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viernes, 25 de agosto de 2017

De qué hablo cuando hablo de escribir, de Haruki Murakami

Es un libro gratificante que contiene dentro toda la fuerza necesaria para adentrarse en la tarea de escribir un libro. Y también una idea: la libertad de crear lo que quieras. Son 296 páginas que hablan de su experiencia como escritor y de sus métodos a la hora de abordar la escritura, avisa no obstante de que no a todos los escritores les servirán, porque cada persona tiene su manera de hacer las cosas y que se sentirá feliz si lo que cuenta le sirve a una sola persona para seguir en su empeño de parir una historia propia.

Me sirve y no solo eso, mi manera de intuir la escritura es la misma que la suya desde el minuto cero en que comencé a escribir. Mi experiencia es nula, no confundamos. Digo que coincidimos en la idea de que cada escritor tiene su propia manera de ver la vida, de abordar su tarea, de tratar de encajar en su propia realidad este otro mundo que necesita anotar de forma continua y de volver sobre sí, para mejorar el libro, a veces de forma obsesiva que solo empeora.

De qué hablo cuando hablo de escribir, de Haruki Murakami resume su vida, su obra, sus ideas, explica su mecánica a la hora de escribir y cuenta las opiniones de sus lectores en las dos ocasiones en que abrió un lugar virtual para el hacerse encontradizo con quienes quisieran dirigirse a él para comentarle algo de forma personal. En este punto cuenta que aunque le supuso un esfuerzo grande, contestó a cada uno de sus lectores, sin embargo la mayoría creyó que había contratado a otro para responder. En este punto se sorprendió por la cantidad de gente desconfiada que existe. El libro cuesta 20 euros, pero me lo regalé sin pensarlo en un momento en que contaba apuntarme a algún curso de escritura creativa este invierno. Y resulta que es un libro que apuesta fuerte por tu propio modo de hacer las cosas y de escribir a tu manera, sacarte la historia de adentro apostando por tu intuición, y después no dejar de buscar quien te publique. Hasta la más pequeña publicación puede darte una carrera si estas de suerte, a él le sucedió, ganó el premio al mejor escritor novel de una revista literaria y justo ahí comenzó su carrera como escritor, una carrera de fondo en la que lleva 35 años. Te asegura que la suerte de poder vivir de ello o no, ser reconocido o no, de tener éxito o no tenerlo es secundario, lo importante es que quien quiera escribir, escriba. Porque escribir historias es un modo de superarse que solo entienden quienes sueñan con escribir. Es una semilla que siembras y que nunca puedes saber el resultado, solo tienes que ponerla en el mundo y no dejar de regar. El resto ya no depende de ti, pero debes mostrarla donde creas que se la puede admirar, porque nunca se sabe dónde se puede encender la chispa.

 De que hablo cuando hablo de escribir, de Haruki Murakami será para mi una grata compañía, después de leído y subrayado en partes -para mi vitales- voy a forrarlo para que me acompañe a lo largo de los años. Lo siento, es un libro que no pienso prestar, no sea que no me lo devuelvan.

A lo largo y ancho de Internet encontraréis reseñas mucho mejores que ésta si queréis reunir información, yo os insto a comprarlo, a leerlo, a disfrutarlo. No porque hable de escritura sino porque habla de una forma de vivir inteligente y respetuosa. En mi caso comienzo por su última obra, lo cual está  bien, porque me encantan las biografías personales y profesionales que hablan de recorridos y capacidad de superarse. Para historias huecas y gente hueca que ha partido de la  nada y vive sumida en la nada más espeluznante ya tenemos machacantes programas de televisión que ante nuestra indignación lejos de desaparecer, aumentan. Es incomprensible. Majadero. Y además una estrategia para embobar a la población de la que solo se espera que aguante lo que aguanta a fuerza de acostumbrarse a ver a ineptos caraduras por doquier.



viernes, 18 de agosto de 2017

El odio y la sinrazón

El lenguaje universal es la paz. Todo lo que no sea paz y armonía está desubicado de su principio.

Dicho esto diré que nada duele como la injusticia de un atentado en el que se escoge al azar quien ha de sufrirlo. Cualquier forma de violencia es un retroceso. Cualquier forma de violencia. Vayan por delante mis condolencias a todos los afectados. Esto nos afecta a todos, sin duda.

Ahora bien, unos minutos después del atentado en Barcelona desde un ayuntamiento un alto cargo municipal hablaba en catalán para comentar váyase a saber qué.

Ante la pantalla me sucedió lo que tantas veces, si estamos en España somos un pueblo español con una lengua propia, la lengua que Cervantes o Antonio Machado nos enseñaron a amar a través de sus escritos. En Asturias también tenemos el bable, pero hablamos castellano, no tenemos la menor intención de hablar un idioma que solo comprendamos nosotros. Hablamos para todos los que vienen a nuestra región -y quienes defienden el bable retroceden en mi opinión, puesto que somos una región evolucionada- a mi me interesa la lengua oficial de mi país, esa que nos une a todos: el español o castellano; una sola lengua que nos hace iguales.

De modo que ante este señor que hablaba catalán no me enteré de nada, solo sentí una indignación que me dejó hablando sola ante el televisor. Puse la cadena regional de mi comunidad, la TPA para informarme y resulta que las mismas imágenes de ese catalán hablando en catalán me volvieron a abofetear. Mis condolencias a las víctimas porque somos todos. Vienen a atentarnos y ni siquiera podemos explicar en cristiano lo que nos está pasando. Dios nos aguarde y nos conserve la paz en nuestras tierras y con nuestras gentes. Amén.





lunes, 7 de agosto de 2017

Letras y demonios conjugados

Escribir es un acto que recupera la compostura. Es un canto a la ilusión perdida. Es una razón que no sabe de razones. Es una apuesta a prueba de errores. Es un sueño que no necesita ser realizado. Es una necesidad que brota como un sarpullido y solo se cura con la palabra escrita. Escribir es recuperar la fe perdida. Es crear un espacio donde ser tú. Es tener un mundo entero por delante donde poner todo lo que quieras. Un sitio donde las pesadillas y los mejores sueños se interponen y suceden sin descanso.

Escribir es una razón suficiente para mantenerse vivo dentro de un mundo en el que una parte sería adoptado con alegría y otra parte desterrado de un manotazo si tuvieses el poder de rehacerlo, pero no lo tienes. Por eso lo escribes y lo reescribes en pantalla, papel o dentro de tu cabeza. O en tu corazón.

En el fondo nunca dejarás de escribir porque el solo hecho de escribir te hace intentarlo. Intentar que el mundo sea un hogar feliz hecho de todos para todos sobre una esfera de igualdad.Un sueño humano.

viernes, 21 de julio de 2017

Despertarse viendo informativos...

