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martes, 24 de abril de 2012

Corregir hasta perder la esencia

No se si a quienes escribís os ha pasado alguna vez. Intuir una historia que tal pareciera que quiere contarte a ti, esto por todo el empeño que pone en presentarse ante ti para que no tengas más remedio que ponerte a escribirla. Y la escribes tal como se va apareciendo ante tus ojos, y va madurando por si sola como un fruto que crece en el árbol y según va creciendo va cambiando de forma.

Después de crecido el árbol comienza la poda. Después de escrita la historia corriges lo que sobra. Y lo que sobra conforma lo que ha quedado que vas ahuecando en su forma. Y dejas reposar y lees lo escrito. Y al leerlo falta una parte de la historia. Y de pronto descubres que esa es otra historia, no la que quisiste contar. Te embrollas de tal manera que lo dejas y tardas mucho tiempo en volver a contrastar. Es como si no quisieras volver al lugar del crimen hasta que no sepas quien mató a quien en un descalabro de locos.

Pues bien, en esta especie de estancamiento llevaba tantos años que ni pudiera recordar. Y Stephen King en Mientras escribo desveló la fórmula. Escribes tu historia hasta el final y corregir viene a ser eliminar solo un diez por ciento. Solo un diez por ciento y no más. De modo que me pondré a rastrear la historia que intento corregir. Esa que estropee hasta casi ni reconocer como propia - esto último es mera exageración, como escribir es cosa de exagerados, sirva para decir que reconocería mi propia forma de escribir aun con los ojos cerrados-. De modo que queda volver a los primeros archivos de Días de lluvia. Que en verdad es el título de una novela que hace como cinco años medio escribí. Imprimir el primer archivo, y el último y compararlos. Y terminar el capítulo que selle el fin. A día de hoy considero un enorme error no escribir las novelas de principio a fin. Hay que empezarlas y terminarlas sin mezclarlas con otras, o se corre el riesgo de contar dos veces más o menos lo mismo. Cada ciclo de obsesiones así comienza y se cierra. Porque todo escribir nace siempre de una honda preocupación. Algo que intenta encontrar un sentido en nuestra cabeza y que solo cuando lo haya encuentra su fin.

Cielo y mar

Visitar un lugar nuevo cámara en mano. Costa asturiana, 11 de la mañana de un domingo en que quisieras no estar dentro de ti. El hartazgo de todo aquello que no conseguirás cambiar llega hasta el infinito. Los años de lucha, el deseo de conseguir tu sueño verdadero, aquel que te impulsa a escribir, se han filtrado por el suelo, son mayores las ganas de hacer un borrón y cuenta nueva. Darías todo por regresar de nuevo a la línea de salida, aunque eso signifique renunciar. Renunciar al sueño mayor de cualquier sueño. Los hartazgos nublan cualquier viso de posibilidad y lo sabes; sabes que lo tuyo no será nunca renunciar. Que todo tiene un sentido y que aunque todos hayan abandonado tú no abandonarás, no puedes hacer eso, sería hacerlo todo demasiado fácil y demasiado injusto, y aunque no sepas aún de que manera, estarás haciendo el camino hasta el final. Sabes cual es tu sitio y es por eso que no te sale renunciar. Tu mundo no admite renuncias.

Y aunque camines sola por parajes que no has pisado nunca no tienes miedo. En esta mañana en especial todo te daría lo mismo y te expones a ello. Has salido de casa y no te importa no regresar, ni a la tierra ni al mundo. Estás tan enfadada con lo indefinido y contigo misma que vas dispuesta a caminar ocho kilómetros por la senda de tierra sinuosa semiabandonada a esa hora de la mañana, donde solo unos deportistas de cuando en cuando te saludan al pasar, y ancianas cuidadoras de nietos, hombres solitarios, mujeres silenciosas, perros sin amo. Caminas sin dejar de tomar fotos aquí y allá, el paisaje te impresiona hasta lo más hondo, las nubes espesas dibujan grises, gotas de fina lluvia amenazan con no parar, el cielo y el mar se espejean sus reflejos, parecen lo mismo, no se pueden separar. Así como las personas no consiguen despegarse de su igual. Pese a todo y ante todo, inseparables piezas de un puzzle adherido por alguna eternidad. Imanes que no dejan de buscarse y de encontrarse en un cuarto de siglo, que se han aprendido de memoria y no saben ni quieren olvidarse, o dejarse estar.

