Powered By Blogger

martes, 7 de febrero de 2012

Una puerta blindada para el ayer

Es un día lluvioso como los pesares que no nos abandonan. Ella sabe a ciencia cierta que ya todo quedó atrás, que se abren nuevos horizontes y que todo es tan incierto como pueda serlo la vida. Que basta ya de remover recuerdos, preguntarse qué se puede arreglar, qué se hizo mal, cómo solucionar lo que en verdad nunca tuvo solución. Que se está ante la página de un libro que escribe el final de una era que ya fue. Y que nunca volverá.

Que aquel ayer que ahora parece tan ideal. Cuando solo era incertidumbre de un no saber qué pasará mañana. Daba el mismo miedo que da hoy pensar en ese mañana que solo es sombra. Y que no hay mayor verdad que esa: que el pasado reconforta porque ya se sabe como fue, y el mañana aterra porque aguarda dentro todo un mundo de incógnitas. Y que cada día es un gran sobre sorpresa con alegría o pesar, nunca sabes lo que tocará desenvolver.

Pero aún así, el pasado ha de ser cerrado con una puerta blindada, porque el ahora ya ha sido desenvuelto y no puede ser comparado con ese ayer que ha dado paso a un nuevo yo, donde se ha tomado lo aprendido y se ha tomado la determinación de abrir un nuevo camino. Y como nuevo necesita comenzar sin lastre alguno, con toda la esperanza aún por nacer, y los sueños adheridos al bolsillo.

5 comentarios:

  1. He aquí que encontré lo que parece una respuesta a esta entrada de blog:

    http://www.cluboptimistavital.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1503:la-puerta-del-cambio&catid=10:personal&Itemid=12

    ...Después de escrito. Las palabras son magia.

    ResponderEliminar
  2. El olvido, el olvido...

    Hay que ser capaz de generarlo y usarlo convenientemente.
    Es una maravilla.

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Toro, entonces alguien debería escribir un manual del olvido. Nunca sé cómo empezar.
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Estupenda reflexión. El ayer se sabe, el mañana es ficticio y el presente se dispone para ser recordado o, lo más seguro, olvidado.

    Un abrazo, Begoña.
    Mián Ros

    ResponderEliminar
  5. Y a veces sucede que justo aquello que quisieras olvidar, se queda más fijo al fondo de tu cerebro. Como una rueda de molino que no deja de girar.

    Y es que jamás encontramos la respuesta exacta a la pregunta importante.

    Saludos

    ResponderEliminar

Tu lees desde la invisibilidad y puedes aportar algo a este lugar, para ello existe