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viernes, 30 de abril de 2010

Mi deporte favorito



He aquí mi deporte favorito, si en la televisión ponen esto me pegaré a ella como una lapa, eso si es que me dejan tranquilidad suficiente para verlo. Me apasiona este deporte y me complace descubrir que se reinventa cada día, en los últimos juegos olímpicos quedó de manifiesto eso de más difícil todavía propio de los circos antiguos.

Es el deporte de la elegancia suprema, de la medición milimétrica, del esfuerzo personal y el buen gusto, un deporte donde cualquier mínimo error tiene fatales consecuencias. Prefiero verlos patinar en pareja donde la coordinación de movimientos se hace aún más exquisita y donde no deja de impresionarme la forma en que lanzan a las mujeres por el aire y vuelven a recogerlas, o muy poco pesan ellas o muy fuertes están ellos o mucho se compenetran ambos, no termino de decidirme.

Pero me gustaría ponerme un par de cuchillas en los pies y deslizarme como si cualquier cosa sobre una pista de hielo, como si no hiciese frío, como si los patines tuviesen freno, como si esos vestidos de ensueño le fuesen a sentar bien a cualquier mujer, como si al lanzarme por los aires fuesen a recogerme siempre a tiempo y no pudiese haber fallos. Como si esos cinco minutos que dura cualquier representación fuese la vida entera. Así, con ese entusiasmo quisiera patinarme la vida de principio a fin, y con esa elegancia que jamás pudiera darse al caminar.

jueves, 29 de abril de 2010

Las prisas para después

Cuando se dedica el tiempo a escribir una historia y esta historia tiene unas trescientas páginas es mucho el tiempo que se deja de vivir en el mundo real y se pasa a habitar un mundo paralelo que sigue estando ahí, ocupando una parte importante del pensamiento. Todo el tiempo disponible se lo dedicarás, y el que no tengas te hará andar a toda velocidad para que te quede un ratito diario que dedicarle. Es una adicción que en vez de matarte duplica tu vida, no en tiempo pero sí en vivencias, y además incurable.

Salí del supermercado con más prisas que entré porque en las diferentes colas que tuve que esperar perfilé el capítulo y quería llegar a casa y ponerme a él. Estaba guardando la compra en el maletero cuando alguien me llamó. Era Yoli, y hacía mucho tiempo que no nos veíamos, esta vez no aceptó un no y nos fuimos a tomar ese café que llevaba pendiente el tiempo suficiente para haber caducado. Con ella venía Marga, una amiga suya que me gustó al instante, tenía esa clase de elegancia que se da completa, educación, estilo, saber estar, inteligencia y belleza. Otras amigas de Yoli no tenían ni una sola de estas cualidades y se lo dije más de una vez, ella me respondía que ya lo sabía pero que no podía escoger porque su grupo de amigas era de viudas o separadas, las amigas casadas siempre llevaban prisas y casi nunca podías contar con ellas, fue lo que me dijo.

Hablamos de la vida en general y mi vida da para un resumen muy corto de modo que Marga me puso al día de la suya y me pareció de lo más interesante, es administrativa de un grupo de empresas gigantesco, gana un sueldazo, tiene dos hijos y está separada. Es una mujer de cincuenta años baja, un poco rellena, de pelo rubio al estilo Cleopatra y ojos expresivos, habla con una exquisita dicción y es suave pero convincente. Entre todo lo que hablamos destaco lo que más me impactó: La vida en pareja es la forma más feliz de existencia, con sus más y sus menos, pero la forma más plena de vivir. Yo alcé una ceja porque hay días en los que me gustaría ser monja de clausura, yo en mi paz en un monasterio, lejos del ruido de la adolescencia inconformista; pero Marga fue concluyente: si lo dudas búscate un espejo y mírate los ojos, no has dejado de reflejar felicidad desde que llegaste. Estaba feliz, es verdad, suelo estarlo porque he aprendido a valorar la felicidad de estar viva, de estar sana, de no tener mayormente motivo para quejarme, pero no le dije que en verdad estaba feliz porque había resuelto el casi final de una novela. Lo que no va a leerse nunca es inútil explicarlo, he llegado también a esa conclusión.

Marga me contó entre otras muchas cosas que su marido se pulía su sueldo entero, y que del suyo se pagaba la letra del piso, la del coche y los gastos de la casa. Se separó por eso, porque cobraba más del doble que su marido y se hartó de que su sueldo íntegro se fuese en gastos mientras él se divertía de lo lindo con el suyo. Intentó mantener el barco a flote hasta pagar la última letra que tenían pendiente, algo que confesó no fue sencillo, en cuanto se vio libre de pufos se lo dejó todo a su marido y se fue. Alquiló un piso y en cuanto sus hijos supieron que se iba en serio fueron detrás, me contó que a esas horas ellos tenían sus propias familias y ella dos nietos. Me recalcó lo difícil que fue verse sin nada catorce años atrás, y la sensación de haber dejado una casa entera puesta y tener que comprarlo de nuevo todo, plato, tenedor y cuchara si quieres comer. Fue la sensación más rara que tuve en mi vida, y la más desesperada pero a todo te terminas acostumbrando.

Pasados los años tiene su propio piso y todas las comodidades, pero está sola, y la soledad es muy, pero que muy difícil, porque es algo que no escoges es algo a lo que te obligan, al menos en mi caso ocurrió así. Cuando dijo esto entendí algo que no voy a decir, algo que se leía al fondo de sus ojos y le pertenece solo a ella.

Para terminar contaré algo que me hizo reírme de veras porque es algo que no me esperé en absoluto. A los dos meses de separarse el mismo marido que se quejaba de lo gastona que era, lo ineficiente, lo desastrosa…la llamó por teléfono para pedirle que volviera a casa. Ella se negó en rotundo y le aseguró que jamás volvería, entonces él le preguntó ¿Oye cómo lo hiciste para sacar la casa adelante todos estos años?, ella se descuadró ante esa pregunta desesperada y él le explicó: Sí, para pagar la casa, el coche, los estudios de los niños, la compra mensual, trabajar fuera de casa y tener la casa impoluta. Es que mira, de verdad, no se cómo lo hiciste. Ella le aseguró que no tuvo tiempo de pensarlo, lo hizo porque lo tuvo que hacer y punto. Y que eso ya no tenía importancia. A lo que él le respondió con todos los problemas domésticos que se encontraba a diario. Ella le contó que esos problemas que él apuntaba los enfrentaba ella en la actualidad multiplicados por tres, comida de tres, ropa de tres, plancha de tres…Ya, le dijo como si aún no hubiese llegado al verdadero motivo de su llamada, pero a mí no me llega el dinero, en serio ¿Cómo lo hiciste?

Marga me miró soportando estoicamente el ataque de risa que me entró al imaginarlo en medio de ese caos que nunca conoció. En serio, no saben vivir solos, me dijo, nosotras tampoco pero ellos lo llevan peor. Nunca quise un duro de manutención por mis hijos ni le pedí nada. Por no querer no quise ni volver a pisar la casa que era tan mía como suya y por teléfono le expliqué como tenía que poner la lavadora cuando a mí se me juntaban en la bañera pilas de ropa enormes para lavar a mano porque no podía ni soñar con comprarme una lavadora. Fueron tiempos muy malos, concluyó, pero señor, qué paz. No supe lo que era la palabra paz hasta que me fui.

martes, 27 de abril de 2010

Para reflexionar



De vez en cuando uno se encuentra con entrevistas que aportan puntos de vista interesantes, es el caso de Philip Roth, un escritor que afirma Solamente me siento joven cuando escribo. Un escritor que confiesa que en la vida real se le olvidan las palabras, pero jamás al escribir. Que siempre comienza a escribir después de un chispazo intuitivo tras el cual avanza para adentrarse en la historia.

