el libro y se intercala en ese momento para aclarar el alcance de ese hecho, que lleva a los grandes almacenes a su completa demolición. 

No me gusta contar la historia de los libros que leo, porque a veces desvelarlos es destriparlos, pero lo que sí puedo contar es que Habitaciones cerradas me ha sorprendido por su perfección. Creo que dentro de este libro se retrata a una sociedad entera, la de ayer y la de hoy, que cada personaje, tan distinto del otro, logra que uno a uno todos encontremos referentes en nuestra realidad diaria. Están los ingenuos, los soñadores, los ambiciosos, los crueles, los aprovechados, los almas de cántaro, los chismosos...y un largo compendio que junto a la exquisitez de las palabras elegidas y conjuntadas y junto a la historia bien diseccionada y aderezada, consiguen nuestra benevolencia final.

Es un libro que no leí, disfruté; que no vi desde afuera, sino pisé desde adentro; que no imaginé pues sentí; y creo que ahí se esconde el talento inequívoco de un autor. Es un libro que voy a releer y que recomiendo a todo aquel que quiera divertirse leyendo. También un libro que como aspirante a terminar mis propias historias me deja en pañales, al tiempo en que me señala la dirección, por lo tanto y para concluir, un libro gratificante. Uno de los mejores que haya leído, porque para mí lectura grande equivale a diversión. Queda dicho.

sábado, 16 de marzo de 2013

La fábrica de armas de Trubia

Recuerdo lo mucho que de pequeña me impresionaba ese lugar, semejante a una cárcel. Y lo extraño que se me hacía que allí se fabricasen armas con las que ir a una guerra y matar gente. Lo mucho que me oponía a esa idea de ir por ahí sembrando muertos.Y todas las preguntas que de cuando en cuando volvía a hacerle al abuelo sobre esa guerra en la que una vez participó, donde se usaron armas de aquellas. También sus silencios tristes y sus deseos de que algo así no volviese otra vez.

Sigo pasando de cuando por esa fábrica de armas y sigo sintiendo más o menos lo mismo después de treinta y siete años, la diferencia es que ahora sé, que sea en el lugar que sea, se seguirán fabricando armas y que aquí, en este momento 600 puestos de trabajo peligran. Otros 600 más de toda una larga suma. Mala época para mantener un trabajo y vivir de un sueldo.

La noticia aquí aquí el impresionante lugar.

viernes, 15 de marzo de 2013

Ingredientes necesarios para la vida

Todo  va bien, con sus más y sus menos todo va bien, dirías que tu vida es perfecta hasta que sucede algo que la pone patas arriba y te das cuenta de que por ti solo nunca lo vas a poder solucionar.

Por favor, leer esta entrada

miércoles, 13 de marzo de 2013

Los héroes invisibles de cada día


Nueve de la mañana, hace un frío espantoso y además graniza de cuando en cuando. Una mujer que no es del país, se le ve en sus rasgos y la forma de vestir, está sentada en una caja de plástico, que seguramente le prestó una cajera del supermercado. Y que sin embargo no le dejó pasar, es por eso que pide en el exterior del supermercado. Lleva un pañuelo anudado en la cabeza, viste una falda verde y un jersey amarillo, sobre la ropa lleva un delantal negro. Y calza unos zapatos muy gastados de los que asoman unos calcetines cortos de color rojo.

Hace un frío tan insoportable que se mete bajo la piel, ella está sentada con gesto desesperado mientras la gente sin mirarla atraviesa la puerta del comercio, sabe que a la gente que pasa hacia adentro, casi todo el tiempo le resulta invisible. Cada quien pasa con sus propios problemas, acuciados por una crisis que solo pesa a un lado de la balanza, el otro mientras tanto rebosa, pero quienes le pueden ayudar se encuentran situados en el lado más bajo, de ahí su desesperación. Sabe que la mayoría aunque quisiera no le puede ayudar, que lo cierto es que están para que les ayuden. Pero la suya es una situación tan precaria que hace, que incluso un día como hoy, esté allí. Sin un chaquetón que le proteja del frío, o unos guantes que descongelen las yemas de sus dedos aunque sea por una vez.

Ella sale de hacer su compra con lo justo. La ve mirar hacia la nada, creyendo estar encerrada en su eterno halo de invisibilidad, y deja caer unas monedas en el pequeño cesto de mimbre que conserva entre las manos. La mujer le da las gracias y le desea un buen día. Ella creía hasta ese momento que las cosas no le podrían ir peor, también sabe que si se encontrase en la situación de esa mujer esperaría una ayuda mínima, lo que fuese. Sabe que si hubiese una historia de heroínas para contar, esa mujer la tendría, pero es una historia que ella nunca escribirá, no tiene necesidad, la vive porque es su vida. Se trata de la historia que nadie quisiera protagonizar. 

