La luna se mira en el mar
para verse reflejada
entre las olas de espuma
que se mecen y acompasan,
se mira y vuelve a mirarse
tan inmensa y tan redonda
tan blanca como la sal
tan tierna y tan esponjosa
la luna se mira en el mar,
se mira y se remira
buscándose algún defecto
en su haz de brillantina.
Más no se lo puede hallar
porque la hicieron perfecta
y de tanta perfección
se ha quedado circunspecta,
la luna quisiera ser
a veces roca o estrella
a veces sol o esteroide
una galaxia o planeta.
La luna no quiere ser luna
quisiera ser otra cosa,
más no sabe lo que ser
mientras contempla las olas.
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