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domingo, 18 de abril de 2010

Asturias







La verdad es que sudé para encontrar esta imagen, puse Asturias y después de un rato buscando la mejor fotografía todas me parecieron estupendas y ninguna lo suficientemente buena para dejar una verídica impronta de la realidad.Llevo un tatuaje de esta tierra en cada poro de mi piel, me bebo sus vientos, lato entre su tiempo, me siento parte de su paisaje y no puedo sentirme más feliz dentro del mundo desde que tengo conciencia de estar aquí. Tengo todas mis añoranzas de la primera a la última, me cuesta desprenderme de lo que alguna vez fue mío, con las personas que han pasado y pasan por mi vida tengo el síndrome de Diógenes y no me avergüenza el hecho de que sigan siendo aunque ya no estén. No me importa que me juzguen, que me señalen con el dedo o que digan de mí que vivo en las nubes o que no sé nada, esa etapa ya la superé en el colegio y aún ahora sigo diciendo que no era verdad; yo no aprendía gran cosa de lo que intentaban enseñarme pero no me perdí nada de lo que quise aprender: la de las palabras escritas que dicen algo, aquellas que nadie te pide recordar y que significan tanto en la vida de todo el conjunto humano.Creo que si se estudiara la palabra paz, si a fondo se comprendiera el mundo entero empezaría a cambiar. Todo dirigente político antes de serlo debería estar en plena línea de combate de una guerra, tal vez algo tan sencillo cambiaría el mundo, tal vez, no lo sé. Qué cómodo quedarse en el despacho y hablar de efectos colaterales y de la necesidad de una guerra contando a las personas como si fuesen números. Mi ineficacia a las matemáticas parte de ahí, las letras son mucho más precisas en eso, para las letras una persona es una persona; mi amor a la palabra escrita no tiene fin.Asturias está de moda, en eso no hay duda, y los días más coloridos llegan aquí; parecen alinearse frente a mi ventana todos los días para que pueda verlos, y son mi motor mientras aporreo el teclado con frenesí, como llevada por sus vientos.Escribir es como respirar y una vez que comienzas si no escribes te ahogas, sirve para echar fuera todo lo que te produce indigestión, algún telediario manipulado por ejemplo, lo que sea. Nunca sabes lo que te va a sacar de ti y llevar a tu espectro hasta el teclado para sacarlo todo fuera y regresar de vuelta como si la calma jamás te hubiese abandonado ni por un instante.Por cierto, esta entrada tiene música: Asturias, de Melendi; en youtube hay videos impresionantes de la tierra asturiana con ella de fondo. Algunos no tienen desperdicio.Para finalizar solo diré que en Asturias la riqueza la tienes alrededor si sabes verla, por eso mismo al mundo le perdonaría todo; menos dejarme ciega.

1 comentario:

  1. 2 comentarios:

    rodericus2009 dijo...
    Hace unas semanas ví un documentál sobre la zona de los Oscos, en la frontera con Galicia. Me enamoré de esos pueblos, de esos molinos hidraúlicos que tanto servian para molér el grano o para forjár el hierro, de la páz intemporál que se respira allí. Ojalá podais conservár tanta riqueza sin estropearse.

    Sobre las guerras, al politico que quisiera meternos en otra, le haria vér una trilogia de peliculas, dós de Stanley Kúbric, "la Chaqueta Metálica" y "Senderos de Gloria", muy recomendable esta última por el trabajo de Kirk Douglas, creo que el mejór de su larga carrera, y la tercera seria "Jardines de Piedra", de Francis Ford Coppola, ambientada en el cementerio de Arlignton (Wasinghton) durante el desarrollo de la guerra de Vietnám. Dudo mucho que persistiese en sú actitúd
    18 de abril de 2010 11:47
    Begoña dijo...
    Pues resulta que no vi ninguna de esas películas, y me las apunto, eres una fuente inagotable de información, rodericus. Si te soy sincera en los Oscos no estuve nunca pero estuvimos muy cerca y todo aquello es precioso.
    18 de abril de 2010 21:03

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