Esta, ha sido mi obsesión en los últimos años, buscarme un trabajo. Ganar mis propios euros. Supongo que como toda ama de casa que al final no se siente satisfecha con limpiar y cocinar. Con ordenar y colocar. Con coser y planchar. Con esperar a que lleguen todos a casa para sentirse completa. Con la continua obsesión por encaminar el futuro de sus hijos, unos hijos, que como es normal, aspiran a encaminar su propio futuro sin intermediarios tozudos.
Llegada a mi edad, más o menos, se escuchan los lamentos de las madres que se han dedicado por completo a sus hijos. Que han conseguido que ellos empiecen a tirar por el carro de su futuro con bastante acierto. Y que saben que deben encontrar algo a lo que dedicarse el resto del tiempo que ahora tienen libre. Cada mujer encontrará su lugar a la medida en que lo haya ubicado. O a la medida en que pueda o quiera. Y yo me he decidido por intentar llegar hasta Amazon, sin marcarme prisas, con mi primera novela. Creo que ese será el lugar desde el que partiré para llegar hasta donde sea. Y creo que lo haré con la novela que dio título a este blog: Días de lluvia. Creo que por algo lo elegí, quizá por la historia que encierra.
Queda tiempo, mucho tiempo de correcciones aún, de decidir si darla a leer a mi gente, o a una correctora profesional. Si decidirme a dar un paso adelante o tres atrás, pero de hacerlo a mi medida, con toda la imperfección que acompaña a todo lo que hago, y el mismo amor. Amor por la vida. Por la palabra escrita, aunque sus vericuetos se me queden muy grandes y me sobren pueblos de entusiasmo en todo lo que hago. Consciente de que algunas cosas me salen bien y otras peor, cada vez que emprendo algo. Y aunque no sepa ni cuándo ni cómo, si hay algo que tengo claro, es que lo haré: un día publicaré en Amazon para dejar que algo de lo que he escrito recorra el mundo con sus propios pies.
Para aquel que se pregunte por qué lo escribo sin tenerlo aún preparado, va la respuesta, para comenzar desde ya mismo ese recorrido. Para decirme en voz alta que sí lo haré.
Siendo clara, que creo que siempre lo soy, al final la crisis económica terminará por darme el empujón que me faltaba para decidirme.
ResponderEliminarSi tengo que buscarme un trabajo, tengo muy claro el que quiero.
...Al menos yo.
Desde aquí todo mi apoyo para ese camino. Tener las cosas claras siempre está bien. Aunque a veces tengamos dudas ya es vislumbrar el horizonte.
ResponderEliminarEscribirlo aquí, como bien dices, sin tenerlo preparado es una forma de obligarte a hacerlo realidad.
No eres la única a la que le pasa eso.
Un abrazo muy grande.
Pues ánimo y suerte.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por vuestras buenas vibraciones. Siempre es un riesgo arriesgar.
ResponderEliminar...Está miedo a perder lo que tienes por aquello que quizá nunca alcanzarás...
Lo que decidas,y a por todas. Un abrazo.
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