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viernes, 30 de abril de 2010

Mi deporte favorito



He aquí mi deporte favorito, si en la televisión ponen esto me pegaré a ella como una lapa, eso si es que me dejan tranquilidad suficiente para verlo. Me apasiona este deporte y me complace descubrir que se reinventa cada día, en los últimos juegos olímpicos quedó de manifiesto eso de más difícil todavía propio de los circos antiguos.

Es el deporte de la elegancia suprema, de la medición milimétrica, del esfuerzo personal y el buen gusto, un deporte donde cualquier mínimo error tiene fatales consecuencias. Prefiero verlos patinar en pareja donde la coordinación de movimientos se hace aún más exquisita y donde no deja de impresionarme la forma en que lanzan a las mujeres por el aire y vuelven a recogerlas, o muy poco pesan ellas o muy fuertes están ellos o mucho se compenetran ambos, no termino de decidirme.

Pero me gustaría ponerme un par de cuchillas en los pies y deslizarme como si cualquier cosa sobre una pista de hielo, como si no hiciese frío, como si los patines tuviesen freno, como si esos vestidos de ensueño le fuesen a sentar bien a cualquier mujer, como si al lanzarme por los aires fuesen a recogerme siempre a tiempo y no pudiese haber fallos. Como si esos cinco minutos que dura cualquier representación fuese la vida entera. Así, con ese entusiasmo quisiera patinarme la vida de principio a fin, y con esa elegancia que jamás pudiera darse al caminar.

jueves, 29 de abril de 2010

Las prisas para después

Cuando se dedica el tiempo a escribir una historia y esta historia tiene unas trescientas páginas es mucho el tiempo que se deja de vivir en el mundo real y se pasa a habitar un mundo paralelo que sigue estando ahí, ocupando una parte importante del pensamiento. Todo el tiempo disponible se lo dedicarás, y el que no tengas te hará andar a toda velocidad para que te quede un ratito diario que dedicarle. Es una adicción que en vez de matarte duplica tu vida, no en tiempo pero sí en vivencias, y además incurable.

Salí del supermercado con más prisas que entré porque en las diferentes colas que tuve que esperar perfilé el capítulo y quería llegar a casa y ponerme a él. Estaba guardando la compra en el maletero cuando alguien me llamó. Era Yoli, y hacía mucho tiempo que no nos veíamos, esta vez no aceptó un no y nos fuimos a tomar ese café que llevaba pendiente el tiempo suficiente para haber caducado. Con ella venía Marga, una amiga suya que me gustó al instante, tenía esa clase de elegancia que se da completa, educación, estilo, saber estar, inteligencia y belleza. Otras amigas de Yoli no tenían ni una sola de estas cualidades y se lo dije más de una vez, ella me respondía que ya lo sabía pero que no podía escoger porque su grupo de amigas era de viudas o separadas, las amigas casadas siempre llevaban prisas y casi nunca podías contar con ellas, fue lo que me dijo.

Hablamos de la vida en general y mi vida da para un resumen muy corto de modo que Marga me puso al día de la suya y me pareció de lo más interesante, es administrativa de un grupo de empresas gigantesco, gana un sueldazo, tiene dos hijos y está separada. Es una mujer de cincuenta años baja, un poco rellena, de pelo rubio al estilo Cleopatra y ojos expresivos, habla con una exquisita dicción y es suave pero convincente. Entre todo lo que hablamos destaco lo que más me impactó: La vida en pareja es la forma más feliz de existencia, con sus más y sus menos, pero la forma más plena de vivir. Yo alcé una ceja porque hay días en los que me gustaría ser monja de clausura, yo en mi paz en un monasterio, lejos del ruido de la adolescencia inconformista; pero Marga fue concluyente: si lo dudas búscate un espejo y mírate los ojos, no has dejado de reflejar felicidad desde que llegaste. Estaba feliz, es verdad, suelo estarlo porque he aprendido a valorar la felicidad de estar viva, de estar sana, de no tener mayormente motivo para quejarme, pero no le dije que en verdad estaba feliz porque había resuelto el casi final de una novela. Lo que no va a leerse nunca es inútil explicarlo, he llegado también a esa conclusión.