Philip Roth asegura en esta entrevista que ocupa varias páginas que los lectores de novelas se van a reducir notablemente dentro de 25 años como si una epidemia los fuera matando, y la lectura va a caer en picado porque leer novelas será una especie de culto minoritario, como una secta distinguida porque vivimos en la era de las pantallas.

Especto al e-book lo tiene claro, porque estos ofrecen muchas otras opciones además de la lectura de un libro y la concentración necesaria para leer una novela se da en las circunstancias que no son las de hoy. Reitera que estamos en la era de los aparatos electrónicos.

Se le pregunta si como lector prefiere leer los diez últimos Pulitzer o los últimos diez premios Novel y responde tajante ¡Ninguno de ellos! También le preguntan cómo se siente al ser el eterno candidato al novel y responde No espero nada de la Academia Sueca; y ellos, cada año, satisfacen mis expectativas.

Asegura haberse hecho una lista de autores que piensa releer antes de irse de este mundo, que incluye a Dostoyevsky, Faulkner, Turguenev o Conrad.

Encontrarme con esta entrevista pone de manifiesto que hay algo en lo que jamás pensé, que la era electrónica terminaría matando el libro de papel. Y que pertenezco a esa secta minoritaria y distinguida que siempre estará dispuesta a concentrarse en la lectura de un libro encuadernado. El olor del papel, el placer de pasar las páginas y usar marca páginas es un lujo del que no tengo pensado privarme. Es un lujo mucho más barato que cualquier clase de terapia, y una terapia en sí mismo, ¿alguien podría decir que no?.

lunes, 26 de abril de 2010

Duda existencial




El fin de semana no es raro que vayamos a darnos una vuelta por el mercado. Siempre los mismos, somos por lo común de piñón fijo. Tal vez por eso lleve años dándome cuenta de un detalle. Desde hace años en los mismos (idénticos lugares lo juro por Snoopy) se colocan los del top manta, tres hombres que son tan parecidos que si no son el mismo me confundo. Uno aquí, otro allá y otro acullá, donde siempre que ponen su material en el suelo y tienen las últimas novedades. Pero las últimas las últimas. Yo me pregunto si eso está tan prohibido ¿como puede ser que sigan estando ahí?
Y voy más lejos aún ¿de donde salieron como las setas en el instante en que empezaron a llover como caídos del cielo cuales gotas de lluvia? ¿Quién los trajo? ¿Con que fin? ¿A quien pudieron beneficiar con su llegada y su permanencia?

Yo no entiendo el mundo, ya lo dije más de una vez y por eso me suspendía el profe de mates, porque tampoco entiendo de matemáticas. El infinito es un número demasiado grande para poder escribirlo, eso me bloqueó y en esas sigo. Quiero escribir fidedignamente el número infinito y nadie ha tenido paciencia para escribirlo en la pizarra para que lo copie. Ahí radica mi agujero negro interpersonal que creo que estará siempre porque intuyo el número infinito demasiado complicado incluso para un profesor.
¿Pero alguien puede apuntarme algo de porqué siguen estando los que no deberían estar donde están? ¿O será algo demasiado difícil de entender y de explicar? No entiendo nada, la verdad.

Lo que nunca debiera suceder

A diario suceden noticias que nunca debieran suceder. Que alguien debería impedir. Que rompen el alma. Que son tan injustas que nunca olvidaré, esta es una de ellas. Y por favor que el mundo se entere de que no quiero recopilar en mi memoria ninguna más. Duelen demasiado.

Vicky Harrison era rubia, alta, delgada, de ojos azules, mirada dulce y además inteligente. Era todo cuanto yo querría ser, por lo tanto su suicidio me deprime, como puede deprimirme todo suicidio que supone la renuncia de uno mismo. Nada podría parecerme peor, porque representa ante todo lo inútil que fue nacer y lo harto que uno puede estar de haber nacido.

La causa que la llevó a esta depresión fue haber sido rechazada en más de 200 puestos de trabajo. Ni tan siquiera encontró trabajo como camarera o reponedora de supermercado pese a todos los estudios que la avalaban como una estudiante brillante.

Dejó tres notas de suicidio, una para su padre, otra para su madre y otra para su novio en las que decía "Es que no quiero ser yo más. Por favor, no estés triste. No es culpa tuya. Quiero que todos en la vida sean felices".

La de Vicky es la historia de montones de jóvenes que estudiaron algo que en su momento les prometieron con mucho futuro y que a día de hoy no tiene salida. Lo triste es que quienes se lo recomendaron en muchos casos lo hicieron para favorecer que sus colegas conservaran su puesto de trabajo.

El caso de Vicky podría ser el de cualquiera de nuestros hijos. Y es que la sociedad en la que vivimos a veces es incongruente.

Se quiere que los padres aguanten en el tajo hasta los 67 y que los hijos se depriman viendo que no tienen dinero con el que comenzar su propia vida.

La muerte de Vicky es una muerte innecesaria para el mundo, porque sin ella hoy el mundo no es más, es menos. Eso es lo peor de todo. Que jamás debiera suceder porque al mundo no hay que demostrarle que estamos hartos aunque nos sobren razones para estarlo, al mundo hay que demostrarle que somos capaces de lograr lo imposible. Aunque no lo seamos. Aunque solo seamos capaces de llegar apurando mucho hasta mañana. Mañana siempre es mejor que hoy. Mejor espera siempre hasta mañana.

domingo, 25 de abril de 2010

Atención padres




El popular juez de Granada,Emilio Calatayud,conocido por sus sentencias educativas y orientadoras,ha publicado un libro, Reflexiones de un juez de menores en él inserta este Decálogo para formar un delincuente.

1º Comienze desde la infancia dando a su hijo todo lo que le pida.Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.

2º No se preocupe por su educación ética o espiritual.Espere a que alcance la mayoria de edad para que pueda decidir libremente.

3º Cuando diga palabrotas,ríaselas.Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.

4º No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace.Podría crearle complejos de culpabilidad.

5º Recoja todo lo que él ha tirado:libros,zapatos,ropa,juguetes.
Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.

6º Déjele leer todo lo que caiga en sus manos.Cuide de que sus platos,cubiertos y vasos estén esterilizados,pero nó de que su mente se llene de basura.

7º Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño,así a él no le dolerá demasiado el dia que la familia,quizá por su propia conducta,quede destrozada para siempre.

8º Dele todo el dinero que quiera gastar.No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.

9º Satisfaga todos sus deseos,apetitos,comodidades y placeres.
El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustaciones.

10º Pongase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus
profesores y vecinos.Piense que todos ellos tienen prejuicios
contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.




sábado, 24 de abril de 2010

Mi Dios


Mi Dios es el sol que se derrite para ofrecernos todo su calor,

Es la luna que nos reconforta cuando sentimos dolor,

Es el cielo azul que despierta moteado de algodón

Y en la noche se cubre de estrellas palpitantes en destellos de latón

Es el mar henchido de recuerdos que yo sueño contemplar

Acantilado, campo o bosque, naturaleza es mi Dios, natural.

Mi Dios no quiere mundos habitados por el hambre,

Miseria o enfermedad,

Quiere oportunidades iguales para todos

Salud, amor y dinero en proporción igual.

