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martes, 17 de mayo de 2011

Ven, sé mi luz

Este libro de Madre Teresa de Calcuta hace mucho tiempo que quería leerlo. Es una mujer que ha dejado escritos preciosos, que en sí mismos son toda una lección de vida, y de claridad mental aplastante. De fe y de lucha, de fervor y devoción. Y sin embargo a pesar de llevar en su título la palabra luz, está lleno de oscuridad. Y es imposible que fuese de otra forma. Por Santa que una mujer sea, es imposible convivir con los más pobres de entre los pobres, y los más enfermos de entre los enfermos y no albergar todas las dudas que ella albergaba. Todo el desamparo, todo el silencio y todo el dolor.

Desde el momento en que escuché hablar de este libro me pregunté porqué criterios alguien ha decidido publicar los escritos personales de alguien que ha rogado, de todas las formas en que le fue posible, que todas sus cartas fuesen quemadas o desaparecidas, para que nunca viesen la luz. Y al intentar leerlo me lo sigo preguntando. Me pregunto qué derecho tengo a hurgar en unas memorias que no quisieron ser leídas por mí. Y a penas en un breve repaso abandono su lectura. He decidido que respeto la intimidad de sus sentimientos. Que aunque haya sido un libro publicado, y por lo tanto ya público, respeto la voluntad última de una mujer que es una Santa de entre las Santas. Y que deseo y quiero que al final ese Dios al que entregó todo cuanto tenía: su vida misma, al acogerla en su seno le haya dicho las palabras que rezan en el título: Ven, seré tu luz. Eso deseo.

De este libro sólo apunto una frase:

"La soledad del corazón que quiere el amor es insoportable"

9 comentarios:

  1. El dinero es el dinero.De ahi que la voluntad de algunas personas no se cumplan a rajatabla.Hay a quién sólo le importa el negocio.
    Por desgracia siempre ha sido así.

    Me ha encantado la última frase y totalmente verdadera.No hay cosa más desquiciante que querer amar y no poder demostrar tu amor a nadie.

    Un abrazo,

    Rebeca.

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  2. Uy, al leerte me he dado cuenta de que si bien la frase es para no olvidarla, yo misma he incurrido en un error: tampoco esta frase debería haber visto la luz porque forma parte de esos escritos.
    Ya se sabe el dicho, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.
    Voy a pensarme si quitarla o no.

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  3. A mi modo de ver las cosas, tú no lo haces por dinero.
    Por lo tanto no deberías ni quitar la frase ni dejar de leer lo que ella escribió, porque que las personas lo lean puede conllevar que sientan cosas que de otro modo no sentirían nunca o que incluso aprendan un poco de ese amor que ella brindó, si más gente la leyera el mundo quizá sería mejor, porque entrgarían amor sin pedir nada a cambio ;-)

    Pero es sólo mi opinón querida Begoña!!

    Un abrazote.

    Rebeca.

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  4. Hola Begoña. Todos los escritos de la Madre Teresa, pueden verter luz a quienes los leen son lecciones para la vida basadas en el amor, el respeto y la tolerancia entre otras; ahondando en la Fe luz que mueve al mundo.
    Quizás los criterios que han llevado a su publicación sea el bien que puede hacer a quien los lee, su vida ayudando a los pobres, su dedicación a los más desfavorecidos enfermos…una mujer valiente con sus dudas, pero inmensamente feliz de llevar a cavo su misión con honestidad y fervor.
    (No he leído el Libro)
    Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido.
    ……………………..
    El amor es un fruto que madura en todas las estaciones y que se encuentra al alcance de todas las manos.
    Madre Teresa de Calcuta

    Un fuerte abrazo

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  5. Curioso "dilema moral" el que te planteas a ti misma.
    Ciertas grandes personas son universales. Más o menos eso significa la santidad, al margen del aspecto puramente religioso: son personas que se proponen como modelo de excelencia humana. Por eso, salvo que hubiera predominado el "morbo" en la publicación de sus papeles íntimos, yo creo que han hecho bien. Igual que en vida un famoso ha de soportar la mirada pública, los santos, tras la muerte, han de soportar que todo el mundo quiera saber de ellos.

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  6. Hola, Begoña.

    Estoy de acuerdo con Miguel. Quizá ella sintiera pudor o miedo de que la expresión de sus sentimientos más íntimos o sus dudas -que puede que le hicieran sentirse culpable- llegar a "contaminar" o al menos matizar el mensaje principal que se empeñó en lanzarnos durante su vida.

    Pero, tal y como yo lo veo, las dudas o ese posible pudor hacen a esa Santa una de las más humanas, y por ello, de algún modo, más cercanas a nosotros.

    Pero tú decides si quieres conservar su frase aquí o no.

    Un beso.

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  7. Gracias por vuestras palabras, me han hecho pensar, y volver a hojear el libro. Es un libro duro, sería imposible que no lo fuese, es el reflejo de una vida dura. Mientras escribe alguna de las cartas dice que le gustaría no escribirlas, pero que Él se lo pide ( se refiere a Dios).

    No se si pueda leerlo, porque creo que es un libro de los que me será difícil leer. Uno de esos que te enfrentan a ti mismo y a tu visión del mundo y de la vida. Pero llevo mucho tiempo queriendo encontrarlo en una biblioteca y creo que si lo encuentro en este momento por algo será. Estoy en un instante de mi vida en que vuelven a sobrarme las preguntas, quizá me lleguen algunas respuestas desde él.

    Saludos

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  8. Y aunque no lleguen las respuestas, Begoña, ya es algo que hayan llegado buenas preguntas. No hay vida sin preguntas, eso ya lo sabes tú.

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  9. En sus primeras cartas Madre Teresa de Calcuta ya deja claro el motivo por el que no quiere que esas cartas vean la luz. Ella misma lo explica con estas palabras:

    "Cuando se conozca el comienzo, la gente pensará más en mí-menos en Jesús. Sólo soy su instrumento. Toda la obra es de Él. No me la atribuyo. Me fue dada."

    Por este motivo no quería que sus cartas viesen la luz. Únicamente para que la gente no se fijase en ella sino en Dios.

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