Mi cordura y mi locura
pesan lo mismo
Mi sueño y mi vigilia
pesan lo mismo
Mi ánimo y mi desánimo
pesan lo mismo
Mi amor y mi odio
pesan lo mismo
Mi potencia y mi impotencia
pesan lo mismo
Mis palabras y mi silencio
pesan lo mismo
Mi fe y mi escepticismo
pesan lo mismo
Mi esperanza y desesperanza
pesan lo mismo
Mi movimiento y quietud
pesan lo mismo
Mi optimismo y pesimismo
pesan lo mismo
Mientras alimento los primeros
tan solo escribo.
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