La casa está llena de objetos. Los armarios llenos a rebosar. Los cajones no son lo bastante profundos para guardar con mesura cuanto contienen dentro. Hay una falta de espacio casi opresiva y se hace necesario seleccionar. Casi diseccionar qué parte puede seguir ocupando su lugar y qué otra parte tiene que pasar a mejor vida.
Lo mismo pasa con los correos electrónicos, unos deben irse y otros quedar. Lo mismo con las personas que en el presente rodean tu vida. Se hace necesario poner orden aunque no sepas cómo empezar.
Ahí van las claves
en fin ¿en todos los casos?
ResponderEliminarme quedo analizando eso,
saludos
Omar, es algo complicado en mi caso, que me hacen un regalo e incluso guardo un tiempo el papel en que lo envolvieron. Que me apego a los objetos de una forma descomunal, quizá buscando cierta seguridad en la vida, que a fin de cuentas no hay.
ResponderEliminarPero estoy en ello.
Saludos