Este autor es un terapeuta capaz de escribir libros tan directos como amenos. Muestra de forma magistral varios enfoques al mismo problema, -que en este libro es el mismo-, ese amor del que uno debe resguardarse si quiere vivir feliz, o al menos con un mínimo de paz. Y es que el amor puede ser un veneno que va matando lentamente. No se si lo dice de forma literal pero lo deja entrever, y no te lo cuenta, te lo hace ver bajo el prisma de la experiencia que le han dado tantos años de consulta.
Puede servir de guía para elaborar personajes límite, algo que personalmente me divierte de verdad, los personajes normales ya los vemos, no necesitamos explicarlos. Me he reído mucho leyendo este libro tanto por lo bien escrito que está - en mi opinión-, las frases tan divertidas que arroja y las escenas que representa, casi todas sacadas de su día a día en la consulta. Un libro que recomiendo a todo aquel que quiera saber algo más de ese virus llamado amor o de cómo combatirlo, apaciguarlo o convertirlo en llevadero cuando menos. Algo no tan fácil de lograr a juzgar por los casos que representa con un sentido del humor muy bien llevado, por cierto.
A modo de recomendación final anota esta cita:
No hagas con el amor lo que un niño con su goblo: que cuando lo tiene juega con él y cuando lo pierde llora.
San Agustín
Me alegro de que un libro te haya hecho sonreír.Es lo que tienen los buenos libros, que aparte de enseñarnos, nos ponen los sentimientos a flor de piel.Unas veces reímos, otras lloramos.
ResponderEliminarPreciosa frase de S.Agustin, y más que verdadera.
Hay que tener mucho cuidado, si no cuidas el amor, y juegas con fuego, de nada vale lamentarse después.
Un abrazo,
Rebeca.
Lo voy a tener en cuenta, es una recomendación que me viene bárbara. Me encantó la última frase :).
ResponderEliminarMe lo has vendido!!! Me dices el nombre del libro?.
ResponderEliminarDebe ser muy interesante.
Cariños…..
Begoña, quizás San Agustín de Hipona se referiria a otro juguete, o genericamente a un juguete, porque en su época, no existian los globos ni de largo.
ResponderEliminarUn saludo
El título es ese: Amores altamente peligrosos.
ResponderEliminarRodericus, es tal cual lo ponía. Quizá me confundí :), investigaré. Algo no me coincidía pero no supe qué. Gracias por el apunte.
Saludos
Yo había dicho que me encantaba la frase de S.Agustin. (el blogger ha ido mal, borró entradas y comentarios).
ResponderEliminarQue hay que alimentar y cuidar el amor, porque de nada sirve llorar después.Aunque la gente no esté muy acostumbrada!!
Un saludo.Recomendación litetaria apuntada;-)
Un abrazo,
Rebeca.
Lo apunto en mi lista de libros!!morcol
ResponderEliminar