Mi Dios no tiene poder sobre otros,

Ni sus emociones puede controlar, llora en forma de lluvia sus decepciones

Y se convierte a sí mismo en un lodazal.

Luego se vuelve fuego sin pretenderlo,

Terremoto, maremoto o huracán

Y arrolla todo lo que más quiere,

Lo destruye sin poderlo remediar.

Mi Dios no tiene poder sobre nada,

Es mártir pero no inmortal

El día en que sepamos comprenderlo comenzaremos un camino hacia la paz.

Dejaremos de destruir nuestro planeta, que es Dios para todos por igual,

Un Dios que nada nos exige y se nos da por entero; un Dios total.

Correo de Jazmine

Lluvia, yo estaba por aquí lamentándome de tanta destrucción que nos han dejado ayer a última hora en que una granada voló nuestra casa y nos la dejó hecha un volcán de fuego. Soy egoísta, lo reconozco, después de todo lo que ha venido soportando mi pueblo me lamento por el estado en el que ha quedado nuestra casa y no pienso en lo esencial, que estaba vacía o en la suerte de que estuviésemos en el refugio al que nos obligaron a venir cuando esto empezó. Estábamos todos en las cuevas porque nos aseguraron que arrasarían nuestras casas y así ha sido.
Me llamo Jazmine y tengo treinta años de edad, mis hijos iban a la escuela y mi vida era una vida feliz. Yo no sabía leer ni escribir pero mis hijos me enseñaron, son unos niños muy traviesos y les costó un gran esfuerzo pelear con mi falta de memoria, pero al final aprendí a leer y también a escribir que era lo que más me interesaba. Y tenía escritas tres historias que sucedieron en verdad, fue un trabajo de muchos años y mi mayor tesoro porque muchas de esas personas de las que en su momento escribí han muerto en esta masacre que están llevando a cabo en nuestro pueblo. Y si volviese a escribir la historia ya no sería ni parecida. No se si tenga fuerzas además, no entiendo el mundo. No entiendo a la gente y no entiendo qué sentido tiene destruir todo lo que era mío desde que nací. ¿Podrías hacerte una idea de lo que pueda ser un desierto completo donde antes había un sembrado de hogares? Creo que no, a veces yo misma pienso estar soñando aunque se que no es así. Nuestros hombres se han ido cuando todo esto empezó y nos quedamos solas con los niños en esta enorme cueva que es fría y húmeda por las noches. Los niños lloran porque quieren ir a casa, porque quieren que sus padres vengan de una vez, lloran por las explosiones que se oyen en la distancia y por los aviones que cruzan el cielo a cualquier hora para sembrar más destrucción. Están tristes y marchitos, nosotras estamos tristes y marchitas, todo nuestro mundo desapareció y mis escritos son frías cenizas esparcidas en lo que una vez fue mi hogar. Una señora que dice ser bruja dice que me pasará línea directa a tu blog. No se si sea verdad que conoces a una señora llamada Cleta ni se si en verdad tienes un blog donde todo cabe. No quien eres ni como eres, pero si al menos supiera que hay un lugar donde puedan ir todos mis pensamientos para quedarse hasta que todo esto termine y vuelva la paz te estaría muy agradecida.
Jazmine

Re: Correo de Jazmine

Soy Lluvia, si conozco a esa bruja llamada Cleta aunque nunca la vi. Y por supuesto que puedes escribir linea directa en mi blog, no me preguntes si tienes calidad suficiente porque yo no la tengo y aquí estoy. No me importa un bledo la calidad literaria, me importa la calidad humana y tú la tienes Jazmine, en eso no hay dudas. Yo en tu lugar llenaría todo el mensaje de insultos, exabruptos, llantos y quejas. Tienes razón en que no puedo hacerme una idea de lo que debe sentirse cuando alguien llega de repente y borra todo cuanto has conocido. No me hago una idea de lo que es estar escondida en una cueva húmeda y fría con niños que lloran por volver a unas casas que no tienen o porque vuelvan unos padres que no se sabe si volverán. No se lo que es ver mis escritos reducidos a cenizas que se llevará el viento.
Pero quiero que sepas que somos muchos los que no le encontramos sentido alguno a lo que está ocurriendo. Los que no soportamos los abusos de poder, las medias verdades, las guerras de intereses, somos muchos los que esperamos que todo esto termine de una vez. Ya se hacen incontables los muertos desde que esto empezó. Tan incontables como los miles de millones de dólares que se han quemado, miles de millones o billones tal vez, que hubieran servido para cambiar el mundo a mejor, pero tal parece que somos demasiado ruines para intentarlo.
Será un placer tenerte por aquí cuando quieras asomarte. Y te dejo unas palabras de Eugenia Rico: un libro lo es antes de ser escrito. No desistas en tu empeño, es tu libertad, es tu empeño, son tus fuerzas, son tu poder, el tesoro guardado para días de asueto. Tal vez ahora no tengas papel y lápiz donde escribir pero tienes un espacio virtual abierto para ti. Que es mi espacio y tuyo también y de quienes quieran asomarse a él. No es menos verdad lo que se escribe en el viento que lo que se escribe en un pedazo de papel o en una pantalla de ordenador. Tu verdad es bien venida porque es tu verdad. Mi verdad es que me alegro de haber recibido tu correo porque se que nos llevaremos bien. A fin de cuentas las dos amamos lo mismo.
Cuando tenga tiempo te enviaré a mi Dios, ya se que no es el tuyo y que no tiene la solución para nada, pero tengo pendiente dejarlo aquí, _entre nos, soy bastante desordenada con mis papeles y es un modo de organizar material y de encontrarlo rápida y eficazmente cuando lo necesite_.
Un beso Jazmine, y cuidaros mucho. Te envío un sol radiante para tu húmeda casa, espero que te guste.






viernes, 23 de abril de 2010

Habitar un infierno


Raras veces iba a la ciudad, raras veces pero al posarme siempre iba hasta la última para parada del bus, que es la que lleva al centro, en ella hay un parque con árboles centenarios y jardines bien cuidados que dan flores variadas durante todo el año, hay también una marquesina redonda antiquísima y preciosa que es donde solían dar conciertos antiguamente. El lugar es hermoso, pero se me ha quedado adherido en el recuerdo por aquellos enfermos de las drogas que se reunían allí a dormir y a comer, a vivir sin paredes ni techo lo mismo bajo el ardiente sol que bajo las blancas nieves del invierno. Desde que tengo conciencia los miré y me dije que si había alguien digno de compasión en el mundo de mi niñez eran ellos. Parecían habitar dentro de una guerra perpetua, dentro un laberinto donde fuese imposible hallar el final, parecían incluso vivir muy lejos de sí mismos; y a mí me daban lástima sus brazos llenos de sangre y moratones, su ropa sucia hasta el hartazgo, sus ojos vacíos de toda vida habitada y por habitar. Siempre me dije que no quería ser uno de ellos, ni que mis seres queridos fuesen uno de ellos, que parecían habitar un infierno final donde no existía el perdón de la salvación ni tampoco se intuía. Verlos lavar sus jeringuillas en la fuente, pedir para ese autobús que jamás tomarían o verlos ser la sombra de aquello que nunca pensaron ser me partía el alma. Ya no están allí. Ya no se donde están, los han escondido porque dan un mal aspecto a la ciudad me imagino con sus cartones por cama, con sus cartones de vino por comida, con su caminar desvencijado como fantasmas de sí mismos. Ya no están pero no se cuanto les debo por tener la libertad de nunca haber escogido sus caminos, por conformarme con pisar sobre la tierra sin explorar más mundos paralelos que los de mi propia imaginación, que a veces incluso es demasiado infinita incluso para mí. No se si el hecho de que los hayan borrado de mi mapa y de no poder llevar a mis hijos hasta donde están para ver por sí mismos como es el mundo de la droga cuando ha ganado la batalla final les hará menos libres a la hora de alejarse de todo lo que representa. Porque está claro que una imagen vale más que mil palabras, más claro que el agua. Y que espero que todos ellos se hayan recuperado al fin y que puedan contar en pasado todo aquello, en esta mañana encapotada por la niebla nada me gustaría más.

