Powered By Blogger

sábado, 26 de octubre de 2013

Mi vida querida, de Alice Munro

Reconozco que El Premio Nobel de literatura de 2013, concedido a Alice Munro, me hace especial ilusión porque la primera vez que escuché que el premio le había sido otorgado escuché resumir su trayectoria así: es una ama de casa, madre de tres hijos y una autora prolífica, a la que los críticos califican como la Chejov canadiense.
La imagen de ese telediario era la de una Alice Munro en la actualidad, que estaba siendo entrevistada en la cocina de su propia casa, por lo que era sencillo imaginarla sobre esa misma mesa tomando notas, corrigiendo, elaborando, trazando y puliendo personajes e historias de su obra durante una vida que en este momento cuenta ochenta y dos años. Se la podía ver como una mujer madura e interesante, humilde, elegante y de pelo blanco, pero además radiante para su edad. Y daban una mala noticia, había comunicado que ya no escribiría más. Eso después de decir que su obra estaba plagada de gente corriente que hacen la vida cotidiana de cualquier pueblo. En ese momento supe que a mí, como lectora y observadora del mundo no se me puede ofrecer más, si además tenemos en cuenta que se dice que ella que no pone una palabra de menos ni una de más. Esa mañana en concreto de mi vida no pude levantarme con mejor pie, y tenía prisa por ir a una biblioteca, la que fuese y traerme un libro suyo a casa para leerlo. Tardé varios días en ir a "la ciudad" y hacerme con el único libro que encontré, pero en esto tengo la absoluta certeza de que los pequeños duendes en los que cree Ana María Matute obran pequeños milagros, y ese libro con solo hojearlo supe que era más que suficiente para atraparme, y así es.

El libro se titula Mi vida querida. Su escritura es diáfana y sencilla, pero elaborada a la perfección, a veces lo sencillo tiene ese punto de cocción lenta y sabrosa de los cocidos que hacen las abuelas, donde el alimento es directamente extraído de la tierra, lavado, guisado sobre la cocina de leña y mezcla todos los sabores que nutren el cuerpo, con su permiso resumo de esta manera la impresión que me causó. Creo que es una autora a la que puede leerse durante mucho tiempo sin cansarse y así lo espero porque en este libro resume todo, la vida, la amistad, el amor, la enfermedad, el llanto, la felicidad...si bien confieso que es un libro que en la última fase se acrecienta en lo que se denomina Finale. En ella la autora advierte que lo que hay a partir de ahí no son cuentos, son pequeños fragmentos autobiográficos, lo primero y lo último así como lo más íntimo que tiene que decir sobre su propia vida. Me quedo con su ejemplo de sobriedad, porque vaya si la necesito.
Ayer mismo decía que admiro a muchísima gente, sumo por lo tanto a una más. Parece que en este momento su salud está delicada, pero su obra brilla, eso lo puedo asegurar.

viernes, 25 de octubre de 2013

Algunas respuestas

Hace tiempo alguien me preguntaba por qué motivo en mi blog no había una foto mía y parecía tan empeñada en mantener mi anonimato aquí. Le chocaba que yo no informara directamente a los míos de que este blog existía porque en su opinión "deberían sentirse muy orgullosos de mí por el contenido del blog", no recuerdo demasiado bien la frase, pero venía a ser así.

Bien, ha pasado un año más o menos y esta misma persona no ha dado paso a dos comentarios que dejé en su blog. La vida no cambia para mí, porque yo también voy cambiando con el tiempo, si no fuese así seguiría siendo ese bebé adorable que encuentro en algunas fotos, pero crecí. Y crecer significa admirar y dejar de admirar, eso básicamente si se trata de mí. Admiro a demasiadas personas y voy por libre, siempre ha sido así, no me gusta que me dirijan ni que me digan quién tengo que ser, o qué decir. Pero voy por la vida intentando colaborar con toda la gente que me aporta algo, sin pedir nada a cambio, me muevo por mis propias convicciones, tan ajustadas a errores como las de los demás. 

