Powered By Blogger

domingo, 8 de diciembre de 2013

Punto y seguido

Está muy cerca el final del año y aunque no se quiera se hace un balance sobre lo que planeamos cuando estaba a punto de comenzar, ahora, casi acaba. No puedo decir que fuese un año malo para mí, pero sí fue un año en el que no avancé casi nada en los proyectos que quise concluir. Reflexionando sobre ello podría decirse que de alguna forma, no creo en mí. No es un llanto ni una queja, algo se rompió entre ese intervalo en que soñaba con publicar las historias que tejí, y este ahora después de tanto espacio, y sé justamente lo que ocurre. Leo más y leo mejor. Ahora sé lo que es escribir con calidad, es lo que sucede por tener un vicio enorme a las bibliotecas, donde si buscas de verdad encontrarás aquello que te apasione. 

Como lectores tenemos nuestras preferencias, y sucede que leyendo mucho, encuentras todos esos libros que una vez quisiste escribir. Esas historias que para ti nadie había escrito, y que resulta que sí, algunas estaban relatadas desde antes que tú nacieras. Las lees y ya no las necesitas escribir porque están escritas tan bien que no se dejan nada fuera, y de tal modo que no se superarán a tu ver; eso sin pretenderlo te frena. Lo que aprendí este año es que hay mucho por aprender, y que la vida de las personas tiene mucho que ver con la del fruto que está en el árbol, todo está en su punto cuando madura. 

Quizá sea cobardía, quizá el deseo de vivir este momento que no se repetirá, pero siento que debo dedicar este tiempo al presente, en que ocurren tantas cosas que no volverán atrás. Después de pasarme tantos años confeccionando cientos de páginas que ahora leo, tacho y borro, necesito quedarme en la realidad de este blog como lo único construido que vale la pena. Quizá por respeto al lector, o porque es que lo único que cuando leo dejo tal cual, para bien o para mal. O tal vez porque será el cimiento sobre el que se sustente lo futuro, a la espera de esa obra que se deje finalizar. 

De momento se antoja lejos. Resta mucho por leer para acoplar las herramientas que necesito en su ejecución. Esa, sigue siendo la intuición que se escucha al fondo. No sirve apurar.

viernes, 6 de diciembre de 2013

A la espera de olvido

Anteayer estuve en el primer entierro en el que alguien fue enterrado, ante mis ojos, en una de esas tumbas que semejan una cama grande, cubierta con lápida blanca. Aún no superé la sensación que me produjo tanto silencio y tantas flores alrededor. Tantas vidas pasadas de las que nada sé, cada cual en su escondrijo, custodiado por alguna figura de mármol y algunas letras que resume su tiempo con brevedad.

Tampoco superé un sueño inquietante, que tuve al respecto, en la noche. Hay sueños que dan para historias cortas que nunca querré escribir. Que pese a ser magníficos en su forma serían harto angustiosos en su ejecución, por eso quedan ahí a la espera de ese olvido, que  a su tiempo, llegará o no. Mientras tanto sigo encerrada en esa sensación que te hace mirar la vida con ojos nuevos y al tiempo te recuerda que en algún momento será tu fin. 

Ya no sé si quiero que me pongan en un nicho o que me quemen o que me tiren al río. Pero no, yo no quiero descansar en una cama cubierta con lápida blanca. Al sol sin poder ver el sol, a la lluvia sin que me cale los huesos, a la noche que sin verla se hará eterna.

...Sigo sin pretenderlo envuelta en la sensación...

martes, 3 de diciembre de 2013

Alto y claro

Si hay algo que me pone de mal humor es que en la televisión hay programas idiotas, hechos para volver a la gente eso mismo; idiota. Son quienes luego salen a la calle y justifican ante tu cara de póker que todo vaya como va. Los que te dicen que todo esto es normal y no solo eso, sino que ya se veía venir y bla bla bla. Ya no intento llevarles la contraria, porque ya sé que son de quienes se pasan horas y vidas delante del televisor viendo programas idiotas, hechos con el presupuesto necesario para eso justamente, volver a la gente idiota. Lo peor es que lo consiguen.