jueves, 22 de abril de 2010

Antes del Mitch

Hace muchos años soñé que mis padres me llamaban por teléfono para ir a buscarles a su casa sin perder un segundo. Y que salía de mi casa a toda velocidad sin apenas balbucear unas palabras, mi marido entraba en el coche con mis hijos en el último segundo protestando porque con tanta prisa no lo pudiera ni esperar; en verdad no pensaba llevarlos conmigo por si acaso algo iba mal. Minutos después recorría la pequeña distancia con el alma en un puño, y cuando nos quedaban a penas cien metros para llegar, hacia arriba en el mismo cambio de rasante una ola gigantesca y marrón surgió de la nada. El mar rugía de una forma espantosa y sabíamos que nada lograría echarlo atrás, se nos venía encima a cámara lenta, y no había forma humana de detenerlo, cuando desperté la ola estaba justamente encima de la casa de mis padres y en segundos apenas arrastraría nuestro coche y todo lo demás. Es uno de los sueños más feos que he tenido, y es feo porque mientras duró fue tan de verdad como si lo estuviese viviendo bien despierta. A veces pasa.

Temo a mis sueños en ocasiones porque puedo soñar las cosas antes de que sucedan, y temo lo que pido porque más tarde o más temprano se suele cumplir, _eso porque no paro hasta lograrlo venga erre que erre_. Aquel sueño fue tan verdad que supe que alguna vez sucedería en algún lugar pero no podía explicarme el porqué de aquella ola marrón chocolate cuando el mar si en algo se caracteriza es en ser cristalino.

Pocos días después llegó el huracán Mitch a las costas del Caribe, lo supe porque rastreaba las noticias en busca de mi sueño, y ante el horror de las imágenes reaccioné como siempre lo hago ante un dolor, escribiendo, esta vez escribí a mi Dios. Un Dios que en cuanto intento explicarlo me enredo en laberintos interminables. Y es que no hay forma de resumirlo parece ser, como siempre me hacen falta muchas palabras para explicarlo debidamente, por eso os lo dejo a continuación.


Horóscopo y destino





El Gallo de Tierra - 1909, 1969, 2429

He aquí un Gallo estudioso, investigador y analítico, que irá en pos de la verdad, madurará a edad temprana y compilará su propia e irrefutable información. La Tierra asegura que será preciso, eficiente y cuidadoso en la realizacíón de sus tareas. Sabrá hacer de lado lo superfluo y atender por sí solo a los hechos, tercos y fríos. Con él, lo primero será siempre la profundización.
Intrépido para afrontar responsabilidades, no por eso abandonará la costumbre del Gallo de no medir sus palabras. Aunque sin pretensiones, es dogmático y tendrá fuertes tendencias evangélicas. Le encanta organizar reuniones de tipo «sermón de la montaña», exhortar a todo el mundo a que trabaje más y a que sigan su brillante ejemplo. Si su trabajo le resulta gratificante, es capaz de llevar una vida simple y austera. Sistemático hasta el fanatismo, tomará notas, archivará datos y registrará todo lo que hace para la posteridad.
Supervisor exigente en el trabajo, educador estricto y crítico temible, el Gallo de Tierra sembrará y cosechará desde el amanecer hasta la puesta del sol y, si consigue ser práctico en sus aspiraciones, tendrá una abundante muestra de éxitos como premio a sus esfuerzos.

Es una suerte tener un escudo contra las tonterías, contra los cambios de humor imprevisibles como ciclones que sin saberlo llenan tu cielo de repente y arrastra a todos hasta el hartazgo de tenerte cerca. He aquí mi escudo protector, que no puede excusarme de ser tan insoportable en ocasiones, pero si quiero sé donde ir a buscarlo para mostrarlo como si fuese tan válido como mi carné de identidad, o el de conducir, o el de la biblioteca qué más da otra cosa es que por presentarlo vayan a excusarme.

Está claro que tener horóscopo es lo más, y si a eso añadimos la fórmula de llevar la marca del destino cuñado a nuestra espalda con nuestra fecha de caducidad marcada en la espalda cual yogurt ya tenemos dos excusas perfectas para hacer lo que nos venga en gana sin preocuparnos. En mi caso sería algo así: Soy Sagitario, eso implica que puedo quemarme en todas las hogueras ya que soy un signo de fuego. Y si está claro que voy a morirme justo a debido momento y ni un segundo antes, si conduzco a doscientos cincuenta por la autopista, me estrello y me muero es porque en mi destino venía escrito. ¿Crees que algo así pudiera ser? ¡Pamplinas!

No creo ni en el destino ni en el horóscopo, pero este gallo de tierra me refleja como la vida misma ¿Será casualidad?




La vida es bella



Sin lugar a dudas esta es mi película favorita porque es en sí misma un cúmulo de sensaciones. Creo que la vida entera cabe aquí, y que deja muy claro que de un momento a otro podríamos vernos envueltos en la locura de una guerra ideada por otros sin que lleguemos a entender ni porqué cuando estaba bien claro que no teníamos ninguna necesidad de algo así. A fin de cuentas el ansia de poder y de control no tiene límites.Y tampoco el ansia de destrucción, desgraciadamente.

Roberto Benigni ha sabido retratar la vida de un hombre sencillo, lleno de entusiasmo por la vida que persigue hasta el delirio el amor de una mujer. Por medio de Guido ha sabido adentrarse en oscuros laberintos para exponer con la mayor sencillez del mundo lo que es una guerra vivida desde dentro. Sin hacer el uso y el abuso de la sangre, si no del mucho ingenio logra arrancarte pedazos de corazón y dejarte claro que detrás de todas las imágenes de una guerra que puedan llegarte a través de la televisión hablando de daños colaterales hay personas sencillas con vidas sencillas que se levantaban cada mañana y ya no se podrán volver a levantar con un solo lema: La vida es bella.

miércoles, 21 de abril de 2010

Se me ocurre un chiste

Hombre, mire usté el tiempo que hace que no le veía, maestro que es usté un maestro. ¿Que como me va?, pues no se si decirle la verdad o quedarme callado pero mire usted. Desde que empecé a torear en buenas plazas me pude permitir algunos caprichillos. Sin excederme ya sabe, que no se puede andar con tonterías. Por aquel entonces mi familia no podía estar mejor, pues estábamos todos muy bien avenidos, o quizá no tanto, pero en cualquier caso entre nosotros nos entendíamos. Yo toreaba allá donde me llamaban y me pagaban cada vez mejor, porque ya sabe que en esto del arte cuanto más se practica mejor se da. Todo me iba bien y me reía hasta de mi mismo hasta cansarme, todo por reír. Unos se reían con mis continuas bromas y otros se ofuscaban, pero me daba lo mismo que me pusieran por las nubes o a parir, a fin de cuentas mi conciencia estaba bien tranquila que es de lo que se trata. Y entonces pasó lo que pasó, que de tanto ir a la fuente se rompió la jarra. Vamos que me enamoré como cualquier otro. Uno que no es perfecto.

