Sigo recopilando consejos de escritores allá donde los encuentro y me asombra que cada quien tiene una manera de hacer las cosas, como en casi todo. No obstante quizá sean los mejores consejos que haya leído hasta entonces o los que más simplificarían un trabajo en el que casi siempre me trabo. En las historias largas casi siempre llego a la mitad y corrijo el principio, me atasco, me pierdo, me desilusiono y dejo de verle el sentido. Lo siguiente es aparcarlo y lamentar no haberlo conseguido.
Consejos por Jhon Steinbeck:
Gracias por estos consejos, nunca vienen mal...y estoy de acuerdo en eso de que corregir en medio de la creación, rombe con el ritmo y te desestabiliza!!
ResponderEliminarLo he vivido!!xD
Por cierto en el blog del joven escritor Javier Ruescas, http://javierruescas.blogspot.com/
ResponderEliminararriba en la izquierda, hay consejos, y sus metodos de trabajo que son interesanets!!
Por si te interesa echar un vistazo, ya tiene 4 novelas publicadas, siendo una de ellas trilogia!!
Un beso.
No conocía ese blog, le echaré un vistazo. En eso de la publicación nunca se sabe. Me llevé una grata sorpresa en la entrada que titulo cuando un blog se muere, qué sorpresa cuando me entero de que la chica deja el blog porque le van a publicar un libro!!! :)
ResponderEliminarBesos
Gracias por el enlace, Begoña. Está claro que te gusta escribir, o mejor, que tu alma está hecha de materia literaria.
ResponderEliminarPero no estoy de acuerdo con los consejos 2) y 4).
Mi experiencia (tengo escritas dos novelas, trabadas durante años) es que cada página debe apoyarse en el suelo firme de lo que "ya es verdad", porque ha superado la criba de revisarlo en cada momento en que surja la ocasión. Correr y correr va creando agujeros, y eso produce melancolía, se pierde el ritmo de lo consistente, de lo definitivo, y acaba ganando demasiada importancia el "guión". Un guión sin suelo, sin materia literaria (es decir, trabajadísima), da demasiada importancia a la voluntad del escritor, y resulta que las novelas, con frecuencia, imponen sus exigencias a las que hay que atender para que sean verosímiles: si algo no va, es que ahí hay un agujero, y cómo lo rellenes es fundamental para que los personajes y las situaciones se muevan en un universo "verdadero".
Muy interesante esto que apuntas. Estos últimos años abandoné muchas lecturas por lo ficticio que se me hacía el mundo en que se movían. A su manera tenían tantos agujeros como un queso Gruyere :)
ResponderEliminarSaludos
Miguel, volviendo a repasar el punto 2) y el 4) que fueron los que más me entusiasmaron, creo que este escritor considera vital conseguir un primer borrador de la obra. Que para mí es lo más difícil de conseguir porque si se comienza a corregir demasiado pronto se cambian tanto las cosas que no hay forma de llegar hasta el final que planeabas. O pierdes el hilo de lo que intentabas contar.
ResponderEliminarEn cambio si consigues tener listo el primer borrador tal y como lo intuías, esa obra ya puede ser sometida a todas las correcciones y pulidos que te apetezca. Trabajarla y trabajarla hasta que reluzca y gane solera firme.
Creo que un primer borrador finalizado aguanta todo el paso del tiempo acumulado, pongamos que incluso diez años. Un borrador que en su momento se perdió se acaba olvidando, incluso aunque lo recuperes al fondo de la memoria después de diez años y te pongas a ello, de alguna forma ya ha perdido su urgencia y es posible que el deseo de ser escrito.
Saludos
Begoña, hay tantos tipos de novela y de escritor, que todo es verdad. Lo que dices tiene sentido, claro que sí, pero no va con mi forma de escribir. Yo he logrado terminar dos novelas (tengo una tercera a medias), y para mí fue fundamental ir despacio, rumiando, leyendo por la mañana lo que escribí por la noche. Fue fundamental leer lo que llevaba escrito, desde el principio, cada vez que la abandonaba un tiempo y volvía a ella. Sinceramente, las dos novelas avanzaron solas, tomaron cuerpo poco a poco, y los personajes acabaron llevándola donde yo no había imaginado al principio. En una de ellas, incluso, te lo aseguro, había una incógnita planteada desde el principio cuya respuesta yo no conocía: al final, se resolvió sola, por el procedimiento de ir descartando todas las posibilidades que no me convencían del todo. Si hubiese tenido un borrador "compulsivo" (es decir, escrito mirando siempre hacia adelante, y no hacia atrás), habría salido otra novela... Y peor, estoy seguro.
ResponderEliminarPero sé que hay otras novelas en las que la trama está concebida y estudiada desde antes de empezar a escribirla. Eso también lo entiendo. Lo que no entiendo es lo de la prisa por avanzar.
No hay reglas en literatura. Cada cual tiene que escribir de la manera más adecuada a su propia alma. Eso sí, nunca te obsesiones con el puerto de llegada. Se llega de repente, y generalmente a puertos ignorados.
Un abrazo.
Es muy cierto lo que dices, quien escribe es el primer sorprendido de lo que escribió, a veces escapado totalmente a su intención.
ResponderEliminarY me atrevería a decir que cada obra tiene su propia "medida de cocción", se parte de una incógnita que se va desvelando a veces lentamente y a veces de forma urgente. Creo que ella misma trae el ritmo al que tiene que bailar el que la escribe. Y luego el lector :)
Saludos
No sé si son buenos o no.
ResponderEliminarEspero que lo sean.
Besos.
Toro Salvaje, si el escritor es bueno cualquier consejo es bueno. Es como en la cocina si hay buena materia prima y buen cocinero hay buena comida :)
ResponderEliminarSaludos