La corrupción parece un pozo sin fondo, la desigualdad también. Cada vez más gente se ve obligada a trabajar de un modo precario por culpa de la mala gestión de otros. El hartazgo es cada vez mayor, el cansancio va llegando hasta limites insospechados. Cada vez nos cuesta más trabajo soñar porque los sueños cada vez nos los los envían más lejos. 

No todos somos iguales ante la ley, ni tenemos los mismos derechos, ni tendremos las mismas oportunidades, ni las mismas facilidades, algunos sencillamente estamos para pagar los desfalcos de otros, los caprichos de otros, la estupidez de otros, los intereses de otros por más huecos que estén o por más impresentables que sean. 

Son tantos los abusos a los que se ve sometida la gente de un entorno normal que a mi se encrespa la sangre de la forma en que a veces se agita el mar. Se me ocurren tantos relatos cortos de la vida cotidiana que no quiero escribir, tantos ejemplos de gente de bien que se ve asfixiada y sin derechos que no dejo de repetirme que en algún momento los pondré por escrito y los dejaré mezclarse entre esos libros de los que se dice que nadie querría leer. Esos que tampoco sería sencillo escribir porque para escribirlos es preciso ir desgarrándose jirones de piel. Tengo muchos libros rumiados que sin embargo no escribo, pero hierven en la cabeza como un cocido a fuego lento y a su manera aunque no se materialicen, son.

Está claro que unos cuantos viven a cuerpo de rey a costa del trabajo de otros. Un trabajo cada vez más precario y humillante, menos remunerado, más infame, ruinoso y chupasangres. Y que las cosas no mejoran por mucho que se lo curren los informativos escritos, de la televisión, de la radio o del boca a boca. Aquí las soluciones en el caso de los corruptos ya no es que lleguen tarde, es que llegan cuando están prescritas y no por gracia divina si no por decisión de otros corruptos cortados por patrón.

Nadie me diga que hay justicia cuando la injusticia es nuestro pan de cada día . Que nadie me cuente que es tan difícil terminar con la corrupción. Para finiquitarla habría que empezar a cortarla desde arriba. 

Eso es lo complicado de la cuestión, nunca tendremos escaleras para trepar tan alto.


jueves, 13 de julio de 2017

Terminar lo que comienzo

Tengo anotado en la agenda de los días del calendario: terminar lo que comienzo y es una tarea tediosa que me está llevando demasiado tiempo. De modo que creo haber dado con la solución, que es salir de mi entorno personal para llevar a cabo dicha tarea, es decir, para tomarme en serio. Creo que tal vez es debido a lo complicado que es hacerse entender por quienes no comparten nuestras aficiones, o no las comprenden. Y ya estoy cansada de explicarlo una y otra vez. No voy a volver a explicarme o justificarme, quiero hacer, de modo que en ese intento debo cambiar el escenario por uno que no me ofrezca distracción, necesito un horario para sentarme en mi silla de pensar y comenzar terminando los principios. Lo importante es terminar aquello que comencé, desatascar lo que permanece atascado y desde ahí proseguir con las nuevas herramientas bajo el brazo.

Ningún manual del escritor me sirvió, o tal vez me hayan servido todos a la vez, pero lo cierto es que la necesidad de buscar un lugar desde el que compartir con el lector algo parecido a una carrera profesional sigue estando ahí y sigue tirando de mí, de modo que he aquí el lugar y he ahí el lector. El comienzo está en marcha. Algunos con menos consiguieron más, de modo que no caben los lamentos, solo queda ponerse a trabajar, desinflar las exigencias para lograr un finiquito entre el comienzo y el final.

¿Como se acallan las voces del perfeccionismo enfermizo que no permite avanzar? Eso aún  no lo se, porque sigo en pleno atasco, corrijo y me cuestiono todo el tiempo, me exaspero, pero a finales de septiembre recomenzaré  todas las veces necesarias imponiéndome un horario fijo en la zona de estudio de la biblioteca. Haré y desharé tantas veces como sea necesario hasta cumplir el compromiso: poner punto y final a todo lo comenzado. Que no es poco.

Por algún sitio ha de comenzarse y Días de lluvia está bien, sigue siendo el mismo lugar especial que un día inauguré para ponerme en contacto con ese mundo a medio camino entre el sueño y el desvelo. Entre este me entiendo y no me entiendo. Me alegro de conocerme o cuánto lo siento.

...Supongo que me ocurre lo que a todos, va por tiempos.


viernes, 16 de junio de 2017

Un grito de amor desde el centro del mundo, de Kyoichi Katayama

Este es uno de esos libros que no se olvidan, escrito desde la más pura belleza estilista desde todos los sentidos. Cuenta la historia de amor entre Hirose y Aki recreando la descripción de lugares, personajes y situaciones con una delicadeza digna de vivir y de admirar. Es uno de esos libros que se sostiene por sí solo, por medio de una construcción impecable. Cuenta una historia triste, ya que Aki se enferma de Leucemia y ambos son tan jóvenes que a penas comienzan a vivir, pero su historia es tan especial que no hay una sola página en la que no se retrate la celebración de estar vivos.

El libro está editado por la editorial punto de lectura y cuenta con 190 páginas que vale la pena recorrer. Por si alguien tuviese alguna duda, mi blog es un lugar personal, sin ánimo de lucro, solo de compartir todo aquello que contrarresta las noticias diarias -casi siempre deprimentes-, y el amor a la lectura y escritura a modo de compensación. Hay de un tiempo a esta parte mucho afán, parece ser, por despejar las casas de todo aquello que algunos consideran prescindible, por ejemplo libros, supongo que porque los lectores electrónicos ocupan menos sitio. Ya decía mi abuela paterna que lo que unos no quieren otros lo desean, es por eso que Un grito de amor desde el centro del mundo ha pasado a formar parte de mi biblioteca al precio de un café. A veces tengo la sensación de que un ángel me protege y me acompaña; no podréis echarme en cara que quiera compartirlo con vosotros también, es para esto para lo que sirve este lugar.

Hasta que me topé con el libro y leí la contraportada así como algunas páginas sueltas por el medio, jamás tuve idea de hubiese un escritor llamado Kyochi Katayama, por desgracia sí conocía alguna historia tan triste como la que nos cuenta. Una sucedida en verdad y que por más tiempo que pase no se consigue superar. Pues bien, leyendo este libro tuve la sensación de que quienes hayan vivido una historia como esta desde cualquier ángulo de parentesco o amistad encontrarán algo parecido a un consuelo, porque hay personas que aunque duren poco tiempo en el mundo dejan una estela que bien puede alcanzar la eternidad.