Marga me contó entre otras muchas cosas que su marido se pulía su sueldo entero, y que del suyo se pagaba la letra del piso, la del coche y los gastos de la casa. Se separó por eso, porque cobraba más del doble que su marido y se hartó de que su sueldo íntegro se fuese en gastos mientras él se divertía de lo lindo con el suyo. Intentó mantener el barco a flote hasta pagar la última letra que tenían pendiente, algo que confesó no fue sencillo, en cuanto se vio libre de pufos se lo dejó todo a su marido y se fue. Alquiló un piso y en cuanto sus hijos supieron que se iba en serio fueron detrás, me contó que a esas horas ellos tenían sus propias familias y ella dos nietos. Me recalcó lo difícil que fue verse sin nada catorce años atrás, y la sensación de haber dejado una casa entera puesta y tener que comprarlo de nuevo todo, plato, tenedor y cuchara si quieres comer. Fue la sensación más rara que tuve en mi vida, y la más desesperada pero a todo te terminas acostumbrando.

Pasados los años tiene su propio piso y todas las comodidades, pero está sola, y la soledad es muy, pero que muy difícil, porque es algo que no escoges es algo a lo que te obligan, al menos en mi caso ocurrió así. Cuando dijo esto entendí algo que no voy a decir, algo que se leía al fondo de sus ojos y le pertenece solo a ella.

Para terminar contaré algo que me hizo reírme de veras porque es algo que no me esperé en absoluto. A los dos meses de separarse el mismo marido que se quejaba de lo gastona que era, lo ineficiente, lo desastrosa…la llamó por teléfono para pedirle que volviera a casa. Ella se negó en rotundo y le aseguró que jamás volvería, entonces él le preguntó ¿Oye cómo lo hiciste para sacar la casa adelante todos estos años?, ella se descuadró ante esa pregunta desesperada y él le explicó: Sí, para pagar la casa, el coche, los estudios de los niños, la compra mensual, trabajar fuera de casa y tener la casa impoluta. Es que mira, de verdad, no se cómo lo hiciste. Ella le aseguró que no tuvo tiempo de pensarlo, lo hizo porque lo tuvo que hacer y punto. Y que eso ya no tenía importancia. A lo que él le respondió con todos los problemas domésticos que se encontraba a diario. Ella le contó que esos problemas que él apuntaba los enfrentaba ella en la actualidad multiplicados por tres, comida de tres, ropa de tres, plancha de tres…Ya, le dijo como si aún no hubiese llegado al verdadero motivo de su llamada, pero a mí no me llega el dinero, en serio ¿Cómo lo hiciste?

Marga me miró soportando estoicamente el ataque de risa que me entró al imaginarlo en medio de ese caos que nunca conoció. En serio, no saben vivir solos, me dijo, nosotras tampoco pero ellos lo llevan peor. Nunca quise un duro de manutención por mis hijos ni le pedí nada. Por no querer no quise ni volver a pisar la casa que era tan mía como suya y por teléfono le expliqué como tenía que poner la lavadora cuando a mí se me juntaban en la bañera pilas de ropa enormes para lavar a mano porque no podía ni soñar con comprarme una lavadora. Fueron tiempos muy malos, concluyó, pero señor, qué paz. No supe lo que era la palabra paz hasta que me fui.

martes, 27 de abril de 2010

Para reflexionar



De vez en cuando uno se encuentra con entrevistas que aportan puntos de vista interesantes, es el caso de Philip Roth, un escritor que afirma Solamente me siento joven cuando escribo. Un escritor que confiesa que en la vida real se le olvidan las palabras, pero jamás al escribir. Que siempre comienza a escribir después de un chispazo intuitivo tras el cual avanza para adentrarse en la historia.

