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viernes, 26 de julio de 2013

Una llamada a la reflexión.

Si amas los libros tienes un deber fundamental, respetar los derechos de autor.

No quiero extenderme, solo quiero que leáis esta entrada de Care Santos, que hace un llamamiento a la sensatez y a la reflexión, necesario para todos aquellos que queremos seguir leyendo libros. 

http://silencioeslodemas.blogspot.com.es/2013/07/algunas-respuestas-necesarias-la-carta.html




Alfred y Emily, de Doris Lessing

Este libro, que encontré cuando buscaba algo interesante que leer en una de las bibliotecas que frecuento, salió a mi encuentro. Respondiendo por sí mismo por qué motivo leo. Leo porque entre los libros busco la vida; la parte que entiendo y la que no, porque leyendo intento comprender como puede mejorarse el día a día e incluso cómo proyectar desde el pensamiento un mañana mejor. 

Rebuscando por allí en esa mañana estaba retando al mismo Dios, diría, porque a veces los sucesos cotidianos nos sobrepasan de tal manera que uno, sin ser consciente siquiera, no deja de buscar el modo en el que nutrirse por dentro, para en lo posible lograr un equilibrio entre la forma de vida que sí quiere y la que no.

Doris Lessing pasó durante las 320 páginas de este libro a ser mi escritora favorita, más que por su forma de escribir, que también, por su forma de extraer un significado de los hechos que vivió. Marcada por la primera guerra mundial, que le tocó vivir cuando era niña, padeció durante parte de su vida, por no decir toda, sus consecuencias. Este libro contiene un cofre de tesoros que despliega ante ti, con tiento y con verdad, sin crueldad, sin mal gusto, sin acritud; por eso no los contagia mientras lees, porque es un relato que mana de una forma amable de ver el mundo y de la reflexión. En él construye la historia que quisiera que hubiese sido y aquella que fue, y lo hace desde la vida que tuvieron sus padres; la suya propia.

Para mí descubrir a Doris Lessing fue encontrar, quizá, a mi escritora. La que habla el mismo idioma que yo, la que sigo sin entrar en vericuetos que no entiendo, ni sé hacia dónde van, llevándome en un sin vivir. Si su escritura fuese agua de mar, sería el remanso, la ola que te mece y no te desborda, la que te mantiene a flote, la que deja nadar y bucear bajo su manto descubriendo para ti toda la belleza contenida en ese fondo marino que nunca te paraste a atisbar. En lo personal coincide con un momento vital en el que salí a pedir ayuda, para alguien de mi entorno a quien tengo que curar. Y me encontré en una sala llena de mujeres que hablan mi mismo idioma porque pasaron por lo mismo que yo. Fue una decisión que llevo calibrando durante muchos años y que, quizá entre las páginas de este libro me trajo el valor que dar este paso. Un personaje de Alfred y Emily me hizo reaccionar y recorrer toda la distancia entre mi casa y ese lugar en el que encontré un montón de amigas de todas las edades que hablan también el mismo idioma que yo. Juntas escribimos en voz alta la historia que nunca relataremos ante nadie más, es curioso que un año en el que yo me proponía publicar en Amazon, se pospone, porque voy a publicar otros relatos que nunca copiaré en papel y a escuchar otras historias que son como libros escritos, que nunca propagaré.

Este año puede que mi escritura, innecesaria por otro lado, no crezca demasiado, pero ese Dios al que retaba puso en mis manos a una escritora muy prolífica que no leo, disfruto, que no sigo de forma tortuosa, porque me lleva de la mano de esa conciencia prístina que traspasa el papel y se mete de lleno en mi vida. Es la clase de escritora que quisiera ser. Y el mundo me la ofrece ya hecha y a punto para el deleite. Me gusta el tipo de escritor reivindicativo, así que estoy de suerte, creo que durante mucho tiempo me quedaré entre la letra escrita por Doris Lessing, aquella que durante tantos años busqué y que por fin encuentro. Amén.

viernes, 19 de julio de 2013

Números cardinales, de Andrés Suarez

Llegaba a casa hace unos días cocida de calor dentro de un coche del que sólo deseaba bajar, cuando sucedió algo inesperado, en el dial que tenía sintonizado comenzó a sonar una canción que se me antojó compuesta por primera vez, porque quizá la vida cotidiana a veces peque de adornada, lo cierto es que no sé. Sólo puedo asegurar que preferí seguir en esa sauna improvisada hasta escucharla en su totalidad. Y me atrapó.

Tuve suerte porque en cuanto terminó, alguien -lo que no siempre sucede- me aclaró; éste era Andrés Suarez con su canción, Números cardinales. Desde entonces no volví a localizarla en esa emisora ni en otras, pero aún no me canso de escucharla y me sigue sonando a vida cotidiana, a espera prolongada, a naturalidad.

...Es curioso este hilo tendido de puentes, llamado Internet,que te llevan a encontrar para ti solo aquello que te niegan los demás...

Números cardinales

jueves, 18 de julio de 2013

Anotar frases importantes




A veces uno se levanta con mal pie, o simplemente desinflado por todas esas cosas cotidianas de la vida, y cuesta remontar. Hace tiempo compré esta agenda de color rosa para anotar todas esas frases que se encuentran alguna vez y que es necesario no olvidar, con la idea de regalárselas a mi madre, sigo en ello, pero a veces mi letra no me parece lo bastante buena y me pregunto si no tendré que comprar otra agenda y copiarlas de nuevo. Mientras tanto la sigo rellenando y me doy cuenta de que en todas esas frases se esconden las frases más aleccionadoras de vida.

Os dejo una que anoté:

Cuando te levantes por la mañana, da las gracias por la luz matinal, por tu vida y por tu fuerza. Da gracias por tus alimentos y por las alegría de vivir. Si no ves la razón para dar las gracias, el fallo está en ti.

                                                    Tecumseh (1768-1813)


*Ahora resulta que cuando tengo un mal día, en esta agenda encuentro todas las razones para volverlo bueno :)


martes, 16 de julio de 2013

Busca tu meta, la necesitarás

No sé abandonar. No conozco la palabra rendición y creo que tiene mucho que ver con las habilidades deportivas adquiridas en la niñez, que hacen que extienda el deseo de traspasar la meta a todas las áreas de mi vida. Y a veces la solución más inteligente la ampara la rendición, que a veces más que una derrota sería un acierto.

Esto me estoy planteando muy seriamente en una etapa estanca en la que todo ya no depende de mis fuerzas, son otras las que están en juego y en esa parte siempre hubo lo contrario, un dejarse llevar, un que luchen por mí, un que se ocupen de todo lo demás mientras yo estoy aquí, anclado a ese sentimiento de que nada de lo que haga puede variar el resultado.

Esa será al final la trampa mortal.

domingo, 14 de julio de 2013

Palabra de Malala

Creo de una manera firme que la voz de esta adolescente de dieciséis años contiene la esperanza de nuestro mundo, un mundo que ahora está en un cambio frecuente pero no por ello a peor. Creo que siguiendo su ejemplo a cualquier edad, se lograría la clase de mundo que no excluiría a nadie. Y que ese es el único mundo por el que debemos luchar.

Celebro verla así de bien y escuchar todo aquello que de hoy en adelante nos querrá decir, porque su voz no es solo su voz, es la voz de todos y cada uno de los que soñamos construir desde la paz y el respeto un mundo mejor.

Gracias Malala por este regalo lleno de coraje, sabiduría y amor.

"Un libro y una pluma pueden cambiar el mundo", eso dijo, entre otras cosas en su reciente discurso ante la ONU. Buscad información, no os lo perdáis. Y contagiaros de su actitud como forma de vida, lo agradeceréis.

Palabra de Malala

Creo de una manera firme que la voz de esta adolescente de dieciséis años contiene la esperanza de nuestro mundo, un mundo que ahora está en un cambio frecuente pero no por ello a peor. Creo que siguiendo su ejemplo a cualquier edad, se lograría la clase de mundo que no excluiría a nadie. Y que ese es el único mundo por el que debemos luchar.

Celebro verla así de bien y escuchar todo aquello que de hoy en adelante nos querrá decir, porque su voz no es solo su voz, es la voz de todos y cada uno de los que soñamos construir desde la paz y el respeto un mundo mejor.

Gracias Malala por este regalo lleno de coraje, sabiduría y amor.

"Un libro y una pluma pueden cambiar el mundo", eso dijo, entre otras cosas en su reciente discurso ante la ONU. Buscad información, no os lo perdáis. Y contagiaros de su actitud como forma de vida, lo agradeceréis.

jueves, 11 de julio de 2013

Pagar por aparcar



Desde la alcaldía siguen con la propuesta de pagar por aparcar en las inmediaciones de la única playa decente del concejo, desde la ciudadanía sigue el cabreo. Sería dos euros diarios por aparcamiento, o la opción de comprarse un bono de 30 euros que serviría para todo el mes.