Mientras camino no puedo dejar de pensar en que somos tan diferentes que de veras me gustaría dejarte atrás. Me has expulsado de mí con tus palabras, me has hecho dudar de quien soy, y aún sin embargo se que nunca detendrás a donde voy. Voy a un lugar de palabras escritas al que solo puedes decidir si seguirme o volverte atrás, eso y nada más, y aunque nunca te lo dije porque quiero ahorrarte sinsabores, lo sabrás, en su debido momento y lugar. Estoy enfadada con el mundo y contigo, pero tengo muy claro que avanzo, que en la vida dejaré de avanzar aunque tú hace tiempo te has estancado y no consigo ni arrancarte de tus pies. Siempre tengo que volver atrás a recogerte y arrastrarte conmigo a donde voy, ponerte en marcha, sacudirte las costumbres, inventarte de nuevo y caminar. Sabes que aunque quisiera no podría dejarte atrás, soy la parte de las fibras que te faltan, tú eres la parte de las fibras que no tengo, y es la nuestra una condena de la que jamás nos conseguiremos librar. Aunque mientras camino por la senda hago que sí, que puedo dejarte atrás sin remordimientos, enfadada de tus palabras hasta lo más hondo, imaginándote sangrando de las mías, tal y como siempre viene sucediendo las pocas veces en que explotamos y salimos de nosotros para volver al mundo. Ese mundo en que no siempre podemos encajar. Los raros terminan con los raros en una sentencia no escrita, e imposible de descifrar. Eres la cifra que quiero borrar mientras camino, dejando mis huellas en el barro que borran las huellas de quienes me preceden por la senda, a toda velocidad. Yo voy tomando fotos de todo, como si en ellas buscase lo que no encuentro, la luz adecuada, el risco perfecto, la ola que rompe en un instante y se acompasa en el agua quieta que se deja caer hasta la orilla para volver atrás. Que vuelve siempre atrás, para recoger las olas rezagadas y llevarlas en su mezcla hasta la orilla a lamer la arena seca que  espera ya. Siempre terminamos explotando por tonterías.

Esta mañana me he escapado de mi vida, arrancando el coche, cámara en mano para pensar. Para detener todos los ruidos del mundo y quedarme sola como tantas veces de frente al mar. He visto barcos buscando puertos, perros buscando amos, niños buscando abuelos, deportistas buscando metas, solos buscando a otros; y me he visto a mí buscando un futuro que no te dibuje. Que por una vez no te dibuje, y aunque no lo dije no lo pude hallar. Me fue imposible no ir contándote todo cuanto veía, porque tú eres yo y yo soy tú, y ambos lo sabemos desde que solo éramos unos críos y nos miramos los ojos por primera vez. ¿Qué cosa sería?, ¿Qué cosa nos trajo al mundo con ese hechizo que nada romperá? Intentaba pensarlo mientras fotografiaba a mi paso sin importarme las horas, sabiendo que ambos necesitábamos el espacio de los minutos lentos para pensar. Escribo todo el tiempo. El problema es que escribo todo el tiempo y no sabes acerca de lo que escribo. Y eso lo tomas como un tipo de infidelidad. Sabes que no hay en el mundo nadie más fiel que yo misma. Como solo son fieles los orgullosos, quienes se quieren demasiado y pese a ello aman a una sola persona más que a ellas mismas, te sobra saber que en la lotería amorosa te tocó el gordo. De la forma en que sabes que sé que en esa misma lotería me tocó lo mismo. Y que lo nuestro quedó sellado hace un cuarto de siglo frente al altar. Que Dios estaba con nosotros y siempre lo estará. Somos un mismo premio repartido en su mitad. Y es eso lo que me hace volver de mis enfados. Y es eso lo te hace volver de tus enfados. Desde la primera vez en que nos miramos hasta la eternidad.

lunes, 23 de abril de 2012

Escrito para un niño que aún no nació

Niños rotos
 
Si tienes a un niño delante no lo rompas
Porque jamás se curará
De todas las roturas 
Que tú le harás.
 
Si tienes a un niño delante sonríele
Para que tu sonrisa le pueda acompañar
En esa vida que solo empieza
Y que quizá le pueda lastimar.
 
Si tienes un niño delante háblale
Para que tus palabras sean suyas
Y siempre sepa cómo empezar
 A contar consigo mismo y con los demás.
 
