Este libro de José Luis Olaizola me reclamó desde la estantería de novedades por la fuerza de su portada. No me gusta encontrarme leyendo un libro y comenzar otro, pero es algo que suelo hacer cuando un libro me reclama con esa insistencia inconfundible de un libro que me reclama ser leído. En ese momento es como si algo muy poderoso me gritara que está ahí para mí, y que sencillamente me esperaba. Es casi una intuición que sé que no debo desoír, y que aunque quisiera desoírla no puedo; las cosas más importantes de mi vida me suceden así y conozco demasiado bien la sensación para intentar oponerme. Es por eso que incluso antes de tenerlo entre las manos y hojearlo sabía que lo traería a casa y lo leería con el máximo interés, sin perderme una sola palabra, que es lo que sucede cuando un libro es para mí: que simplemente me llama y no puedo no responder a su llamada. En el enlace que dejo podrás ver su portada y saber algo más de él y de su autor. Lo que yo puedo contarte es que es otro de esos libros que siempre recordaré, es imposible leerlo y olvidarlo alguna vez.
Está basado en hechos reales. Y es la historia de una niña feliz hasta que todo empieza a complicarse. Wichi tiene una abuela avariciosa cuya misión en la vida es acumular dinero a cualquier precio. En el momento en que la niña se queda huérfana y depende de ella para subsistir intenta venderla para la prostitución de lujo. Es ahí donde la que hasta entonces ha sido la criada de su abuela traza un plan para salvar a la niña de ese futuro. Siri hará todo cuanto esté en sus manos para mantenerla a salvo, y para ello la secuestra y se la lleva a trabajar con ella a un arrozal, donde la apodan cariñosamente La niña del arrozal por su destreza para cualquier clase de labor que se le encomienda. Pese a que la vida de Wichi está siendo una vida feliz y provechosa junto a personas que la quieren, la abuela irrumpe en ella para llevar a cabo su plan, venderla para la prostitución de lujo aunque es tan solo una niña... Su vida de un momento para otro ya no puede ser peor...
José Luis Olaizola es fundador y presidente de la ONG Somos uno, que lucha contra el drama de la prostitución infantil en Tailandia. Lleva publicados más de setenta libros. Y desde hace treinta años se dedica profesionalmente a escribir libros y artículos y a pronunciar conferencias.
Internet es un mundo donde todo es posible. Hace incluso posible que desde tu casa, aunque sea la más humilde de la tierra puedas acceder a información precisa y preciosa con sólo tener la posibilidad de conexión. Tú decides aquello que quieres aprender, y si de verdad quieres hacerlo, puedes. Yo he decidido saber mucho más de este hombre, José Luis Olaizola y de su valiosa labor en Somos uno. Porque alguien así me parece digno de admiración. Son las personas como él las que vale la pena conocer, y libros como La niña del arrozal los que vale la pena leer, porque crean la conciencia de que hay mucho por hacer, entre tú y yo, entre todos nosotros, que a veces tan sólo nos cruzamos de brazos y nos quejamos mientras otros actúan y consiguen un mundo más justo para todos. Desgraciadamente hay en el mundo muchas niñas como Wichi y muchos hombres dispuestos a explotarlas sexualmente. A veces que el recuento de sus vidas sea pura felicidad o pura desgracia es sólo cuestión de actuar. Y eso no podemos olvidarlo. No podemos pasar página sin más.
Tiene muy buena pinta, me lo anotaré. Aunque será duro de leer, porque es un tema muy delicado. No entenderé jamás a los que explotan niños, en cualquiera de las facetas de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo,
Rebeca.
Creo que cualquier escritor con todo ese material habría escrito un libro muy distinto. Sin embargo José Luis Olaizola sabe muy bien qué pretende contar por medio de este libro y lo consigue sin duda.
ResponderEliminarEs un libro que habla de esperanza. Infinita esperanza yo diría casi en cada página. Una lectura gratificante sin duda. Es lo que yo diría.
Saludos