Ella era de las que me gustan, buena gente pero con un poco de remango por eso de que no me gusta la carne muerta más que en el plato. Y después de mucho pensarlo y repensarlo, bueno, que no lo pensé que debió de pensarlo ella porque un día me vino de golpe con que estaba embarazada y todo se rodó. La traje a vivir a mi casa y todo se embrolló. A veces lo he estado pensando y creo que fue mi exceso de confianza, otras veces ni pienso total para qué. El caso es bien sencillo, que yo me jugué la vida en el ruedo con toros de quinientos kilos para pagar lo que tengo, llevo cornadas de toro hasta en el carné de identidad, y ella tiene cuatro veces más que yo sin dar un palo al agua.

Resulta que no sabe ni hablar, pero no se calla, todo el día le dan cancha aquí y allá para eche piedras sobre piedras hasta lapidarme. Como mujer ahora que la miro sin el fervor del sueño parece el resultado de revolcón entre una bruja de hallowen y el espantapájaros de un campo de maíz, pero ahí está todo el día erre que erre con el empeño de enterrarme en vida y mire usté que le pone empeño. No, no me mire usté así que nos conocemos. Va a decirme que la culpa de todo la tengo yo. Pues no me lo diga usted que es el menos indicado para decir nada que ande que no se pasó años diciéndome como hay que torear a un toro, pero ¿Quién me dijo a mí como se torea una cabra?

Jubilación a los 67

Estoy feliz de conocerme, después de las elecciones convocadas ayer en las que por cierto me tocó la mesa presidencial, os cuento.A primera hora un furgón descargó toneladas de cajas con cartulinas de tres colores.
Las cartulinas rojas ponían en negrita bien grande, Y un huevo, eso evidentemente era un no a la jubilación a los 67.
Las cartulinas amarillas ponían Ni hablar. Creo que queda claro.
Y las blancas decían Me da lo mismo.
No había rollos de sobres o voto encubierto porque es una chorrada esconderse para votar siendo todos del pueblo, la verdad. Las urnas eran peceras de colores y la roja se empezó a llenar de un modo alarmante porque todos votaban en rojo, y ahí comencé a sudar y a pedir refuerzo de cartulinas. Me aconsejaron decirle a la gente que votase en otro color, pero casi me comen y después desde el mismo gobierno me aseguraron que en todo el país no quedaba ni una sola cartulina roja, así que me apañase como quisiera. Fue entonces cuando opté por llamar a Herminia que tiene una fábrica de botones, y estuvo encantada de enviarme a Manuel con todos los botones de color rojo que había en el interior su nave. Fue así como finalmente pudimos votar. Fue el voto de la historia porque el país entero, que es una delicia de país estuvo cien por ciento de acuerdo y la cosa quedó ahí. Lo bueno es que para cada decisión gubernativa se hace lo mismo y aquí no hay crispación, ni insultos, ni abusos, ni prohibiciones, ni leyes de hoy para mañana. Da gusto vivir aquí.

Efectos colaterales




Título del libro: Se lo llevaron, autora Loung Ung, basado en una historia real.

Esta es la historia de una niña feliz en su casa y en su vida, una niña de cinco años que ha de ver como un ejercito comienza a tomar las calles de su ciudad, detrás de los ríos de hombres uniformados llegan los tanques. Tras el paso de esos tanques su vida no vuelve a ser igual porque irá perdiendo lentamente todo cuanto tiene. Su familia tendrá que esconderse una y mil veces de los Jemeres Rojos que han traído el hambre, la miseria y la muerte consigo y no se detendrán hasta arrasarlo todo. Loung Ung termina siendo reclutada como niña soldado y nos cuenta la guerra tal y como la ha vivido, paso a paso desde el principio hasta el fin. Estremecedor relato imposible de olvidar sellado con la verdad, pues ya lo dijo Jhon Keats La belleza es verdad, la verdad belleza; eso es todo cuanto hay que saber. Loun Ung consigue ser portavoz de la campaña minas antipersonas, premio Novel de la paz en 1997.

Nota: Hay libros que son difíciles de leer, este es uno de ellos, pero es un libro de esos que cambian la perspectiva del mundo. Al menos a mí me la cambió, la felicidad no consiste en nada que no sea tener vida y regalarla. A cuanta más vida mejor.

martes, 20 de abril de 2010

Bubisher



Me encontré con este proyecto por primera vez en el blog de Gonzalo Moure del que agradecí un escrito titulado: escribir al trote, escribir al galope. Reúno información en internet sobre la escritura que es lo que yo quiero aprender en esta etapa de mi vida y me he llevado gratas sorpresas rastreando esa veta de oro. Una de ellas es este proyecto de leer libros a los niños del sáhara a bordo de un bibliobús que recorre el desierto. Me gustaría que me quedase vida para algún día vivir esa experiencia de primera mano. Mientras tanto lo dejo aquí como una invitación a que entréis en la página del Bubisher o en la de Gonzalo Moure.
Me parece un sueño eso de leer libros a los niños que aún no los conocen, eso de ver el desierto en la extensión que aún ni me cabe imaginar, vivir una experiencia como esta tiene que ser algo de veras apasionante eso es lo que pienso mientras recorro las páginas que hablan de ello. Estas páginas me invitan a soñar que tal vez el mundo algún día sea un lugar distinto, un solo primer mundo donde la sonrisa de la inocencia aún tenga cabida, pero donde no tengan cabida la hambruna, el abandono o la soledad. Un mundo donde las armas sean sustituidas por un Hola cómo estás, un mundo donde todos los niños tengan padres y madres que jamás hayan conocido las guerras. Mi abuelo durante mi infancia me habló mucho de la Guerra Civil española porque siempre fui una niña preguntona y una niña habladora, pero mi verdadero espacio es este espacio escrito. Tener blog me está pareciendo un sueño y creo que lo es, aquí puedo exponer todas mis inquietudes y compartir aquello en lo que creo. Creo fervientemente que pueden convivir juntos el sueño y la realidad, al menos dentro de mí han ido conviviendo a lo largo de los años y creo que en el Bubisher lo mismo. Me parece un sueño de preciosa realidad para una mañana de cielo encapotado aún que presagia sol. Aquí os lo dejo.

Re: Querida Cleta


Ya que estoy aquí le diré que pone la música tan alta que sí, escucho a ese cantante y también me gusta, está de suerte, porque podría interferir en las frecuencias y volverla loca cuando lo intentara escuchar, entre otras cosas tengo muy buen oído. A mí me gusta mucho más su look actual, donde va a parar, un hecho que no deja de ser preocupante teniendo en cuenta que tengo trescientos sesenta años más usted, así que figúrese si es usted antigua. Sigo con lo que iba_ Intentaré contarle el caso así tan lindo como escribe usted cuando se relaja_ y dicho sea de paso no como está escribiendo en su blog aunque es cosa suya en eso no me voy a meter, al menos de momento.

Quiero comunicarle muy seriamente que se ha pasado la vida pidiendo imposibles y es hora de que asuma las consecuencias, ya sabe: cuidado con lo que deseas porque puede hacerse realidad.

Sus escritos recorrerán el mundo, tal y como ha venido pidiendo mil veces, porque es usted pesada como el mismo plomo y conste que lo digo con mucho cariño porque es usted de un ingenuo que es todo un amor. En eso tuve suerte porque ya he tenido otras condenas que fueron un infierno, pero es usted de un tranquilo que me admira, aunque de genio no anda nada mal, pero fíjese que a veces la fuerza se la va por la boca y después na. Un poco más de maldad le vendría a usted bien y un poco menos de quejarse.

