Al leer la reseña de este libro, me vino a la cabeza la película La vida es bella, de Roberto Benigni, que narra la historia de un hombre judío, que de buenas a primeras es trasladado a un campo de concentración, junto a su padre y su hijo. Su mujer, que no es judía, no está en esa lista maldita, por eso no se le permite subir en el tren que se ha llevado a su suegro, a su marido y su hijo. Después de pelear un rato con esos oficiales logra que se abra la puerta y se le permita acceder, en ese momento recibe la mirada de burla por parte de los agentes, la casi alegría, de sumar un pasajero más a ese tren. De esa forma tan imprevista llegan al campo de concentración, dejando atrás lo que hasta entonces fueron sus vidas. Para Guido, a partir de entonces, lo más importante es salvaguardar la vida de su hijo, protegerlo de todo aquello, para ello se inventa que aquello es un juego y que quien resulte vencedor se ganará un tanque. El niño abre los ojos entusiasmado, no se lo puede creer, y a partir de entonces Guido usará su entusiasmo infantil por ganarse un tanque, para estimular su deseo de seguir jugando a ese juego deprimente que encuentra ante sí.
Ya dije alguna vez en este blog que La vida es bella, de Roberto Benigni es mi película favorita. Del mismo modo en que Pinocho es mi cuento preferido. En ambos se encuentra un hilo común: un padre que por amor a su hijo logra un hermoso milagro.
Pues bien, al leer la reseña de este libro, La bibliotecaria de Auschwitz, me dije que este libro lo quiero leer.
totalmente de acuerdo contigo sobre la pelicula, tambien es una de mis preferidas, si me permites te recomiendo el libro "mi planta de naranja lima" de Jose Mauro de vasconcelos, si no lo conocés seguro estarás de acuerdo conmigo cuando lo leas que es un libro de una sensibilidad enorme y mas aun llegando al final, saludos uruguayos para vos...
ResponderEliminarInteresante libro.
ResponderEliminarLa película me encantó cuando la vi. Es de las pocas películas que se te mete tan dentro que una vez que la has visto es imposible olvidarla.
Un abrazo Begoña.
Impresionante. Gracias por el enlace y la recomendación.
ResponderEliminarUn abrazo.
herrero, tomo nota del libro, nunca había escuchado ese curioso título, ni leí nada de ese autor.
ResponderEliminarSaludos
Rebeca, yo la veo alguna vez y ya comienzo a llorar en el mismo comienzo. Cuántas más veces la veo más perfecta la encuentro.
ResponderEliminarImposible olvidarla, cierto.
Un beso
Juan Antonio, todo lo que tiene que ver con Auschwitz impresiona sin duda, porque es la historia que nunca se debería repetir.
ResponderEliminarGracias a ti por comentar.
Una aclaración sobre eso de que cuantas más veces veo La vida es bella más perfecta la veo.
ResponderEliminarMe refiero a que creo que Roberto Benigni consiguió despertar en los espectadores justo los sentimientos que al verla se desencadenaron.
Que ningún plano fue casual.