La gente no se fía de lo que se hará con esa recaudación en un ayuntamiento que ha tenido varias irregularidades. Además de ser consciente de que el aparcamiento y el mantenimiento del resto de las playas dan pena penita pena, en los que ya se cobra mediante gorrilla y te las ves para aparcar sin que una de las piedras del camino hecho una completa birria te deje varado. O que uno de los tantos baches te lleve a volcar. Y para más inri la cosa está como está y los bolsillos de la gran mayoría ya no dan para nada más, pero la alcaldía erre que erre con aquello de cobrar por lo que hasta ahora no había que dar ni un céntimo. Vaya, que se ha sumado a la canción general de aquello de subir impuestos a como de lugar, sin mirar que no es tan infrecuente llegar a una de sus maravillosas playas en plena temporada y encontrarla llena de troncos y palos, chanclas sueltas, botes de todo tipo sembrados por la arena, y de todo aquello que prefiero callar, porque andaba justo el presupuesto y porque bla bla bla.

Eso en un año bastante escaso de turistas y en el que curiosamente casi todos los que llegan son europeos, cuentan que si por la situación inquietante de aquellos países a los que solían viajar. Vamos, que lo hacen más bien por seguridad. Y se encuentran las reivindicaciones del pueblo que quiere seguir aparcando en las condiciones en que estaba, caminando un buen trecho desde el aparcamiento hasta la playa, pero sin pagar.

miércoles, 10 de julio de 2013

Espera y reflexiona

Quizá la vida te haya dado la oportunidad de abandonar a un amor para llegar a comprender la facilidad esa con la que un amor te abandona.

Ya sé que no es lo mismo, ya sé que no es igual, he escuchado desde hace mucho tiempo todo lo que intentas explicarme ahora.

Un día entenderás que el amor no se exige, se da, sin esperar nada a cambio.

Un día sabrás que el amor verdadero es aquel que llega para quedarse, y pase lo que pase ten por seguro que se quedará. Y ese es el único que cuenta porque ese sí que es de verdad.

Y a veces para llegar hasta él el camino es muy sencillo. Otras en cambio está lleno de quiebros que sortear. Vamos, no te detengas, la vida es muy corta y hay mucho que celebrar aunque tu corazón parezca contrariado, aunque sepas lo que a veces duele amar...

martes, 9 de julio de 2013

Primer mandamiento



La guerra es siempre una derrota de la humanidad

                 Juan Pablo II

jueves, 4 de julio de 2013

Algo a tener en cuenta a la hora de relatar una historia

Voy a copiar, espero que con su permiso, un comentario hecho por un merodeador al blog La fraternidad de Babel. La entrada es esta.

Os copio, con su permiso espero, el trozo que me llamó la atención:


"Me he regalado La isla de Bowen por mi onomástica y tras unas 70 páginas, me ha encantado su sabor a Verne y Conan Doyle, y que los protagonistas sean personajes de su época, con los prejuicios y virtudes propios de su época, y no personajes trasplantados desde el presente, con una forma de pensar y actuar más propia de la nuestra".
Juan Constantin

 ..."y que los protagonistas sean personajes de su época, con los prejuicios y virtudes propios de su época, y no personajes trasplantados desde el presente, con una forma de pensar y actuar más propia de la nuestra".

Ahora explico el motivo por el que me llamó la atención, llevaba bastantes meses esperando para leer un libro, cuyo título no diré, que me hacía ilusión y que pensaba comprar. Pero que finalmente no compré por eso de que ahora compro los libros que disfruté leyendo, el resto no, y tampoco puedo comprarlos todos, eso por supuesto. Pues bien, resulta que el libro que tanto ansiaba leer, peca en este aspecto y mientras leo me suena a fingido, le veo los hilos con que fue cosido y tanto es así, que mi pesar no puedo con él... Y a mi pesar lo abandoné. Lo devolví con pena a la biblioteca y de entre las estanterías rescaté otro libro:

"Alfred y Emily", de Doris Lessing. Este, en cambio, es un libro que estoy disfrutando mucho leer, tanto que casi no puedo soltarlo de las manos, en él, su autora rinde un homenaje a sus padres, Alfred y Emily, y les inventa la vida que según ella hubiesen vivido si no hubiese estallado la Primera Guerra Mundial que truncó sus destinos. Acerca de este libro la propia Doris Lessing confiesa: " Si ahora pudiera conocer a Alfred y Emily sin la pesadilla de la guerra, creo que estarían contentos de la vida que he imaginado para ellos".

La narración, al menos hasta la página 83 en que voy, es ágil, interesante, precisa, palpitante y corresponde perfectamente a esa época relatada porque la vivió; quizá no de una forma exacta, porque en este libro se mezcla ficción y autobiografía, pero sí con esa verdad que es tan necesario que sienta el lector. 

Es decir, que ayer llegaba a la biblioteca con un profundo pesar a dejar un libro que quise leer, de cuyo libro su autor, o autora -no quiero revelarlo- decía: lo importante de un libro es el tono; a mi ver aquello en que falló. Son este tipo de realidades que trae la vida, abandonas un libro que querías leer, con aflicción, quizá hasta otro momento en que puedas sumergirte en él y vivirlo desde adentro, y te vuelves con otro del que nunca supiste nada y te tiene encandilada por diferentes aspectos, entre ellos que es un libro en el que hasta ahora encajas a la perfección, te mueves a gusto por sus adentros, te crees lo que te cuenta, disfrutas lo que revela, ansias descubrir lo que aguarda. Sonríes al imaginarte durante y horas buceando entre el saber y la diversión; y no puedes olvidarte en ninguna de todas ellas, que es el relato que una mujer de noventa años ha aderezado para devolver a sus padres esa vida que una guerra arrancó.

Personalmente no se me ocurre un propósito mejor que aquel que da fruto a este libro, "Alfred y Emily", de Doris Lessing. Talento e imaginación.

martes, 2 de julio de 2013

Regalo libros

Si eres lector te encontrarás con muchas contradicciones en el mundo editorial. Personalmente escucho a diario que algún lector se está leyendo un título que pirateó en la red y me pregunto si ese que lee se imagina el trabajo titánico que es escribir un libro, conseguir que un editor lo edite y ponerlo en un escaparate a la venta para precisamente que alguien pague un precio más o menos justo por él. Sé que nunca seré la clase de lectora que se bajará gratis un libro en internet a no ser que el propio autor me lo ofrezca, porque sé lo que cuesta escribir algo que quieras enviar a una editorial para verlo publicado. Sé lo que cuesta perseguir una historia propia durante años para al final dejarla estar porque de un modo sincero no sabes cómo mejorarla en su último capítulo. No terminas de decidir si es mejor si contarla desde el que era su principio o hacerlo desde ese instante en que la estás terminando y ese no poder decidirlo te lleva a estancarte justo ahí; cinco o diez años inclusive más tarde, en ello estás y no parece que vayas a solucionarlo aunque quisieras. Es por ello que sigues escribiendo historias largas y las dejas reposar, como reposarán tus huesos en el camposanto, quizá por siempre jamás; aunque hasta el último segundo soñarás con que es posible resucitar, resucitarlas, qué más da.

Pues bien, si eres lector, entrarás en un centro comercial y te irás de cabeza a la sección libros, rebuscarás un libro preciado que por su precio no te comprarás, pero anotarás título y autor en tu libreta para esperar su llegada a cualquier biblioteca de tus contornos. Algunas veces serán la promesa que intuías y otras un desastre fatal que después de comenzado ni continuarás, porque como lector eres el mismo ser caprichoso del resto de tu vida, buscas eternamente algo que ni tú mismo sabes, solo al dar con ello lo verás claro, ni un segundo antes de hallarlo, porque eres de carne y hueso, no un Superman. Si en vez de a un centro comercial acudes a una tienda de libros de segunda mano o a una feria del libro, lo mismo. Vayas donde vayas encontrarás pequeñas joyas o bisutería barata, hay libros que dado su valor nunca se podrían pagar, y libros que se pagan pero que nunca alcanzarán su precio real. Y quizá no todos serán los mismos para unos y otros, porque en esto cada quien desde su propia vida los juzgará, a fin de cuentas somos lo que hemos vivido, lo que el destino nos vino a deparar.

Pues bien, como lectora podría ser este enlace que os dejaré más adelante algo que celebrase, pero no, en este momento tengo demasiadas cosas pendientes a título personal. No puedo celebrarlo ni como lectora ni como eterna aspirante a escritora, porque viendo cómo está el panorama pierdo las ganas de intentarlo en serio, de verdad. Pero sí dejaré el enlace a modo de buscar posibles lectores tutores, de libros que soñaron con llegar muy alto y les cortaron las alas, por eso de cómo está el mercado y bla bla bla. El mercado está lleno de interrogantes, como la política, como la corrupción, como los ángeles del mismo cielo. Ese regalo libros que pone el título es cierto, como también es cierto que todo sueño tiene un final. Anteayer soñé que iba a una dentista, que era una presentadora de cierta edad de televisión, que estaba de traslado y para poder atenderme en su consulta debía ayudarla a ordenarla. Me pasé toda la noche colocando adornos en estanterías que nunca se terminaban, algunas tan horrorosas como los propios objetos, tan sucias, tan llenas de desazón. Otras relucían igual que las bellas estatuas que de pronto me embelesaban; y finalmente entraba en consulta, despertando en cuanto ella se ponía la mascarilla y me invitaba a sentarme en el sillón. Mi yo real, pendiente de mí en todo momento no me dejó ponerme en manos de quien no debía anestesiarme, despertar y tomar conciencia de ello fue algo revelador.

