Desde que abrí este blog, mucha gente de mi alrededor se asusta, y es por algo simple. Nadie que me conozca en persona sabe que tengo este lugar del ciberespacio, y no les dije nada porque ellos ya me padecen en vivo y en directo, creo que con eso tienen de mí dosis suficiente, no necesitan sufrirme más. Soy la misma pesadilla de este lado que del otro, doy la misma brasa cuando algo me da vueltas en la cabeza, meto la patita para intentar obtener otro punto de vista distinto al mío para completar el mosaico de lo que intento analizar. Si bien ahora les hago una entrada expositiva sobre cada tema que me ocupa, de una extensión parecida a cada entrada de blog, y toda de improviso. Me escuchan, me miran, asienten y un poco azorados me dan sus respuestas.
Nada disfruto tanto como extrayendo de la gente su forma de enfocar, y hablo demasiado en todos los lugares en los que me siento en casa, en confianza, y en buena compañía. Ya en mis primeros años escolares me sacaban al pasillo por preguntarlo todo, por interrumpir la clase y no callar. Es un defecto penoso en compañía de según qué gente, pero hay una gran diferencia entre indagar en lo que piensa la gente, y vigilar lo que hace. A mí no me importa lo que cada quién haga con su tiempo, no critico a nadie por ir o volver de aquí o de allá, no me ocupo para nada si menganito o zutanita esto y aquello, ellos sabrán. Hablo con todo el mundo sobre todas sus conclusiones y las contrasto con las mías, me divierte ese juego en que pocas percepciones sobre lo mismo coinciden. Un idéntico hecho, según una u otra persona, puede ser muy distinto y lo mismo de cierto. Me divierte ese conocer al otro que tengo enfrente cuando hay un mínimo de conexión, o de mutuo respeto. A veces creo que soy un caso clínico o para someter a estudio, y quizá lo que sucede es que ejercito la mente, la lleno de contrastes, y los analizo como un pasatiempo divertido que no todo el mundo comprende; pienso, luego vivo.
http://blogs.elcomercio.es/psicologo-de-cabecera/2012/01/01/pereza-mental/
Abrí este blog como un ejercicio de escritura que me ayudara a publicar en una editorial. Fue mucho más tarde que supe que es esta mi única editorial en el mundo, para bien o para mal.
ResponderEliminarYa me parece bastante milagroso que quieran leerme de gratis ;)
Y seguiremos leyéndote, porque con tus letras nos haces reflexionar, y pensar, y al pensar también vivimos.
ResponderEliminarNo dejes nunca de contrastar opiniones, de decir lo que piensas (o escribirlo), porque no solo ejercitas la mente sino que también creces en tu interior.
Y una de las metas del ser humano, aparte de ser feliz, tener amor y salud, tendría que ser seguir creciendo cada día.
Y para crecer hay que conocer.
Un abrazo gigante Begoña.
Te lo acabo de escribir y blogger no me lo ha publicado.
ResponderEliminarA ver si lo transcribo como era.
Te decía que no me pareces ninguna pesadilla y que te respondo sin ningún azoramiento.
Yo publiqué un poema y no una tesis doctoral.
En mi poema "moralista" se refiere a aquellas personas que sin habérselo pedido nadie dan lecciones de ética y moral a los demás y que lo hacen de forma autoritaria y casi apocalíptica.
Más o menos era eso.
Saludos.
Rebeka, todas las mañanas de mi vida me digo que el blog voy a dejarlo tal que así, sin escribir una entrada más. Si miro hacia atrás me da vértigo todo lo que ya escribí.
ResponderEliminarY sin embargo sé que si muriese repentinamente me alegraría de haber dejado tanto de mí aquí.
Saludos
Toro, no preguntaba por susceptibilidades, preguntaba porque a veces dicen que tal o cual escritor es un moralista. Y en una lectura yo apenas distingo gran cosa, sólo sé si el libro me gustó o no me gustó.
ResponderEliminarPero por lo que cuentas creo que conozco varios moralistas fanáticos, que todos los domingos acuden a misa. Van etiquetados con sus mejores galas, y en contra de cuanto pudiera pensarse, acuden a cotillear a diestro y siniestro. Y a efectuar preguntas a bocajarro para después tener algo que contar.
Hacen lo mismo en los entierros, y si te pillan cerca te preguntan el parentesco de este o aquel con el finado. No les importa que tú seas de la familia. Creen que tu deber es responder :S
Saludos
Tuviste hace meses la tentación de dejar el blog, y así lo decidiste. Menos mal que te pudieron las ganas de seguir escribiendo. Lo mejor es no preocuparte por cuántos te leen o por cuánto escribes: lo tuyo es agua fresca, y los días de lluvia son buenos para el campo y para la ciudad. Animo.
ResponderEliminarMiguel, aunque quisiera no puedo cerrar este lugar, ni dejar de escribir en el, no se porqué ni creo que importe. En la vida siempre pienso que todo tiene un motivo, y que a veces ni es necesario entender ;)
ResponderEliminarSaludos