Hace años, muchos años, yo me hice oyente fiel de Onda Cero, en ese momento era una cadena recién estrenada, que después descubrí que mi padre tenía puesta a todas horas en el taller en el que aprendía a soldar, ya después de retirado. Desde mi casa y su casa había ese nexo común, y cuando nos veíamos hablábamos de alguna anécdota de aquellos programas, que escuchábamos sin saber de la coincidencia, hasta un día en que en una conversación lo supimos; así por casualidad. Quizá los padres sin ser conscientes transmiten a los hijos un hilo común, que después estén donde estén, encontrarán. Lo que ocurre es que cuando te acostumbras a que hable la gente con criterio, no soportas a los conformistas, que quieren las cosas como están.

Cómo me gustan los textos de quienes saben pensar. Y cómo los agradezco. Esta entrada es solo una excusa para dejaros esto:

No os lo perdáis

domingo, 1 de diciembre de 2013

La vida se va en un segundo

No acabaré de acostumbrarme nunca. La vida se escapa en un segundo sin que nada la detenga aquí. Y sin saberlo tendré que acostumbrarme a que seas pasado, cuando hasta hace solo un minuto eras no solo presente, sino futuro.

Al final te venció tu larga enfermedad, voy a intentar no gritar, pero prometo dejar escapar todas las lágrimas que quiera. La muerte me parece tan injusta que nunca me terminaré de acostumbrar. Es un largo partido en el que al final no quedará ni un ganador. D.E.P

viernes, 29 de noviembre de 2013

jueves, 28 de noviembre de 2013

Maternidad feliz


Ayer estuvo en mi casa, radiante ante esa maternidad ya inminente, hace años no quería ni hablar de parir, a día de hoy está temerosa e ilusionada a partes iguales. Me pregunta y le digo que nuestro sistema de sanidad a día de hoy es maravilloso y que no tiene que preocuparse de nada, que dar a luz se asemeja mucho a ir al dentista, hay que estar lo más relajado que se pueda y obedecer. Dar a luz es un pequeño milagro en el que el premio final es la entrega de ese hijo que en realidad nunca esperaste tener.

Ya nacido un hijo tuyo pasa a ser tu mayor dicha. En adelante solo esperarás estar a su altura, y eso que en ese momento no tienes ni la menor idea de cuanto te hará aprender. La miraba y nunca la vi tan hermosa, con su enorme barrigota que dentro alberga a un ser que antes de nacido ya tiene todo, y quizá mucho más de lo necesario, eso me alegra, han tenido que trabajar muy duro durante muchos años para conseguirlo, pero fue ahora cuando se plantearon tener a su primer hijo. Una niña que se sumará a una tribu en la que en los últimos años hubo solo pérdidas familiares, por eso hace tanta ilusión saber que ya llega. Todos la esperamos dispuestos a cuidarla, mimarla y quizá malcriarla un poquíto, porque en un futuro ella llevará nuestra sangre y la esparcirá por el mundo. Llevará nuestro apellido también y sus hijos habitarán el mundo cuando ya no estemos.
Ayer la veía radiante y feliz, y volví a repetirle de nuevo que nunca estuvo tan guapa. Ella sonrió porque sabe bien que no miento, que a mí no me gusta mentir. Y que si digo que la veo guapa es solo porque la estoy viendo. Más guapa que nunca, y nunca tan feliz.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Querer es lo contrario de maltratar

Creo que en nuestra sociedad hay cosas que no terminan de quedar claras. Y que ocurre porque durante muchos años hemos vivido confundidos y afortunadamente son otros tiempos; vaya si lo son. Ahora sabemos que nadie tiene poder sobre nadie. Es un principio, sabemos que si no somos felices con nuestra pareja siempre podremos cortar esa relación. Que si no queremos permanecer a su lado nada nos ata. 

Hoy sabemos mucho más que ayer, y es que ahora sabemos que por mucho que nos prometa la religión, vida demostrable solo hay esta, y es esta, justo por eso la única que nos debe importar vivir con ilusión. La eternidad en caso de que la hubiere, nos conviene tenerla lejos, pero lejos, lejos. Y hacer de esta única vida que tenemos ese lugar que queremos, un lugar de continuo respeto y admiración.


En sociedad existen muchos modos de vacunarnos, el más importante de todos yo diría, es la información. Estando bien informado los males son menos males y existe el remedio. Afortunadamente son otros tiempos, a veces un buen diagnóstico depara la solución.