Ahora pasaré a esas respuestas. Este es un lugar de paso. No estaré aquí eternamente. No tengo especial interés en que me conozcan quienes entran a leer, porque en realidad no creo que sea un lugar importante, es solo un reflejo de lo que me interesa. Lo dejo aquí por si puede ayudar a alguien. Simple y llanamente.

Es un lugar entre quien soy en mi vida real y quien proyecto ser: una escritora que publica libros. Libros buenos. Los mejores que yo sea capaz de crear. Sin compararme con nadie. Estoy en ello. Llevo en ello desde hace 15 años, aún no he conseguido escribir algo por lo que pueda sentirme cómoda de cobrar. Por eso estoy en este blog, que es gratuito.

Si un día publico, será con otro nombre y empezaré de cero. Será con la foto de quién soy. Quizá tenga que dejar atrás a toda la gente que sigue Días de lluvia para que no puedan relacionarme con estas páginas. Y quizá no sea justo, pero para entonces es posible que yo siga publicando aquí. Me apego a todo de forma exagerada, nada hace pensar que abandone un lugar que me apasiona tanto porque es un lugar donde me sigo permitiendo ser quien soy. Sea lo que quiera que eso signifique, me dignifique o no.




miércoles, 23 de octubre de 2013

Ebook gratis

El mundo internáutico está lleno de lecturas gratis, en parte por eso me apena que un escritor como él regale la lectura de estos dos libros. Creo que leer en Amazon ya sale a bastante buen precio y que los lectores debemos ir acostumbrándonos a comprar los libros que vale la pena leer. Hace tiempo leí Ángeles de cartón y la disfruté muchísimo, es por eso que me hago eco de esta promoción, pese a que opino que bien vale pagar su precio en Amazon, quede claro que dejo también esta opción.

Los dos Ebook gratis AQUÍ

También está en Días de lluvia, por alguna parte, la reseña que hice en su momento de Ángeles de cartón, así como la presentación de Niño de nadie, para quien quiera buscarlo. Ahora lo importante es que podéis leerlas gratis o pagar su precio en Amazon. Creo que a los buenos escritores hay que pagarlos para que puedan seguir escribiendo con mayor tranquilidad y disfrutando más su trabajo. Dicho queda.

lunes, 21 de octubre de 2013

Método de trabajo y resultados

Cuando no sabía nada de lo que era escribir pensaba que escribir es un talento natural, y que  los buenos escritores lo traen de serie, punto final. De este modo los buenos escritores cogen la pluma, escriben y todo les sale de maravilla, en verdad pensaba que nunca tenían que corregir, o reescribir o devanarse los sesos sobre miles de cuestiones de lo que se traían entre manos. Ahora me consta que no es así y que cada escritor tiene un método de trabajo propio y unas convicciones propias, además del talento, sin el cual nunca destaca, triste, pero así.

Desde que ando por los mundos de Internet, todo mi empeño es saber más acerca de lo que es escribir y la información es mucha y muy variada. Desde que junto información, escribir se me hace más complicado en cierta forma, dudo más, avanzo menos, doy más vueltas al conjunto de lo que intento decir, y me fascina más la averiguación de todo esto que aquello que yo querría escribir, y le doy un nuevo giro, y comienzo de nuevo. Creo que es el proceso de escribir el que llevo siguiendo desde el principio de los tiempos y que como ama de casa inquieta a mi manera estudio sobre eso, todo cuanto hay a mi alcance, sin que todo cuanto reúno revierta en mí; pero es algo apasionante. 

Del arte de escribir me interesa todo, supongo que como a todo lector, aunque cada uno de nosotros tengamos nuestras preferencias. A mí me gustan las vivencias personales, los libros que expresan el mundo propio del autor, sea éste quien sea, porque cuando se trata de explicar lo vivido en primera persona casi cualquier persona puede sorprenderte, partiendo de la base de que ésto sorprende en principio al propio autor. Escribir es siempre conocerse. 

