miércoles, 22 de junio de 2011
Cómo han pasado los años
Esta canción de Rocío Dúrcal en su voz particular, aterciopelada y serena irrumpe en cualquier verbena de verano, y mientras escucho tengo la sensación de que no he cambiado un ápice. Que sigo siendo esa mezcla de ingenuidad y escepticismo a partes iguales y que el devenir de los días ha venido sucediendo con tal parsimonia que en el fondo sigo estando donde estaba. Sé que en el fondo no es más que una sensación, un espejismo insensato, pero sé que es tal que así. Apenas me he movido del lugar en el que estaba, y sin embargo nada que ver, apenas he variado mis convicciones, y sin embargo aquellas que ni recuerdo se han quedado en el camino, aparcadas para no cargar bultos ya innecesarios. El equipaje de vida se hace y se rehace una y otra vez sin que nos percatemos de ello. Es necesario, porque aún sin darnos cuenta vamos aprendiendo de los palos recibidos y de las incontables alegrías. La vida es un enorme pastel confeccionado con muchos ingredientes desconocidos, un pastel que nos va devorando un día tras otro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cuanta verdad!! la vida tiene muchos ingredientes desconocidos, algunos de sabor dulce y otros amargos.Lo bueno es que a pesar de ello algunos, por suerte, como tú dices no hemmos variado nuestras convicciones.
ResponderEliminarUn beso....
Me ha encantado el simil de la vida con un pastel...y tanto que ingredientes desconocidos...siempre te da sorpresas, unas buenas, otras malas, pero nunca te deja indiferente...
ResponderEliminarPasa deprisa, y a su aire, sin hacer caso de las peticiones y sentimientos de los que pasan por ella...
La vida es la vida, y lo único que podemos hacer es vivirla...
Un besito,
Rebeca.
¿Pero que sería la vida sin esos ingredientes? nuestro equipaje de vida lo adquirimos al nacer y nos acompaña a lo largo de ella….deshacemos, recomponemos, reformamos, restauramos…son tantas las etapas que nos toca vivir, cada día tiene su ingrediente llenos de bellas cosas que nos regala la vida cada vez que sale el sol…
ResponderEliminarAlguien dijo que, los días son frutos y nuestro papel es comerlos.
Un enorme abrazo, besos