Cada día salen los periódicos cargados con las últimas noticias y de cuando en cuando salta una que se hace aún más insoportable que las anteriores. En cierto modo los periódicos son un pulso constante de la realidad que empeora por instantes. Quienes esperamos escribir una ficción que resulte aceptable en su nivel de calidad, entendemos que nunca podremos superar la vida tal cual sucede segundo a segundo, y constatamos que nuestra más desbocada imaginación nunca podrá competir con el antojo de la actualidad.
Ayer, leía una noticia macabra que no voy a repetir ni siquiera por escrito, es demasiado horrible para exponerla aquí. La prueba irrefutable de que mientras unos se afanan en hacer de este mundo un lugar amigable sin excepción, otros solo piensan en lucrarse a costa de lo que sea. A diario constatamos que de nuevo vuelve a suceder así.
Ayer un niño de seis años preguntaba a todos los que tenía alrededor por qué motivo no se veía nada de nada. Esperaba una respuesta que nadie sabía aún como darle. Esperaba ese momento imposible en que todo para él volviese de nuevo a la normalidad.
Después de leer esa noticia de apenas cuatro centímetros por cuatro, yo espero lo mismo también, sabiendo que no será ni para mí ni para él; aunque nos separen todos los kilómetros que separan China y España. Porque a veces suceden cosas que ponen nuestro mundo en jaque y lo desmoronan, a veces leer las noticias arranca de raíz nuestro deseo de novelar la realidad. Sabemos que se novela sola un segundo tras otro en los noticiarios, sin que nada la detenga, dejando que suceda cualquier cosa y en cualquier parte, incluso aquello que jamás pudiste imaginar. Que el mundo de un niño de seis años se oscureciese para siempre mientras jugaba, es algo con lo que no puedes. Con lo que nunca podrás.
Yo es que tengo una idea bastante pesimista del Ser Humano así que estas cosas vienen a reforzar mi pensamiento.
ResponderEliminarAlgo no salió bien en este experimento llamado Humanidad y nos han dejado aquí...solos..
Pulgacroft, desde que nací vivo rodeada de buena gente, algo que a día hoy considero una riqueza en sí misma. Vivir rodeados de buena gente es el mayor lujo que alguien puede tener, porque eso conforma un carácter tranquilo y confiable (me gustaría ser inteligente y culta, pero bueno, eso debe venir de serie, se siente).
ResponderEliminarNo pensaba dejar el enlace a la noticia, porque es una de esas noticias tristes que me perseguirá siempre, pero creo que el caso de este niño chino se debe saber también, porque quizá difundirlo sea evitar que algo tan macabro, tan injusto, tan cruel, tan abominable...vuelva a suceder.
http://www.lne.es/sucesos/2013/08/29/extirpan-ojos-nino-chino-6/1461934.html