Ese vídeo pertenecía a un programa que nunca se pierde porque le encanta, y que a mí me gusta, pero que a esas horas ando tan atareada por la casa que casi nunca veo, craso error que a partir de ahora ya sé solucionar; pasándolo a la tableta como él me enseñó a hacer. Y es que los hijos terminan siendo nuestros mejores maestros porque nos conocen como si hubiéramos compartido un mismo cuerpo alguna vez. En ese vídeo, se conjugaban juventud y ancianidad, deseo de aprender y deseo de enseñar, y quizá algo más, quizá se recogía en cierta forma el testigo en valores para generaciones futuras, me gustaría que sí. Ese vídeo reunía a una persona que mi hijo admira muchísimo y otra que admiro yo, a mí la muerte no me aleja de aquello admiré alguna vez; lo que admiro se hace eterno.
En una parte de la grabación el hombre de mayor edad hace una referencia a Internet muy positiva, viene a decir que es un lugar que aún está por construir y que desde aquí se puede dar un salto importante para defender los valores sociales que hoy faltan en las capas del poder. También casi a lo último de esta maravillosa entrevista que todos debiéramos ver se establece el compromiso de volver a charlar dentro de cincuenta años. Los dos están de acuerdo en hacerlo, de modo que yo les propongo que mantengamos viva esta entrevista durante al menos cincuenta años, viéndola de vez en cuando. Es una petición saludable cuando a diario estamos sometidos a tanta manipulación.
Os dejo ese vídeo aquí, disfrutadlo AQUÍ
Con el tiempo algunos enlaces dejan de funcionar, de modo que anoto para no perderlo:
ResponderEliminarPrograma Salvados, Jordi Ébole entrevista a José Luis Sampedro.