Esta es una pregunta que todos nos hicimos alguna vez. Sabemos que es un todo que no se deja amarrar. Y que no siempre funciona. Sobre todo no funciona cuando el uno intenta esconder rasgos de su personalidad al otro por el motivo que sea, falta de confianza, temor a ser "utilizado", a ser vulnerable, ridiculizado, o quién sabe qué tipo de prejuicio que abocará todo al desastre. A veces es posible perder el amor por algo tan simple como no aceptar al otro tal cual es y buscarle las vueltas, criticarle lo más nimio o hacerle sentir de menos todo el tiempo. Hay algo siniestro en ese tipo de relación donde sobra el amor y sin embargo falta todo entendimiento. La libertad de ser, esa es la máxima de todo, y si acaso no se respeta por las razones que sean vete preparando para el adiós. Si se quiere mucho y se quiere mal no hay palo que aguante su vela, se acumulan rencores, se destruyen pasiones, se forma un abismo entre el tú y el yo. De repente un trozo de glaciar se despega del resto y comienza a navegar a la deriva, más lejos cada vez, y cuanto más se intenta recomponerlo más se descompone, cuanto más se intenta reconducirlo más se estrella, cuanto más se intenta retenerlo más se aleja, así hasta que no queda más remedio que dejarlo ir. Es triste perder un amor que fracasa por exceso de amor mal entendido, es triste porque el amor mal entendido se destruye a sí mismo, pero no por ello deja de ser amor. Y como todo amor frustrado deja costurones de cicatrices que cierran y vuelven a sangrar, y en esto pueden pasarse la vida.
Hay muchos tipos de amor, pero me aventuro a decir que sólo hay uno que funciona para toda la vida. Y es este que se describe a continuación. Lo encontré por casualidad, como últimamente me encuentro buenos textos, se asomó para dejarme un comentario y me dio la oportunidad de llegar hasta su blog y leer los suyos; este intercambio es siempre enriquecedor.
Hola Begoña.
ResponderEliminarDices bien y cierto, el agobio, el control y todo lo que dices asfixia el amor.
Gracias por el enlace.
Besos
Cuando uno tiene el enorme vicio de observar y escuchar nace otro vicio, hilar, que lleva a uno nuevo, plasmar para darle un sentido. A nuestro alrededor nacen y mueren grandes historias.
ResponderEliminarSaludos
El amor hace que nuestra vida sea distinta, nos da la felicidad que tanto ansiamos, la cuestión es que hay que saber que tenemos que mimarlo, cuidarlo, regarlo, y ante todo no herirlo.
ResponderEliminarEl amor se produce cuando dos corazones se necesitan para seguir latiendo, pero hay que respetar el propio latido de esos dos corazones, para que puedan seguir adelante caminando en nombre del amor.
Cuando se ama somos uno, pero un uno compuesto de dos personas distintas, aunque se parezcan, y eso no debemos olvidarlo nunca.
Un abrazo grande, me ha gustado mucho tu entrada.
Rebeca.
Y a mí me ha encantado tu reflexión. Dice grandes verdades.
ResponderEliminarSaludos
El amor es eso que se va descubriendo cuando el enamoramiento deja paso y que no tiene nada que ver con la inercia, porque requiere poner, poner y poner.
ResponderEliminarCómo me ha gustado la metáfora del iceberg.
Saludos.
Hasta hace poco tiempo yo creía que amor y enamoramiento eran lo mismo. Y tal parece que enamoramiento es sólo deslumbramiento que no asegura que el siguiente paso sea amor. Si en una pareja uno da ese paso y el otro no, desastre asegurado.
ResponderEliminarSaludos
Nunca hbaia leido esto que habias escrito respecto de mi blog, SE ME LLENARON LOS OJOS DE LAGRIMAS..
ResponderEliminarno puedo creer que haya alguien a quienle lleguen asi mis palabras, que gracias a mi historia crea en el amor verdadero.
No te imaginas lo privilegiada q me hace sentir que te cause algo así mi relación.
GRACIAS; infinitas gracias..
me hiciste emocionar.
ojala a mas gente, le cause lo mismo que a vos. GRACIAS