Ella tiene un pensamiento fijo en su mente: una chaqueta mullida por dentro e impermeable por fuera, es todo lo que puede pensar durante su regreso a casa. Una chaqueta que tiene localizada en su armario para ella, sólo piensa en llegar rápido a casa para regresar con ella antes de que se enferme. ¿Acaso tendría para medicamentos viviendo en la calle y de la caridad? ¿Quién la cuidará si se enferma? Es en todo lo que puede pensar.

Hay historias que piden ser escritas, pero que quizá nunca lo serán, podrían ser oídas sólo con que alguien se detuviese a escuchar. Porque hay historias que gritan. Golpean fuerte, crujen ante los ojos sólo segundos. Pero se llevan por dentro la eternidad.


martes, 12 de marzo de 2013

Retazos...


A veces no somos conscientes de que la vida va pasando a ratos, que en ese momento en que aparentemente no pasa nada, nos están pasando instantes que jamás volverán. Y que una vez pasados nos dejarán el sabor de algo dulce y paladeado.

Momentos que un día volverán cuando ya no estén, para que sepamos que lo que fue importante no muere.

Momentos que vivirán siempre

domingo, 10 de marzo de 2013

Construcciones añejas

Me gusta viajar porque el hecho de desplazarse en coche por este paraíso natural asturiano supone verse deslumbrado por tanta belleza. Algo que me apasiona son las viejas construcciones que perviven siglo a siglo, dejando una impronta de otros tiempos ya lejanos.

Estoy documentando con mayor precisión mi eterna novela y os dejo una maravilla que encontré: un blog, que sigue la estela de otros blogs, que tratan el mismo tema. 

Espero que os apasione tanto como a mí.

O quizá siempre

A veces uno lee un poco de aquí y un poco de allá y recupera la esperanza en el ser humano.
Por eso lee.

sábado, 9 de marzo de 2013

Sobre literatura

Puede que alguien a quien le guste escribir no sepa muy bien qué es la literatura. Pero a buen seguro alguien a quien le guste leer, reconocerá las palabras que contienen sabiduría solo con leerlas. También sucede lo mismo con las palabras que contienen corazón, que no son huecas, ni resuenan de cualquier manera. 

No quiero extenderme mucho porque quiero que leáis el enlace que os dejo a continuación. 

Y si queréis saber algo más sobre escritura os aconsejo que indaguéis por su blog, en el apartado Bibliografía y Artículos, así como para empezar. Hay entre todos esos escritos mucho espacio para la emoción y la reflexión. 



viernes, 8 de marzo de 2013

Si nos atenemos a los datos

Titular de la Nueva España de ayer: Más de 20.000 amas de casa asturianas se han lanzado a buscar empleo durante la crisis. El alto paro de larga duración entre los varones mueve a las mujeres a intentar su incorporación al trabajo fuera del hogar. Aumenta la brecha salarial entre hombres y mujeres.

Creo que son malos datos para celebrar El día de la mujer, a título regional y con los datos que tengo más a mano, a decir verdad, al lado, junto a la mesa, desde donde me mira el periódico de ayer. Si indagamos los mismos datos a nivel del país, la cosa alarma, disculpen que no tenga la información. Si miramos al mundo en general quizá querríamos irnos a vivir a otro planeta, no sé.

En todo caso feliz día de la mujer porque tenemos por delante mucho camino por recorrer. En tiempos mejores, espero.


jueves, 7 de marzo de 2013

Rabietas para un mundo por mejorar

A todos los trabajadores de la empresa se les comunicó que habría una reunión. En ella se les expuso que este año no se produciría la subida que cada año se estipulaba a principio de año. La razón, que como todo está tan mal y hay tan poco trabajo, la empresa quiere repartir sus pérdidas entre los trabajadores. En la reunión algunos se defendieron, porque en los años -casi todos- que la empresa se encontró entre las tres primeras de país en beneficios; nadie los repartió. ¿Es que acaso no lo consideraron igual de justo?

Ayer mismo todos los telediarios del país, anduvieron erre que erre con una noticia: Un banco importante está dispuesto a ofrecer 400 euros a la familia que haya perdido su primera vivienda, (ósea, la única) por motivo del desahucio. 

- ¿Acaso no sería mejor ayudar a las familias antes de dicho desahucio? Siendo esa una buena noticia de verdad...

Una sorpresa para hoy


Celebro cada libro que nace a la vida porque es un reto. Es mucho tiempo de trabajo e ilusión, cuando a lo mejor, mientras tanto, el mundo alrededor se desmorona.

Lo celebro porque habla del arrojo de su creador. Porque es un nuevo aporte al mundo que viene de la mano de su autor. 

