Un blog donde la tristeza y el buen humor caminan de la mano. Donde los límites entre fantasía y realidad se entremezclan hasta conformar un solo presente.
jueves, 8 de julio de 2010
Lugares que vale la pena visitar
Acerca del silencio
Escuchando en el silencio prevalece tu verdad,
amar las palabras es también compartirlas.
Para que otros las hagan suyas,
para que otros se arropen con ellas
para que nunca estén solos,
para que busquen sus propias palabras
para que aprendan a interrogarlas
para que las regalen a su vez,
para dialogar consigo mismos
y preguntarse qué es lo que vale la pena
pues el silencio siempre dice la verdad
acerca de uno mismo.
La verdad es que siempre estamos solos
vayamos donde vayamos,
y que nunca lo estamos.
Que el camino es largo
y el caminar perezoso,
siempre hacia delante
y que no hay mayor meta
que conquistar cada día
sabiéndose conquistado.
Mirar cada día
sabiéndose mirado,
y que teniéndolo todo
aún se tenga el ánimo de luchar
por todo recompensarlo.
Caminar sin ánimo de irse
a ningún lado
hace que sea tan difícil entenderlo
incluso por ti mismo,
escribir cuando no quedan palabras
que no hayas usado
es como volver a nacer
llenarte de aire los pulmones
y luego expulsarlo
como detener los segundos
en la palma de la mano,
mientras en todos los relojes
se siguen sumando.
miércoles, 7 de julio de 2010
Concurso literario apetecible, ¿verdad?
II Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero
Podrán concurrir al II Premio Internacional de Narrativa Breve RIBERA DEL DUERO todos los escritores mayores de dieciocho años, cualquiera que sea su nacionalidad, que presenten obras escritas en lengua castellana.
Se establece un premio en metálico, dotado con CINCUENTA MIL EUROS (50.000,00 Euros), para el ganador
Los libros de cuentos tendrán una extensión entre 100 y 150 páginas en formato DIN A-4, mecanografiadas a doble espacio y por una sola cara. No se aceptarán ni novelas cortas ni colecciones de microrelatos.
El plazo finaliza el 31 de Diciembre de 2010.
Clarice Lispector
Intento no leer, solamente corregir, pero por lo que sea reúno información en todas partes. Me apasiona mucho más en este momento que ponerme con lo mío, es como si aún tuviese que madurar, como si aún no estuviese listo para abordarlo, de modo que hago caso a mi intuición; siempre lo hago. Entonces me encuentro con respuestas formidables, que anoto para no olvidar, como las de esta escritora.
Respuestas de Clarice Lispector en una entrevista:
Yo nunca sé de antemano lo que voy a escribir. Hay escritores que sólo se ponen a escribir cuando tienen todo el libro en la cabeza. Yo no. Yo siguiéndome y no sé en qué va a acabar. Después voy descubriendo lo que quería.
A veces me he sentido casi agredida por los elogios.
¡Escribir es un peso!
No releo. Me mareo. Cuando ya está publicado ya es como un libro muerto, no quiero saber nada más de él. Y cuando lo leo me parece extraño, me parece malo, por eso no releo. Tampoco las traducciones que hacen de mis libros para no irritarme, sé que no soy yo misma escribiendo.
Leo muy poco, es un crimen pero es la verdad.
Los premios están fuera de la literatura, además la literatura es una palabra detestable, está fuera de todo acto de escribir. Lo recibes como recibes el abrazo de un amigo, con determinado placer. Pero es independiente de…
martes, 6 de julio de 2010
Hasta siempre
Horas para el recuerdo de quien se ha ido
sin que la quietud del mar se alborotara,
sin que el remanso de cielo se hiciera brisa,
sin que quienes dormían aún se despertaran.
Horas para recordar a quienes un día
tuvimos enorme suerte de conocer,
sus palabras forman parte de un recuerdo
que late ahora como latirá después.
Bajo la luz de otros días
todo brilla con distinta claridad,
quienes fueron verdaderos
no se deslustran jamás.
Perdóname si no puedo llorar tu muerte,
porque niego que hayas muerto.
Vivirás siempre en la quietud del cielo,
junto a todos aquellos que un día se fueron
y aun así sigo queriendo.
Begoña
Año 2000
lunes, 5 de julio de 2010
¡A diez días!
Amor o esclavitud
Eran el matrimonio perfecto -me contaba mientras yo iba pendiente de la carretera- no se si te acuerdas de ellos, eran aquellos que iban con nosotros cuando os vimos en Covadonga el verano pasado.
_ Ella rubia de unos cincuenta, muy elegante, delgada, algo pequeña y él moreno, algo barrigón, más serio. Sí, me acuerdo.
_ Pues el otro día me la encuentro y me dice que se han separado. La gente me deja loca.
Tuve que reírme, aunque su costumbre de cogerse al asidero de la puerta me incomoda mucho, me da la impresión que mi forma de conducir la mantiene en vilo, aunque ella siempre sonríe cuando se lo digo y asegura que es queda muy cómodo. Es cierto, pero cuando voy de copiloto jamás me da por sujetarme, entre otras cosas porque si voy en tensión voy tiesa como un palo y me pido conducir. Y siempre me salgo con la mía, todo hay que decirlo.
_ Me contó que siempre iban juntos a todos lados porque él era un celoso compulsivo. ¡Fíjate tú!, no podía ni hacer la compra hasta que él no llegaba del trabajo. Y luego salían tan juntos, de la mano como dos adolescentes, y quien se iba a imaginar todo lo que me contó después.
Es lo bueno de tener coche y recoger a conocidos en la parada del autobús, unos días solo se escuchan lamentos y otros días historias como esta. Lo que a veces parece amor no es más que esclavitud. Y ante la esclavitud solo cabe la libertad, aunque sea después de treinta y cinco años de matrimonio. Uno piensa qué pena de treinta y cinco años ¿verdad?, pues no, yo creo que es imposible vivir tanto tiempo en semejante dictadura, apuesto que fue en los últimos años cuando comenzó a escoltarla seguro de que escaparía.
La impresión de Clotilde no la pude recoger, la estación de tren se me adelantó y tuve que detenerme para que se apeara. Lástima de conversaciones que uno no tendrá oportunidad de retomar y que se quedan ahí, esperando a ver donde las encajas.