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martes, 4 de diciembre de 2012

Conceptos incompatibles

Llegué a su casa, me hizo entrar hasta la cocina, después de hablar un rato me preguntó "¿No notas esto muy vacío?, miré alrededor y negué con la cabeza; para mí aquello no estaba más vacío que otras veces. Me dijo que se separó de su marido, y aunque suene raro yo sabía que lo suyo terminaría en separación, y lo sentí como una liberación, como una recuperación de la autoestima para ella, como un final feliz muy merecido. Y entonces continúo, llevaba pegándola quince días, y el viernes se fue con otra; bueno en realidad se volvió a casa de sus padres, pero a unos amigos comunes les dijo que la quiere a ella, a la otra.

A veces incluso yo tengo poco que decir, a veces las palabras sobran porque todo lo llenan los conceptos, allí, alojado en alguna parte estaba su concepto de vivir junto a él para siempre y morir de viejecitos el uno al lado del otro. A veces contra eso no hay nada que hacer. Creo que el drama de los malos tratos parte de ahí, de un concepto inadaptable a otras formas de vida que prefiere morir a trazarse otro plan.

"Estoy tan enamorada que sé que si vuelve lo perdonaré". Ahí me sublevé y le hice entender que si un hombre te pega no te merece y que después de esa sola vez vendrán muchas más y nunca lo dejará de hacer. Le dije que si un hombre me levantase la mano una vez me dejaría muy claro que debo vivir sin él, porque desde ese momento todo acabó; que las historias de amor que no han terminado se terminan justo ahí. Me dijo que sus hijas no querían verlo y que él llevaba una semana sin contactar con ellas para nada, porque ahora sólo quería a Carmela. Aunque Carmela sigue viviendo con el otro, ese que no es su marido pero que siempre pensé que lo era. En ese momento tuvo que explicármelo bien, porque a veces no entiendo nada: Carmela vive con su compañero, pero aún así está ennoviada o como quiera que se diga con su marido. Vivir para ver.

Me pierdo en los análisis erróneos. Me callo porque sé que nada de lo que diga servirá. La guardia civil llegó hasta su casa por la llamada angustiada de una vecina, él se fue de casa con algo de ropa, yo creo que por la incomodidad de tener que explicarse frente a ellos, pero aún así ella no quiso denunciar y dejar que le mandasen a dormir al calabozo -ahí tuve que respirar fuerte para no interrumpir- La guardia civil insistió en que ella interpusiese una denuncia contra él, y ella no quiso ponerla, por más que insistieron se fueron de su casa con el papel sin rellenar: "Lo quiero demasiado para hacer eso. Si se va que sea feliz". Le dije que a mí nunca me gustó Carmela, me dijo que eso lo intuía por lo poco que me había visto últimamente, sé que también lo sabía porque a lo largo de este verano se lo dije alguna vez. Me dijo que Carmela iba todos los días a su casa porque su plan era llevarse a su marido. Te quitó un peso de encima, le respondí, y sus ojos llenos de tristeza se fijaron en mí, y también se molestaron, pero a veces aunque quiera no sé callarme una verdad. Ni sé ni quiero.

Quien se va por su voluntad que lejos se quede. Amén.

2 comentarios:

  1. ¡Que situación difícil para vos! Desde afuera todo se ve diferente y no lo podemos comprender. Yo tampoco entiendo que se quiera quedar esperando a alguien que la maltrata. Quizás sea el miedo a quedarse sola.Ojalá lo pueda superar, por su bien.
    Un beso

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  2. Di, lo curioso es que fue maltratada por su insistencia de no dejarle marchar, y en cuanto se fue por la puerta se quedó sola, pero nadie la volvió a maltratar, todos se afanan en visitarla para que sepa que jamás estará sola y tiene dos hijas que no quieren volver a ver a su padre.
    Quien por el momento perdió familia política, amigos comunes, mujer, e incluso dos hijas fue él por el modo en que hizo las cosas.
    El tiempo dirá...
    Un beso

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