Acabo de censurarme un post muy largo. Debo de estar mejorando. Era precioso, pero ni lo copié para quedármelo. Es lo que tiene fiarse del propio instinto, unas veces aciertas y otras no, pero si no sabemos distinguir cuando acertamos y cuando nos estrellamos seguimos en lo mismo. Y seguiremos, eso como que hay sol.
La carta escrita por Pérez Reverte a un joven escritor, ha suscitado tal diversidad de puntos de vista en solo dos blog, que me he quedado poco menos que patitiesa.
Quién sabe la cantidad de reacciones distintas a la que me ha movido a escribir cada post de este blog, que puedo haber originado en los lectores que me han seguido al otro lado de la pantalla. O qué habré querido explicar en carta que he escrito, y qué habrán entendido al otro lado.
Da un poco de vértigo ser consciente de que nunca se aprenderá lo suficiente.
Leí hace unos dias la "carta" de Pérez Reverte en sú blog, y la verdád, me pareció bastante correcta en cuanto a sús planteamientos. Arturo tiene para mi una tremenda cualidád, no se muerde nunca la lengua y nunca cae en lo "politicamente correcto". Y creo que esto en el tiempo de mediocridád que vivimos, es de agradecér.
ResponderEliminarToma nota y no te "cortes" nunca. Dí siempre lo que piensas, eso sí, con corrección y la máxima precisión posible.
Hace unos dias yo también tuve que "autocensurarme" a mi mismo, me salió un "post" de trescientas lineas a cuenta de la prohibición taurina en Cataluña. Soy partidadrio de evitár el maltrato a los animales, pero lo que no soporto es la hipocresia y el "pensamiento único".
Saludos.
Me censuré por repetitivo. Soy de un repetitivo odioso incluso para mí. Y no es la idea, porque en realidad no tengo idea de cual es la idea. Eso lo hace tan divertido.
ResponderEliminarCada vez que escucho la palabra prohibir en un telediario me acuerdo del hombre de la vara de José Mota.
Creo que hasta que no se presente a las elecciones no volveré a votar :)
Pués imaginate yo. Entre el esperpento de la semi-prohibición taurina, y digo "semi" porque también se han preocupado de protegér por ley los encierros callejeros a los que son tan aficionados en Tarragona, y el serio escándalo de corrupción economica que salpica a casi todos los partidos políticos locáles, yo solo pienso votár a Mortadelo y Filemón. Totál, las chapuzas seguiran siendo iguales, pero al menos nos reiremos más.
ResponderEliminarSaludos.