Las lluvias nos dejaron en un ay por motivos que no voy a exponer, pero se dice que en cincuenta años no había llovido tanto, y debe ser verdad por todo lo que ha arrasado a su paso. Parece un sueño que estemos en verano, porque esto parece invierno, pero del malo. Algo está claro, vivimos rodeados de riachuelos que de momento tragaron. Era lo que más inquietaba de esta zona, y sin embargo nos mantenemos a salvo.
En las últimas horas se han visto casas inundadas hasta el tejado, carreteras con solo una parte de la calzada, argayos por doquier, una duna arrastrada por la riada que deja una playa desnuda. Un coche que sólo asoma en bajamar, casas derruidas, gente rescatada en los tejados, una fábrica con seiscientos trabajadores en penumbra. Una mujer muerta y un hombre desaparecido. Gente que lo ha perdido todo.
No quiero imaginar lo que pueda ser perderlo todo: escritos, fotos, vídeos familiares, regalos, o libros. Es en estos momentos cuando me digo que debo guardar todo lo de veras importante en una caja para salvarlo en caso de emergencia. Y sonrío, porque siendo yo, la caja sería tan grande que no podría con ella. Tengo esa certeza.
Siguen los días grises cubiertos de bruma y lluvias. A ratos asoma el sol y vuelve a esconderse tras las nubes negras. Uno ni imagina de donde puede caer tanta agua consecutiva, pero el caso es que cae. Pero al menos ayer tarde hizo un sol radiante y mucho viento, y al menos pudimos secar la ropa acumulada en el tendedero. Que hoy llenaremos de nuevo en el cuento de nunca acabar, y a saber cuando quitaremos...Es raro que pierda las ganas de escribir, pero sucede, todo cuanto hoy pueda contar me resulta deprimente.
La única parte buena de estos días de lluvia infinita es un libro de seiscientas páginas que estoy leyendo, cuyo autor me tiene absorbida hasta el infinito. Me quedan quinientas páginas por leer y el tema es el de siempre, me falta tiempo para leer. Si pudiera escoger qué hacer en todo el día, me lo pasaría leyendo. De modo que vuelvo a estar en lo de siempre, si me encuentro un buen libro me quedo muda, al menos este libro es de esos.