También lo celebro porque espero algún día poder presentar algo propio, cuando deje de batirme en duelo entre mis miedos y mi tesón, cuando crea que al fin he logrado algo que vale la pena. Ayer leía en algún blog la una frase que venía a decir algo así: Crea algo imperfecto, no olvides que lo importante es crear. Que viene a ser aquella frase de García Márquez: Mis libros no tuvieron otro escritor mejor, tuvieron que conformarse conmigo. 

Celebro cada libro por eso, porque independientemente de sus ventas o su aceptación, está concluso. Porque muchas palabras con principio hallaron fin. Porque cuando un libro se termina de escribir y es presentado, todo comienza.

Isaura del Valle os presenta su libro Como veréis a golpe de vista resulta muy acogedor. Entre las tristes noticias diarias, celebro cada libro con ilusión. Es la vida presta a vivir de otra forma.

martes, 5 de marzo de 2013

Tiempo de recuperación

He descubierto que sólo cuando leo un libro que disfruto puedo callar, porque comprendo que afortunadamente, no todo tengo que decirlo yo.

Estoy leyendo, después de mucho tiempo haberlo intentado, Habitaciones cerradas, de Care Santos. Y a ratos más bien cortos, escribiendo una historia que me apasiona de nuevo. Es maravilloso que unos personajes que creaste diecisiete años antes, sigan conservando la misma emoción, con la que sin saber por qué motivo, se presentaron ante ti.

De Habitaciones cerradas diré que lo estoy disfrutando de lo lindo, como siempre se disfruta de aquello que a uno le hubiese gustado saber escribir. Trata de lo poco que sabemos de nuestros antepasados, y refleja un mundo tan excelso que ando a carreras por la casa para hacer todas las tareas pendientes y sentarme, a leer, o en ocasiones a escribir. Me hace recuperar tanta ilusión que después de mucho tiempo disfruto al cien por cien ser sólo ama de casa. Una mujer normal y corriente ( al menos me gusta pensarlo), que a veces, incluso no tiene nada que decir

...Me gusta cuando callo porque estoy como ausente...


viernes, 1 de marzo de 2013

Leer de nuevo, contar

Ese instante en el que la historia vieja despliega su mirada ante ti y ves las escenas que contaste, llenas de vida pero que ocultan la parte importante. Ese momento en que escenas nuevas se trazan, esas que no escribiste pero que estaban ahí y ahora captan toda tu atención mientras cuentas.

Dos enfoques de una misma historia que apenas comienza.

jueves, 28 de febrero de 2013

Haraganeando

A estas horas debería estar re escribiendo, porque en eso es en lo que estoy, no corrigiendo, como en principio pretendía, sino escribiendo de nuevo mi ópera prima. Después de pensar en ella durante casi diecisiete años, me perdonarán ustedes que no pueda ser la misma, sino otra versión; como supongo yo misma. Es imposible que hasta yo en este momento sea la misma que escribió por entonces, con todo lo que llovió después.

Luego ¿qué sucede?, que cuando no comienzo a escribir de madrugada me pilla el tren y ha pasado mi hora de escribir, con la tranquilidad que preciso para disfrutar al tiempo que escribo. Único requisito imprescindible para que el resultado sea el que quiero. De modo que sí, he estado perdiendo el tiempo, pero he de decir que no todo lo considero tiempo perdido. A veces pierdo el tiempo pero no es perdido, sino invertido. He aquí lo obtusa que soy, me consta, pero a veces, las musas se confabulan en traerme respuestas que alguna vez pedí.

¿Qué es un escritor?, es una persona. ¿Cuanta vanidad se alberga en un escritor?, la misma que en su persona. ¿Qué puede aprenderse de un escritor?, lo mismo que esa persona haya aprendido. ¿Dónde está lo importante pues?, en hallar a la persona adecuada para aprender lo preciso.

Pues bien, después de perder durante bastante tiempo la mañana doy por cerrado mi tiempo de hoy para escribir. Me compraría cinco horas seguidas de tiempo ahora mismo para mi ópera prima si pudiera, pero  no puedo, de modo que otra vez será. E intuyo que habrá durante este año más días de lo mismo, se siente, tal vez nací así o tal vez me he ido estropeando con el tiempo, quién sabe. Os dejo lo que las musas me han dado como premio para compensarme  por todo ese tiempo que perdí. No siempre son tan generosas, lo juro.

La sinceridad abierta de Care Santos. Lo dicho, un premio.

Preguntas para las que sí tenemos respuestas

A diario escuchamos las noticias y nos preguntamos por qué es tan sencillo dejar a tantas personas sin puestos de trabajo y tan complicado destituir a unos cuantos de sus puestos de responsabilidad, cuando está demostrado que no han sido responsables.

A diario vemos lo implacable que es la justicia con unos y lo flexible que es con otros.