Os dejo en el enlace en que una escritora regala sus propios libros, a falta del apoyo de su editor. Ojalá en algún momento estos libros que regala y los otros firmados con su nombre coticen bien al alza, por una de esas casualidades que tiene la vida que lo vuelve todo a favor.

sábado, 29 de junio de 2013

Premio «One lovely blog award»


Es complicado tener que escoger once blog para premiar. Uno se plantea si se debe elegir los que pertenecen a quienes llevan poco tiempo en esto, o aquellos ejemplos a seguir; se hace distintos planteamientos que al final le llevan a hablar con la verdad por delante y a no dejar fuera los que le parecen primordiales, porque la fidelidad a uno mismo llega así. Es por eso que elegí mis once blog premiados entre los que consulto siempre, unos por lo que prometen ser y otros por lo que son, todos como ejemplo de lo que busco en un blog y cada cual por su motivo, aunque todos comparten un mismo fondo: son lo que quiero leer porque amplían lo que soy y lo que quiero ser, están en sintonía con la música de fondo que late en mi corazón y es por eso que además de compañía son consuelo, aún en las horas de mayor desánimo o desazón. Y es por eso que los premio, si bien tuve que dejar fuera muchos otros =(, cara y cruz de una moneda, como la sombra o la luz. Aviso de que el orden nada significa, es puro azar.

1 http://alaurenza.blogspot.com.es/ Porque es el blog de un escritor que escribe, publica y vende sus propios libros en la calle. Lo más parecido a un super heróe moderno en mi imaginación.

2 http://lauraescritora.blogspot.com.es/ Porque  me gusta la profesionalidad de sus entradas, sus reflexiones y su claridad de ideas acerca de literatura.

3 http://pajarosencabeza.blogspot.com.es/ Porque simplifica de una forma coherente lo que es el mundo de la escritura y lo importante a tener en cuenta a ese respecto.

4 http://migueldeesponera.blogspot.com.es/ Porque además de gustarme la forma en que escribe, me gusta su modo de retratar el mundo y su manera inteligente de contarlo.

5 http://gatosporlostejados.blogspot.com.es/ Porque siempre ofrece consejos sobre literatura y aclara muchos de los aspectos que la componen, además de ser un lugar divertido donde leer.

6 http://tallerdeconstelacionesfamiliares.blogspot.com.es/ Porque acerca el mundo de la psicología a la gente corriente, como tú y yo, logrando que podamos comprendernos mejor o cuando menos intentarlo.

7 http://blancamiosiysumundo.blogspot.com.es/ Porque aborda el mundo literario desde distintos frentes y colabora en responder algunas de las preguntas que siempre nos hemos hecho; incluso aquellas que quizá ni nos llegásemos a plantear. Además lo hace de forma muy clara y concisa.

8 http://fraternidadbabel.blogspot.com.es/ Por su sinceridad descarnada y su perspicacia, amén de su excelente forma de contar y de narrar. Y su opinión siempre tan a tener en cuenta.

9 http://ignaciodelvalle.blogspot.com.es/  Por su inconformismo con lo que no aprueba, y su valentía a la hora de contarlo, y porque siempre muestra una opinión tan propia como sensata. También por su maestria a la hora de ir por libre, persiguiendo sus propias metas desde el principio al final, y su loable coherencia.

10 http://silencioeslodemas.blogspot.com.es/ Porque además de escribir bien, divierte, siendo ambas cualidades la máxima que más me atrae de un escritor. Porque en sus páginas se conjuga perfectamente el pasado y el tiempo real, el éxito y la vida cotidiana, sin que ninguna parte de todas pese más que la sencillez descarnada y la intrepidez que siempre la caracterizan.

11 http://www.gonzalomouretrenor.es/ Porque su amor por la palabra escrita reluce en pantalla y en papel, así como su amor por el Sahara y sus gentes. Porque su lucha con la escritura va más allá de lo que escribe y lo que vende. Y porque detrás de su blog late un corazón que se lee y se presiente.

Mis respuestas para las preguntas que me planteó Pilar Alberdi al concederme el "Premio One lovely blog award", son:


1.¿Qué recuerdos tienes del momento en que iniciaste el blog?

Recuerdo que tenía muchas ganas de salir al mundo a contar aquellas cosas que me parecían importantes y a intentar aportar algo positivo. Esos son los motivos por los que continúo.
2.¿Qué crees que los demás valoran de las entradas que ofreces?

Lo desconozco, sé lo que yo valoro que se asomen de vez en cuando a comentar algo y a dejarme conocerles también.
3.¿Pones un número fijo de entradas a la semana o al mes o lo haces cuando puedes?
Lo cierto es que me gustaría actualizar menos y hacerlo con mayor calidad, pero suelo asomarme cuando encuentro algo que necesito compartir, hablo de esa misma necesidad que me lleva a comenzar un relato aunque después lo deje en un cajón.
4.¿Compras las fotos, las haces tú o utilizas las de los bancos de imágenes gratuitas?

Todas las que tengo en el blog ahora mismo las hice yo. Me encanta fijar la memoria en un momento que de otro modo no se recuperaría, supongo que se debe a la ilusión de encontrar pequeños ayeres en las cajas que conserva mi madre, y donde puedo contemplarme a los dos meses de edad, porque a mi padre le apasionaba hacer fotografías.
5.Si como dicen... «Una imagen vale más que cien palabras» ¿Te lleva tiempo elegirlas?
No demasiado, elijo las que me susurran al corazón.
6.¿Qué valoras en otros blogs? ¿El diseño, la presentación, la calidad de las entradas?

Creo que todo suma, pero yo elijo los blog como elijo a los amigos, me quedo con los que me aportan altos valores humanos, cuanto mayores mejor.
7.Para los enlaces: ¿buscas blogs de temas diferentes o que se correspondan con el tuyo?

Los enlaces que me ayudan de alguna forma y aquellos que creo que pueden ayudar a los demás. Suelo compartirlos como manera de hacer que lleguen más lejos.
8.¿Que importancia le das la las Redes Sociales (Facebook, Twitter, Google+...) a la hora de hacer más visible tu blog?

De momento sólo tengo blog y escribo en él por todo lo que me aporta a nivel personal. A lo de la visibilidad le aplico un convencimiento propio: Lo visitarán quienes lo tengan que visitar, ni uno más ni uno menos. Creo que hay un hilo invisible que nos lleva a lo que buscamos, de una u otra forma. 
9.¿Utilizas alguna de las plataformas citadas?

Sólo el blog.
10.¿Te has marcado una ética, me refiero a la administración del blog, el control de comentarios, la relación con otros blogs, etc.?

Sólo una norma, ser siempre yo. Veremos a donde conduce eso...
11.¿Nuevos proyectos con relación al blog?

Hacerlo cada día mejor. La pregunta entonces sería ¿es ahora mejor que cuando empezó? No sabría responder a eso.


Mis preguntas para los premiados serían:
1 ¿Qué valoras más del mundo de Internet?
2 ¿Qué defectos le encuentras?
3 ¿Qué temas te interesan más?
4 ¿Por qué decidiste abrir un blog?
5 ¿Cuando lo actualizas?
6 ¿ En algún momento te planteaste cerrarlo?
7 ¿Qué te impulsa a seguir escribiendo en él?
8 ¿Crees que un blog es...?
9 ¿ Qué proyectos de futuro esperas incluir en él?
10 ¿Sientes que tú lo escribes o que se va escribiendo solo?
11 ¿Qué te gustaría que los demás encontrasen al entrar en él?

miércoles, 26 de junio de 2013

Para recordar...

Hay que tener fe en uno mismo. Ahí reside el secreto. Aun cuando estaba en el orfanato y recorría las calles buscando qué comer para vivir, incluso entonces, me consideraba el actor más grande del mundo. Sin la absoluta confianza en sí mismo, uno está destinado al fracaso.

Charles chaplin

sábado, 22 de junio de 2013

Ser fiel a uno mismo

Como madre creo que solamente repetí una consigna a mis hijos, que fuesen fieles a sí mismos, a sus ideas, a sus principios, que viesen el mundo a través de sus pupilas, que usasen su propio cerebro para pensar, idear, trazar planes.

Pues bien, en eso están, aunque a veces sientan que en esa independencia necesaria me traicionan, algo que no puede ser y no será porque hasta el final de mis días ellos serán ante todo para sí mismos. Y hay caminos que nada separará.