Estoy condenada por el mismo delito que usted: exceso de vanidad, yo por hacer abuso de mis embrujos y usted por el último ciclón que ha provocado presentándose a un concurso literario junto a escritores profesionales, algunos llevan cuatrocientos libros publicados ¿Dónde se pensaba que iba usted? Pues eso, yo captaré todo el sufrimiento de la gente y le enviaré los vídeos al ordenador. Sólo en las mañanas que en las tardes le llegan todos a casa y tiene suficiente condena usted. Es que yo soy soltera y no tuve hijos. No sabe lo mucho que lo agradezco viendo a los suyos. Por cierto que mal los ha educado usted, espero que se tenga en cuenta mi sinceridad porque la sinceridad ataja todos los caminos y atajos va usted a necesitar, yo que se lo digo.

Pues su condena consiste en contar al mundo todo lo que vea, en que el mundo se entere de qué sucedió mientras se empeñaba en mirar para otro lado. Y cuidado con lo que cuenta no despierte usted recelos de nadie. Y no sirve con negarse ni con poner excusas, una condena es una condena y por estos lares se debe cumplir, aquí funciona mejor la política ya ve. La quiero a las diez de la mañana de lunes a viernes para recoger el mensaje del día, y esta cita no se puede variar, mire a ver como se arregla. Si pregunta porqué descansa sábado y domingo es por eso, porque no descansa, menuda familia se gasta usted. Yo nunca quise tener familia por eso, tanto ir y venir me agota solo de verlo.

En el momento en que falte a su cometido volará hasta mí; y nos pasaremos la eternidad entera en la misma nube en la que estoy y no hay sitio suficiente para las dos se lo aseguro, si algo soy es grande. No creo que sea necesario añadir que usaré cualquier método para obligarla a escribir puesto que el mensaje ha de estar listo antes de las tres en que lo reciben arriba. Ale, ya puede poner un poco de música verá como se le pasa el susto que a fin de cuentas esto es como todo, es cuestión de acostumbrarse. Seguro que nos acostumbramos mujer no queda otra, lo nuestro es cadena perpetua.

Suba, suba la música y póngase a bailar que lo mismo cuesta reír que llorar, y ya sabe eso que cantaba Celia Cruz, que las penas se van cantando, qué gran verdad. Pero eso sí, haga caso de los niños y no cante que en eso le dicen la verdad tiene usted voz de gallina y no se me ofenda pero las verdades son verdad de aquí a Roma.

Querida Cleta:

Sabe que en mi casa nadie me deja escribir, que todos se enfadan y me dicen que voy a terminar como una cabra, si le soy sincera ni yo misma entiendo porqué esta necesidad de escribir y sabrá los muchos años que he luchado por ahogarla; envíeme un remedio para ello si puede, nada me haría tan feliz se lo aseguro. Mire usted la lista de escritores más leídos y pruebe con ellos, mi tarea es cuidar de la casa y de los míos, y si algo pido cada día es conformarme con leer, supongo que lo sabrá bien, es lo que le pido al mundo en cuanto despierto: quiero dormirme y olvidar de una vez para siempre que he soñado publicar. Esto antes era un sueño y ahora es una pesadilla, quiero que sea un sueño otra vez, un sueño y solo eso. Por eso le ruego que busque ayuda en otra parte, y suerte.

lunes, 19 de abril de 2010

La bruja Cleta

Mírese usted, me he decidido a escribirla porque he leído ahí atrás que lo que no se anota se olvida, vamos que estuve leyendo todo lo que dice con mucha atención. Tengo un acento andaluz de pura cepa que no puedo con él, eso no lo notará porque mi corrector ortográfico es de primera, pero vamos que aquí estoy para servirla a usted.

Yo soy capaz de hacer todos los embrujos del mago poter, vamos, esos y muchos más pero ahora con esto de la crisis llevo un año al paro. Ya. Como de nosotras nadie habla iba a saber ná, un año pero un año completo aquí encima de una nube viéndola a usted escribir venga que a escribir. De solo mirarla me agota, se lo digo yo. Eso de Internet empieza a parecerme a mi ese agujero negro del que tanto hablan: se lleva a la gente, eso se lo digo yo, y luego la deja así medio alelada, como entre dos mundos…bueno, ya veo que a usted no, que la veo andar a trescientos para ponerlo todo en su sitio y es usted muy curiosa, por cierto, cose la mar de bien, esas cortinas que se está usted haciendo para la cocina, esas ya las quisiera yo tener con sus borraditos de cestas con frutas y todo, vamos que tiene usted muy buen gusto se lo digo yo. Y no lo digo por lo bien que ha escogido a su marido, que vamos lo que es tonta usted no es. Pero bueno hija, a lo que iba, que me llegan aquí unas historias que clama el cielo y voy a enviarlas todas a su ordenador. Eso sí con los nombres de la gente que me reclame ayuda, que yo no se escribir mire usted, hace cuatrocientos años uno escribía en una piedra de pizarra a todo lo más y no irá nadie a pedirme que entienda el Internet, nada más faltaría. Pues ea hija, que le sea leve, eso de los días de lluvia no sabría decir, a mi que me den el sol, pero los paisajes mi niña, los paisajes aquí tiene usted razón no hay nada parecido en todo el mundo. Le mando una foto pero no sueñe, no me verá más que en la foto que yo milagros no hago, yo transcribo la realidad que ahora se dice, uy, por moderna será, no se hace una idea de lo moderna que puedo ser.

Qué voy a hacer con mi amor

La voz de Alejandro Fernández me llegó desde algún culebrón de esos que son el mismo hecho mil veces, y tardé meses en dar con su nombre porque siempre me olvidaba de ver el telediario y dejar la tele puesta para atraparlo. En aquel entonces los telediarios eran algo que me gustaban, no estaban como ahora llenos de sangre, cotilleos o medias verdades, o si lo estaban yo era más inocente y hasta me gustaban, puede hacer doce años tranquilamente de esto, no lo se porque el tiempo para mí es algo incalculable nunca tengo conciencia de que pasa hasta que pasa algo muy gordo. Casi puedo decir que mi tiempo lo marcan las ausencias y que mis ausencias no son otras que la muerte de un ser querido porque nunca me desprendo de aquello que quiero.

Yo tenía visualizado a este cantante como un clon de Juan Gabriel, y estaba segura de que era tal cual, pero su voz desde ese culebrón me tenía tan encandilada que esperaba a que comenzasen los nuevos para ver si cantaba también, alguna otra vez sucedió.

Hace dos años que supe que este cantante tiene ciento y tantas canciones grabadas. Que es un tipo elegante y que una vez le dije a una amiga, ya verás este hombre no superará jamás este concierto, era Acapulco 2005. Y eso, a partir de ahí a mi gusto estropeó su elegancia hasta el presente, ya no me parece lo nunca visto, si no uno más de los cantantes de moda. Es una pena porque tenía un estilo propio y a mi ver ya no lo tiene. Vamos que si supiera cantar le cantaría Yo no se olvidar, que es una de mis canciones preferidas. Y le sugeriría que retome su estilo antiguo. Aunque ya se sabe, es cuestión de gustos.