Philip Roth asegura en esta entrevista que ocupa varias páginas que los lectores de novelas se van a reducir notablemente dentro de 25 años como si una epidemia los fuera matando, y la lectura va a caer en picado porque leer novelas será una especie de culto minoritario, como una secta distinguida porque vivimos en la era de las pantallas.

Especto al e-book lo tiene claro, porque estos ofrecen muchas otras opciones además de la lectura de un libro y la concentración necesaria para leer una novela se da en las circunstancias que no son las de hoy. Reitera que estamos en la era de los aparatos electrónicos.

Se le pregunta si como lector prefiere leer los diez últimos Pulitzer o los últimos diez premios Novel y responde tajante ¡Ninguno de ellos! También le preguntan cómo se siente al ser el eterno candidato al novel y responde No espero nada de la Academia Sueca; y ellos, cada año, satisfacen mis expectativas.

Asegura haberse hecho una lista de autores que piensa releer antes de irse de este mundo, que incluye a Dostoyevsky, Faulkner, Turguenev o Conrad.

Encontrarme con esta entrevista pone de manifiesto que hay algo en lo que jamás pensé, que la era electrónica terminaría matando el libro de papel. Y que pertenezco a esa secta minoritaria y distinguida que siempre estará dispuesta a concentrarse en la lectura de un libro encuadernado. El olor del papel, el placer de pasar las páginas y usar marca páginas es un lujo del que no tengo pensado privarme. Es un lujo mucho más barato que cualquier clase de terapia, y una terapia en sí mismo, ¿alguien podría decir que no?.

lunes, 26 de abril de 2010

Duda existencial




El fin de semana no es raro que vayamos a darnos una vuelta por el mercado. Siempre los mismos, somos por lo común de piñón fijo. Tal vez por eso lleve años dándome cuenta de un detalle. Desde hace años en los mismos (idénticos lugares lo juro por Snoopy) se colocan los del top manta, tres hombres que son tan parecidos que si no son el mismo me confundo. Uno aquí, otro allá y otro acullá, donde siempre que ponen su material en el suelo y tienen las últimas novedades. Pero las últimas las últimas. Yo me pregunto si eso está tan prohibido ¿como puede ser que sigan estando ahí?
Y voy más lejos aún ¿de donde salieron como las setas en el instante en que empezaron a llover como caídos del cielo cuales gotas de lluvia? ¿Quién los trajo? ¿Con que fin? ¿A quien pudieron beneficiar con su llegada y su permanencia?

Yo no entiendo el mundo, ya lo dije más de una vez y por eso me suspendía el profe de mates, porque tampoco entiendo de matemáticas. El infinito es un número demasiado grande para poder escribirlo, eso me bloqueó y en esas sigo. Quiero escribir fidedignamente el número infinito y nadie ha tenido paciencia para escribirlo en la pizarra para que lo copie. Ahí radica mi agujero negro interpersonal que creo que estará siempre porque intuyo el número infinito demasiado complicado incluso para un profesor.
¿Pero alguien puede apuntarme algo de porqué siguen estando los que no deberían estar donde están? ¿O será algo demasiado difícil de entender y de explicar? No entiendo nada, la verdad.

Lo que nunca debiera suceder

A diario suceden noticias que nunca debieran suceder. Que alguien debería impedir. Que rompen el alma. Que son tan injustas que nunca olvidaré, esta es una de ellas. Y por favor que el mundo se entere de que no quiero recopilar en mi memoria ninguna más. Duelen demasiado.

Vicky Harrison era rubia, alta, delgada, de ojos azules, mirada dulce y además inteligente. Era todo cuanto yo querría ser, por lo tanto su suicidio me deprime, como puede deprimirme todo suicidio que supone la renuncia de uno mismo. Nada podría parecerme peor, porque representa ante todo lo inútil que fue nacer y lo harto que uno puede estar de haber nacido.

La causa que la llevó a esta depresión fue haber sido rechazada en más de 200 puestos de trabajo. Ni tan siquiera encontró trabajo como camarera o reponedora de supermercado pese a todos los estudios que la avalaban como una estudiante brillante.

