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viernes, 21 de septiembre de 2012

Si hay materia prima se gana

Hace tiempo tuve que reírme cuando mi hermano salió a correr por una senda cercana a su casa que acaba en el mar. Es un muy buen corredor, pese a que pasa largas temporadas por motivos de trabajo sin correr. El día a que me refiero me contó que cuando ya llevaba dos kilómetros recorridos, le adelantaron unas mujeres menudas, y que en su orgullo de macho -esto no me lo contó pero se intuía- intentó demostrarles quién era más fuerte y mejor. Las dos mujeres siguieron adelante después de saludarlo y pese a todos sus intentos las llevó delante un buen trecho, y no solo eso, sino que fueron ganado distancia y más distancia.

Yo comencé a reírme según me lo iba contando porque sé a qué mujeres se refiere, participan en cross y son muy buenas, llevan toda la vida corriendo y ganando carreras, aunque ninguna vive de ello, lo hacen por afición. Mi hermano me siguió contando su frustración por no poder adelantarlas durante los tres kilómetros siguientes, y concluyó con algo que no me esperaba:

- Cuando vi que no podría adelantarlas, porque corrían que no veas, exclamé: Correr, correr, que mejor estabais en casa fregando los platos".
Me sorprendió porque mi hermano es un tipo estupendo y nada machista. Aunque lo comprendí porque no es alguien acostumbrado a que le adelanten corriendo, y mucho menos una mujer.


Ayer leía una entrada de blog, y hoy leo otra que hace referencia a ella. Pues bien, en la entrada del hombre encuentro un pelín de la actitud de mi hermano el día que tanto me hizo reír, y concluyo lo mismo: A todo hay quien gane.

martes, 18 de septiembre de 2012

Entrevista a Pilar Alberdi

Hace tiempo que sigo a esta escritora, quienes lleven tiempo leyéndome lo saben. Creo que conjuga el saber literario y el saber vivir, además del saber pensar y el saber transmitir. Sus reseñas de libros siempre aportan más elaboración de lo corriente en una reseña de libros, y su forma de leer los libros -lo digo por las lecturas en que hemos coincidido- la muestran como una lectora ejemplar.

Es una mujer inquieta, que lee mucho, escribe mucho y aporta una visión personal y profunda de todas las materias de las que se ocupa. Tiene varios blogs y en los últimos meses ha subido varias de sus obras a Amazon. Para mí ha sido un gran descubrimiento en estos mundos digitales, y la sigo de cerca, con esa asiduidad de quien ha encontrado a alguien afín. 

Imaginemos que llevo toda la vida buscando una profesora idéntica a ella, y que al fin la he encontrado; pudiera decirse que es algo así. Que en el fondo espero que se me pegue algo =)

lunes, 17 de septiembre de 2012

El significado de la espera

A veces uno espera. Solo espera. Y mientras espera sucede el milagro.


Eso es lo que se me ocurrió al leer esta entrada. Breve pero concisa.


domingo, 16 de septiembre de 2012

Marcha a Madrid

Este sábado se convocó una protesta multitudinaria en Madrid, contra la política de recortes que está aplicando el gobierno. Mis pies no pisaron las calles de la capital española, sin embargo mi espíritu sí estuvo allí, manifestando un hartazgo descomunal, por esas ecuaciones catastróficas que están logrando que la gente de la que me rodeo a diario, sea cada día más negativa. El resultado de esos recortes es ese, que mi entorno cada vez es menos feliz.

Suele rodearme gente acostumbrada a las duras y a las maduras. Gente a la que nunca podrás pedir dinero porque si hoy lo han guardado, a la menor oportunidad lo necesitan. Gente que te recibe con una sonrisa y los brazos abiertos, porque si bien no le sobra nada, anda más que sobrada de dedicarte su tiempo. Gente de la que te sientes orgullosa de rodearte, porque cada día, le dan sentido a haber llegado a la vida. 

Quizá no sea mucha gente, eso no lo sé, pero la gente que es cuando se suma a mi tiempo, le da sentido a escribir. He descubierto no hace mucho tiempo que cuando he pasado tiempo con ellos, me brota escribir. Necesito escribir, me llenan de contenidos que necesito expandir, son una especie de medicina curativa que necesito transformar en palabras para sumar al mundo. Quizá de ahí parta mi empeño y necesidad de escribir.