 Hay estrellas que pese a todo nunca dejan de brillar para nosotros desde donde están. Nos acompañan como una brisa suave y nos señalan lo importante sin que nos demos cuenta, son capaces de poner en nuestras manos lo más bello, para que nos demos cuenta de que la belleza en este mundo nuestro nunca deja de brotar de mil formas diferentes y una más. 


jueves, 8 de junio de 2017

Oncodudas.es

Un equipo de enfermeros del hospital asturiano del Huca decidieron abrir una página rigurosa para responder a todas las dudas que plantea la enfermedad del cáncer. Después de constatar la cantidad de sitios web que pululan por Internet acerca del cáncer, decidieron crear un lugar en el que la gente pueda consultar sin que les llenen la cabeza de bulos, en el que todo lo que se encuentre sobre el cáncer sea contado por un equipo médico que sepa de lo que se habla. Un lugar desde el que aportar conocimiento, desde el que poder ayudar a gente de todo el mundo.


Una iniciativa que celebro y que comparto con vosotros para que llegue más lejos:


Oncodudas.es 



martes, 30 de mayo de 2017

El beso del Sáhara, de Gonzalo Moure

Al comenzar a leer este libro ya te encuentras lo primero que te encantará de el: El autor cede los derechos de esta obra al pueblo Saharaui, para la realización de labores humanitarias.
Piensas que eso es amor y que es un gran principio, pero lo mejor de todo es que a lo largo de sus 116 páginas toda la obra es amor; amor a la vida en su máxima expresión. A veces uno no sabe dónde poner sus sueños ni qué pensar sobre ellos, los deja en cuarentena, pero se alegra mucho de ver cómo los cumplen los demás. También se alegra de haberse topado alguna vez con autores que nunca le defraudan, y Gonzalo Moure es uno de ellos.

No me gusta desvelar mucho las historias que cuenta un libro porque aquí no hay atajos, son como una medicina, para que nos funcione hay que hacer el tratamiento completo, en este caso yo diría comprar el libro que además va para cumplir más sueños. Cualquier libro se puede resumir, pero no vivirlo, por eso lo importante es leerlo: vivirlo desde dentro. En cualquier otra página puedes encontrar la sinopsis, o un resumen largo que te puede hacer pensar que sabes de que va, pero no es cierto, sería como si alguien te enviase la fotografía de una sandía y para que adivines su sabor, para nada, no es lo mismo y no alimenta.

El beso del Sáhara habla de una niña saharaui que se llama Nadira y de una niña madrileña llamada Marta, que llega al campamento de refugiados con sus padres, su padre es diputado. Nadira siempre quiso vivir en otro lugar, Marta goza de todos los privilegios sin pensar. La niña saharaui cuando tiene a Marta cerca, tan rubia, tan blanca, tan bonita vestida no puede evitar recibirla con un beso, entonces por un tipo de magia incomprensible se intercambian sus cuerpos. Ahora Marta queda atrapada en un campo de refugiados y Nadira conocerá el privilegio de ser hija de un diputado de Madrid.

Es un libro que nos habla de detalles de un mundo que desconocemos, retratando la belleza una tierra que pese a todos los problemas que sufre tiene unos amaneceres y unos atardeceres hermosos, porque sí, porque la naturaleza no se deja arrancar por la avaricia; así como la lealtad de algunas gentes nunca se podrá comprar. Cuenta todo esto y mucho más. Es un libro cargado de matices y belleza, de belleza y matices desde el principio al final. Tal vez la confirmación de que cuando el amor puede subirse a un teclado imprime una de las mejores historias que alguien te pueda contar.



martes, 25 de abril de 2017

Diario de un vampiro en pijama, de Matias Malzieu

Con su estilo poético y la humildad que le caracteriza, así como su gran capacidad de crearse un mundo amable en cualquier circunstancia, en las 211 páginas que componen esta novela, Matias Malzieu nos cuenta su periplo durante una grave enfermedad que padece de repente, esa que los médicos denominan "Aplasia medular". A partir de ese instante y pese a que su vida se encuentra en una vorágine de presentaciones y proyectos, se ve obligado a ingresar en el hospital para ser tratado de su enfermedad, llegando hasta el punto de verse aislado dentro de una habitación burbuja a la que solo puede entrar el equipo médico especializado y de la que el enfermo no podrá salir hasta que su situación clínica se haya regularizado.

A lo largo del libro logra plasmar lo que es un referente en su obra: la belleza de lo cotidiano filtrada a través de la mirada de un niño ya crecido. Con esa mezcla de ingenuidad y bondad con la que logra recrear incluso lo anormal. En este punto en que ya no tengo claro las frases que puedo poner desde el blog por eso de los derechos de terceros, no anotaré ninguna para quienes podáis entrar aquí a leer, aunque os digo que me encantaría porque todo el libro es una siembra muy acertada de ellas.

A lo largo de la lectura se me ocurrió que la vulnerabilidad de todo enfermo grave de cualquier hospital coincide en lo mismo que cuenta. El dolor de los familiares que ya llevan su cuota de derrotas a cuestas, la evasión de los amigos que ni llaman ni aparecen, los cuidados de un equipo médico de excelente valor personal y profesional, el Yo dolido y enfermo venido a menos; los pinchazos, las transfusiones de sangre junto a la necesidad de buscar la manera de contrarrestarlo todo: La forma de lograr que la vida pese a todo siga siendo un lugar feliz, en el que mañana tal vez ni exista. 

La dureza de la realidad enfrentada a la maravilla de seguir vivo.

Este libro es un homenaje al amanecer, al anochecer, al dolor, a la alegría, a las personas que se quieren y que nos quieren, a la conciencia cruda de que un día moriremos pero que mientras tanto todo es posible. Quedémonos con eso, disfrutemos de lo que en verdad es importante para nosotros ahora, no perdamos tiempo.

Recomendable lectura. Grande Matias Malzieu ;-)




viernes, 24 de febrero de 2017

Todas las criaturas grandes y pequeñas, de James Herriot

Este libro fue el primero que leí este año, lo compré al precio de un café y lo disfruté tanto como si se tratase de unas vacaciones, porque fue uno de esos libros capaces de trasladarme a otros escenarios y otras vivencias además de entretenidas dignas de mención. He retomado la tranquilidad de seguir un libro página a página donde quiera que esté, la capacidad de leer y comprender aún en medio de un ruido casi infernal, es algo que agradezco de verdad en medio de tantas noticias deprimentes que nos trae la actualidad; vivir informado puede ser cruel, eso también vosotros lo sabéis.

