Me temo cuando me da por corregir. Me temo y me adoro. Adoro tener el valor de afrontarme desde el principio. De ver todos los errores que fui capaz de corregir desde el ahora, sabiendo que los que cometo en el presente sin apenas presentirlo, un día saltarán hasta mis ojos para darme cuenta de que están ahí, escondidos de forma subrepticia solo para mí.
Me temo cuando comienzo a corregir, me temo y me adoro, porque las horas pasan veloces en el reloj, porque vuelvo a descubrirme y a sorprenderme desde quien soy, desde quien aspiro a ser; desde quien nunca seré.
Es curioso observar ese tiempo en que trazaba las frases con enorme confusión entre lo que quise decir y lo que dije. Que aunque hayan pasado ya quince años desde mi primer novelón de 325 páginas, leo cada una y sé lo que vi y cómo lo vi, para desde el ahora alisar las arrugas, apartar las piedras del camino, restar adjetivos innecesarios, cambiar preposiciones erradas; y dirigir.
Me temo y me adoro, porque pese al tiempo que ha pasado sigue teniendo un sentido para mí, sigue siendo lo primero que escribí, y me anticipé a montones de cosas sin saberlo. Desde el ahora entiendo la lección que ese escrito encerraba para mí, y debo decir que he suspendido con el mayor suspenso de mi vida. Pero que pese a todo tal vez debió de ser así, para que ahora sepa todo lo que sé: que mis prejuicios me arruinan la vida. Que todo prejuicio es carcoma.
Que intento corregir y corrigiendo me paso la vida. Que es un vicio aún peor que escribir. Que es un reescribir con la eterna esperanza de mejora. Una enfermedad en sí, que contagia de salud a lo que toca.
Vivir es intentar mejorar continuamente. Saludos.
ResponderEliminarComo dice Rodericus, vivir es intentar mejorar. Hay quien no lo hace y siempre estará perdido.
ResponderEliminarUna persona que escribe y no se corrige continuamente a sí mismo en busca de la perfección, nunca aspirará a ser algo más.
Al corregir nuestros escritos, perfeccionamos nuestras palabras y mudamos la piel a nuestros sentimientos. Porque no dejamos de sentir, avanzamos.
No dejes nunca de corregir, eso significará que estás viva. Cuando llegue el momento de la perfección ya no tendrás nada que corregir y podrás guardarla tal cual. Ese día llegará.
Un abrazo.
Está muy bien eso de corregirse (en todos los sentidos) pero creo que las correcciones tiene que ser un puente que nos permita avanzar, seguir adelante, a veces nos paramos demasiado en conseguir la perfección que no existe.
ResponderEliminarMe ha encantado la entrada.
;)
Estoy de acuerdo:
ResponderEliminarEn cierta forma dejar de corregirse es morir.
Me ha encantado leeros ;)