Hace años leí el libro Escribir es vivir, de José Luis Sampedro. Me encantó su prosa y su forma clara y contundente de decir las cosas. Es uno de esos libros que uno siempre recomendaría leer. Tan contrario a esa forma de hablar en política, tergiversada y obtusa. Si las palabras fuesen agua, las de Sampedro serían un mar de verano, de color turquesa y de fondo claro. Podrían hasta verse los peces que nadasen debajo, las rocas crespas, los pies nadando. Y las de los políticos serían aguas turbias que remueven fangos, que esconden cocodrilos en su interior, sigilosos, atentos, de ojos avispados.
Pues bien, aparece en internet una carta que se le atribuye a José Luis Sampedro, que é no ha escrito. Por eso lo deja claro desde su página web. Está muy disgustado por ello, y espera que sus lectores sepan darse cuenta de que él es cuidadoso con el estilo, el tono y el lenguaje, y que no sustituye argumentos por insultos.
Queda dicho.
Nos hace falta una clase política diferente a la pandilla de trileros que tenemos en el parlamento, necesitamos gente honrada y franca, y sobre todo, preparados y eficaces.
ResponderEliminarSaludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo leí esa carta y aunque no me parecía propio de él insultar de ese modo, creí que era suya, escrita en un momento de cabreo masivo.
ResponderEliminarPues sepamos todos que aunque la carta puede leerse, José Luis Sampedro no la escribió.
Rodericus, creo que esto no tiene fácil solución. Y espero equivocarme mucho.
ResponderEliminarSaludos