Lo bueno de leer en tiempos de Internet es que sin necesidad de tener una biblioteca extensa puedes saber lo que Wikipedia, por ejemplo, cuenta de su autor. James Herriot fue veterinario de verdad, algo que en los primeros capítulos ya se intuye, pero sentí la necesidad de saber algo de su biografía justo ahí y se rumorea que parte de sus libros retratan su propia vida. Yo destaco sobre todo su amor y admiración hacia los animales, así como a la naturaleza y el gusto por las cosas sencillas de la vida.

Lo primero que me llamó la atención de este libro editado por grijaldo mondadori fue su portada, después ojeando su forma de escribir me atrapó la vida retratada allí  y esa capacidad suya de llevarte de la mano a todos sus escenarios. Como persona de pueblo en esta lectura me sentí como trasportada a las casas que visité en mi infancia, a veces los niños nos entendemos mejor con los animales que con las personas y es un entendimiento que a veces dura de por vida. Admiro la fidelidad de estos seres que no pueden hablarnos y nos dicen tantas cosas de sí mismos y de nosotros sin ofender. Nos demuestran que las palabras tienen una importancia relativa en todos los aspectos y está bien que alguien nos lo recuerde alguna vez.

Todas las criaturas grandes y pequeñas es un libro que quiero recomendaros desde aquí. No quiero contarlo ni destriparlo, considero que lo importante es seguirlo página a página para no perder esa esencia rural que amenaza con desaparecer de nuestras tierras, incluso aquí en Asturias se hace tanto en su contra que nunca está de más despertar y luchar por conservarla como parte de aquello que fueron nuestros abuelos y nuestros biznietos podrían ser. Hombres y mujeres en perfecta sintonía con una naturaleza rica que les respeta y les permite ser. Una tierra que alimentada de forma inteligente te provee de su alimento, se deja hacer.

domingo, 25 de diciembre de 2016

Feliz Navidad y un próspero 2017

Hace mucho que no paso por aquí y no se si echo de menos este lugar, en cualquier caso es un recuerdo de un tiempo que después de pasado sigue conservando su sentido. Es un sitio agradable al que retornar con un nuevo aliento lleno de cierta esperanza en el futuro. Los sueños unas veces se abandonan y otras veces se agarran de los pelos. En otras ocasiones ni lo uno ni lo otro, son mientras la vida se va sucediendo del modo en que sucede la vida: Nadie sabe cómo irá.

En cualquier caso en este momento hemos retomado unas fechas especiales. Y me asomo para desearos a todos Una Feliz Navidad y un muy próspero año nuevo.

En este momento dedico mis días a retomar aquella normalidad anterior a este lugar y la saboreo sin otra pretensión que aprender lo que la vida tenga a bien enseñarme. Dudo bastante que sea escritora, solo sé  que me gusta escribir y no soporto que la escritura interfiera demasiado en el resto de mis cosas. Me avergüenza demasiado por ahora lanzarme a luchar de verdad por estar en los rincones desde donde los libros se lanzan sin paracaídas en busca de un lector. No me siento con fuerzas por ahora.Tal vez sea algo destinado a otro futuro o a otras vidas. Lo que es fe del todo no me falta...

Gracias por seguir ahí y que la vida os sea abundante en cosas buenas; eso siempre. 

miércoles, 20 de julio de 2016

Va por rachas


Internet parece ser el lugar donde se encuentran todas las respuestas, sin embargo de un tiempo a esta parte se me antoja un sito en el cual perdemos demasiado tiempo en el que podríamos estar disfrutando de los demás: aquellas personas que hacen que nuestra vida sea especial.

Lo mismo diría de la televisión, de la radio o de cualquier cosa con que llenemos el silencio, ese espacio vital en el que conocernos, para saber qué es para nosotros lo importante. Nacemos con una serie de tiempo limitado, somos conscientes de ello cada vez que alguien conocido se nos muere. Sabemos que tal vez nunca llegue para nosotros el año que viene, el mes que viene, el minuto siguiente...es por eso que cada vez le dedico menos tiempo a Internet.

Entre tantas cosas en las que he dejado de creer, ya se encuentra. Tal vez por toda la publicidad que comienza a pulular por todas partes, Comienza a ser lo mismo que ver la tele, se suma el tiempo perdido entre aquello que no quieres ver. Puede que sea desánimo, o el principio de otra etapa. Y no importa, la vida a tiempo real es mucho mas interesante y ocupa todo mi tiempo. Y lo disfruto. 

Es verano. Un verano que llena los cielos de soles y de nubes, con alguna lluvia. Vivir en Asturias es una aventura diaria. Aquí la belleza es un privilegio constante. Cualquier sueño parece alcanzable si lo que deseas es ver un lugar rico en todos los matices que se quiera.

Va  por rachas. Sentir que el corazón está repleto de buenos momentos es una costumbre que por nada del mundo quiero perder. El paisaje es de un verde frondoso desde mi ventana, mezclado con el azul del cielo en una mañana sin sol, con muchos rollos de hierba seca por todas partes, dos caballos pastando en el alto de un promontorio, muchos árboles y algunas casas como salpicadas de cuando en cuando. Dos caballos más se han sumado como queriendo retratarse en mi entrada, ya son cuatro y a lo largo de la mañana se sumará alguno más En días como hoy creo que ser más feliz no se puede.

Tal vez la felicidad sea poder disfrutar de lo que se tiene, aunque pertenezca a la tierra. No plantearse metas y no detenerse. Dejar que nuestros pasos nos lleven a donde debamos estar.


miércoles, 6 de julio de 2016

Gente buena, buena gente

Las palabras que desean ser escritas han dejado de llamar a mi puerta, han entendido el mensaje de prohibido molestar que he colocado al fondo de mi cabeza y si alguna vez entran con su petición, se alejan de puntillas, intuyen que de alguna forma han dejado de hacerme falta. ¿En verdad habrán dejado de hacerme falta?¿O acaso ha terminado venciendo mi idea de que en el fondo nunca estuve preparada para lo que entraron a pedirme alguna vez? No se si las preguntas y respuestas al respecto acaso importan.

Todo nació con lo mucho que me molesta que unos tengan el poder y otros la obligación, unos el destino de cara y otros vuelto del revés, con que haya gente mala, gente muy muy mala a la que todo les sale bien y gente buena que aun respira porque tiene una enorme voluntad de seguir vivo a pesar de los pesares, mientras otros ponen un pie en su espalda para que no salgan de donde están. En el fondo eso es lo que me irrita, que unos vivan a cuerpo de rey solo porque alguien que les supera en todo con creces, ha nacido en un país mísero del que se vio obligado a emigrar en busca de pan, para sí y para los suyos.

