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martes, 7 de junio de 2011

Toma nota:

Me motiva tanto escribir una página en el ordenador como, meses después, tachar la mitad de esa página en el papel y con bolígrafo rojo. Construir y destruir son las dos caras de la literatura.

Jose Ángel Barrueco


Esta frase la extraje de su blog:



lunes, 6 de junio de 2011

La agenda de los amigos muertos

Este libro de Raquel Heredia nace del dolor de haber perdido a su hija Ada dentro del oscuro mundo de las drogas. Es un repaso íntegro a la vida de esta mujer periodista que en un momento del libro dice que se siente como si se fuese desnudando en plena calle, y es que es un libro valiente donde se plasma el dolor de una madre que no ha podido ayudar a su hija mientras se estaba matando lentamente en el consumo de drogas. Y es también el dolor de una mujer que necesita encontrar un por qué, y lo busca y lo rebusca como suele suceder; sin terminar de encontrarlo. Nunca hay un por qué que pueda convencer a una madre de que existe algo llamado destino que actúa porque sí y le arrebata lo mejor que ella misma aportó al mundo. Nunca hay edad para los hijos, los hijos tienen siempre la edad perfecta para ser felices, y ver truncado este deseo-realidad es algo que nunca se supera.

No me gusta resumir los libros que leo, quizá porque si me pusiera a resumir nunca terminaría de señalar lo que para mí es importante. En este libro para mí todo es importante, porque trata de una temática que se aborda poco, se esconde mucho y se remedia malamente. No hace mucho alguien me aseguraba que la única forma de atajar el consumo de droga en nuestros jóvenes es la educación. Que no existe otra fórmula que educar a nuestros hijos y esperar que sigan a rajatabla nuestros consejos, quizá sea verdad, quizá no haya otra fórmula para evitar que la droga se lleve año tras año a nuestros jóvenes sedientos de experimentar paraísos temporales que terminan en infiernos imperecederos.

Copio al azar un párrafo de "La agenda de los amigos muertos" de Raquel Heredia tal cual:

"La droga es un molde de monopolio y posesión. El adicto aguanta mientras sus piernas drogadas le lleven directo a recaer sobre el rayo de la droga. La droga es cuantitativa y mensurable con gran precisión. Cuánta más droga consumas menos tienes y cuanta más tengas más usas. El comerciante de droga no vende su producto al consumidor, vende el consumidor a su producto. No mejora ni simplifica su mercancía. Degrada y simplifica al cliente. Paga a sus empleados en droga"...

Una de las razones por las que no puedo resumir este libro es porque hace más de doce años que lo leí, y porque no he podido olvidarlo. Podría resumirlo en breves párrafos sabiendo que he contado lo más importante, pero cualquier libro que recomiende desde aquí es un libro que merece ser leído letra por letra hasta el final. En este punto reitero que para mí un buen escritor no es ese que se lleva más honores, es aquel que por medio de su escritura te regala su experiencia olvidándose incluso de sí mismo, este libro es de esos. Imagino que no ha sido fácil de escribir, sé que no es fácil de leer, pero es un libro que recomiendo.

viernes, 3 de junio de 2011

La respuesta es el amor

Cualquiera que sea la pregunta, la respuesta es el amor.

Cualquiera que sea el problema, la respuesta es el amor.

Cualquiera que sea la enfermedad, la respuesta es el amor.

Cualquiera que sea el dolor, la respuesta es el amor.

Cualquiera que sea el miedo, la respuesta es el amor.

El amor siempre es la respuesta porque el amor es todo lo que existe.

Madre Teresa de Calcuta


Sigo leyendo el libro Ven, sé mi luz, resulta asombroso saber que en este escrito se resume su vida. Una vida donde el único objetivo es dar amor. Escribir amor, transmitir amor, ser amor. Llevar a todos los rincones del mundo el amor de Cristo como única misión. ¡Que hermosura!


jueves, 2 de junio de 2011

Verbo simplificar

Literatura. ¡Oh palabra sublime donde las haya!, resumen de horas y horas de charla elevada alrededor de todos los alrededores imaginados e inimaginados aún. ¿Cuantas cosas se habrán dicho sobre ella, y cuantas más se han soñado?

Pues bien, al fin y al cabo era todo mucho más simple. No voy a negar que esto ya lo habíamos intuido alguna vez, pero él ha tenido el valor de decirlo. Y se lo agradezco, porque la simplicidad de todo razonamiento me puede.


miércoles, 1 de junio de 2011

¿Qué es el amor?

