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miércoles, 25 de enero de 2012

Sobre los derechos de autor en Internet

Creo que quienes publicamos a través de la red, albergamos muchas dudas. Sin embargo Laura Quijano hace magníficas aclaraciones respecto a ello, que quisiera compartir. Ella es una escritora que conjuga - por lo que leo en su blog- el lenguaje de una forma exquisita. Y que sabe hacer resúmenes con tal profesionalidad y eficacia que me señala lo que jamás yo sabré hacer, eso es algo que me encanta, que alguien me aporte aquello de lo que carezco.

No quisiera extenderme mucho para no agotar vuestras ganas de leer. Porque esta entrada, como muchas de las que dejo aquí, es solo una excusa para que prestéis mucha atención al enlace que dejo a continuación. Que es un resumen de otras reflexiones que Laura Quijano ha ido haciendo, sobre los derechos de autor en la red. Todos los que tenemos un blog, lo actualizamos con mayor o menor asiduidad, confiando en que nuestros derechos como autores, sean respetados y defendidos desde esta plataforma en que nos lanzamos al mundo. Que así sea.


http://lauraescritora.blogspot.com/2012/01/reflexiones-adicionales-en-torno-los.html

martes, 24 de enero de 2012

Retazos...

Las palabras más importantes de todas no se saben escribir, pero han de ser escritas lo mismo.

lunes, 23 de enero de 2012

Más libros para leer

Hay un libro que quiero leer desde hace tiempo, se titula la isla de Nam, de la escritora Pilar Alberdi; que además es psicóloga. Pues bien, a veces la diferencia que me separa de un libro es su precio. Esta vez 93 céntimos es la cercanía que lo hará posible al fin, junto a algunos más. Creo que llegan vienen buenos tiempos para conocer a nuevos escritores, y para leer. Lejos de lo que decidan los lectores adjuntos de las editoriales, que en ocasiones resulta tan ajeno a lo que un lector anónimo querría leer. Se encuentran muchos libros de vidas plastificadas por ahí, o vidas falsificadas, que más o menos significa lo mismo.

Quizá no todos los lectores buscamos lo mismo en un libro. Yo busco que me divierta, que me haga pensar, que recoloque las frases de manera que sienta que se acaban de inventar, que me deje sentirme protagonista, que me adentre en un mundo que nunca pensé habitar, que me sacuda y que me conmueva, que tras su lectura me haga más humana y más comprensiva, mejor persona para encarnar la vida que me ha tocado llevar. Una sola cosa de todas estas por libro me sirve. Ando a la caza de esa aventura de letras de la que nunca me quisiera apear. Soy una mezcla extraña de cada libro que leí y me dejó su huella, esa huella que nunca quisiera borrar. Tan importante es un libro para mí.


http://pilaralberdi.blogspot.com/2012/01/los-cuadernos-de-la-senora-bell.html

domingo, 22 de enero de 2012

Propuestas de autor

Acabo de leer ahora mismo esta propuesta y me sumo a ella. En este momento estoy leyendo Metamorfosis en el cielo, y tengo pendiente leer Ángeles de cartón, de principio a fin. En verdad quiero leer más libros de los que puedo, porque también me reservo a diario mucho tiempo para vivir. Pero esta propuesta me parece interesante, por eso la dejo aquí.

Son muchos motivos por los que uno escribe, pero sobre todo hay uno: para que le lean, sino no necesitaría escribir, y para tener una opinión sobre sus escritos que le sirvan para mejorar un día tras otro. Si lees y puedes dar tu opinión sobre lo leído, este enlace es para ti.

http://elalmaimpresa.blogspot.com/2012/01/os-gustaria-resenar-una-de-mis-novelas.html

jueves, 19 de enero de 2012

Para despistados y doloridos

Hay algo que me tiene preocupada y es lo despistada que soy, además de lo fácil con que me obsesiono con las cosas. No es raro que algo ocupe mi mente de forma casi total y me ponga a deambular perdida en mi misma, se dice que esa es la concentración que a todo escribiente le lleva a escribir, puede ser verdad, pero no por ello se vuelve menos fastidiosa. Y casi apuntaría a que es la causa por la que quienes viven a diario conmigo odian que me ponga a escribir, es como si quedara perdida entre dos mundos y ni en uno ni en otro se me pudiera alcanzar. Ante mí misma sucede lo mismo, y aunque quisiera no lo puedo evitar: lo de escribir digo.