Caminamos hacia más de lo mismo y quizás peor, ya no quiero que las palabras que desean ser escritas me vengan a visitar. Ya no se me ocurre nada que hacer con ellas. Quiero que de una vez comprendan que nunca podré cambiarlas por billetes con que comprar felicidad alguna para los demás, quiero que se enteren de una vez de que hay gente tan pobre que tiene su vida alquilada a quien les puede pagar. Cambian sus horas de sueño, de ocio, de cuidado a sí mismos y a quienes quieren, hacen maletas para irse tan lejos que tardan muchos años en regresar de visita a sus pueblos y a sus gentes; que es justo el sitio en el que pudiendo elegir desearían estar.

Hay días y momentos en los que solo puedo regalar mis oídos y mis palabras, no las escritas -esas tal vez nunca hayan servido para otra cosa que para escucharme a mí misma- si no las dichas. Y tal vez porque me salen directas de la verdad, causan ese efecto que tanto agradezco, algunas veces, en quienes me importan de veras, aunque haya escasas horas que les conozco. Esa es la magia del universo a fin de cuentas: saber que por tristes que sean las historias y por injustas, hay gente que nos supera en bondad y en cualidades. Nos superan un millar de veces, y nos escuchan como si fuésemos una roca sólida a la que aferrarse mientras la inmensidad de un océano entero les azota y les lanza al fondo. Regalándonos la sensación de que en medio de todos sus problemas les hemos dado una llave que les abre una nueva puerta de algo parecido a una esperanza o una salvación. Gentes que no comprenden que para nosotros el verdadero regalo es llegar a conocer a personas como ellos.

Y la vida les ha maltratado tanto que aunque en adelante les mime ya tienen el daño el hecho. La avaricia y el poder corrupto de unos pocos destruyen el futuro de muchos.

A veces las palabras vienen a reclamar ser impresas en letras de molde, y las traigo. Las voy amontonando por aquí.




sábado, 18 de junio de 2016

En decisión de tu libertad

Te piden un imposible
que en algún tiempo 
posible fue,
pero ahora no

meditas un segundo
y la respuesta en tu corazón
es certera, no hay duda
la respuesta es no

atrás quedaron instantes
que han variado la dirección
ahora tienes alas
tus alas vuelan
te defiendes con un no

el silencio dura minutos
tal vez horas, al otro lado
quizá haya pataleo o furor
pero tu paz se acomoda
en la libertad alada de un no

Piensas que al final cada quien
ha de hacerse responsable de lo suyo
ha de vivir con acierto, alegría
generosidad, compasión, amor
y que a veces eso depende de un no

en verdad a veces un no
es el mayor comienzo
cuando al final de todo
el egoísmo paga su precio,
y  alza su vuelo un gorrión.

miércoles, 8 de junio de 2016

Garantía de coherencia, por favor

Estamos en campaña electoral otra vez y se nota, de pronto quienes no parecían preocuparse de los problemas de la gente común salen a la calle con una sonrisa para asegurarnos que nuestras neveras estarán repletas si les votamos. Para jurarnos que ningún banco se quedará con nuestras casas, que nuestros hijos tendrán garantizados los estudios a los que quieran acceder, o en su defecto a un trabajo remunerado. Para decirnos que nuestra salud está garantizada porque piensan en nosotros y seguirán mejorando la sanidad. Y de todo lo demás ídem de lienzo, si les votamos seremos las personas más felices de la tierra con un gesto muy sencillo: Ir a votar.

Al verlos recordamos esas elecciones que nos fastidiaron la vida. Las decisiones que tomaron y que lejos de ayudarnos nos pusieron el mundo cuesta arriba de un día para otro. Y es que nunca les faltará una excusa para cambiar nuestra realidad a su favor y decirnos que es por nuestro bien. Por nuestro bien. Aunque nos cueste creerlo y además no lo creamos y frunzamos el ceño...y lo mantengamos bien fruncido hasta la próxima elección, esa a la que asistimos cruzando los dedos.

Cruzando los dedos pero en pie, con el carnet en alto y nuestro voto dispuesto a volver nuestro mundo a su normalidad. No a la normalidad que alguna vez imaginamos, si no a la preciosa normalidad que dios mediante la mayor parte de nuestra vida tuvimos. Esa normalidad que nos mantuvo humildes pero felices como pocos podrían ser. Esa felicidad de sabernos dentro de un mundo en el que la coherencia era la máxima a garantizar.

viernes, 3 de junio de 2016

Un final feliz para Icaro

En la vida es muy sencillo escribir una historia, relato o novela y ponerle un final feliz, solo hay que escribirlo. Sin embargo no es tan fácil ¿o lo es? hacer que años de malos tratos y desamparo se tornen en lo contrario.

Es tan sencillo mirar esta foto y creer en que un animal así, un caballo con esa expresión en su cuerpo y la mirada en esos ojitos tiernos pueda tener de una vez la vida que se merece, que porque creo en que es posible lo dejo aquí, A la espera de que alguien le brinde todo ese cariño que se merece...ese caballo y tantos. Son el animal mas fiel que alguien se pueda imaginar, doy fe.

Un hogar para Icaro


sábado, 28 de mayo de 2016

No me quieras tanto

Lamentablemente las noticias siguen repitiéndose sin que parezca que estemos acertando porque tal vez no sea tan fácil detectar lo que ocurre y poner remedio. Intentar entender lo que pasa por una mente macabra, si no enferma, no siempre parece a nuestro alcance, aunque eso ya no cabe en la era digital.

Quizá el remedio definitivo sea informarse e informar. Y la red está  llena de lugares y consejos, dejo el enlace a un blog cuyo título sorprende tanto como su contenido, para que nunca nos dejemos de informar. La información puede ser un primer paso crucial.

No me quieras tanto

Un lugar que vale la pena visitar.

lunes, 16 de mayo de 2016

Solo pedimos un trabajo digno y bien pagado

Volvemos de nuevo a lo mismo, a las campañas electorales en las que todos quieren destacarse por ser mejores, en las que todos prometen, enseñan sonrisas falsas por doquier, de pronto tienen un interés profundo en lo que nos pasa...Aburren, cansan, parecen volver a ser más de lo mismo a la espera de que depositemos nuestro voto dentro de su urna y no en otras. Se me antojan lejanos, todos lo mismo de lejanos porque de haber sido como yo esperaba se hubiesen puesto de acuerdo en mejorarme la vida (en mejorarnos la vida), de modo que voy a decirles lo que espero de ellos:

Que dejen de empobrecernos de todas las formas posibles.