Hilos del corazón que siempre regresarán aún después de largos desiertos, que un día regará la lluvia de un regreso anunciado a bombo y platillo por las estrellas.

jueves, 13 de junio de 2013

Cero recorte en profesionalidad

Es madrugada, el mundo ha dejado de girar. Algo lo ha sacado de su sitio. Ya no es y ya no está. De pronto estás aprisionado en tu soledad. A tu lado, un enfermo que se cree infartado, te apresura para que aprietes la velocidad con el objeto de llegarse antes que la muerte hasta el hospital. El mundo se ha cubierto de oscuridad. La carretera serpentea en un tramo aprendido de memoria y que ahora se antoja tan desconocido. La inmensidad del mundo se cierne sobre ti. Respiras conteniendo la respiración cuando el equipo médico te recibe con aparente normalidad. Sólo que tú sabes que no es normal. Y te invitan a pasarte a la sala de espera hasta que alguien te llame por megafonía, o salga el número que asignaron a tu caso en la pantalla de led que está situada al final. Allí, eres recibida sin palabra alguna, por más números como tú. Es el primer momento en el que no te sientes solo del todo, el Dios tan distinto que todos compartís se siente entre las cuadro paredes que rodean la estancia, a él le ofreces el resto de la vida a cambio de la de quien acaba de entrar. Es algo que harías a ojos cerrados como sólo se hace ante un ser que ha llegado al mundo por primera vez mezclado entre el hueco de tus tripas. Su vida es repasada con minuciosidad en todas las largas horas que cubren la ausencia, entre ese instante en que se cierran las puertas y ese otro en que las puertas se vuelven a abrir de nuevo para ti. Y acostado en un box de urgencias te vuelve a saludar, intentando disimular la alegría de que estés a su lado mientras dura la incertidumbre de un diagnóstico que no termina de llegar.

Desde los pasillos observas a un golpe de vista la profesionalidad de gentes a las que les han rebajado el sueldo, pero no la calidad humana, que destilan a rabiar. No han podido rebajar sus años de dejarse los codos estudiando, o sus primeras horas de prácticas sin cobrar. Nadie puede recortarles el motivo verdadero por el que se encuentran allí, mientras todo el mundo duerme: te quieren ayudar, y harán hasta lo imposible porque te lleves de nuevo a casa a tu enfermo convertido de nuevo en alguien sano. Sabes que se dejarán la piel en el empeño, que todo cuanto esté en su mano se hará lograr. No tienen falta de comunicarlo, se lee en cada pequeño gesto mientras te van contando lo que aquellas máquinas que tú no entiendes les dice a ellos. 

Se establece una confianza inquebrantable entre tú y ese hospital que hace muchos, muchos años te trajo a la vida. Sabes que sólo en un caso muy extremo toda esa dedicación que se desborda ante ti podría fallar. Porque hay cosas que el dinero y la corrupción nunca cambiarán, como por ejemplo, la profesionalidad de un hospital que funciona coordinado por la vocación de todos los que lo conforman. Desde el médico de mayor rango hasta la limpiadora del menor nivel, todos se vuelcan minuto a minuto en que tu estancia en ese tiempo en que todo se detiene se haga lo más llevadera, para que puedas sentirte dentro de una gran familia que siempre responde, pase lo que pase y sea lo que sea, llevan la promesa silente de que nunca te fallarán; porque están por pura vocación y ni se presta ni se compra, se lleva adherida a la sangre como el adn de una cadena irrompible que ni se rompe ni se quita. Es por eso que los dioses logran pequeños milagros que tú no creías en un principio, a no ser que conocieras de buena mano toda su profesionalidad. 

Gracias a quienes siguen anteponiendo su vocación a la cifra que lleva su nómina. A quienes por mucho que les rebajen el sueldo no bajan su calidad. Porque sólo ellos son capaces de igualar en milagros a los propios dioses, que rendidos ante ellos oran porque no se desmorone la sanidad. Ponen todo lo que son a nuestra disposición aunque no sepan quienes somos, tampoco les importa, todo lo que quieren saber de nosotros lo encuentran al fondo de nuestros ojos y saben que de todos los momentos de nuestra vida es este el peor, porque precisamente este no ha pasado todavía. Y no sabemos cómo pueda resultar.

Hago extensa mi gratitud a todos ellos. Sean quienes sean y estén donde quiera que estén, porque ellos hacen fuerte un pilar fundamental de nuestro espacio, la sanidad. Y porque verles a nuestro lado con prontitud y eficacia cada vez que les necesitamos es la mayor alegría dentro de un momento fatal. Ellos llegan para remediar ese desaguisado que no nosotros no sabríamos solucionar y en ese fallo imperdonable se nos iría una vida. Muchas gracias, de verdad.

viernes, 7 de junio de 2013

Hazlo, por favor



El otro día en un programa de televisión que no recuerdo, una madre decía que estaba deseando llenar un camión de tapones de plástico para su hija. Contó que en ese momento sólo pensaba en la enorme ayuda que su niña necesitaba. Pero sucedió que entonces se entero del caso de otra cría que necesitaba más ayuda aún, y quiso conocerla. Después de hacerlo, se dio cuenta de que ese caso, aunque pareciese increíble, era aún más urgente que el suyo, y decidió donarle parte de sus tapones a esa otra niña. Pero sucedió que cuando fue a donárselos, ninguna cantidad le pareció suficiente. Y no descansó hasta hacerle llegar el camión entero, aquel que había juntado con tanto esfuerzo para su propia hija.

Es un hecho que cuando empiezas a recoger tapones y a guardarlos sabiendo que a alguien a quien no conoces le mejorarás la vida, no podrás parar de hacerlo, porque sabes que es un gesto nimio que multiplicado millones de veces convierte sueños en realidad. Es lo menos que puedes hacer porque también sería lo menos que podrían hacer por ti. Y al final son gestos como este los que cambian el mundo.

Coge una bolsa transparente, cuélgala del gancho en el que cuelgas el delantal de cocina, y cuando hayas reunido los tapones que creas suficientes, llévalos al punto de recogida. Después, cuando vuelvas a casa, vuelve a comenzar. Es adictivo. A partir de ese instante no podrás volver a tirar un solo tapón, porque sabes que estás haciendo lo correcto y hacer lo correcto es la mayor de las recompensas. Hazlo, por favor.

jueves, 6 de junio de 2013

Al ritmo en que todo va

Esta mañana en el telediario matinal daban una cifra alarmante, la de niños que acuden cada día al colegio sin cenar y sin desayunar. Nada raro si después de hacer una compra tan mínima como necesaria, uno se asusta ante la cifra a pagar y se pregunta cómo harán quienes están en paro y ya no cobran, he ahí la respuesta: de vuelta a la posguerra en un pestañeo.

Esta mañana recordaba anécdotas familiares que se me antojaban superadas, las historias que contaban los abuelos o los padres, y que a los niños nos costaba asimilar. Nosotros que crecimos en la generación que siempre tuvo un plato en la mesa y que además no lo quería. Que se pedía otra cosa distinta a eso, para comer y para cenar. Era entonces cuando se nos contaban historias pasadas que nos costaba creer que fuesen verdad.

He aquí que entre lo tan repetido por algunos de que "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades", que significa que nos han prometido que tendríamos trabajo para toda la vida y que el sueldo mensual  no nos llegaría a faltar; asoma una realidad que no esperamos, niños que acuden a la escuela en nuestro país sin cenar y sin desayunar.

Mientras, se sigue planeando subir el IVA por aquello de lo bien que nos va. Que nos vamos al carajo en caída libre y sin frenos, vaya. Que volvemos a la posguerra que nos contaron de pequeños y que parece que nadie lo quisiera remediar. Digo yo que mientras los de arriba se guardan sobres y miran para otro lado, los de abajo algo tendremos que idear para que todos los niños puedan cenar y desayunar antes de irse a la escuela, que debe seguir siendo pública. Porque los hijos de los pobres tienen el mismo derecho de hacerse listos para labrarse un futuro más halagüeño del que parece que vamos a dejarles, si todo siguiese al mismo ritmo en que va.

lunes, 3 de junio de 2013

El acoso moral

Estoy leyendo en este momento un libro revelador, El acoso moral, de Marie-France Hirigoyen y estoy desvelando las claves de algo que desconocía por completo, este tipo de acoso. Que a veces pasa tan desapercibido en la vida en general. Este libro me está respondiendo por sí mismo las preguntas que muchas veces surgen desde algunas noticias de actualidad. Sobre todo en el asesinato machista.

El acoso moral se podría resumir así, pero es mucho más complicado que eso. Cuando se padece se desconoce por completo, es por eso que uno debería recomendar leer libros de estos a toda la gente a la que se quiere de verdad porque el acoso moral se ceba sobre todo - es la conclusión que extraigo de esto- con aquellos que son buena gente. Ese tipo de personas que ponen su meta en ser mejor hoy que ayer, pero menos que mañana. Eso es lo triste del hecho. 

sábado, 1 de junio de 2013

Elegir lo que ver

La pregunta sería ¿Cuántas cosas idiotas ves en televisión? La respuesta seguramente sería que muchísimas más de las que estarías dispuesto a admitir.