Este sábado no estuve en Madrid, tenía compromisos familiares que atender. Y he regresado llena de fuerza por eso que expliqué. Sin embargo aunque mis pies no pisaron sus calles, mi mente no dejó de estar allí, porque toda la gente con la que estuve hablaba de las dificultades por las que atraviesa. Eso hace que todos,     sin haber estado de una forma real, tuviésemos la impresión de andar por allí, luchando por nuestros derechos.

jueves, 13 de septiembre de 2012

A la hora del fin

Cuando has asesinado, le has puesto fin a la vida de quien contaba vivir. La persona a la que has matado no pudo elegir su forma de morir, en cambio tú si elegiste por ella. Y elegiste la única forma de morir que nunca quiso para sí. La mataste justamente en el momento en que ella solo pensaba en vivir.

Si ahora estás en la cárcel, aquejado de una enfermedad, que por sí sola pondrá fin a tus días, no me pidas la libertad que has perdido al matar a un inocente. Cumple tu condena en lugar que ocupas, hasta el fin. No des por hecho que tu vida es mejor a otras vidas. No es así. 

Otros enfermos como tú, tampoco pudieron elegir. Tus víctimas tampoco pudieron elegir. No creas justo que tú puedas elegir. 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

La industria asturiana y la tarifa de la luz

La principal industria asturiana, dedica el 45% de su productividad a pagar la tarifa de la luz - datos que se han hecho públicos-. Ello hace que se esté planteando emigrar, poniendo en riesgo a las familias que sobreviven con su trabajo. Asturiana de cinc, Arcelor Mittal y Alcoa, están en la misma situación: negociando una tarifa de luz más económica, para según dicen, poder seguir teniendo abiertas sus factorías en las condiciones que están dispuestas a seguir.

Y las familias que dependen de ese trabajo, están pendientes de esa negociación, porque se hace imprescindible para sus vidas. En definitiva, siguen estando en jaque, a la espera de que algo comience a mejorar.

Y esperemos que mejore...

martes, 11 de septiembre de 2012

El mundo, de Juan José Millás

Dediqué estos días a leer ese libro, que vino a ser como introducirme en su relato y estar a su lado en cada momento que relataba. Más que leer un libro, al leer El mundo, tuve la sensación de vivir unas vacaciones en un lugar donde nunca había estado. Terminarlo y volver de nuevo a la realidad, fue como llegar a una realidad nueva, partiendo desde muy antiguo. Constatar que de la vida de ahora y la de cuando fuimos niños no tiene nada que ver, puesto que mientras leía reconocía en su voz, la voz de otro tiempo, la que usaron personas de más edad que yo, para relatar sus tiempos.

El libro está lleno de reflexiones y de frases de nota. Y suena a verdad. Suena a verdad vuelta atrás y vuelta a enfocar de nuevo, bajo el prisma de alguien que vuelve sobre sus pasos y reconstruye su realidad. ¿Truco de escritor prestidigitador?, he ahí la pregunta. La balanza no sabría qué lugar ir a ocupar, si la de fantasía novelada o realidad contada, o realidad-fantasía mezclada. Pero ya dije que es un libro que de principio a fin suena a verdad.

Cuenta la historia del narrador vista por sí mismo, Juan José Millás, pasa por su infancia acompañado del Vitaminas, apodo que le han puesto a su mejor amigo, enfermo del corazón, del que se sabe no aguantará el desarrollo. Se dice que para él desarrollarse del todo sería explotar. Juntos van y vienen todos los días, describiendo en sus peripecias un tiempo y un lugar. Hay que dejar atrás Valencia, con su sol, con su playa, e irse a vivir a Madrid, con sus edificios y su vida gris. Eso nos cuenta este niño, esa infancia que no termina de gustarle, esos adultos que no termina de encajar. Ese entorno que siempre le resulta raro a pesar de todo.    
Y esa forma de inventarse, o al menos intentarlo, otra realidad.

Al devolver este libro a la biblioteca, me encontré con muchos títulos de Juan José Millás. Leer El mundo, me ha tenido silenciosa todos estos días, como aplastada ante la conciencia de encontrarme un escritor real  -a veces aunque sean muy laureados no me lo parecen-. Dejo este aviso por si tardo en asomarme de nuevo. Nadie se preocupe, me hallo fascinada bajo el embrujo de ese arte que es saber contar. El único que consigue que no escriba una línea, pues me sumerge de lleno en unas vacaciones, tan distintas a todas, que aunque quisiera no puedo regresar.