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miércoles, 2 de febrero de 2011

Más allá del dolor

"Mi hija Carlota era una mezcla apasionante de compasión y combatividad. Con ella toqué a menudo el cielo y su recuerdo me permitirá transitar el infierno que ahora vivo"

Tony Cantó


Estas palabras pronunciadas por un hombre cuya serenidad apabullaba, las escuché en un programa de televisión matinal con la fotografía de su hija Carlota detrás, una niña hermosa, cuya mirada transmitía un retazo del cielo en que ahora está y dejaba imaginar toda la paz que se hallaba en su interior. Uno se pregunta qué clase de cosa es la vida, que deja que este tipo de desgracias lleguen a pasar, y que pueden pasar a cualquiera. A veces sencillamente uno deja de creer, o se abraza a su credo para poder tirar hacia delante, o vive la cuenta de sus días hacia atrás, o lo hace como puede . Lo único cierto es que hay días que no serán nuevos ya, que hay recuerdos que acuchilla recordar y que es posible llegar a la ancianidad de un momento a otro, una ancianidad inesperada y prematura que no cabe soportar.

Tony Cantó no dejó de recordar en su comunicado de prensa, al hombre que ocasionó el desastre en una madrugada ebria de color, y del que resultó superviviente único. Le deseó una pronta recuperación y fuerza para superar el infierno en que desde ya mismo vivirá. Tuvo también palabras para la familia de este hombre, y para la familia del novio de su hija, fallecido en el mismo accidente mientras viajaban.

En una temporada en la que me quejo de las paranoias que tengo que oír desde el televisor, huecas palabras, necios insultos, maquilladas mentiras, vanas promesas, timos por soluciones, y triquiñuelas varias. Quisiera no haber tenido la oportunidad de haber escuchado la sobria intervención de un hombre sensato, porque algo que no debió suceder hubiese pasado. Un Tony Cantó destrozado y sereno, que hablaba ante la cámara haciendo gala de una excelente calidad humana, y un dolor inmenso. El dolor de quien sabe que nunca se podrá reponer de la injusta pérdida de lo mejor de sí. Y que por tanto jamás volverá a ser el ser completo que se sintió hasta entonces.

Como tantas veces quisiera tener el modo de borrar aquello que no ha debido suceder, del modo en que borro páginas y páginas que ya tengo escritas, y que no debí escribir. Hubiese preferido escuchar las mentiras de unos y de otros, sacadas de sus bajos fondos referentes a lo que fuere, tanto da; a escuchar una terrible verdad que me hace preguntarme de nuevo La vida qué será.

6 comentarios:

  1. Estuve ampliando mi información sobre esta noticia y comienza a haber titulares terribles. La caspa mediática y desinformativa no pierde oportunidad de hacer de las suyas ni en un tema así.
    A ver cuando comienzan a aplicarse las leyes, ¡que para eso están!

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  2. A mi me entristeció mucho esta noticia, tenía toda la vida por delante para cumplir y luchar por sus sueños.
    Me hieren todas las noticias relacionadas con muertes inesperadas...y más cuando otras personas intervienen en ellas...
    Accidentes de tráfico por ir bebido, violencia de género...
    Desgraciadamente está a la orden del día...
    Siempre es algo que nos recuerda el lado malo de la vida, lo feo, lo que nunca debería de pasar...y que sin embargo ocurre...
    Hay cosas que nunca llegaré a entender...por más que trate, no me entran en la cabeza, me parten el corazón...

    Un abrazo,

    Rebeca.

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  3. La verdad es muy triste y los medios tienen que recapacitar. Como vos decís tbm las leyes deben ser aplicadas. Las noticias no tienen piedad ya quedan pocos valores y respeto. Te mando un beso y espero que estés bien.

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  4. Me parece un artículo sencillamente magnífico, Begoña. Lúcido, emotivo, con palabras no gastadas.

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  5. Solo puede existir un dolor mayor a la pérdida de una hija en plena juventud, y en la crudeza e injusticia en que todo sucedió. Y es que desde algún titular se escriba que el padre se aprovecha mediáticamente de su muerte para hacerse promoción. Y que esta gente que es capaz de escribirlo no sufra las consecuencias de su inmensa injuria.

    A veces vivir en un mundo así me llena de una mezcla imposible de horror.

    Y recibir vuestros comentarios me hace pensar que aunque a veces crea que estoy loca, no lo estoy.Gracias por recordármelo.

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  6. Aqui estaremos para regalarte nuestros coemntarios, que menos después de leerte...
    Las personas pueden llegan a ser serpientes, intentando envenenar todo lo que tocan...nadie en su sano juicio podría pensar que nadie utilizaría la muerte de su hija para algo así...
    Es la manera de los que escriben los titulares de sacar de quicio, a la gente que no les da de comer, contando su vida, para el disfrute de otros...sino que son gente sería, que se rigen por su trabajo...
    Las serpientes y sus ganas de carnaza...pero por desgracia, mientras no se tomen medidas, va a ver serpientes siempre...

    Un abrazo Begoña!

    Rebeca.

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