Se desmelena de hojas secas
se sacude los calores de encima
cierra antes sus pestañas
de luz diurna.
Riza y oscurece los mares
pliega las flores del campo
hasta la primavera,
agita los vientos.
Acorta las tardes,
le pone gafas oscuras al sol
suma las horas de la ropa
en el tendedero.
Me vuelve paso a paso
toda mi melancolía,
agitando las hojas de escritos
prestos a corregir
señalando sus mil una faltas,
enfocando las hojas blancas
que aún tengo que rellenar
en el tiempo de una vida.
El otoño siempre exigente
devuelve a su sitio
al verano arrollador
como un hermano
disciplinado que después
de sus largas vacaciones
regresa a casa
imponiendo orden.
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