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martes, 3 de julio de 2012

Entendimiento nulo

Ayer, mientras escuchaba un telediario regional, seguí la noticia de la tan esperada reunión entre los mineros y los políticos. Reconozco que al igual que ellos, yo esperaba algún tipo de oxígeno. Con pocas esperanzas, dado que desde la política, en los últimos años, se apuesta por aquello que de vez en cuando dicen los niños cuando no están dispuestos a llegar a ningún tipo de acuerdo con sus contendientes: habla cucurucho que no te escucho.
En los niños, hablan de igual a igual. Pero en la reunión minera unos miran desde arriba a los que están situados a ras de suelo. En el cesto de arriba los políticos, y en el de abajo, a ras del suelo, los mineros. Los de arriba gobiernan, mientras que los de abajo no tienen posibilidad de no dejarse gobernar, aunque quisieran.

Era algo que yo sabía, aunque no quería saber. El asunto lo consideran ya más que despachado. Ya tienen un no, inamovible y autoritario. No hay nada que hacer. Les da lo mismo los kilómetros recorridos a pie por los angustiados mineros, que el encierro dentro de la mina, que lo que discurran hacer para ponerle voz a la injusticia por un futuro tan negro. Pero os juro que lo que no esperaba eran las palabras que dijo Javier Fernández tras la reunión: "Entendimiento nulo".

En ese momento recordé las palabras que le escuché hace días a un chico de 30 años: " Cuando pisé una discoteca por primera vez, entré en el baño y me encontré a unos viejos amigos metiéndose rayas de coca. Es algo que yo no hice en mi vida, ni haré, y te juro que estaba mirando y no me lo podía creer".

Pues eso, que ayer estaba oyendo y no daba crédito. Comparto la honda decepción de los mineros que se sintieron ante un habla cucurucho que no te escucho.

4 comentarios:

  1. Begoña, a estas alturas les da lo mismo que haya 100.000 parados mas.

    Saludos.

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  2. Es horrible, porque nuestros parados son la gente como nosotros. Nuestros amigos, nuestros vecinos, nuestros hijos...

    Somos nosotros. Y no se escucha nuestra voz.

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  3. Me encanta eso de "habla cucurucho, que no te escucho". Pero tenemos que tener paciencia y perseverancia. Por lo menos, que no ganen el silencio. No paro de decirlo: estoy harto de que sea "inevitable" tanta injusticia. Es importante volver a recordar que la injusticia, a la larga, nunca es inevitable.

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  4. Miguel, una vez en un parque, se lo escuché repetir a una niña, una y otra vez, ante las explicaciones razonables de su hermana, que intentaba intermediar en una disputa entre ella y su amiga. Fue uno de esos momentos en los que una niña de unos siete años, fue capaz de hilar un discurso que ningún adulto podría igualar. Y ante el que su hermana de unos cuatro o cinco, no dejaba de replicar eso de "habla cucurucho que no te escucho". Entendida como la única manera posible de salirse con la suya a como diese lugar.

    Estoy de acuerdo 100% en lo que dices.

    Creo que desde la esfera política quien asegura que hubo un entendimiento nulo, está dando a entender su escaso entendimiento de cómo funciona el mundo obrero.
    Ese que sin trabajo no come. Que ha ido ganando derechos con el sudor de su frente, que ahora de un simple "firmazo" les quieren quitar.

    Saludos

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