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miércoles, 7 de julio de 2010

Clarice Lispector



Intento no leer, solamente corregir, pero por lo que sea reúno información en todas partes. Me apasiona mucho más en este momento que ponerme con lo mío, es como si aún tuviese que madurar, como si aún no estuviese listo para abordarlo, de modo que hago caso a mi intuición; siempre lo hago. Entonces me encuentro con respuestas formidables, que anoto para no olvidar, como las de esta escritora.

Respuestas de Clarice Lispector en una entrevista:

Yo nunca sé de antemano lo que voy a escribir. Hay escritores que sólo se ponen a escribir cuando tienen todo el libro en la cabeza. Yo no. Yo siguiéndome y no sé en qué va a acabar. Después voy descubriendo lo que quería.

A veces me he sentido casi agredida por los elogios.

¡Escribir es un peso!

No releo. Me mareo. Cuando ya está publicado ya es como un libro muerto, no quiero saber nada más de él. Y cuando lo leo me parece extraño, me parece malo, por eso no releo. Tampoco las traducciones que hacen de mis libros para no irritarme, sé que no soy yo misma escribiendo.

Leo muy poco, es un crimen pero es la verdad.

Los premios están fuera de la literatura, además la literatura es una palabra detestable, está fuera de todo acto de escribir. Lo recibes como recibes el abrazo de un amigo, con determinado placer. Pero es independiente de…

martes, 6 de julio de 2010

Hasta siempre



Horas para el recuerdo de quien se ha ido

sin que la quietud del mar se alborotara,

sin que el remanso de cielo se hiciera brisa,

sin que quienes dormían aún se despertaran.


Horas para recordar a quienes un día

tuvimos enorme suerte de conocer,

sus palabras forman parte de un recuerdo

que late ahora como latirá después.


Bajo la luz de otros días

todo brilla con distinta claridad,

quienes fueron verdaderos

no se deslustran jamás.


Perdóname si no puedo llorar tu muerte,

porque niego que hayas muerto.

Vivirás siempre en la quietud del cielo,

junto a todos aquellos que un día se fueron

y aun así sigo queriendo.


Begoña

Año 2000

lunes, 5 de julio de 2010

¡A diez días!




Del Tour Dos mundos de Alejandro Fernández se impone la realidad: no me gusta la noche, ni los lugares concurridos, ni el griterío, ni las imágenes de conciertos importantes que ponen en la tele. Me ponen nerviosa los atascos de tráfico, lo imprevisible, lo inesperado, lo porvenir.
Soy un cromo, de esos que salen repes hasta la muerte y no sirven para nada, uno de esos que aparecen abandonados a su suerte junto a cualquier graffiti de una gran ciudad, lo sé, pero no puedo remediarlo. Quiero ser como el resto de la gente, me lo impongo a mí misma pero nunca me sale con naturalidad. Tengo que ir a ese concierto, y a estas horas solo me anima esta canción, que él canta como nadie

México lindo y querido

Creo que el ser siempre positiva me da mi propia solución, tengo que ir, y no creo que salga viva por mis propias limitaciones, que no voy a repetir ahora. Y al menos por el momento encuentro algo positivo, si muero no tendrán que llevarme muy lejos. Pero seamos claros, no me quiero morir. Ni de miedo, ni de ilusión ni de alegría entusiasta; cada día me parece mayor lujo estar aquí:
Cada día de vida es una oportunidad de comenzar de nuevo.





Amor o esclavitud

Eran el matrimonio perfecto -me contaba mientras yo iba pendiente de la carretera- no se si te acuerdas de ellos, eran aquellos que iban con nosotros cuando os vimos en Covadonga el verano pasado.

_ Ella rubia de unos cincuenta, muy elegante, delgada, algo pequeña y él moreno, algo barrigón, más serio. Sí, me acuerdo.

_ Pues el otro día me la encuentro y me dice que se han separado. La gente me deja loca.

Tuve que reírme, aunque su costumbre de cogerse al asidero de la puerta me incomoda mucho, me da la impresión que mi forma de conducir la mantiene en vilo, aunque ella siempre sonríe cuando se lo digo y asegura que es queda muy cómodo. Es cierto, pero cuando voy de copiloto jamás me da por sujetarme, entre otras cosas porque si voy en tensión voy tiesa como un palo y me pido conducir. Y siempre me salgo con la mía, todo hay que decirlo.

_ Me contó que siempre iban juntos a todos lados porque él era un celoso compulsivo. ¡Fíjate tú!, no podía ni hacer la compra hasta que él no llegaba del trabajo. Y luego salían tan juntos, de la mano como dos adolescentes, y quien se iba a imaginar todo lo que me contó después.

Es lo bueno de tener coche y recoger a conocidos en la parada del autobús, unos días solo se escuchan lamentos y otros días historias como esta. Lo que a veces parece amor no es más que esclavitud. Y ante la esclavitud solo cabe la libertad, aunque sea después de treinta y cinco años de matrimonio. Uno piensa qué pena de treinta y cinco años ¿verdad?, pues no, yo creo que es imposible vivir tanto tiempo en semejante dictadura, apuesto que fue en los últimos años cuando comenzó a escoltarla seguro de que escaparía.

La impresión de Clotilde no la pude recoger, la estación de tren se me adelantó y tuve que detenerme para que se apeara. Lástima de conversaciones que uno no tendrá oportunidad de retomar y que se quedan ahí, esperando a ver donde las encajas.

domingo, 4 de julio de 2010

Frase

Cuando te nombran
me roban un poquíto de tu nombre


Esta frase la escuché hace muchos años en la radio

sábado, 3 de julio de 2010

Una canción

Hay muchas canciones que tienen muchos años, pero se escuchan siempre con la emoción del primer día, Si bastasen dos grandes canciones, de Eros Ramazzotti es una de ellas.

Al escucharla todas las injusticias del mundo me sacuden, todo aquello para lo que los grandes parecen no encontrar solución. Todo lo que está así porque pareciera que no pudiese estar de otra manera. Es entonces cuando sé porqué escribo, escribo porque hay otro mundo posible dentro de este mundo establecido. Hay otro mundo que cruje por el que no estamos haciendo nada mientras este nuestro se corrompe cada día más y nos mantiene la mirada fija en sus oropeles. Algo se me remueve por dentro cuando de pronto, en la radio que escucho ponen esta canción y es la conciencia de que esta sola canción bastaría para cambiar si no todo, muchas cosas que no nos gustan de este mundo que gobiernan otros, o dicen gobernar.

Si este CD se vendiese por separado para DE VERDAD ayudar a quienes lo necesitan -todos tenemos en mente en este instante a quien lo necesita porque son muchos-, sabiendo que nadie va a quedarse un sólo céntimo para llenar sus arcas, algo empezaría a cambiar- También Eros Ramazzotti lo sabe, queda implícito en el modo en que canta esta canción.

Me emociona cada vez que la escucho, porque me hace creer que todo es posible, hay canciones que cuando mi lucha por imposibles se me antoja insoportable necesito escuchar. Esta es una de ellas, porque esta canción me dice siempre la misma cosa: hay que luchar, porque el mundo que se intuye es a su modo real.

viernes, 2 de julio de 2010

Lectura que os recomiendo



Si os sucede lo que a mí, leéis un libro de 600 páginas apasionante, pero vuestra mente anda tan dispersa que no os podéis concentrar porque la vida real os preocupa demasiado y necesitáis algo que os renueve el corazón para seguir latiendo creo que lo encontraréis aquí.


Al menos esta será mi lectura del verano. Del otoño, del invierno, de la primavera...