Dejó tres notas de suicidio, una para su padre, otra para su madre y otra para su novio en las que decía "Es que no quiero ser yo más. Por favor, no estés triste. No es culpa tuya. Quiero que todos en la vida sean felices".

La de Vicky es la historia de montones de jóvenes que estudiaron algo que en su momento les prometieron con mucho futuro y que a día de hoy no tiene salida. Lo triste es que quienes se lo recomendaron en muchos casos lo hicieron para favorecer que sus colegas conservaran su puesto de trabajo.

El caso de Vicky podría ser el de cualquiera de nuestros hijos. Y es que la sociedad en la que vivimos a veces es incongruente.

Se quiere que los padres aguanten en el tajo hasta los 67 y que los hijos se depriman viendo que no tienen dinero con el que comenzar su propia vida.

La muerte de Vicky es una muerte innecesaria para el mundo, porque sin ella hoy el mundo no es más, es menos. Eso es lo peor de todo. Que jamás debiera suceder porque al mundo no hay que demostrarle que estamos hartos aunque nos sobren razones para estarlo, al mundo hay que demostrarle que somos capaces de lograr lo imposible. Aunque no lo seamos. Aunque solo seamos capaces de llegar apurando mucho hasta mañana. Mañana siempre es mejor que hoy. Mejor espera siempre hasta mañana.

domingo, 25 de abril de 2010

Atención padres




El popular juez de Granada,Emilio Calatayud,conocido por sus sentencias educativas y orientadoras,ha publicado un libro, Reflexiones de un juez de menores en él inserta este Decálogo para formar un delincuente.

1º Comienze desde la infancia dando a su hijo todo lo que le pida.Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.

2º No se preocupe por su educación ética o espiritual.Espere a que alcance la mayoria de edad para que pueda decidir libremente.

3º Cuando diga palabrotas,ríaselas.Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.

4º No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace.Podría crearle complejos de culpabilidad.

5º Recoja todo lo que él ha tirado:libros,zapatos,ropa,juguetes.
Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.

6º Déjele leer todo lo que caiga en sus manos.Cuide de que sus platos,cubiertos y vasos estén esterilizados,pero nó de que su mente se llene de basura.

7º Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño,así a él no le dolerá demasiado el dia que la familia,quizá por su propia conducta,quede destrozada para siempre.

8º Dele todo el dinero que quiera gastar.No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.

9º Satisfaga todos sus deseos,apetitos,comodidades y placeres.
El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustaciones.

10º Pongase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus
profesores y vecinos.Piense que todos ellos tienen prejuicios
contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.




sábado, 24 de abril de 2010

Mi Dios


Mi Dios es el sol que se derrite para ofrecernos todo su calor,

Es la luna que nos reconforta cuando sentimos dolor,

Es el cielo azul que despierta moteado de algodón

Y en la noche se cubre de estrellas palpitantes en destellos de latón

Es el mar henchido de recuerdos que yo sueño contemplar

Acantilado, campo o bosque, naturaleza es mi Dios, natural.

Mi Dios no quiere mundos habitados por el hambre,

Miseria o enfermedad,

Quiere oportunidades iguales para todos

Salud, amor y dinero en proporción igual.

Mi Dios no tiene poder sobre otros,

Ni sus emociones puede controlar, llora en forma de lluvia sus decepciones

Y se convierte a sí mismo en un lodazal.

Luego se vuelve fuego sin pretenderlo,

Terremoto, maremoto o huracán

Y arrolla todo lo que más quiere,

Lo destruye sin poderlo remediar.

Mi Dios no tiene poder sobre nada,

Es mártir pero no inmortal

El día en que sepamos comprenderlo comenzaremos un camino hacia la paz.

Dejaremos de destruir nuestro planeta, que es Dios para todos por igual,

Un Dios que nada nos exige y se nos da por entero; un Dios total.