Bien, ayer le ponía un broche de oro a este blog. Y desde el blog de algunos seguidores asiduos se me daba un tirón de orejas, justo de lo que yo intentaba librarme cuando en esa única entrada de todo el blog no dejé espacios para comentar. Además de que era algo demasiado personal, algo entre yo y el mundo, mi concepto de las cosas y mis convicciones más profundas, amén de mis dolores más adheridos.
Después estuve pensando todo lo que se me permite pensar en silencio, supongo, con la gravedad absoluta que estar uno solo consigo mismo supone, algo a la vez tan cansino. Y resolví justo eso, que una voz silenciada ni es voz ni es nada. Que mis palabras solo ante mí misma no tienen tanta validez como cuando salen al mundo y son calibradas por otras gentes de mentes más brillantes, que las pueden pulir y hacer valiosas, para otras gentes. Es por eso que he pensado que tal vez ese punto y final que a alguno le ha crujido, sea solo un punto y aparte. Esa sería mi respuesta a ese trágico ¿Por qué punto y final, Begoña? ¿Por qué no puede ser otra cosa?
Confieso que eso me ha conmovido, porque la amistad digital no es muy distinta de la amistad real mano a mano. Es amistad, y es tan valiosa como pueda serlo cualquier otra; o incluso más. Si a esto sumamos que nos une el grandioso sueño de publicar y darle un sentido a nuestras letras. Creo tener la solución a eso que me da problemas dentro del blog, de modo que en el lunes a primera hora de la mañana me pasaré a ver al informático e intentaremos arreglarlo. De modo que ese punto y final, que de veras que me había salido bordado ( es cierto, 0 objetividad), quizá se convierta en eso: punto y seguido.
...Bueno, tanto como decir ayer quizá es demasiado...
ResponderEliminarBienvenida de nuevo a nuestro rincón de amistad. Besos
ResponderEliminarMe alegro de tu vuelta.
ResponderEliminarSabes que sin ti este camino nuestro por la blogosfera no va a ser igual.
Y tienes mucha razón "una voz silenciada ni es voz ni es nada".
Cuando quieras poner punto y final, recuérdalo!!y piensa en los que ya no seríamos los mismos sin tus palabras!!
Mil besos Begoña!!
Rebeca.
Me alegro de que siga lloviendo, en este invierno de tanta sequía. Me alegro de que esta ventana siga abierta, hacia adentro y hacia afuera. Libérate del blog cuando te sientas tu esclava, entrégate a él cuando te apetezca o cada vez que sientas necesidad de decir algo a no sabes quién, a cualquiera, a tus muertos, al que pasa por ahí.
ResponderEliminarSaludos,
Cuando entro al blog y miro la ventana de seguidores sé que no estoy sola en esto. Que sigo aquí por eso: porque mis palabras no son solo para mí. Eso les otorga utilidad. Un cajón solitario jamás sería comparable.
ResponderEliminarGracias por estar ahí cuando hay tantos lugares en la blogsfera.