Que se pongan a crear puestos de trabajo porque somos tan pobres que solo queremos trabajar, porque desde niños nos dijeron que solo trabajando duramente llegaremos a vivir con tranquilidad. Porque solo si crean puestos de trabajo suficientes en todas las categorías estaremos bien atendidos en todas las áreas de nuestra vida; incluso en sanidad, que es donde más están doliendo todos sus recortes.

Más facilidades a la hora de acceder a un puesto de trabajo para todos. Y un sueldo sin recorte.

Creo que al final no pedimos ningún tipo de milagro y que es posible si se es honrado pensar en lo que conviene a la mayoría. De momento volvemos a las promesas, ya iremos viendo después qué queda de ellas.

(En medio del cansancio que me producen, me retiro y me callo. Vuelvo al silencio y la lectura, me maravillo de leer un nuevo libro del que nadie ha hablado. Sospecho incluso que los libros que no tienen ninguna campaña de publicidad son los mejor escritos).


jueves, 28 de abril de 2016

Hasta los caballos pueden considerarse ocupas

Es deprimente que la situación quiera resolverse así desde el gobierno de mi comunidad autónoma: Los 90 caballos que quedan estabulados en el Asturcon deben ser retirados de inmediato. Al gobierno de turno le urge que se vayan aunque no tengan ni donde irse, ni como sean cuidados, o incluso que tengan que ser sacrificados porque no es tan sencillo encontrar un lugar en el que tenerlos en óptimas condiciones según sus necesidades físicas y psíquicas. Se sabe los requisitos que se precisan para conservarlos en buen estado de salud y el problema es de quienes no tienen una nómina potente que les respalde. El problema es el de siempre, quienes no tienen dinero tienen menos oportunidades, y en ocasiones tal vez ninguna.

No me considero lista ni importante, pero escuchar cómo el mismo presidente asturiano dice "Que los caballos que este domingo sigan ocupando los boxes del Asturcon pasaran a ser ocupas" ...me produce la idea de que cada día que pasa nos tratan más como imbéciles. Lo que sucede, es que ellos dictan las normas, ponen las leyes a su comodidad y quienes no cumplan con ellas, pasan a ser delincuentes.

Ayer eran unos, hoy son otros y mañana serán otros; lease tanto quienes dictan las leyes como quienes seremos obligados a cumplirlas. Quienes seguimos sintiendo que el mundo que conocíamos se pone patas arriba o de lado, o con el culo por montera, según como se tercie el caso; perdemos fuelle, nos cuesta encontrar espacio, nos deprimimos y nos agotamos sabiendo que a los verdaderos culpables no les importará jamás.

Y esto sucede porque cada uno en particular está lo bastante enfrascado en resolver sus propios problemas -que en ocasiones se convierten en montaña complicada de escalar-, como para intentar ocuparse de los problemas de los demás. Y así no iremos a ninguna parte lejos de donde nos quieran encajar, si acaso no cabemos se nos pisa, que más da.

Lo queramos o no, quienes dictaminan, vencen.

Los caballos pueden ser los animales más hermosos, los animales mas fieles, los mejores amigos que te puedes encontrar, pero cuidado; ya ni en las montañas del Sueve tienen permitido mezclarse de cualquier forma a la hora de reproducirse porque se pierde la raza autóctona. Sacan leyes y dictámenes que los acotan por todas partes, tal vez porque hasta ahora camparon libres y a sus anchas, y pueden convertirse en el ejemplo de lo que algún día pretendamos ser los demás. Y ya se sabe que cada vez nos quieren mejor atados, por supuesto, atados bien en corto, que así siempre se nos puede dominar.

El amor a los animales podría salvarnos en estos tiempos en que deberíamos aprender más de la naturaleza que se ensancha como puede para acogernos a todos. Esa naturaleza que cada vez se respeta menos, triste que así sea, y que no hagamos lo posible por cambiar.

martes, 19 de abril de 2016

Recetas de cocina para comer bien

Todos tenemos metas en la vida, algunos demasiadas, tantas que debemos ir soltando lastre a medida que nos vemos incapacitados de estar a la altura de lo que pretendemos. Este año por cosas del destino, o por irle adelantando el paso, en lo que viene siendo mi vida se están produciendo cambios. Ajustes a mejor y en positivo -hay que recibirlos siempre así- porque cabe pensar que nos envían a empaparnos de lecciones y mejoras, que aunque en ocasiones cuesten, nos mejoran como personas; si no esto de llegar al mundo no tendría ningún sentido. A veces no lo tiene si miramos alrededor y vemos a quienes se están forrando los bolsillos a nuestra costa, o escuchamos con pasmo a quienes califican como ilegales a seres humanos idénticos a nosotros, solo que llegados de situaciones extremas que nadie quiere asumir. Es vergonzoso que en nuestro siglo y en nuestro mundo avanzado ocurran cosas así. Las vivimos en vivo y en directo, pero atados de pies y manos por todo ese conglomerado de leyes que ni entendemos, ni de motu propio votamos. A veces sumirnos en un silencio espeso es todo lo que precisamos para volver a recargar las pilas y renovarnos.

Retomando el hilo me asomo a dejaros un enlace que encontré buscando una receta de cocina de estilo tradicional. Entre mis metas, ahora que dispongo de más tiempo, pero menos fuerzas, he decidido que quiero comer los platos que preparaba mi abuela. Si de algo podemos presumir es de las abuelas que cocinan en todas las partes del mundo y de esos guisos capaces de renovarnos desde adentro. También lo dejo para los chicos y chicas que recién se independizan, para que se alimenten como es debido. Para que sigan buenos ejemplos de como vivir lo suficiente para llegar a viejos y superar en todo a sus padres, vaya por delante que no ni en tres vidas superaría a los míos. Algo vamos aprendiendo mientras nos acercamos a la vejez ;)

Os dejo un enlace a las mil recetas para comer. Variedad a pedir de boca

martes, 22 de marzo de 2016

Silencio

El silencio es muy poco exigente
se conforma con todo
no se si alguna vez
se han parado a pensar
en la belleza que expresa.

Maravilloso el silencio
en que no se dice nada
porque no ha nacido la forma
capaz de decirlo todo
con las mejores palabras.

Es tanta la belleza
que nos rodea a diario
que es imposible resumirla
para enviarla al mundo
cual pregunta; si acaso una:

¿No es cierto que llena el alma
admirar cualquier rincón 
de nuestra Asturias?





viernes, 4 de marzo de 2016

Contra el cierre del Asturcón

Hace años el Centro ecuestre municipal el Asturcón, de Oviedo, era la viva estampa del glamour y de la ostentación monetaria. Muchas veces acudí a sus concursos hípicos y paseé por sus instalaciones, cuando todos sus boxes estaban ocupados por caballos. En aquel tiempo los caballos me parecían animales demasiado grandes e impredecibles, me atraían tanto por su exultante belleza como por sus ojos capaces de comunicar tantas cosas. Algunas malas experiencias del pasado limitaban mi confianza hacia ellos, pero por circunstancias de la vida, durante muchos años me tocó ver concursos hípicos hasta la saciedad, y en el Asturcón bastantes, en honor a la verdad.