Apunto otras por si alguien quiere investigar, Me dediqué a perderte, No se me hace fácil olvidar, Una lágrima en el corazón, Cuando digo tu nombre, Si alguna vez. Y apunto un vídeo espectacular para ver Alejandro Fernández homenaje a Juan Gabriel, canción Que seas feliz.

domingo, 18 de abril de 2010

Asturias







La verdad es que sudé para encontrar esta imagen, puse Asturias y después de un rato buscando la mejor fotografía todas me parecieron estupendas y ninguna lo suficientemente buena para dejar una verídica impronta de la realidad.Llevo un tatuaje de esta tierra en cada poro de mi piel, me bebo sus vientos, lato entre su tiempo, me siento parte de su paisaje y no puedo sentirme más feliz dentro del mundo desde que tengo conciencia de estar aquí. Tengo todas mis añoranzas de la primera a la última, me cuesta desprenderme de lo que alguna vez fue mío, con las personas que han pasado y pasan por mi vida tengo el síndrome de Diógenes y no me avergüenza el hecho de que sigan siendo aunque ya no estén. No me importa que me juzguen, que me señalen con el dedo o que digan de mí que vivo en las nubes o que no sé nada, esa etapa ya la superé en el colegio y aún ahora sigo diciendo que no era verdad; yo no aprendía gran cosa de lo que intentaban enseñarme pero no me perdí nada de lo que quise aprender: la de las palabras escritas que dicen algo, aquellas que nadie te pide recordar y que significan tanto en la vida de todo el conjunto humano.Creo que si se estudiara la palabra paz, si a fondo se comprendiera el mundo entero empezaría a cambiar. Todo dirigente político antes de serlo debería estar en plena línea de combate de una guerra, tal vez algo tan sencillo cambiaría el mundo, tal vez, no lo sé. Qué cómodo quedarse en el despacho y hablar de efectos colaterales y de la necesidad de una guerra contando a las personas como si fuesen números. Mi ineficacia a las matemáticas parte de ahí, las letras son mucho más precisas en eso, para las letras una persona es una persona; mi amor a la palabra escrita no tiene fin.Asturias está de moda, en eso no hay duda, y los días más coloridos llegan aquí; parecen alinearse frente a mi ventana todos los días para que pueda verlos, y son mi motor mientras aporreo el teclado con frenesí, como llevada por sus vientos.Escribir es como respirar y una vez que comienzas si no escribes te ahogas, sirve para echar fuera todo lo que te produce indigestión, algún telediario manipulado por ejemplo, lo que sea. Nunca sabes lo que te va a sacar de ti y llevar a tu espectro hasta el teclado para sacarlo todo fuera y regresar de vuelta como si la calma jamás te hubiese abandonado ni por un instante.Por cierto, esta entrada tiene música: Asturias, de Melendi; en youtube hay videos impresionantes de la tierra asturiana con ella de fondo. Algunos no tienen desperdicio.Para finalizar solo diré que en Asturias la riqueza la tienes alrededor si sabes verla, por eso mismo al mundo le perdonaría todo; menos dejarme ciega.

sábado, 17 de abril de 2010

Care santos




Supe de Care Santos a través de internet, buscando buenos escritores que es a lo que me dedico desde hace dos años. Debo decir que internet era algo que me daba bastante miedo y que en casa se contrató porque mi hijo lo necesitó para estudiar la teórica del carnet de conducir, el tema me pareció lo bastante serio para correr riesgos. Sí, a veces estas cosas ocurren.Y ocurre que te encuentras con una escritora que ha publicado cuarenta libros y te preguntas a qué se dedica el ministerio de cultura, quién permite que la televisión de este país se llene de caspa día a día y que tú no te enteres de que existen escritores vivos en España capaces de tal hazaña. En todo caso si oíste hablar de algún escritor excepcional español era alguien rancio, que no te decía nada y a quien devolviste a la biblioteca con la sensación de que eras la persona más lela de la tierra porque no le encontrabas sustancia. Y resulta que al fin una escritora solita te cuenta algo que nadie se ha atrevido a contar y lo hace desde la honestidad desnuda, te envuelve en su historia y te muestra aquello que por desgracia podría pasarte; porque estas cosas pasan.Y no sólo eso si no que además es un libro que puede decirle a tu hija aquello que intentaste explicarle y no quiso escuchar. Puede dejar en su conciencia mil advertencias de que nada es lo que parece y que no está de más andarse con pies de plomo.Es un libro que como todos los de esta autora late, que es más de lo que algún premio novel ha podido conseguir. Cuando traje a casa la colección de libros Inseparables para siempre mi hija dejó de pertenecerme. Llegaba del instituto y en cuanto podía se sentaba con el libro en el sofá, y de pronto se le escuchaba reír como por cierto muy pocas veces la había escuchado reír, desde dentro del alma; cuando me asomaba para preguntarle de que se reía me lo leía en voz alta y después me contaba lo que había ido sucediendo y yo no daba crédito a que existiese una autora así, capaz de darle vida a todas las palabras y a cada sentimiento. Pero está y es una suerte que una madre y una hija puedan ponerse de acuerdo en algo: comprar uno a uno todos sus libros. Que por cierto son impagables, pero muy baratos aún en tiempos de crisis.

jueves, 15 de abril de 2010

Las mujeres de hoy en día

Conozco a Gela desde hace media vida, ella tiene ochenta años y yo justo la mitad, en su tiempo nos llevamos muy bien, ahora podría decirse que tan solo regular, es una pena, pero suelo preguntarme si desde que enviudó se enranció como el vino estropeado o si en verdad ella siempre fue así y el hecho de perder a su mitad la dejó siendo la persona que es cuando se queda a solas consigo misma.

Suelo preguntarme cosas así todo el tiempo, y confieso que me pasé media vida creyendo que estaba loca, en cambio ahora me gusta pensar que era mi parte escritora la que emergía así de pronto, en medio de la nada y se apoderaba de mí en cuanto me surgía una historia.

La última vez que estuve con Gela me contó que en el verano iba a estar unos días en el piso de su nieta. Me lo dijo como si fuese un acuerdo en el que ella no había tomado parte, y yo sonreí, me gusta hacerme la loca cuando entiendo demasiado bien lo que hay bajo la superficie. La cosa quedó así.

Yo sí estuve en el piso de su nieta, era grande y luminoso, fui allí porque iba a presentar un relato corto a un concurso y quise que ella lo supervisara. Le encantó. Me dijo que escribo maravillosamente y que la historia era preciosa días después, pero que ella cambiaría algunas cosas. Acepté su reto y semanas después quedamos.

Cuando Carlota vino a mi casa traía un montón de post sobre las páginas, eran veinticinco. Y me expuso lo que ella haría: matar a mi personaje principal.

-No puedo matarlo_ le dije muy seria_ ese niño existió en verdad y escribí esta historia precisamente para encajar que algo tan terrible pudiese pasarle a un niño.

- Pues si quieres ganar el concurso tienes que matarlo_ me dijo convencida. Si en algo confío es en su buen criterio. Nadie sacó tantos sobresalientes en el mundo como ella.

- No me importa ganar un concurso o no. Yo escribo como medio para librarme de todos mis males. Y adoro a ese niño_ ella abrió mucho los ojos al escucharme_ para mí es un niño ya tan real como yo misma y no pienso matarlo. No podría.

Ella le puso tanto entusiasmo a mi afición oculta que se llevó muchos escritos míos a su casa, y los tuvo durante seis meses en los que no pude apenas dormir. Tuve la sensación de que le había dado mis tripas y me había quedado tan desnuda como la nada. Hasta que le eché valor y se los pedí. Vino a traérmelos con mucha prisa porque había quedado para una entrevista de trabajo.