Pues bien, hace como un mes me compré un libro electrónico, decidí que sería el regalo de 2012 para todos aquí, algo en lo que valía la pena invertir. Y como siempre todos andaban tan atareados que tuve que apañármelas sola para ponerlo a funcionar. Traía un disco que había que insertar en el ordenador para que leyese todo tipo de formatos, y soñaba con esas páginas que las hay a montones donde descargarte los libros gratis. Hay tantos libros y tan ilustres, que ya frotaba las manos. Pero sucedió que no, que no supe poner a funcionar ese disco, y lo intenté una y otra vez hasta que me cansé, lo puse en algún lugar, y me dije: me acordaré de donde lo dejo. En aquellos días me pilló organizando montones de cosas de cara a la navidad y las cenas y deambulaba perdida en montones de historias, para no variar.

El caso es el de siempre, pedí una y otra vez a mis dos hijos que lo pusieran a funcionar. Y me miraron con fastidio y lo dejaron pasar. Lo intenté yo sola montones de veces y nada, frustrada porque lo que para ellos serían minutos efectivos, para mí fueron horas infructuosas. Porque no hay nada que me fastidie tanto como perder un tiempo del que carezco. Fui al comercio donde lo compré y me dicen que puedo pedir el disco por Internet, pero en verdad no es tan fácil y sin el disco de instalación no funciona porque lo quise sin conexión a Internet. Si es para leer libros, es para leer libros, no para estar conectada. Y de entre los libros que quiero meter están mis novelones inconclusos, pues lo compré a modo de aligerarme las correcciones también.

Desde hace años tengo un terror infinito a perder la cabeza por eso de darle tantas vueltas a las cosas y andarme siempre perdida entre montones de historias, las que suceden a tiempo real, las que leo y las que escribo. Todo es demasiado incontrolable para dejar de pensar. Pero en el periódico de La nueva España de ayer viene una entrevista con Juan Lerma, Biólogo director del Instituto de Neurocioencias. Una entrevista mucho más extensa que la que se encuentra en la red. Donde dice que cuanta mayor actividad intelectual tienes, mejor madura tu cerebro y mejor se conserva. Y también dice que los sistemas de "Brain training" son una tontería, mejor leer a Tólstoi o hacer un crucigrama". Que al cerebro se le estimula leyendo, estudiando, pensando, hablando y relacionándose con los demás. Viendo exposiciones, participando en tertulias o haciendo sudokus. Haciendo ejercicio también y llevando una dieta mediterránea, ya que todo lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro. Señala que confundir el nombre de alguien, o no saber donde has dejado las llaves es algo normal, que el síntoma claro de un deterioro cognitivo es perder la noción del valor del dinero, no saber si un producto es caro o barato.  Y que el deterioro de nuestro cerebro comienza a los 45 años y no a los 60 como se pensaba hasta ahora.

