Creo que una mujer es blanco de ese tipo de violencia cuando deja de quererse a sí misma, cuando deja de confiar en ella, cuando deja que su hombre decida por ella, cuando deja que delimite su territorio, un territorio que a posta cada vez le hace más pequeño, cuando sin saberlo cede a un nuevo tipo de trampa, que lleva a otra, y a otra más, y se ve inmersa en esa rueda que gira y gira sobre la oscuridad, que lleva a más oscuridad y a ese túnel donde no se ve el final.
Es así como lo imagino. En ocasiones uno sólo puede imaginar. Cientos de veces imaginé que es imposible no advertir que se está frente a una mujer que sufre hasta esos límites insospechados sin detectarlo. Siempre pienso que me hubiese gustado estar allí y echarle una mano. Raptarla quizá, y convencerla de que al contrario de todo cuanto nos han enseñado hay amores que no valen la pena.
Esta mañana encontré uno de esos textos que haría aprenderse de memoria a cualquier mujer y recitarlo de memoria cada mañana al levantarse y contemplar el día nuevo. Es cierto, tengo tendencia a querer muchas cosas que ya no pueden ser, pero igualmente las querría. Del modo en que hay textos que no sé cómo escribir pero igualmente escribo, este es una muestra.
Hola Begoña.
ResponderEliminarDeseos y sueños siempre son necesarios, en ese menester tenemos que ser egoistas.
Felices fiestas y entrada de año.
Muchos besos.
Los sueños son las alas del espíritu, y hay que mantenerlos vivos si queremos volar. Los deseos más de lo mismo.
ResponderEliminarFeliz navidad también y entrada de año.