Y de entre todo lo interesante que encuentro, me fascinan los decálogos del escritor, los hay tan variados como variopintos son sus creadores. Todos dicen cosas interesantes, pero de entre todos los encontrados, que son muchos, hubo uno que resonó en mis oídos como algo nuevo...como el más completo y más sincero, aquel dado para iluminar la vida de un futuro escritor. A veces los escritores son como los cocineros que no explican su método, y a mí me gustan los cocineros instructivos, los que dan trucos para convertir a todo el mundo en un cocinero mejor. Por eso este decálogo para mí es el mejor y con diferencia.

Decálogo del escritor por César Mallorquí. Os animo a buscarlo en Youtube.

Y como no hay decálogo sin resultados, si miramos en su obra tiene muchos. Y el más reciente de todos, ahí es nada, lo dejo aquí:
Premio nacional de Literatura Infantil y Juvenil

Antes creía que el arte de escribir era un don natural al que no le hacía falta nada. Ahora creo más bien que es un don natural al que todo le falta y es necesario hincar los codos en serio y trabajar, porque solo si se trabaja se obtiene algún resultado. Nadie diga que no advertí.

sábado, 19 de octubre de 2013

Verbo Retuitear

Traducirse a una misma es taaaaaaaaan soporífero. Me entran ganas de matar a la autora a cada línea.

viernes, 18 de octubre de 2013

Para recordar:

Regalaré mi música cuando yo me pueda bajar de internet una lubina.

Carlos Goñi, Revolver

jueves, 17 de octubre de 2013

Curiosidades del revés

Casi no asomo por aquí, me pide el cuerpo un poco de sosiego y es que es difícil intentar corregir la eterna novela, sobre todo si fue la primera y si sientes que solo al tener lista esa, podrás ir puliendo una a una las demás. Al comienzo buscaba lo que faltaba, en este momento le quito lo que sobra. ¿He mejorado? ¿Lo hago bien? ¿Lo hago mal?

Hace tiempo conté que alguien a quien admiro por su trayectoria accedió a corregir unos escritos míos de los que me sentía más o menos orgullosa. Se tomó la molestia de leerme con atención y sin desmayarse, enviarme sus correcciones, es algo que siempre le agradeceré porque había errores que yo no tomaba por tal, y que por lo tanto mis ojos nunca verían. Pero me resultó muy complicado corregir la parte en la que señalaba "esta frase hay que mejorarla", reconozco que alguna de ellas no fui capaz. No sabía cómo mejorar esa frase sin eliminarla del texto. Aunque sí me sirvió para no volver a repetir errores en siguientes escritos y para poder corregir textos que sextuplicaban su extensión.

Lo que sí que no esperaba era que al volver a reescribir lo que ya no sé salvar -de las eternas 326 páginas- me hallaría ante un texto tedioso que explica la vida diaria de los personajes, en vez de al lugar a dónde va la novela. Es decir, que se pierde enfocando escenas estáticas y deja de alumbrar el sitio donde ocurre todo, explicado algo burdo es lo que sucede.

A día de hoy intento darme un plazo para tenerla lista, pero dicho plazo es complicado si tenemos claro que solo dispongo de tres horas diarias, cinco días a la semana, eso cuando mucho, y que debo robarlas de mi tiempo de estancia aquí.

Hoy me di cuenta de que un blog importante para mí ha quitado el enlace que desde su espacio llevaba hasta aquí, me digo que es lógico porque estoy dispersa, porque todo acaba, porque se ve cuando alguien no da todo de sí. Desde este lugar dejo mi gratitud por haber estado alguna vez, y por esa ayuda desinteresada que me ha procurado avanzar tanto camino en mi escritura, fuera de aquí. Si hay algo claro es que esos apuntes me servirán toda la vida y y se me brindaron gratis. Gracias de verdad desde aquí.