Todo esto me tranquiliza mientras busco la fórmula de conseguir leer el que me he propuesto como mi primer libro electrónico: Ángeles de cartón, de Mían Ros. Que ya he conseguido descargar en el ordenador y soy incapaz de poner a funcionar en el lector electrónico (:-S) Aunque confieso que tengo la vaga idea de haber puesto el disco en medio de uno de los libros que devolví a la biblioteca, uno de tantos que devolví sin terminar de leer, y cuyo título se me escapa. Esperemos que no.

http://www.lne.es/sociedad-cultura/2012/01/18/mejor-cerebro-tertulia-tumbarse-televisor/1185663.html

miércoles, 18 de enero de 2012

Se necesitan muchos días

Y ningún día será suficiente
para olvidarte
para que tus pasos
no resuenen en mi mente
para aceptar que ya no estás,
porque estarás
hasta el último segundo
aprehendido en mi mente.



martes, 17 de enero de 2012

Metamorfosis en el cielo

Este libro de Mathías Malzieu, que aún estoy leyendo me hace plantearme varias preguntas, entre ellas la de si alguien conoce a un escritor como él, puesto que es el tipo de lectura que realmente disfruto. Últimamente se publican historias con una numeración tal de personajes, que hay que hacerles un croquis para saber de quién se está hablando. Ese tipo de libros me ponen de los nervios porque para leer hace falta anotar mentalmente por donde va la historia, y si en ese momento me pilla escribiendo otra historia me agota sobremanera y lo termino dejando. Es por eso que necesito libros que quieran contar algo sin contar para ello  otras cinco historias. O que sepan hacerse amenos e inteligentes, y no un conglomerado de voces disonantes y quiebros de noria.

La escritura de Mathías Malzieu está llena de trucos de prestidigitador, desprovista de toda realidad y al tiempo más real que escritura alguna. Llena de comparaciones descacharrantes y amabilidad, de sueños hechos realidad, de circunstancias adversas y ánimo luchador, de prosa poética y literatura palpitante. Es por eso que agradezco enormemente que alguien le haya publicado alguna vez, porque es un editor como su editor, quien me hace creer en la literatura, en estos tiempos en que abandono tantos libros tan llenos de personajes y faltos de contenido (a mi escaso entender).

En este punto no faltará quien me diga que leer un libro como Metamorfosis en el cielo es una pérdida de tiempo, cuando podría estar leyendo a tal o cual escritor, clásico o no, premiado con tal o cual distinción, y un largo etc. Y en este punto respondo que para mí un buen escritor no es aquel que publica más o es más leído, sino quien sabe presentarme un mundo tal y como nadie me lo presentó, y que ha despertado un algo que permanecía dormido. Y que después de presentado ha cobrado vida y se queda a vivir en una parte del subconsciente de donde más nunca querrá salir. Y no obstante saldrá teñido de nuevas formas.

Aún no he llegado al meridiano del libro. Y sé que la larga estancia de su madre en el hospital se encuentra ahí, y que la larga enfermedad que le quitó la vida campa a lo largo y ancho de su contenido. Que ha sabido transformar todos los recuerdos y todo el dolor de la estancia en los hospitales en un bello cuento, ha nombrado todas las carencias y todos los secuestros. Es un libro que cuenta las peripecias de Megatom Cloudman, enfermo de cáncer en el hospital. Que habla de la importancia de tener un sueño y de luchar por el. E intuyo que de la importancia de saber cuando luchar y cuando renunciar. Es uno de tantos libros que me recuerda lo importante que es escribir, porque a veces solo escribiendo uno es capaz de bajar hasta el infierno y transmutarlo en cielo, de trazar todos los pasos necesarios para convertirse desde cero en un nuevo yo.

Desconozco el nombre de la primera persona que le dio a Mathías Malzieu un voto de confianza, lo desconozco, pero le estaré siempre agradecida porque La mecánica del corazón, La alargada sombra del amor, y Metamorfosis en el cielo, son para mí tres libros que no tienen comparación con libro alguno que yo haya leído. Y quizá el motivo por el que muchas historias que conservo a medio escribir salgan adelante. Todas comparten ese aire extrañamente majadero y cuasi imposible que persiste en Metamorfosis en el cielo, y mientras leo y disfruto me preguntan cuando voy a ponerme con ellas y finiquitarlas de una vez por todas, es entonces cuando les respondo que quizá un día o quizá no.

http://giant-magazine.com/mathias-malzieu-entrevista/