Si tienes a un niño delante
Dale tu amor para que sepa amarse
Primero a sí mismo, porque si no
No sabrá amar a aunque quiera
 
Y sin amor siempre estará perdido
Quien no se encuentra a si mismo.
No sabrá encontrar a los demás,
Motivo mas que suficiente
 
Para que cuando tengas delante a un niño
Sepas ver lo que necesita
Y es que lo sepas mirar
Como ha de mirarse a un niño:
 
Con la mirada más dulce que 
Dentro de ti puedas encontrar.

Definir a un patán

Es triste que existan chicos de estos. Que se enamoran de una chica y que aunque sientan algo por ella de verdad, la terminen utilizando solo para darle celos. He visto casos así, de chicos que en verdad son muy majos y tienen un mundo interior muy rico, que son gente que vale la pena, pero que al final solo saben vanagloriarse de si mismos en cuanto ven a otra chica cerca. Aunque la que tienen al lado sea superior y la quieran de verdad; y ellos lo sepan.

Chicos que detrás de su estampa solo siembran dolor. Y se quedan con un dolor infinito que no saben cargar. Y buscan inmediatamente una sustituta, aún a sabiendas que nunca la encontrarán. Que acuchillan por igual a la enamorada, que a sus amigas, que a sus madres; quizá sin tener conciencia de que un chico así tan solo puede ser abandonado hasta que de verdad madure y crezca. Chicos que jamás olvidarán a ese amor que supo quererlos de verdad y a quien de verdad quisieron por encima de todo lo demás. Chicos que caminan siempre acompañados de un nuevo amor estancados en aquel que jamás se arrancarán como condena.


http://hastamiultimorespirar.blogspot.com.es/

domingo, 22 de abril de 2012

Un dolar por escuchar

Buscar una luz en medio de la oscuridad. Saber quienes somos y lo que podemos esperar. Saber quienes son quienes viven con nosotros, o aquellos que nos vienen acompañando en la vida; y a veces poco más.


http://tallerdeconstelacionesfamiliares.blogspot.com.es/

Un dolar por escuchar a veces es el mejor pago que nos puedan dar. Gracias Pilar

sábado, 21 de abril de 2012

Dando la cara

En un país donde la gente que se guarda en los bolsillos los dineros de otros y manda al resto a ajustarse el cinturón, a reducir gastos necesarios y a dejarse los pequeños lujos en un cajón. Deslumbra la gente que es justamente lo que es, que no intenta aparentar otra cosa y que da de si misma a los demás; sabiendo que cuanto más se les da a los otros más se tiene, como una ley de atracción no escrita de la humanidad.

Ella ha recibido el primer ejemplar adelantado de su libro, y se ha entusiasmado tanto que ha subido una foto suya con el libro recién alumbrado. Sin darse cuenta -porque se lo dijeron los demás y no callan con ello- que estaba en pijama. Y yo me pregunto ¿qué importa eso?, estaba con su libro recién nacido en la imprenta, ¿acaso ya nadie sabe donde enfocar?


http://www.comonoserunadramamama.com/2012/04/doy-la-cara.html

viernes, 20 de abril de 2012

Busca mi rostro

Esta es la nueva propuesta del escritor Ignacio del Valle, en la novela que está al salir a la venta y cuyo primer capítulo se incluye en el diario El comercio el sábado 21. No creo que le haya resultado muy fácil comprimir en un solo libro todos los temas que nos vienen preocupando a los ciudadanos de hoy, pero creo que todos encuentran un hueco dentro de esta novela que tiene por protagonista a una mujer. Una periodista que cree haber hecho una fotografía a alguien muy peligroso a quien se daba por muerto. Se obsesiona por encontrarle y se sumerge en mil laberintos a cada cual peor, lo que le lleva a recorrer en primera persona todos los infiernos que quepa contar.

No es esta una buena época para invertir en pasatiempos, y es por eso que entro y salgo de las bibliotecas con la misma asiduidad que lo hago de mi casa, porque tengo claro que por ningún motivo dejaré de leer todo cuanto me venga en gana. Pero le haré un hueco a este libro para leerlo porque creo que resume todo lo que como cuidadana me interesa saber. Y como mi amiga Inés, iré apartando una moneda de euro cada día para pagarme el capricho de poder comprarla sin que me remuerda la conciencia, porque por muchos motivos este es un libro que quiero tener.


http://www.lalibreriadejavier.com/?p=16827