Me suena a risa cada vez que lo leo. Y siempre que leo algo así pienso en un joven que parecía leer a diario varias páginas de seducción. Digamos que durante un tiempo, utilizar este tipo de artimañas le sirvió para lo que pretendía, conquistar a la chica en la que se fijó. Pero más temprano que tarde, todos estos ardides comenzaron a rayarse por repetición, y chirriaron como una camioneta vieja con falta de engrase. Y fueron quedando a la vista los enormes engranajes, y durante el trayecto se fueron desperdigando a un lado y al otro. Hasta quedar al descubierto, y sin todos sus mecanismos este joven no era el mismo joven, era alguien vacío.
Era alguien que no se había hecho a sí mismo. Se había ido modelando al antojo de algunas páginas que otros escribieron, seguramente para otro que no era él. Y desplumado de todo el conglomerado de recetas en marcha, se mostró a sí mismo como era, y a la chica que había enamorado, le despertó solo pena. Fue entonces que se encontró ante una mirada a la que no se supo enfrentar. Y fue cayendo en picado un día tras otro, pero nunca recuperó de nuevo el brillo, en la mujer de sus ojos.
Para entonces lo que él mismo empezó como un juego, fue la trampa en que él mismo se enredó. Porque la chica se apartó de su lado profundamente decepcionada de sus juegos idiotas, y él se quedó perdido, enamorado hasta las trancas, y sintiéndose tan idiota que jamás se recuperó. De ese día en que salió de caza y terminó cazado, en un parasiempre que nunca acabó.
http://naxoseduccion.blogspot.com/2012/01/la-esencia-de-la-masculinidad-parte-2.html
La única fórmula para seducir al corazón es la transparencia.
ResponderEliminarSer uno mismo al final es lo único que importa. O esa es mi opinión...
El haiku que mencionas en mi blog es precioso, me encantó su simbolismo al hablar de cementerios, pero el concurso se titulaba "HAIKUS A LA NOCHE", por lo tanto el de Mai es el que explica realmente lo que es la noche, la oscuridad plagada de estrellas ;-)
Muchos besosss
Completamente de acuerdo.
ResponderEliminarLo del haiku de Sombra, fue la resolución a un acertijo irresoluble desde la niñez. Era hallarme en un cementerio y sentir exactamente eso. Sin sabérmelo explicar. Actúa como la piel nueva que cierra una herida.
Saludos
Sobra toda la parafernalia cuando se trata de una relación bien-intencionada. La seducción- preparada-forzada quizá se llame de otra manera, porque su fin va dirigido por otros caminos.
ResponderEliminarAbrazos.
Coincido con Rebeka.
ResponderEliminarLa seducción tiene que ser natural, transparente, honrada y digna.
Todo lo demás está abocado al fracaso.
Besos.
Y la intención es siempre lo que cuenta. Ante lo que es verdad, nada hay que demostrar. Todo se demuestra a sí mismo.
ResponderEliminarSaludos
Toro, y es el tipo de fracaso donde nada cabe rescatar. Va directo al olvido.
ResponderEliminarSaludos
Todos podemos seducir y tenemos la habilidad. El tema es que forzar y sobreactuar las cosas solo genera ficcion.
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