Dejar que la vida siga su curso sin resistencia, porque al fin y al cabo lo queramos o no, nunca sabemos si las cosas se estropean porque quisimos arreglarlas, o se arreglan porque quisimos estropearlas. Supongo que quienes no creemos en destinos estamos sujetos a este tipo de contrasentidos cuando no sabemos qué parte de la balanza ha pesado más. En todo caso que comienza un nuevo curso es un hecho, ya llegará hora de hacer balance justo al final, y veremos en qué cosa ha derivado. Ya no caben las excusas, preparados, listos, ya. Y nadie se queje si en verdad no está preparado para el nuevo curso porque tanto da que da lo mismo, comienza ya.
Aunque no estemos preparados, la vida sigue, no se para ante nadie ni ante nada, y cuanto primero nos demos cuenta mejor.
ResponderEliminarSimplemente tenemos que ir exprimiéndola poco a poco, e intentar ver sus cosas buenas, que también las tiene.
Aunque las malas duelan mucho.
Resistir y seguir luchando será lo único que nos quede.
Un beso.
Resistir y seguir luchando será también el mejor ejemplo que podamos dar. Y no perder nunca la sonrisa, que es el esbozo de la esperanza.
ResponderEliminarBesos