Entonces surgiría otra pregunta ¿Por qué no intentas ver algo que de verdad pueda parecerte inteligente en alguna medida? ¿O interesante al menos? Entonces buscas y encuentras.

Os dejo algo que me ha parecido interesante y especial AQUÍ


viernes, 31 de mayo de 2013

En vista de la realidad...

Razones por las que no fui a votar en las últimas elecciones convocadas. Este es un tema que me lleva dando vueltas en la cabeza desde hace mucho tiempo. Arrepentidos quiere Dios, que se dice, pero había una razón de peso: que no importa a qué partido votes, siempre se sacará de la manga algo que no estaba en su programa electoral. Esa fue la razón mayor. 

Otra fue el bipartidismo. Estoy en contra de saber de antemano que sólo habrá dos opciones al final. Y no quise formar parte de ninguna.

Sentí que las dos eran infieles a lo que promulgaban desde su púlpito y que se notaba mucho. No quise participar en esa pantomima. 

Hay muchas razones muy largas de exponer por las que no quise ir a votar: opción voluntaria. Como sigo dando vueltas a esto sucede que hay algo involuntario: no dejo de escribir lejos de aquí, llevada por todas esas razones muy largas de exponer. Es por ello que el germen de nuevas historias que no tengo tiempo de escribir, no deja de brotar por todas partes. Y tomo notas, hago apuntes, comienzo pequeños relatos que en realidad serán novelas. Que llevará muchos años escribir y que sé que después de escritas no me parecerán bastante buenas. Pero que no podré no sentarme a escribir. Es la historia de mi vida, y he aprendido a encajarla porque es lo que me hace más feliz: sacar personajes de la nada y perseguirlos en sus motivos y realidades. Sé que el mundo está lleno de gente así, gente incomprendida y llena de coherencia, por estar inconforme con ese tiempo que le toca vivir.

Creo que la historia entera de la literatura nació así. Una parte la conocemos y admiramos. Otra parte se quedó en la oscuridad. Perdida en la nada más absoluta, es decir, volvió a integrarse de lleno en la naturaleza sin haber dado muestras de estar. Algo más para reflexionar.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Leyendo a Charles Dickens otra vez


Tengo hora y media por delante para esperar, elijo el lugar, que es un área recreativa cerca del mar. Abro el libro que leeré, me cuesta dejar en espera los otros, pero lo haré. Elijo La pequeña Dorrit, de Charles Dickens, vuelvo a mi escritor favorito después de mucho tiempo porque me gusta lo que cuenta y cómo lo cuenta. Y más ahora que sé cómo transcurrió su infancia y lo que significa esta obra para él. El tiempo pasa velozmente cuando está bien empleado, de modo que cuando menos me lo esperó se ha agotado y escucho una pregunta a mi vera, que me suena impertinente, a veces hasta una pregunta simple puede ofender.

-¿No me digas que estás leyendo a Charles Dickens?
-Es mi escritor favorito.
-Pues es un escritor del realismo.
Esta dicho en un tono despectivo que no consigo entender.
-¿Y eso qué quiere decir?
- Que sus obras están escritas a partir de la realidad que vive. Unos personajes parten de la ficción y otros los extrae de la vida real.
-¿Y acaso eso es malo? ¿O es que te resulta muy antiguo? Pues yo siempre que lo leo me parece que está hablando de la época actual. Hay muchas personas de carne y hueso viviendo las circunstancias que él describe, aunque no de forma igual.

Me mira con cierta incredulidad que en parte proviene de esa adolescencia en que está. También la de quien jamás leyó uno de sus libros, que sólo los estudió a través de todo lo que le contaron en la escuela; sabe cómo fueron escritos hasta el más mínimo detalle pero ni palabra de lo que le cuenta su autor, a través de su puro deseo de contar y su transpiración. Es como estudiar los ingredientes de unas rosquillas glaseadas de anís, sin haberlas probado nunca. Nunca el saber la teórica iguala el paladeado.

Cierto que esta edición no es la más adecuada para alguien de mi edad, pero fue la primera que hallé en papel y lo que menos me importa es el exterior. Creo que de la pobre herencia que dejaré lo mejor serán los libros que me gustaron, por esa parte está bien. Quizá alguien se lo lea a esos bisnietos que nunca conoceré, y para entonces quizá sea una reliquia que ellos aprecien lo mismo que lo aprecié.

Hasta hace relativamente poco no supe nada de la infancia de Dickens, me puso al día un artículo extenso con motivo de su bicentenario, uno que guardo en papel. Lo más parecido es este, que viene muy resumido, pero que sirve para hacerse una idea de quién fue. Un escritor grande donde los haya. No sólo leo a Charles Dickens, sino que además estoy encantada de leer, incluso en aquellas ediciones que no me pegan, me cala fuerte y le siento vivo. Tal parece que pasen los siglos y que el tiempo del que hablaba fuese ayer.

lunes, 27 de mayo de 2013

Método de trabajo

Un día abría este blog sin saber bien el motivo, pero segura de querer indagar por este lugar. Ahora sé algunas cosas:

-Que cuando escribes siempre estás solo y sigues estando solo cuando te leen.

-Que en esto nunca nadie podrá ayudarte lo suficiente porque es tu escritura y es tu camino, un camino que se recorre en soledad.

- Que mientras escribes luchas contra todos tus fantasmas y contra ti mismo.

- Que no importa cuanto anticipes tu historia, ella sólo se escribe del modo en que elige ser escrita, y en el momento en que te pones a ello; antes no.

- Que no sabes a donde vas o adonde llegarás, todo cuanto puedes saber es que vas y que aspiras a llegar sin desfallecer.

- Que si encuentras a alguien que quiera leer tu historia y ayudarte a corregirla sin otro tipo de interés que el de ayudarte a hacer tu propio camino, estás de suerte, y no puedes permitirte fallar en esa oportunidad que quizá sea única.

Como decía, un día abrí este blog sin saber bien el motivo, sólo quise estar aquí para hablar. Hablar se me antoja lo mismo que escribir, con sus diferencias, escribiendo puedes pausar el tiempo y pensarlo más. El motivo no era otro que exponer penas y dudas, convencimientos, errores varios, ilusiones, motivaciones; si se quiere sueños locos. Y entre todo esto encontré mi propio método para escribir. Cada persona tiene el suyo propio, el que mejor funciona, y el resultado no está aquí, está en esa historia que estoy escribiendo ahora mismo y que tal vez, (espero que sí), quiera compartir. Después de tantas historias escritas siento que estoy escribiendo la primera de todas, sin preconcebirla, en esto es igual a las demás. Todo lo que esquematizo lo pierdo, porque escribo para descubrir qué es lo que estoy contando, antes que nadie a mí. Y es mi primera historia después de tantas, porque ahora encontré nuevas herramientas que no tenía, veo lo avanzado a primera vista y la historia se escribe a sí misma hasta la fecha. Quizá sea el principio del principio. Sé que lo es. Al menos para mí.

sábado, 25 de mayo de 2013

La delicadeza

Este libro de David Foenkinos es una delicia escrita. Un libro que no se lee, se disfruta párrafo  a párrafo y que tiene algo en común con todos esos cuentos que leíamos de pequeños porque más que un libro es una sucesión de maravillas extraídas de lo real. A través del filtro de su escritura te lleva de paseo por la vida cotidiana y te muestra una parte de cualquier realidad y le saca brillo ante tus ojos.Es un mago de la sencillez vestida con la excelencia.

Entre las estanterías de la biblioteca saltó hasta mis ojos por alguna reseña que leí en algún blog, no recuerdo cual, y porque la prosa contenida entre sus páginas me atrapó, y no dejó de hacerlo desde el principio hasta el final. Así que lo recomiendo, porque su historia puede ser una historia cualquiera sucedida en la más desangelada realidad, pero la forma en que él la conduce y la muestra es la de, a mi ver, alguien muy capaz, de retratar la vida cotidiana y extraer de ella ese tipo de pureza que invita a soñar.

Alguien dijo alguna vez: Con buenos sentimientos no se hace buena literatura. No es verdad, si el autor tiene materia prima y cuenta una historia, ponga los ingredientes que ponga el resultado brillará. Os dejó una de las críticas que viene al final del libro que creo que define a la perfección, La delicadeza, de David Foenkinos.

"Nos seduce la sutilidad del autor, su grave y ligera gravedad. Y sobre todo su arte de la disgresión, que le hace moverse de una reflexión angustiada sobre la pasión a una receta de risotto de espárragos. Un número acrobático realizado con éxito". 
Le Nouvel Observateur

Sé que tiene más novelas publicadas, de modo que algo está claro, repetiré =)

Se explica mejor AQUÍ

viernes, 24 de mayo de 2013

Darle la vuelta al mundo

A  veces viendo cualquier noticiario uno se pregunta si de verdad sería tan complicado cambiar el mundo. Y sabe que no. Que no sería tan complicado si el mundo lo dirigiese gente diferente. Con otros intereses muy distintos.