A diario vemos como a unos se les quitan derechos y a otros se les multiplican.

Podemos ser muy ignorantes, pero lo que no se puede pensar es que además nos chupamos el dedo. A diario tenemos que recargar las pilas y mirar al futuro con alegría, y recordar que mañana, cuando despierte la mañana será otro día, y vendrá otro más y sumará un año. Y que quizá para entonces todo será mejor, aunque no nos guste lo que vemos todavía...

miércoles, 27 de febrero de 2013

El tiempo da las respuestas

Ahora sé que cuando algo no funciona es porque al fin y al cabo no estaba de ser.

Que cuando algo no funciona no es culpa de nadie, o en todo caso de todos a la vez.

Que cuando algo no funciona se acaba abandonando, por eso, porque no funciona.

Ahora sé que no hay que buscar motivos, puesto que no importan, si aquello no ha funcionado y no es.

Sé además que todo lo que se deja atrás, porque no funciona, no se echa de menos. Otros intercambios que
sí funcionan llegan para ocupar ese espacio que quedó vacío.

Ahora sé que puede parecernos injusto que se rompa de forma brusca y para siempre la relación con la buena gente. Pero también sé que aunque duela a veces se hace necesario romper.

Si alguien espera que le sirvas eternamente y no estás dispuesta. Es tu decisión dejarlo a un lado en tu vida le pese a quien le pese. Porque tu vida no se trataba de eso. Tu vida te estaba esperando en otro lugar.

Ahora lo sé. Porque el tiempo da siempre las respuestas. Cuando algo sale de tu vida es para dejarle sitio a lo que espera para entrar. Así de simple y claro, así de complicado mientras se acepta.

...Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar...(que escribía Machado, que canta Serrat).

Os dejo una entrada sobre los buenos tipos, que pese a todo son controladores. Y al final son buenos tipos, pero abandonados, a fuerza de tanto sitiar.

martes, 26 de febrero de 2013

Mi única amiga


Hoy es el cumpleaños de mi mejor amiga. Ella trabaja en un despacho al que llega la gente que busca solución, cuando desde otros lugares no se la han dado. Es asistente social. No suele hablarme de su trabajo porque guarda como nadie el secreto profesional, pero se asfixia cada día por toda esa gente a la que por mucho que quiera, por temas burocráticos no puede ayudar. Una vez, cansada hasta límites insospechados por esa carga emocional negativa, de desvivirse por hacer algo y no poderlo lograr, me decía: Imagínate, yo que debo darles ánimos, hacer que miren pese a todo la vida con esperanza, tuve que darme la vuelta mientras hacía una fotocopia de todo lo que me aportaron y ponerme a llorar. Yo que estoy para ayudarles es lo que puedo ofrecerles, darme la vuelta, esconder mi llanto y arreglármelas como puedo para disimular...

Hace meses le cambiaron el despacho, pasó de un edificio desgastado a un ayuntamiento lujoso, con todas las comodidades del mundo. Ahora vive en las dos caras de la realidad, la de quienes llegan en coches de gama alta, trajes caros y viven vidas de cuento. Y quienes llegan sin nada, esperando un cobijo, una mano amiga, una ayuda mínima necesaria...y como llegan se van...porque para los formularios les falta algún requisito.

Coincidimos solo dos años a tiempo real, luego ella se fue a vivir a otra comunidad, y a veces, cuando mis hijos quieren ser crueles conmigo me dicen: Es tu única amiga y eso sólo porque está muy lejos, que si no, no te quedaba ni una. Con esa frase, bastante cierta pese a todo, intentan ofenderme y sin embargo me río y les respondo que estando ella me basta y sobra, porque en verdad no necesito ninguna más. Me alegro de saber que en el mundo existe una persona como ella. Aunque solo sea una. Porque es perfecta.

Su marido se quedó al paro hace poco. Barajan la posibilidad de irse a vivir al extranjero. En mi entorno hay más gente barajando esa posibilidad en vista de todo lo visto. Y yo sé que donde quiera que viva, donde quiera que esté es y será para siempre mi mejor amiga. Es la clase de persona con la que siempre se puede contar. Y es su cumpleaños, es la única persona que me conoce en carne y hueso, que sabe de este lugar y no sé si lo sigue, una vez le di la dirección y nunca más hablamos de ello.

Hoy cumple 44 años, no pasa por un buen momento, como el resto de los conciudadanos que vivimos con honradez. Pero pase lo que pase nos mantendremos en pie y saldremos de ello. Seguiremos siendo quienes somos pese a quien pese, y seguiremos manteniendo la esperanza y la amistad porque aunque suba el IVA no nos lo pueden cobrar. 
Quien diseñó la vida tuvo la lucidez de hacer las cosas de verdad importantes gratuitas =)

¡¡¡Felicidades!!!