Desde muy niña estoy dividida en esto de la fe. Y me hago muchas preguntas para las que no tengo respuesta. Sin embargo de la iglesia me quedo con eso de que Dios está en todas partes. Es por eso que no tengo que buscarle en parte alguna ni seguir las procesiones, está en alguna parte de lo que soy y tenemos una conversación infinita. Sé que tiene el poder de escucharme, pero también sé que espera de mí que no le pida que obre milagros por mi causa. Es la nuestra una amistad sin condiciones hasta el final de mis días.
Es todo lo que sé, que vaya donde vaya viene conmigo. Quizá es todo cuanto necesito saber.
Hay mil formas de fe y todas son valiosas.
ResponderEliminarOs dejo una entrada hermosa que acabo de leer.
http://migueldeesponera.blogspot.com.es/2012/04/carlos-garcia-hirchsfeld.html
No tengo conversaciones con el. Pero de tarde en tarde, cuando estoy sumergido en mi mas negra noche, veo un leve destello de luz que me indica el camino o la salida.
ResponderEliminarCon eso, me conformo.
Un abrazo, y que pases una buena semana santa.
Nadie sabe nada sobre Dios.
ResponderEliminarPero muchos hacen ver que si.
Besos.
Rodericus, mi mente fluctúa en eternos monólogos todo el tiempo, me da tranquilidad decirme a mí misma que en verdad le hablo a Dios. Aunque está claro que jamás le vi o me respondió, esta claro que no dejo de retarle a que me demuestre su existencia.
ResponderEliminarEn mi vida hay demasiados datos de que existe en realidad. Es todo cuanto puedo decir.
Toro, entre sentirme atada al universo por un poder superior, o sentirme parte de una realidad que comienza y acaba sin más, prefiero la primera opción.
ResponderEliminarAl final supongo que cada quien elige lo que le da más tranquilidad para ese trayecto que sucede entre el nacer y el morir.
Saludos
Siempre he creído, en esto de vivir, estar necesariamente sujeto a un sentimiento de fe, creer en algo, es la mayor fuerza que nos mueve. De ahí en adelante cada uno sabe o es consciente de saber qué le mueve.
ResponderEliminarUn abrazo,
Mián Ros
A fin de cuentas la fe mueve montañas.
ResponderEliminarSaludos
Tu lo has dicho Begoña, la Fe. La Fe, y no hay más vueltas, se tiene o no se tiene. No se puede buscar a Dios con la lógica. Creer o no creer, esa es la cuestión. Creer o no creer, y respetar esas creencias en los demás o en nostros mismos, cada uno vive su Fe a su manera, y espero, sin hacer daño a nadie, que es como debería ser.
ResponderEliminarUn beso.
Isaura, yo respeto mucho a la gente que sale en procesiones, que avanza de rodillas por los lugares de culto; que busca un significado a este estar que significa estar vivo.
ResponderEliminarLo importante es creer que formamos parte de un universo para mejorarlo en la medida en que podamos.
Besos