Uno sabe que el mundo podría optar por igualarse en vez de por acrecentar el abismo entre los unos y los otros. Sabe que en definitiva podría ser otro lugar muy distinto dentro del cual vivir.

Por ejemplo así 

miércoles, 22 de mayo de 2013

Volver a la vida, renacer

La vi y la encontré feliz y sonriente, quince kilos más delgada, mejor vestida, aunque sólo esa sonrisa la hubiese vestido de pies a cabeza como a una reina, pero su ropa era más alegre, tal vez porque reflejaba su momento vital. Más por formular una pregunta hecha que por indagar le pregunté qué tal estaba y me respondió que bien, pero no fue por intentar aparentar algo que en el fondo no sentía, como otras veces, sino por constatar la realidad. Le dije que estaba estupenda y que había adelgazado mucho, ella me respondió que era por tanto amor.

Algo me habían contado algunas cotillas, escandalizadas hasta la médula; sin embargo yo sólo me alegré. Aún no le había perdonado a su marido que la pegara cuando intentó que recapacitara antes de dejar su vida por correr tras otra mujer, y nunca le perdonaré, porque a una mujer no se la pega por causa alguna sobre la faz de la tierra; y menos a una mujer tan buena, buena, buenísima como ella. Me alegré de que al fin dejase de besar el retrato de su marido todas las noches para pedirle que volviera y lo imaginé por fin boca abajo al fondo de cualquier cajón. Quizá sustituido por un nuevo retrato o por un pensamiento feliz al fondo de su cabeza.

Yo sabía que una mujer como Sole volvería a la vida tras aquel abandono tan majadero, y más en la forma en que se dio. Pero no hubiera podido hacerlo sin sus amigas, sin su familia, sin todo ese entorno que la empujó a vivir de nuevo; o sin el apoyo constante de sus hijas. Ese entorno que le exigía a diario quererse más y mejor, salir al mundo sin miedo y mostrarse tal cual era. Ahora es una mujer nueva, nada que ver, lejos quedan sus enormes ojeras y su apariencia de estar muriéndose en vida, incluso al sonreír se advierte la sombra de esa niña plena de ilusiones que vuelve a ser. 


martes, 21 de mayo de 2013

Mi país inventado

Este libro de Isabel Allende hace un intenso recorrido por su vida y su país, así como por su tiempo de periodista y ese tiempo que le tocó vivir en su Chile natal. Antes de que según ella se instalara para siempre entre sus huesos esa nostalgia de la que ya más nunca se libró. Sólo decir que entre las muchas reflexiones que engarza entre sus páginas encuentro pensamientos que alguna vez tuve, o hechos que de alguna forma viví, quizá por ese hilo común que tiene toda escritura, o por eso de que cada país se asemeja en algo a los otros. Mientras leía llegué a pensar que la mentalidad chilena se parece mucho a la de estos pueblos de aquí, algo que se hace raro viendo tanta distancia en el mapa.

Mi país inventado es un libro de memorias y de documentación sobre la historia chilena. Hace un repaso global sobre su vida y obra, y una disección seca de su país, ambos en una conjugación que según cuenta ha tratado de ordenar, pero que le ha sido imposible por eso de que los recuerdos tan pronto vienen como van. Yo diría que aunque ella no lo sepa lo ha conseguido. No es sencillo conjugar la propia vida con el pulso fidedigno de un país. Relatar al mismo tiempo la vida de una niña que crece más o menos comprimida en las convenciones, que el rumbo que va tomando ese país en el día a día que luego habrá de resumir; algo que hace con sentimiento y con cabeza, logrando que incluso yo, entienda algunos conceptos gubernativos por vez primera.  

Este es un libro que compré hace mucho tiempo al precio de un café. Que dejé hace meses a una persona que al devolvérmelo me dijo: no está mal. Qué distintas somos las personas, a mí me encantó. Me llevó bastante tiempo leerlo, de modo que me alegré de no tomarlo prestado de la biblioteca con sus plazos de quince días, que a veces me hacen desistir de llegar con un libro hasta el final. Y es que hay libros que deben leerse a su ritmo, saboreando todas las palabras conjugadas de acierto. Dejándose asombrar. Es un libro que recomiendo.

Un libro que como todo buen libro a medida que pasan las páginas va ganando intensidad, para culminar en ese momento en que en vez de cerrar el libro quisieras leer mucho más.

viernes, 17 de mayo de 2013

Alto y claro

Vivimos en tiempos de maquillaje de realidad, de evadir responsabilidades, tiempos de despistar, de repetir constantemente términos que significando una cosa representan otra, para difuminar su sentido y que a fuerza de ser dichos pierdan su gravedad.

Como espectadora, la mayoría de las veces sólo escuchadora de telediarios; o lectora de periódicos, a veces siento que no me cuentan toda la verdad, o que intentan contarme otra clase de realidad. A veces me enfado mucho con los contrastes cada vez más evidentes entre los fuertes y los débiles, la impunidad de los unos y la desprotección de los otros.

Es una época en la que comienzo a descreer mucho y por todas partes, en la que comienzo a tener convicciones propias y en la que, de entre todas las voces del mundo selecciono unas pocas. Aquellas que están contando toda la verdad mientras otros distraen. Quizá si en cada telediario no existiese alguien dispuesto a contar la parte de verdad que no puede obviarse, o en cada periódico no hubiese alguien capaz de decir alto y claro lo que sucede, a estas horas me creería loca. A veces uno busca y no encuentra, pero cuando lo hace, constata que el mundo pese a todo sigue en sus cabales y se tranquiliza, porque no es que estemos locos, es que algunos intentan confundirnos, otros en cambio nos ayudan de un modo directo a dilucidar. Estos son los que sirven y debemos estar atentos porque no son tantos, pero cada uno de ellos vale por un millar.

http://www.lne.es/opinion/2013/05/16/violencia-clase/1413142.html?utm_medium=rss

jueves, 16 de mayo de 2013

Me alegro de desdecirme, quede claro

La vida me contradice, ayer decía en mi entrada que no son buenos tiempos para comprar libros. A mi lado sobre la mesa una edición hermosa de Guerra y paz, primera parte y a precio de un café. La cosa viene después de haber sacado un libro de la biblioteca, haberlo devuelto después de fecha y haberlo perdido. No se me enfade García Márquez, ese libro lo escribió él, y era para un trabajo de instituto; aún no lo encontré. Sé que lo dejé en una biblioteca y que era de otra, que como ese día anduve muchas estanterías y me llevé dos libros hay distintas opciones: si lo dejé unos instantes sobre una mesa para hojear otro y se me olvidó allí, o si lo posé en alguna estantería de los varios descartes que hubo. O si al devolverlo en la biblioteca que no era, alguien se lo quedó, porque no puede devolverse si no es de allí, o si ese día en que recuerdo al hombre que lo recogió, está sólo en mis sueños. El caso es que debo hacerme con un ejemplar de Crónica de una muerte anunciada para devolverlo a la biblioteca y ayer entré en ese lugar donde recogen los donativos de todo tipo, libros, ropa, calzado, enseres de cocina, muebles, aparatos de gimnasia y demás, para intentar encontrarlo.

Sucede que allí no ordenan los libros, me dijo la dueña, los colocan como llegan y tal como pueden por las estanterías, hay millares de sorpresas a precio de un café. Buscando y rebuscando encontré una edición hermosa de Guerra y paz, de León Tólstoi, pero sólo la primera parte. De modo que me afané en encontrar la segunda parte que debiera andar por allí, aunque no, estaban tres primeras partes y ninguna segunda. Una versión estaba incluso envuelta en su celofán y contenía una leyenda, Gratis, como de haber sido parte de una promoción, me dedidí por aquella aunque ningunos de esos libros fueron siquiera leídos y son muy recientes, eso lo dice el papel. De paso me encontré un libro divino para embarazadas y todo lo que conviene saber durante el embarazo, era una edición tan preciosa que pensé en la persona a quien querría regalarlo, pero de momento no había embarazo, así que lo descarté. Horas más tarde me anunciaban a bombo y platillo la noticia de ese niño con foto de ecografía, maravillas de la tecnología, de modo que en unas horas saldré a por él. La vida es un engarce de prodigios que suceden ante tus ojos y luego se materializan.

