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viernes, 25 de enero de 2013

Cometió un solo error

Ser demasiado joven para entender que una chica solo se queda junto a quien la hace sentir todo el tiempo única. 

Ahora canta todo el tiempo esta canción

jueves, 24 de enero de 2013

Película Persuasión

No leí a Jane Austen, lo sé, soy un caso perdido pero aún no conseguí que me atrapara porque no le dediqué demasiado tiempo. A veces nuestra cabeza no anda donde debe estar y terminamos abandonando la lectura, con ella me sucedió así. No recuerdo que libro fue y el tiempo que hace de ello, pero de momento no repetí.

Y sin embargo, un día revolviendo en la estantería de películas dentro de una biblioteca di con el DVD de uno de sus libros Persuasión, y decidí conocer la historia de una vez, aunque no fuese capaz de leerla. De modo que la traje a casa y le dediqué una tarde. Pues bien, voy a deciros lo que vi. Vi el pueblo en que me muevo, en que los chismes van y vienen, generando tantos malentendidos que líbrenos el señor. Me di cuenta que también yo en algún tiempo fui muy dada a persuadir y que de nada me arrepiento tanto. Cuando no se trata de nuestras vidas es mejor dar tiempo al tiempo, porque solo él tiene la solución verdadera a cualquier disyuntiva que se plantee. Una lección que me costó tiempo aprender y que aprendí porque gato escaldado del agua fría huye.

La película me encantó y retrata perfectamente el mundo en que me muevo, por aquí es más lo que la gente se inventa que lo que pasa en realidad y es muy dada a recortar en lo posible la libertad de los demás. No quiero generalizar, porque no todo el mundo es así, pero existe ese sentido del honor absurdo que ata de pies y manos a una mujer, mientras le ofrece todo tipo de derechos al hombre. Retratando un tipo de vida que lo quieran o no lo quieran, ya se ha quedado atrás.

Persuasión está protagonizada por Sally Hawkings y Rupert Penry-Jones, y es una película que habla de una segunda oportunidad que no siempre la vida da. De ahí que persuadir sea siempre un arma de doble filo.

miércoles, 23 de enero de 2013

Alto y claro

No se puede permitir que un país se pase por el forro los derechos de sus ciudadanos, ni en tiempos de crisis ni en tiempos de prosperidad.

Os recomiendo leer esta entrada.

Entre montones de líneas



 Me llevó tiempo entenderlo, soy lenta como la estación nevada que tarda en deshelarse y llenar el río. Sé lo que quiero pero no sé si vale la pena intentarlo y aun así sé que lo haré, aunque tema saber el resultado, aunque tema a los virus y a la gente de malas intenciones conectada a la red. Es por eso que en todos estos meses, algo me chocaba dentro al intentar corregir viejos escritos, fue ayer cuando al fin lo entendí, sigo creyendo en ellos porque son tan ciertos como pueda serlo yo misma, pero ellos se han estancado en sus sueños livianos y yo no. Es esa al fin la diferencia que no sabía ubicar.

Es lo malo de envejecer, que de pronto aquellas convicciones que tenías ya no están. El mundo desde el cual escribías se desvaneció, algunos pilares fundamentales de tu escritura se derrumbaron bajo su propio halo de ingenuidad. Eso hace que hagas y rehagas escritos una y otra vez, y que sea un error, aquella que escribía ya no está.

Ya no crees en la justicia de la forma en que antes creías. Ya no crees en la gente que desde su atril intenta convencerte de que está en lo cierto y la equivocada eres tú. Ya no crees que los años de estudio hagan a la gente más eficaz. Ya no crees que tu país sea el mejor de los posibles del mundo mundial. Ya no crees que el amor verdadero sortee como por arte de magia todas las dificultades. Ya no crees que cada joven pueda forjarse su vida tal y como quiera, sino tal como le dejan en un país que parece empeñado en cerrarle las puertas y dejarle como única posibilidad de hallar trabajo, emigrar. Tu mundo se ha dado la vuelta no sabes cuándo, y ahora vuelve a ser tiempo de comenzar. Pasar la página de tus archivos hasta que alcances la serenidad de solo corregirlos en ese espacio en que fueron paridos, puesto que pertenecen a una gestación pasada que por lo tanto no está. Ahora eres otra que no puede escribir como escribía, ni soñar como soñaba, ni creer como creía. Eres alguien que ya no está entre ese montón de líneas.

martes, 22 de enero de 2013

Hacer balance

De cuando en cuando conviene detenerse a ver el camino recorrido para saber por donde tirar en adelante. A diario uno está tan inmerso en lo que lo tiene pendiente que no siempre se da cuenta del camino hecho, y es bueno detenerse a observar, sobre todo si esa observación les sirve a otros, y es el caso.

Creo que el mundo editorial ha efectuado en un corto espacio de tiempo muchos cambios. Y hay algunas alternativas que quizá algunos nunca habíamos barajado. No digo más, no es necesario, pero sí os dejo un balance interesante, al menos para mí.

En esta entrada

lunes, 21 de enero de 2013

Cambio de hábitos

Es necesario abordar el trabajo
a primera hora de la mañana
si que quepan las excusas

Volver a leer lo leído
corregir lo corregido
una y otra vez

hasta que la fuerza 
esté de tu parte,
hasta conseguirlo.

Es necesario apostar
cada mañana temprano
a un sueño perseguido

y salir del mundo virtual
a explorar ese submundo
que no te deja en paz.

Ordenar, borrar, reescribir 
finalizar y volver a empezar
hasta lograr concluir.

sábado, 19 de enero de 2013

Cuando el talento se hereda

Creo que para cualquier padre es un orgullo saber que ha inculcado en sus hijos su mayor pasión. Porque significa haber sido capaz de hacerles saber de alguna forma que aquello en que ocupa su tiempo tiene sentido además de validez. También que es un modo de expresión y un reto, exponer un universo privado que está dispuesto a dejarse contemplar al salir de su letargo y ofrecerse al mundo.

Si además uno es capaz de conseguir que se herede el afán de perfección, la satisfacción es doble. El talento de Mián Ros para el dibujo me impresionó desde las portadas de algunos libros de Blanca Miosi, antes de saber quién había sido su autor. Además su escritura transmite, cobra voz. Lleva tiempo callado pero hoy se asomó para dar una noticia y dejar una muestra de los dibujos de su hija, de ahí el título de esta entrada, cuando el talento se hereda y se comparten las pasiones, el maestro y el alumno disfrutan y aprenden juntos; no existe nada mejor.

Os dejo su entrada