Allí acudían personas de diferentes poderes adquisitivos, desde el rico mas rico hasta la clase media tirando a baja, pero lo destacable con diferencia era el amor incondicional a los caballos. Podías ver a niños de dos años dando clase montados sobre caballos enormes, al trote o al galope. Caballos que cuando los niños perdían el equilibrio y se iban a caer, daban giros cuasi imposibles para su condición y volvían a mantenerlos bien erguidos en sus sillas. También caballos que en pleno concurso de salto hacían lo mismo con otros niños o adultos que amenazaban con ser volados sobre sus cabezas. Era admirable la forma en que el caballo protegía al jinete exponiendo su propia integridad.

En aquel tiempo había dos cosas que me llevaban a arrugar la nariz (uno no puede dejar de ser como es esté donde esté), el alarde de algunos que se creían con mayores derechos que el resto por conducir los coches mas imponentes o ir montados en los caballos más caros. Lo bueno era que no siempre se correspondía la presunción con los resultados a pie de pista, de hecho solía suceder que quienes menos presumían de dinero o lo tenían los barrían de un plumazo. Si bien es verdad que cuando comenzó la crisis solo resistieron ellos, porque fueron quienes pudieron seguir pagando todas las tasas sin problema alguno. Muchos niños y adultos tuvieron que dar prioridad a pagar sus otras facturas y llevarse los caballos donde pudieron, dejando de concursar pese a que eran muy buenos. Muchas ilusiones se frustraron y muchas otras se frustrarán si nadie pone remedio. 

En aquel tiempo y ahora también, me gustan los caballos en libertad, que se le va a hacer. No me gusta subirme a sus sillas y decirles donde tienen que ir o que tienen que hacer. La cosa va en gustos. Jamas los pondría a saltar en unas barras cada vez mas altas para que me demuestren lo buena jinete que soy. Yo aspiro a mucho más que todo eso, soy mucho más exigente: quiero que me consideren su amiga. En este punto decir que no necesito muchos caballos, me basta uno y al final, después de un proceso de tiempo lo conseguí. Aunque esa es una historia que llevo escrita en el corazón porque el papel no da para todo. No puedo decir que sea amiga de todos los caballos, soy amiga del mejor, el más guapo y noble de todos. Tiene las crines más hermosas, los colores mejor dibujados, el paso más elegante aun siendo un animal corpulento, los ojos más serenos del mundo, capaces de comunicártelo todo. En este momento está lejos de aquí, puedo verlo poco, pero está muy bien cuidado, en libertad, con otros caballos que pastan por los prados del lugar donde nació. Que un animal de 500 kg de peso relinche para darte los buenos días, se deje poner la cabezada sin rechistar para que lo lleves al prado, te siga cuando llevas su estiércol en una carretilla para tirarlo al montón, pose como el mejor modelo ante ti para que consigas fotos de profesional sin haber hecho carrera; incline su cabeza para que le mimes, te deje su baba en la chaqueta y acuda a tu llamada siempre, eso no tiene precio. Que venga de la parte alta del prado hacia donde estás con la cabeza alta, moviendo las crines con elegancia, demostrando lo feliz que estas después de no verte durante un tiempo, es lo mas bonito que se puede vivir. Que baje la cabeza para que mime y se quede quieto como si fuese un pequeño gatito indefenso, para después recuperar su fuerza otra vez y ser el animal imponente de 500 kg, mostrando su magnificencia al completo, es la mayor dualidad de nobleza y fuerza que vi.  El cariño incondicional de un animal así puede enseñarte muchas cosas que en diez vidas no aprenderás de un humano.

 El Centro ecuestre el Asturcón amenaza con cerrar, sin tener en cuenta que un caballo no es un gato y no cabe en cualquier lugar. Uno no puede meter un caballo en una cesta, subirlo en su coche y llevarlo a su piso para que viva al calor de su hogar. (Vaya por delante que yo nunca tuve un caballo estabulado en ningún centro hípico, ni lo tendré, aunque diría que quedó claro en mi exposición ). Estamos ante otra de las muchas irregularidades que suceden en los cambios de gobierno, cosas que se ponen en marcha por todo lo alto y que terminan arrastras por el suelo. Y hablamos de seres vivos. Con los seres vivos no se juega. Ellos tienen una vida allí, en parte, porque alguien se lucró con ello durante mucho tiempo. ¿Y qué sucede ahora?

En el facebook Contra El cierre del Asturcón entre otras cosas, lo cuentan:

Os dejo el enlace al VIDEO






miércoles, 2 de marzo de 2016

Despertar los sentidos

Nada de lo que sucede en el mundo ahora mismo es nuevo, tal vez desde su mismo comienzo todo ha sido repetido por todos los autores de todas las épocas y en toda versión posible. Todo esta dicho, todo fue contado, cantado, moldeado...de solo pensarlo me resulta paralizante. De hecho desde que comencé a repetírmelo mentalmente se me fue agonizando el sentido que yo le daba a un viejo sueño que en algún momento creí posible. 

Sin embargo, pese a lo deprimente que resulta este panorama del "quítate tú que ya me pongo yo" al que asistimos a diario por cienduplicado en todos los medios de comunicación con su correspondiente explicación según la mirada de quienes nos lo cuentan -a veces incluso hay quienes coinciden conmigo en su acepción- cada día nace y muere y en ese intervalo de tiempo suceden cosas a nuestro alrededor que nos extraen una sonrisa o nos llenan de ilusión. Tal vez todo esté ya contado pero no por ello todo está ya dormido. Es por eso que la balanza de los sueños tiende a corregirse al compás de los sucesos y a veces eleva eleva el si. Si se puede, si es necesario y si me apuras, tal vez contando con mucha suerte, hasta es posible. Es ese momento en que la hazaña más complicada se realiza en un pis pas. A veces el secreto consiste en desconectarse de lo exterior y descifrar lo que motiva a ese mundo interior que late entre nuestras fibras. Ardua tarea con mucha recompensa que quema el tiempo y agota las fuerzas, a que negarlo. 