Tengo 477 páginas de Guerra y paz, en una edición que es una maravilla a precio de un café, de modo que concluyo, pese al gobierno desastre que tenemos y la crisis que no perdona, si se quiere, siguen siendo buenos tiempos para leer. 

miércoles, 15 de mayo de 2013

Verbo seleccionar

Se dice que las bibliotecas ya no recibirán tantos libros por falta de fondos. Es curioso, ayer me paseaba por un hipermercado y los libros ocupaban un espacio enorme, estaban tirados de precio y sólo paseé admirándolos a cierta distancia, porque tampoco es una buena época para comprar libros. Es lo que tiene la situación presente, que ni viven ni dejan vivir. Que las malas decisiones de unos nos encierran a todos y que en definitiva no son buenos tiempos para la literatura, ni para escribir esperando rentabilidad. Aunque confieso que sigo dedicando el mismo tiempo a escribir y corregir lejos de aquí, es un bálsamo del que no puedo prescindir y menos en estos tiempos en que un sueño mantenido a lo largo del tiempo no tiene precio, porque es la riqueza en sí.

En estos días, como sucede en este mundo de la red, me topé con un libro que quisiera tener, -por querer quisiera tenerlos todos-, pero hablo de un libro que me apunté para leer, porque su temática me interesa sobremanera. No son buenos tiempos para que los chicos lean, andan demasiado enfrascados en las historias que les cuentan los amigos de todas partes y en las que ellos les cuentan a su vez, escribiendo en un teclado, eso sí. Diría que escriben más que nunca pero que les cuesta leer, lo digo por la cantidad de libros que amontonan por todas partes y que al final son devueltos sin leer. No creo que sean buenos tiempos para los escritores. Paseando por el pasillo del hipermercado atestado de libros a un mínimo precio y en el que nadie los hojeaba, lo constaté. A día de hoy los pasillos que se llenan son los de comida, como en los abastecimientos masivos a la espera de una guerra, la de las carteras vacías, no hace falta más que ver a la gente que busca y rebusca en la suya antes de pagar la cuenta y ese susto final al advertir lo que queda al fondo, sabiendo lo fácil que se irá.

Pues bien, he aquí un libro que espero leer, en un momento en que corrijo y escribo en todos mis ratos libros y leo muy poco. Un tiempo en que selecciono mucho las lecturas, porque hay mucho libro editado que ni atrapa ni engancha, ni entretiene ni instruye, ni divierte ni enseña. Malos tiempos quizá, pero más selectivos, menos complacientes, más eficaces en cierta forma, por eso de que de todo lo malo algo bueno quedará.

El libro del que os hablo es este. No dejo el enlace directo por la mucha publicidad que lo rodea, se siente:

http://cultura.elpais.com/cultura/2013/04/26/actualidad/1366997359_478050.html


lunes, 13 de mayo de 2013

Caminemos en la misma dirección

Os cuento algo estupendo que me pasó anteayer, mi hijo me dijo una frase simple: Te pasé un vídeo a tu tableta - lector electrónico que pensaba usar sólo para leer-, que quiero que veas cuando tengas tiempo, te gustará. Suelen gustarme mucho sus recomendaciones, de modo que busqué un hueco para verlo...y me encantó.

Ese vídeo pertenecía a un programa que nunca se pierde porque le encanta, y que a mí me gusta, pero que a esas horas ando tan atareada por la casa que casi nunca veo, craso error que a partir de ahora ya sé solucionar; pasándolo a la tableta como él me enseñó a hacer. Y es que los hijos terminan siendo nuestros mejores maestros porque nos conocen como si hubiéramos compartido un mismo cuerpo alguna vez. En ese vídeo, se conjugaban juventud y ancianidad, deseo de aprender y deseo de enseñar, y quizá algo más, quizá se recogía en cierta forma el testigo en valores para generaciones futuras, me gustaría que sí. Ese vídeo reunía a una persona que mi hijo admira muchísimo y otra que admiro yo, a mí la muerte no me aleja de aquello admiré alguna vez; lo que admiro se hace eterno.

En una parte de la grabación el hombre de mayor edad hace una referencia a Internet muy positiva, viene a decir que es un lugar que aún está por construir y que desde aquí se puede dar un salto importante para defender los valores sociales que hoy faltan en las capas del poder. También casi a lo último de esta maravillosa entrevista que todos debiéramos ver se establece el compromiso de volver a charlar dentro de cincuenta años. Los dos están de acuerdo en hacerlo, de modo que yo les propongo que mantengamos viva esta entrevista durante al menos cincuenta años, viéndola de vez en cuando. Es una petición saludable cuando a diario estamos sometidos a tanta manipulación.

Os dejo ese vídeo aquí, disfrutadlo AQUÍ

sábado, 11 de mayo de 2013

Unos mueren, otros se enriquecen

Aprendí a coser y fue algo de lo más apasionante que aprendí nunca, mirar una revista, ver un vestido bonito y confeccionar los patrones, salir a comprar la tela y coser durante noches enteras mientras mi casa dormía, porque eran las horas en que había tranquilidad y el trabajo que aún tenía pendiente no me dejaba dormir.

Hasta que sin saber cómo, un día de pronto la tela comenzó a ser mucho más cara que la ropa ya hecha. Y dejé que coser mi propia ropa como un método de ahorro eficaz.

Ahora sé que hubo millones de muertos de por medio. Os dejo la explicación AQUÍ

viernes, 10 de mayo de 2013

Cifras escandalosas

Se cifra en 33.490 las viviendas que han sido embargadas durante el año pasado en España. Si he anotado bien el número que acaban de dar en la emisora de radio que hay de fondo mientras me ocupo en montones de cosas a la vez es ese, 33.490 personas que han tenido que dejar el sueño de tener su propia vivienda, que es algo así como intentar mantenerse  a salvo de cualquier inclemencia.

Quiero dejar por escrito mi enorme dolor ante este duro golpe que les ha dado la vida, la crisis, la economía y las decisiones tomadas por un gobierno al que a veces no entiendo,           - nada raro, tampoco vamos a engañarnos, a veces no entiendo nada-. También quiero dejar la esperanza en que algo comience a cambiar para que después de todo lo malo que esto les ha supuesto, puedan comenzar de nuevo con mucha suerte y mucha ilusión. Que nadie les quite el sueño de un mundo mejor.

Dejo las cifras para la reflexión de quienes toman las decisiones que afectan a todos.


jueves, 9 de mayo de 2013

Me dejé secuestrar

Sí, fue eso, me dejé secuestrar una y mil veces, he ahí la razón del comienzo de este blog, fue un secuestro ya desde el principio. Eso me disculpará en el momento final en que me recriminen por abrirlo alguna vez. Fui secuestrada por la rabia de que ciertas cosas no se puedan decir, ni siquiera pensar, sin que alguien te digan que estás loca, que has llegado desde marte o que acabarás viviendo en el manicomio. Me rebelé contra eso y estoy aquí, capitana de un barco a la deriva que flota para existir. Fui secuestrada, sí.

También lo fui como madre a la hora inesperada de un primer amor, que sé que frustré, siendo un muerto que llevaré siempre sobre mi conciencia a la espera de haber tenido la razón. De momento me lo niegan todo el tiempo, me dicen que me creo tan importante que me echo la culpa de ese adiós, que en parte sólo aplacé. Me da igual, es un muerto que le sigue pesando mucho a mi conciencia, y una vacuna para aprender a quedarme a un lado y dejar a mis hijos crecer, lejos de mis manías y de mi forma de verlo todo, esa que a veces me me complica la existencia incluso a mí. Es muy sano aprender de los errores para no repetir, para aprender a decir aquello tan repetido de: "es tu vida y dependiendo de lo que consigas hacer con ella serás feliz o infeliz, allá tú". Que es un modo de hacerles saber que en realidad no sabes tanto como creen, y que por eso deben estar siempre ojo avizor, para superarte en todo y hacerlo mejor que tú, que a su lado a veces llegas a sentirte tan pequeña.

Ya lo dije, fui secuestrada una y mil veces, quizá por eso ahora me siento tan libre. Quizá por eso voy aprendiendo a disfrutar tanto esta libertad que es escribir, otra forma y quizá más fuerte de esclavitud.

El secuestro al que me refiero os lo dejo AQUÍ

martes, 7 de mayo de 2013

La potra con su potranco



El día de la madre iba recorriendo una senda con la persona que ha supuesto mi otra mitad entera en un cuarto de siglo largo, contenta de que últimamente asuma caminar durante ocho kilómetros a mi lado por lugares remotos donde sólo el bosque o los acantilados nos salgan al paso. Él es más de barullo y ruido de gente, yo de silencios y espacios anchos. En una parte del camino decidimos torcer por un nuevo atajo. Al pasar junto a una capilla, en el prado contiguo a ella, una yegua menuda pastaba junto a su potranco. Era menudo y sigiloso, de pelaje oscuro y ojos inquietos, entonces reaccioné de la forma en que siempre reacciono frente a todos los mamíferos recién nacidos, con esa sarta de cursiladas que enferman a mis hijos, que en ese momento no estaban; por eso me crecí. Acto seguido saqué el teléfono móvil y les fotografié.