Esta es una pregunta que todos nos hicimos alguna vez. Sabemos que es un todo que no se deja amarrar. Y que no siempre funciona. Sobre todo no funciona cuando el uno intenta esconder rasgos de su personalidad al otro por el motivo que sea, falta de confianza, temor a ser "utilizado", a ser vulnerable, ridiculizado, o quién sabe qué tipo de prejuicio que abocará todo al desastre. A veces es posible perder el amor por algo tan simple como no aceptar al otro tal cual es y buscarle las vueltas, criticarle lo más nimio o hacerle sentir de menos todo el tiempo. Hay algo siniestro en ese tipo de relación donde sobra el amor y sin embargo falta todo entendimiento. La libertad de ser, esa es la máxima de todo, y si acaso no se respeta por las razones que sean vete preparando para el adiós. Si se quiere mucho y se quiere mal no hay palo que aguante su vela, se acumulan rencores, se destruyen pasiones, se forma un abismo entre el tú y el yo. De repente un trozo de glaciar se despega del resto y comienza a navegar a la deriva, más lejos cada vez, y cuanto más se intenta recomponerlo más se descompone, cuanto más se intenta reconducirlo más se estrella, cuanto más se intenta retenerlo más se aleja, así hasta que no queda más remedio que dejarlo ir. Es triste perder un amor que fracasa por exceso de amor mal entendido, es triste porque el amor mal entendido se destruye a sí mismo, pero no por ello deja de ser amor. Y como todo amor frustrado deja costurones de cicatrices que cierran y vuelven a sangrar, y en esto pueden pasarse la vida.

Hay muchos tipos de amor, pero me aventuro a decir que sólo hay uno que funciona para toda la vida. Y es este que se describe a continuación. Lo encontré por casualidad, como últimamente me encuentro buenos textos, se asomó para dejarme un comentario y me dio la oportunidad de llegar hasta su blog y leer los suyos; este intercambio es siempre enriquecedor.


lunes, 30 de mayo de 2011

La libertad es el arte, y el arte la libertad.

Vive en la playa, duerme en el hueco que forman las escaleras del paseo, sobre cartones que él mismo rescata de los contenedores de papel. Ronda los sesenta y dedica todo el día a rociar las figuras que moldea sobre la arena, en estos instantes ha creado una sirena digna de admiración, una sirena que parece escapada de la ilustración serena de un cuento de Andersen. En un paraguas negro, abierto de par en par y volcado del revés recibe las limosnas de la gente. Si está cerca da las gracias de un modo cordial mientras se mesa la barba e inclina su boina de cuadros hacia adelante a modo de reverencia. Sabe que con esas monedas podrá sortear las inclemencias de un estómago hambriento bajo el caprichoso y cambiante firmamento de una primavera que ya roza los aterciopelados talones del verano.

En los días de calor abrasador se sienta a la sombra de un árbol, tiene todas las horas del mundo para esperar, para contemplar el mar, soñar nuevos horizontes y ser tan libre como quiera. A menudo uno se pregunta qué es la libertad, quizá la libertad sea beberse la brisa del mar bajo el titilante fulgor de las estrellas. O aspirar el salobre aroma de las algas que las olas han llevado hasta la orilla vistiéndolas en granate desvaído durante el transcurso indeleble de las horas. O quizá lo sea escuchar el rumor de la espuma salpicándose en las rocas, o leer en el cielo, sentir escurrirse la arena entre las plantas de los pies, sin más patria que el aquí y ahora donde no hace falta planificar. Quizá la verdadera felicidad sea esa. Saberse atado a las horas sin sentirse atado a nada más, y ver pasar la vida, teniendo por televisor la pantalla azul del mar que desde lejos se confunde con el cielo y se une a él en eterna comunión. A veces le miro y comprendo que entre la exactitud de ese suelo y ese techo caben todos los sueños que uno pueda conjurar.

No es fácil ser él, y soportar las burlas de adolescentes sin nada que hacer. Las miradas desconfiadas de quienes no intentaron nunca comprender, los aguaceros de lluvia tan fría como besos helados sobre la piel. No es fácil ser él, y soportar la soledad de las horas de un lugar siempre concurrido, y siempre vacío, modelando los sueños que quizá un día se escaparon de un papel. Sirenitas y soldados, perros de toda especie, gatos sobre los tejados, tortugas lentas como una espera, lagartos tumbados al sol...cualquier cosa que una vez se ha soñado y que se escapa de la mente hasta las manos para tomar forma y ser. Para que todos podamos disfrutarlo. Así es el arte en quien lo posee. El arte lo da todo sin esperar nada. Es en sí mismo y para sí mismo; se deja ser.

sábado, 28 de mayo de 2011

Punto de vista

Cuando uno escribe intenta llegar al fondo de todas las cuestiones. Después esta costumbre se arraiga de tal forma que sin darte cuenta la acoplas a la vida. En tu vida diaria ha de encajar todo, y lo que no encaja lo eliminas de forma drástica. Llegas sin darte cuenta a ser inflexible con lo que te disgusta, lo que no te encaja, lo que no te hace bien. Cuando todos se callan y asienten, tú hablas y disientes. Cuando todos se conforman, no te conformas. Cuando todos se han dado por vencido, tú sigues la lucha. Y vas construyendo tu vida como si de una novela se tratara. Escribes y tomas conciencia de que el argumento siempre se puede mejorar, y lo mismo sucede con la vida. Dedicas cada día a lustrarla e ilustrarla a partes iguales, como un texto en eterna corrección.