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lunes, 17 de mayo de 2010

Ignacio del Valle




La revista biblioasturias, que como ya dije está también en internet,me llevó en una entrevista preciosa hasta este asturiano ganador de más de cuarenta premios literarios. Me sorprendió que una sola persona pudiese ganar tantos premios y que nadie le hiciera una mísera entrevista de televisión, después encontré a Care Santos, que lleva más de cuarenta libros publicados y de la que no había oído hablar y confirmé lo que ya intuía, que en este país solo le dan cancha a los cutres y a los casposos las más de las veces, sobre todo en la franja horaria de la tarde que podría dar mucho juego a las nuevas generaciones. Podríamos al menos hacerles entender que deben luchar por ser algo que valga la pena, tal vez así no nos quedaríamos de piedra cuando escuchamos lo que quieren ser de mayores. La mayoría quieren ser famosos de esos que no dan un palo al agua y se forran a costa de inventar bulos e insultar a todo el mundo. Desgraciadamente la tarde se les queda corta y ya nos copan la noche con esa basura de programas. Resultado: la televisión que antes fue algo es ahora un objeto apagado, sencillamente porque ya no hay quien la vea sin llenarse de bilis, de enfados o de asco.
Me desvío del tema, a lo que iba: esta entrevista a Ignacio del Valle contiene muchas reflexiones en voz alta llenas de contenido, apunto una:
Siempre digo que la patria de un escritor es su biblioteca. Y que soy escritor gracias a la biblioteca pública de Oviedo. Gracias a ella comprendí que se había enseñado a respetar la literatura en vez de amarla.
No puedo estar más de acuerdo, sobre todo después de leer varios libros de letra muerta de escritores españoles de rancio abolengo muy laureados y enjutos. Y muy vitoreados por sus editoriales. Durante años me aparté de la literatura española por no toparme con ellos. Pero ahora me informo más y mejor y hay una veta de escritores comprometidos cuyos libros laten porque están vivos, porque trasmiten, porque reflejan la vida tal cual es, y son esos los que me interesan. Y me alegro de encontrarlos porque me hacen sentirme menos sola en esta afición que tan solo crece de un día para otro formando un dúo inseparable lectura-escritura.
Cuando leí De donde vienen las olas me atrajo la elegancia de su estilo y su precisión, así como lo visual de su escritura. Yo veía las calles de Oviedo mientras leía, o las olas de la playa de San Lorenzo, todo como si estuviese ante mí. Eso me impactó. Como anécdota diré que este libro me hizo correr al diccionario en infinidad de ocasiones para hallar palabras cuyo significado ignoraba, y que a veces me saltaba porque no podía detener su lectura para apuntar.
De Los demonios de Berlín decir que esa niña que aparece en la parte derecha me ganó en cuanto apareció. Y que seguí el libro intrigadisíma de lo que iba a pasar con ella, podía verla como si fuese alguien real y me pareció una chica encantadora. Hasta aquí puedo leer. Quien quiera conocerla ya sabe donde está, es alguien a quien vale la pena conocer. Su autor también.
Por cierto, tiene blog El marfil de la torre. Un lugar que vale la pena visitar.

1 comentario:

  1. 4 comentarios:

    rodericus2009 dijo...
    Como buén catalán que ya peina canas, se distinguír la cultura "oficiál" de la cultura reál nuestra de todos los dias. Digo lo de catalán, por que por aquí, aparte de la división entre escritores reconocidos, (tengan interés o nó) y desconocidos (aunque tengan calidád intinseca), tenemos la división entre patriótas ó apátridas. Lease por patriota aquél escritór con buenos contactos en el gobierno y amplia promoción en los medios. Comparte la misma visión del mundo que los que nos gobiernan, y es promocionado por la maquinaria oficiál. Apátrida es aquél, que aunque siendo un prodigio de las letras, no dobla el espinazo ante las autoridades de la cosa, y además incordia con sús opiniones y criticas a la casposa realidád. Y si además escribe solamente en castellano, se le declara oficialmente apestado, se le hace el vacio, y no se le invita a la feria del libro de Frankfurt, a pesár de ocupár un buén puesto en la clasificación de ventas, y ser tan catalán como el que más, y estár traducido a veinte idiomas.
    En este jo.... país, en todas partes hay el mismo problema con la cultura. Exíste la "oficiál", y la de todos.
    Que asco.
    18 de mayo de 2010 10:38

    Begoña dijo...
    Pues es algo que no imaginaba, ya ves, y venga a leer tostones de libros intentando encontrar algo tan imprescindible como la sensibilidad. Pero al final ya se sabe, el que busca encuentra. Porque se trata de buscar, a fin de cuentas aunque queramos el mundo no lo vamos a cambiar. Ojalá.
    Saludos
    18 de mayo de 2010 10:43

    rodericus2009 dijo...
    Podemos cambiár el mundo, solo es cuestión de voluntád
    18 de mayo de 2010 13:34
    Begoña dijo...
    Ah, pero es voluntad de los grandes y siempre se miran el ombligo, se dejan llevar por la avaricia e ignoran a los pobres. Lo llevamos crudo.
    18 de mayo de 2010 21:47

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