El potro con tanta fiesta vino hacia mí y se me quedó mirando como si fuese consciente de lo que le decía. Después se volvió junto a su madre y siguió probando la hierba, en ese instante su dueño apareció de la nada y vino a informarnos de que era hijo de un caballo de salto y llevaba once días nacido. Fue entonces cuando supimos que acababa de llevarlos desde el pueblo gitano a ese solar y que siempre los tiene custodiados por perros.

Fue una advertencia exacta, de quien sabe que en estos tiempos se roban muchos caballos para venderles la carne. De alguien que desde lejos nos vino a observar, para decirnos sin agraviar que él era dueño de madre e hijo, que no estaban abandonados a su suerte y que los sabía cuidar. Yo volví a repetirle que era un potro precioso y que a lo sumo le eché dos días, él sonrió, con la sonrisa de quien sabe que se encuentra ante una ignorante sobre animales. En los prados siguientes había tres caballos más y un camino que iba directo hacia aquel poblado gitano desde el que vino el chico. Se me hizo raro que pasaran la crudeza del invierno en aquellas casitas destartaladas, a cobijo de eucaliptos altos y espesos pinos, pero en derredor estaba tan cuidada la vegetación que también tendría su encanto vivir allí, ajenos al consumismo demoledor, que en la actualidad hace tanto daño. 

lunes, 6 de mayo de 2013

Sobre editoriales diversas

Con su permiso voy a fantasear un ratito. Imaginemos que yo escribo porque me gusta escribir, hilar historias aunque no sepa hacerlo, componer novelas aunque nadie me haya enseñado y lo tenga todo en contra, a veces incluso hasta mí.

Supongamos que no quiero pasar por los pormenores de una editorial de toda la vida, porque me gusta más la opción de ir por libre, porque busco otro perfil de lectores distintos a los que gustan de leer libros serios de escritores de alta talla intelectual. Pongamos que yo no soy nada de eso y sólo busco lectores tan comunes y corrientes como yo; ni yo sería una escritora promedio ni lo sería mi lector, que ya en la primera página podría imaginar quién soy. Si la compra es en Amazon, puede devolver ya mismo ese libro. Quizá sea esa la diferencia, que si sigue leyendo y le engaño es menos engañado que si compra un libro en librería tradicional, que si al final no le gusta sólo podrá regalárselo a un mal amigo, si tiene, mejor que no.

Bien, sigamos suponiendo. Al final, yo, que voy por libre, publico mi libro en Amazon porque es la opción que yo elijo. Cada mes recibiré en mi buzón una carta con lo que he vendido. Ya no se trata de presentarse ante gente a la que no le importas nada y opinan que el libro que te compraron es una plasta, se trata de que tu familia, osease, la gente que más te importa en el mundo abrirá esa carta, solo por mortificarte y después se mofará de ti, de tu libro y de tu sueño de ser escritor. Aunque sea escritor de gente tan normal y corriente, tan poco exigente si se quiere, como tú. Para mí y ya no sería fantasía, supondría el momento peor. Ese que hace que escriba y reescriba, ordene y desordene, deshaga y comience, hasta el punto de no terminarme de decidir. Sobre todo algo que ya he dejado dicho: compongo novelas sin que nadie me haya enseñado y lo tengo todo en contra, a veces incluso hasta mí.

Pero estoy segura de algún día hacerlo por ver cómo sale la cosa, cuando ya no me importe tanto estrellarme en mis propios sueños y quedarme para siempre ahí.

Todo esto viene a cuento porque me leí esta entrada que dejo AQUÍ, llena de reflexiones interesantes que me harían desistir. Algo que de momento no quiero.

¿Alguien quiere un trozo de luna?

Acabo de leer esta entrada y creo que estamos perdiendo el norte en muchos campos de la vida. Para quien aún no lo sepa, la luna es mía - es broma-, lo sería si tuviésemos en cuenta la cantidad de veces que me quedo a mirarla desde alguna ventana, o todo lo que sólo a ella le conté alguna vez. La luna guarda conmigo silenciosa muchos sinsabores, muchas muertes que no esperaba, muchas dudas y muchos escritos, que escribo bajo su rutilante luz. A veces a esa hora sólo ella me contempla mientras el resto del mundo duerme, ahora mismo incluso.

De modo que no me vengan con cuentos. La luna no puede comprarse, porque la luna es de todos. En este preciso momento tengo la luna aquí, ¿acaso por eso es mía?

Os dejo la entrada aquí.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Día del trabajador

Son tiempos de despidos, de cierres de negocios, de quiebras de pequeñas empresas, de pérdidas de derechos esenciales, tiempos de cristaleras de tiendas, antes funcionando, y ahora cubiertas con papel de periódico para dar cuenta de su propia guerra, la que han terminado perdiendo en el desequilibrado balance entre ganancia y pérdida.

Son tiempos de recortes en los derechos, en la sanidad, en la ayuda a las ONG, en las ayudas del paro, en las ayudas a dependientes y en definitiva, tiempos de dejar a la intemperie a los más necesitados de toda una sociedad. Quizá sea hora de hacer un alto en el camino y planificar mejor para obtener diferentes resultados. Quizá haya que defender mejor al trabajador, para que el empresario lo tenga más fácil a la hora de contratarlo y conservarlo.

Son tiempos complicados para los jóvenes que comienzan a independizarse y buscan mantenerse con su trabajo. Y en todas las ofertas de trabajo se les exigen al menos tres años de experiencia en un sector para el que nunca han trabajado y que curiosamente ya de entrada les cierra el paso. A cero trabajo cero experiencia.

Vivo en la región más azotada por el paro de todo un país que ya cuenta con seis millones de parados y sólo dejo una pregunta...¿hasta donde tenemos que seguir? Sé que suena triste y desamparado, pero es que hasta los que aún trabajamos vemos reducidos esos derechos por los que durante tantos años generaciones enteras han luchado y lo cierto es que esto no puede seguir así. No podemos aceptar malos trabajos poco remunerados sólo porque alguien crea que esto debe ser así. 

No, no lo aceptamos.

lunes, 29 de abril de 2013

Cuando giran el mundo hacia el lado que no es...

Desde el momento en que leí que había un autobús lleno de libros recorriendo el desierto buscando a los niños sedientos de historias, me emocioné con este proyecto del Bubisher porque no hay nada que le gustase más a la niña que fui, que aquello de que le contaran historias. Aún hoy vivo las veinticuatro horas del día a la caza de historias, tristes y alegres, sin las cuales ya no sé vivir, vivo para leer y para escribir historias; escribirlas a veces en mi cabeza por la excusa cobarde de que no sabré escribirlas adecuadamente, con ello lucho a diario, en eso se ha convertido mi más fiera lucha, tener el valor de escribirlas aunque sea mal, porque mal es mejor que nada.

Pues bien, el autobús del Bubisher atraviesa la arena del desierto lleno de libros y de gente que quiere leer a los niños, porque un niño es un hombre-mujer del mañana y hay que alimentar su mente para que aprendan a pensar por sí mismos, y no les guíen como a corderos que han de ir directos al matadero que ya han elegido para ellos. Hay casos flagrantes en la historia para entender que el mundo es mucho más rico y más amplio que lo que delimitan las fronteras que alguien le haya dibujado a un país, separándole del resto. Decir que la selección de libros dentro del Bubisher se elige bien, puesto que no todos los libros caben ni todos son convenientes para esos niños y lo que se les desea mostrar, supongo que además de muchas otras cualidades una muy importante, la capacidad de soñar, aquella que nadie aprisiona cuando uno la aprendió a cultivar. Yo visualizo siempre ese autobús como un sembrador de sueños y me recreo imaginando a esos niños un día convertidos en abuelos contando a sus nietos como una vez subieron al bibliobús y su vida cambió a mejor, porque a partir de entonces pudieron comenzar a modelar su sueño, ese que les gustó más de entre todas aquellas historias que les leyeron. 

Recuerdo lo pesada que yo era cuando no sabía leer y perseguía por toda la casa a un lector, uno que quisiera leerme la historia enlatada que se intercalaba entre los muchos dibujos de esos cuentos que en principio solo tienen una línea o dos. Y recuerdo un día en que mi abuelo me leyó uno como leen los abuelos, que comienzan leyendo la historia enlatada y te acaban relatando algún momento de su vida; supongo que por eso querría que me leyesen el cuento de Pinocho una y otra vez, porque entre la historia de sus páginas había muchas más, infinitas historias diferentes que nunca me cansaba de escuchar. Quizá por eso me haga tanta ilusión ese autobús que recorre los desiertos de los niños y llenan su cabeza de historias que un día estarán felices de saber, aunque sólo recuerden hilos sueltos; sin saber que esos hilos les ataron fuertísimo a la vida.

Pues bien, ayer en la mañana leía esta entrada de Gonzalo Moure y pude sentir la misma tristeza que él, su misma indignación, su misma rabia de que el mundo se empeñe en girar al revés una y otra vez, cuando sería tan sencillo hacerlo avanzar siempre a favor.

Os dejo su entrada

Y enlace al blog del Bubisher