A cada persona su proceso, supongo que no para todos será igual, como sucede con todo, a unos les gustan unas cosas y a otros les atraen las opuestas. Lo bueno es tener variedad. Ayer anunciaban cielos grises y lluvia, que ya esta aquí para repiquetear el cristal, voy a dejar que todo se inunde con una canción recién descubierta, de alguien que siempre me sorprende con su letra y su música:
 Eros Ramazzotti. Al Fin del mundo

Motiva que alguien nos anime a comenzar a enfrentarnos a la lluvia tras el cristal.



viernes, 19 de febrero de 2016

Caso insólito

Encuentran un millón de euros encima del armario de su habitación y para quitárselos de encima recuerda que por allí pasaron el fontanero, los montadores de muebles y tanta gente, que no entiende por que motivo el hecho de que estén ahí viene a significar que sean suyos.

Estamos en un mundo de locos. Esta viniéndose abajo algo que debió de caer mucho antes. Es una aberración todo lo que ha venido ocurriendo sin que nadie lo denunciase. Pero ante todo se habla de un millón de euros que escondidos sobre el armario de una habitación no encuentran dueño.

Y mientras tanto, a cada segundo se mueren cuatro personas (tal vez más) de hambre en el mundo.

Mano dura para toda esta gentuza y para quienes los lucraron durante tanto tiempo: Impunidad 0

domingo, 31 de enero de 2016

Niñas desgraciadas en proceso a divas

Ese momento del libro en el que una niña demasiado pobre pierde a su tía, esa que vivía poco  menos que en la indigencia y resulta que es rica, pero rica de la muerte. Ese momento en el sabías que estabas leyendo un libro lento y muy fantasioso en el sentido en que pasaban cosas que no le pasan nunca a la gente de verdad -suponiendo que tu mismo te encuentres entre dicha gente-, y ya no sabes si tirar para adelante o echarte para atrás.

Y decides que sigue siendo compatible con tus tareas en el hogar y las imposiciones diarias que tienes que cumplir, sabiendo que quizás leer ya no suponga algo que recargue pilas o alimente tu alma, si no otro deber más. Calibrando las hojas del lomo y viendo que no quedan tantas para el final y decidiendo que tal vez esas lo cambien todo. Cruzas los dedos mientras te dices que algo aprenderás, contando con mucha suerte, tal vez a no sacarte de la nada milagros tan increíbles que ni el lector más abyecto se tragará. 

jueves, 28 de enero de 2016

Esa lentitud que recupera su espacio

Llevaba tiempo buscando el tipo de libro que quería escribir, lo intuía, pero no sentía la necesidad de sentarme conmigo misma -creo que lo entendéis ;)-, de detener el ritmo de mi vida diaria y andar medio perdida en mundos que hasta que no se comienzan y se terminan no se pueden compartir: luego nadie a tu alrededor te entiende.

Pues bien, se escribe porque hay algo que conmueve al corazón, un sentimiento que no puede ser sacado al exterior de ninguna otra forma. Algo que sacude tu vida de repente y la reestructura de nuevo. Un dolor, un sinsabor, una etapa que por algún motivo se cierra y te reubica de nuevo. Al menos en mi caso siempre es así. 

Cada historia que estructuras necesita un encuadre que encaje a la perfección con lo que vas a contar. Ahora el objetivo es muy grande pero la exigencia es muy pequeña, escribir esta historia desde el principio al final. No importa tanto la forma, el hecho de que sea muy perfecta, ni las palabras, solo importa la coherencia interna, de aquello que ruge por dentro, con lo que sale al papel. No importa los años que lleve, ni las páginas que llene, ni si la historia es buena para los otros o no, aquí no hay objetivos, es un nuevo comienzo y solo el principio. Es una prueba personal de empeño y de amor. Es un intentar devolverle a la vida lo que ella te dio.

Supongamos que una historia que se te ocurre a ti vaya hecha a tu medida desde un principio. Pensemos solo en eso, en que es posible que con tus herramientas construyas algo que a ti te sirva. Quizá plasmarla precise que mientras escribes no pienses en ningún lector porque no es seguro que lo haya. Solo necesitas kilómetros de papel y bolígrafos, aprovechar cada tiempo muerto, anotar las ideas y no desanimarte mientras dura la efervescencia de esa historia que se quiere plasmar a través de ti. Es la historia nueva que reúne dentro toda tu experiencia sobre el mundo de la escritura y es a la vez esa historia que en este momento deseas escribir. 

Ánimo y a por ello.

domingo, 10 de enero de 2016

El regreso, de Rosamunde Pilcher

Hace una friolera de años comencé a leer este libro de mil y muchas páginas y terminé por abandonar la lectura en un momento en el que me decepcionó un suceso que no creí posible. Han pasado como doce años desde entonces y he retomado la lectura de nuevo, desde el principio. Con la edad que tengo ahora y con todo lo aprendido disfruto de un libro que cuenta muchas cosas, descritas con la mirada de alguien que se fija en mil detalles y reconoce muchos sentimientos que es capaz de trasladar al papel con vida. Para cada tipo de lector existe un tipo de escritor, o varios, para mí Rosamunde Pilcher es alguien capaz de recrear un mundo dentro del cual me apetece seguir.

Este libro se lo prestaba a una amiga hace algunos meses entre otros muchos y a la hora de devolvérmelo, me dijo: este es el mejor de todos, sin duda alguna. Le respondí que hace muchos años empece a leerlo y lo dejé, ella me miró sin dar crédito y me dijo: pues no esperes más; léelo. En ello llevo unos meses, sin prisa, puesto que 2016 será mi año sin programación establecida. Un año que se anuncia lleno de cambios que asumiré sin dejar de sorprenderme gratamente. Cada cierto tiempo toca renovarse y no queda otra que hacerlo enfocando todo lo positivo y así lo haré. No niego que me gustaría escribir algo nuevo, pero en boli y papel, ya tengo demasiadas cosas perdidas entre archivos que jamás terminé (la idea es escribir en papel, para una vez terminado pasarlo a ordenador, puesto que le doy demasiadas vueltas a las cosas y pierdo un tiempo valioso. En todos los lugares menos aquí -justo al revés de como debería ser).

En el libro El regreso, de Rosamunde Pilcher, hay paisajes muy variados y maravillosos descritos con la habilidad de alguien que sabe narrar y personajes de muchas edades diferentes, con historias muy distintas detrás. Hay también mucho campo y mucha mar. Caballos y perros entre los animales más fieles con quienes se pueda contar :)

Puede que tarde un tiempo en asomar por aquí, sin embargo eso no significa que este sitio me aburra, ni que lo abandone, si no que lo estoy compatibilizando con muchas cosas, entre ellas todo aquello que me hace feliz. Leer sin prisa y sin pausa, por ejemplo. Descubrir historias que con todo lo que ignoro jamás podría imaginar...