La encontré muy desmejorada y esquiva. Yo pensé que mis tripas le habían dado asco pero no me importó, gusten o no, son mis tripas y no podría vivir sin ellas. Ellas me ayudaron a digerir el paso de los años que se me han llevado a poca gente, pero que me han dejado amputada por el resto de mi vida. Son mi modo de sobrevivir a cualquier cataclismo y no me importa ganar o no ganar, no se trata de eso, es algo más sencillo: cuando puedo exprimir todos mis dolores hasta el final desaparecen.

Cuando Gela me contó ese día que Carlota y su novio se habían dejado y vendían el piso sólo pude pensar en que mi nuevo proyecto me tenía tan pegada a mi propio ombligo que ni me enteré. Y me sentí muy mal, porque el novio de Carlota me pareció alguien encantador, justo a su medida.

_Las mujeres de hoy en día no aguantan nada_ me dijo Gela con rencor.

_Las mujeres de hoy en día tienen su propio sueldo_ le respondí_ y no tienen porqué aguantar a nadie si no quieren.

-Antes teníamos que aguantar palos cuando tocaban y buena hambre. ¡Ay, si volvieran los tiempos de antes!

Me pareció una exposición absurda porque siempre me contó que su marido jamás le ofreció un tortazo. Me lo dijo cientos de veces tan orgullosa que algo no cuadraba pero no insistí. Yo no soy política y no cobro por arreglar el mundo. Soy una ama de casa destinada a competir con el dichoso don limpio, que limpia una sola esquina de suelo y le brilla la casa entera como los chorros del oro; y así no hay quien pueda. Odio a ese calvo apestoso desde el primer momento en que le vi, y más aún desde que mi marido y mis hijos se creyeron a pies juntillas que tener la casa limpia es solo abrir un tapón y fregar una esquina. Cuando interrumpe el silencio y nos viene con esa sarta de sandeces desde el otro lado de la pantalla le maldigo en voz alta y solo consigo que estos tres que conviven conmigo me llamen loca. Estoy loca sí, pero porque alguien se de cuenta de que no puede ponerse un anuncio tan denigrante en televisión y voy lista porque este tiene tanta vida como el mismísimo Satanás.

Pero volvamos a ese momento con Gela y al instante en que le pregunté si acaso preferiría que su nieta fuese alguien sin oficio ni beneficio a quien su novio pudiese darle de palos hasta quedarse a gusto, la miraba tan fijamente que no me respondió porque mi forma de enervarme no pudo menos que sorprenderla, a veces soy la mar de imprevisible incluso para mí misma.

-¡Por Dios, algo hay que aguantar si se quiere vivir con alguien!_ eso fue lo que me contestó.

En ese momento recordé la insistencia de mis padres en respetar a los mayores. Recordé esa perorata de que los mayores siempre tienen la razón, y me recordé de paso que soy un ser incorregible.

-¿Pero porqué se separaron?_ pregunté solo para darle la vuelta a la tortilla y hacerle entender que todo tiene su explicación dentro del amplio infinito.

- No me digas. Carlota no quiso explicarme nada_ estaba dolidacon Carlota por no enviarle un informe detallado de su ruptura, o eso me pareció.

Son precisamente esos los efectos colaterales de ver todos los días esa cutredad de diario de María, Eugenia o la que toque; toneladas de caspa a disposición pura y dura alguien que viva sola y tenga poca cosa interesante que hacer en las largas tardes del invierno. Creo que aquí sobra decir que también maldigo, y nunca lo suficiente a quienes permiten que nuestros mayores se alimenten de telebasura y se avinagren hasta quedarse de color verde bilis salpicándonos de pronto y sin saber muy bien a santo de qué. Así, como si la brisa me hubiese traído de pronto una resolución a de aquel tema, dejé la conversación en ese punto dispuesta a hacer los recados que aún me quedaban pendientes.

-Pues me alegro de que Carlota se haya separado_ le dije_ estoy segura de que si lo hizo fue por algo y malo será que con el tiempo no encuentre algo mejor, es un cielo de niña.

- ¡Niña!_ arremetió de nuevo_ ya tiene veinticuatro años, a su edad tú…

- A su edad_ la corté en seco_ usted no se había casado y le sobró tiempo para tener media docena de hijos, ¿o no?_ le pregunté con bastante ironía.

- Sí, en eso tienes razón.

-Pues eso_ me despedí rápidamente y me fui a otra cosa mariposa.

Pero mientras caminaba esa conversación daba vueltas en mi cabeza hasta marearse, e intenté pensar en alguna mujer de ayer; me llevó un segundo encontrarla: Audrey Hepburn, tan soberbia como siempre en ese desayuno con diamantes. Su mirada limpia, su elegancia, su sencillez desbordante. Su hermosa sonrisa diáfana como la luz del día, su plena actualidad, porque me digan lo que me digan a día de hoy se encuentran jóvenes así caminando por las calles. Alegres y desenfadas, sensuales y atrevidas, de ojos vivos y reluciente ingenuidad. Las mujeres de hoy son igual que las de ayer. Lo que cambia es la forma de vivir dentro del mundo.

Las mujeres llenan las universidades y sacan las mejores notas, se hacen abogadas, médicas, pilotos de avión, ingenieras de minas, cirujanas, soldadoras, limpiadoras, dependientas, taxistas, bomberas, electricistas, albañilas… y son aquello que quieren ser por sí mismas, y precisamente esta lucha cuerpo a cuerpo consigo mismas les da la libertad de elección. Nunca estaré lo bastante satisfecha por este logro que nadie les ha regalado, a fin de cuentas uno es lo que quiere ser; y no conozco mayor justicia que esa.

Lo que no se anota, se olvida



No me gusta el té, por eso no tengo tetera, pero si tuviese una y de ella saliera un genio el día menos pensado al pasar el paño tendría un deseo que pedir. Y es que nada me haría más ilusión que tener bien cubierto mi árbol genealógico porque los nombres se terminan en mis abuelos y paro de contar. Y no porque no haya bombardeado cientos de veces en la niñez con mi máquina de preguntas a los abuelos, si no porque jamás tomé nota y ya no me acuerdo.

Mis abuelos paternos se explayaban hasta el infinito contando sus aventuras, creo que ahí nació mi lado literario si es que lo tengo. Pero mis abuelos maternos me miraban como si solo intentase chinchar y me mandaban a paseo de un modo tan elegante como se me pueda mandar, algo que no siempre es fácil. Debió de ser por eso por lo que puse tanto interés en saber de mis antepasados paternos, porque el abuelo me contaba historias tan hermosas mientras me llevaba de paseo, o mientras se sentaba tranquilamente en su silla para hablarme que de ellos cuatro es a quien más añoro. Y es mi ángel guardián, eso si a mi edad está permitido decirlo, creo que en este espacio literario sí, porque la literatura es muchas cosas y entre ellas recuerdo.

No se donde ir a buscar los datos de mis bisabuelos, de modo que espero tener tantos espíritus como Isabel Allende, y sin encender velas ni convocarlos porque soy una miedosa de cuidado, les dejo una invitación para adentrarse en este espacio si gustan y escribir en mi teclado. Tengo hambre de saber como fueron, que inquietudes tenían y que sucedió en sus vidas mientras vivieron, de modo que dejo aquí estas palabras por si quieren sumarse a este espacio que está tan vacío como puedan estarlo aquellos lugares donde se suman repetidos los abecedarios.